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La última cena: Crónicas Giovanni

Escena 1: La Posada del Cordero

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27/04/2016, 07:25
Anfitrion

Por fuera la posada del Cordero es una casa de gran tamaño con dos pisos. Humilde de por sí y sin grandes lujos pero suficientemente grande para dar comida y alojamiento. Está ubicada en las cercanías de los bosques de los Cárpatos, y la oscuridad de los grandes bosques imprime cierto carácter solitario y lúgubre.

 La puerta principal tiene un corto recibidor, que conecta con una gran sala común, la cual tiene varias mesa de madera rusticas.

El calor de la chimenea en esa fría noche reconforta el alma  y al lado de él se agolpan algunas personas.

Al fondo se puede ver a un hombre con ropa de trabajo que esta atendiendo a los clientes, sirviéndoles en sus copas,  por sus formas es evidente que es el dueño del  lugar, el posadero.

Las pocas personas que están ahí parecen ser pobladores del lugar los cuales no parecen muy interesados en ustedes, es más  estos parecen despedirse de los demás y salir por la puerta.  Hay pocas personas  sentadas esperando, una de ellas es una mujer con ropas roídas que esta  en una mesa  lejos del la chimenea, tiene unas flores  envueltas en  una tela y tiene aspecto de cansancio.

En una mesa cerca al fuego hay un joven  que resalta por la forma de sentarse pues su pierna esta vendada y herida, sus ropas demuestran que en algún tiempo combatió, fue soldado, o estuvo al cuidado de alguien. Tiene una muleta tosca a su lado.

En otra mesa más alejada tomando una sopa  había un hombre con túnica de religioso. Su larga barba  y su aspecto era algo desagradable.

A medida que vais entrando notan que otros al poco tiempo los siguen.

Notas de juego

El primero que llego a la posada es Kavi quien se encuentra cerca al posadero. El resto iran llegando a medida que  vayan posteando.

Por favor hagan una descripción de su personaje físicamente y expresen que quieren hacer. Pueden hablar entre ustedes, conocerse y de paso, porque no podrian hablar con alguno de los presentes.

El mapa en 3d muestra un poco la distribución del salón donde están. En el segundo piso estan las habitaciones.

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27/04/2016, 09:03
Jean Baptiste

Al fin, al anochecer, alcanzamos un caserón que identifico como compatible con tratarse de la prometida posada. Después de tantas jornadas encerrado en el carruaje su sola visión me resulta liberadora y respiro aliviado cuando, por fin, unos mozos del mesón descargan mi baúl de la diligencia para llevarlo a mi aposento...

Con el cuerpo entumecido por el larguísimo viaje, desciendo de la carroza y despido al mudo e inquietante cochero con un leve gesto con la mano. Mientras los mozos trasladan eficientemente mi equipaje a algún lugar del caserón, mi escuálida figura toma el breve sendero que conduce a la Posada. Envuelto en ropajes finos y ligeros, entre los que solo conservo la misteriosa invitación que motiva mi presencia en el lugar, una bolsa de monedas proporcionadas por Baldini y una corta daga con la que, llegado el caso, trataría de proteger mi insignificante pellejo.

A pesar de hallarnos internados en las entrañas de la Primavera, el clima en esta latitud del mundo es frío y, como iba diciendo, mis vestiduras escasas así que la simple promesa de la fogata que crepita en el interior del caserón me atrae, indefectiblemente, a colarme en su interior: Me siento como una de esas ignorantes luciérnagas que se precipitan inconscientemente contra la luz de las antorchas para fallecer, carbonizadas, en el fuego que tanto ansían. 

Accedo, pues, a la Posada y lo primero que llama poderosamente mi atención es la penetrante fragancia a humo y ceniza, el sabor de la lumbre que invade y reconforta toda la estancia que superviso antes de entrar: El posadero a la diestra, refugiado tras una robusta barra de madera; la rendida mujer que cabila, solitaria, en una esquina de la Sala, acaso la más alejada a la lumbre y que... Un momento! Qué es eso que aferra entre sus manos? Ese bulto de tela??? Aspiro con fuerza, sin disimulo, permitiendo que el dulce aroma de sus flores asalte mis sentidos.

Más allá, próximos a la hoguera, hay un joven herido, aparentemente cojo ya que carga una muleta mientras que en otra de las mesas una especie de monje de túnica raída engulle una escudilla rebosante de sopa humeante... Después de tan largo viaje se me hace la boca agua.

Consciente de ser el centro de atención por ser el recién llegado, doy unos pasos indecisos hasta el centro de la Sala para dirigirme, a continuación, hacia la barra.

Disculpe - me pregunto si el Posadero me entiende pero prosigo con mi demanda - agradecería un plato de sopa como el que toma el feligrés -. Dirijo un discreto ademán hacia el monje seguido de un elocuente gesto de llevarme una cuchara a la boca con el que escenifico mi demanda. Confío que me entienda... - Si puede ser... - añado educadamente.

Acto seguido, y claramente inducido por las interminables jornadas de soledad sufridas en el reducido habitáculo de la diligencia, tengo la necesidad de entablar conversación con alguna persona que no sea conmigo mismo, cansado como estoy de aguantar mi inagotable soliloquio y encontrándose, en el lugar, cierta circunstancia que ha llamado poderosamente mi atención.

Las flores - me dirijo a la fatigada mujer, confiando nuevamente que sea capaz de entenderme y señalando el paquete que acarrea -. Me gustan - no soy demasiado simpático pero la necesidad de relacionarme arranca una sonrisa de mis resecos labios -. Qué son??? - Siento auténtica curiosidad por conocer la vegetación de la zona -. Puedo sentarme con usted??? Estoy cansado de tan largo viaje - Indico la banqueta que queda justo enfrente suya, separada de ella por la mesa que se interpone entre nosotros.

Ignoro si la mujer me entiende pero me apetece saber algo de la inhóspita región a la que el Destino me ha llevado.

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27/04/2016, 13:40
Relicta, el Abandonado

La puerta de la posada volvió a abrirse para dar entrada a otro huésped. Un monje de aspecto desastrado entró en la estancia, empuñando un cayado desgastado y con la capucha de su hábito levantada. Las sombras inundaban el capuchón, dejando a la vista únicamente un mentón sin afeitar, mientras que su basta túnica religiosa apenas conseguía dibujar una figura delgada y desgarbada.

— La paz sea en esta casa... —musitó el fraile, antes de dirigirse hacia la barra desportillada tras la que aguardaba el posadero —. Buenas noches, hijo —continuó dirigiéndose al mesonero—. ¿Sería posible que un piadoso misionero pudiera tomar un sorbo de agua y comer un trozo de pan? No necesito más de su humilde persona. El Señor se lo agradecerá...

El monje aguardó a la respuesta del ventero, asiendo el cayado con las dos manos en una postura dócil y servil.

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27/04/2016, 15:47
Lian Mcornagac

Entro en la posada cojeando, cargando con mi macuto, y deseando ponerme al fuego.

Voy caminando hacia la mesa que hay al lado del fuego y mientras tanto voy hablandole al posadero, levantando la voz segun vea necesario.-Posadero, por favor, una cerveza, y pongale al fraile lo que quiera, que le invito yo-Miro al fraile y me santiguo.A continuacion suelto el macuto en el centro del banco, y me acerco al fuego a calentar las manos, derrumbandome sobre el asiento con un sonoro plaf.

Inmediatamente despues de calentarme las manos empiezo a mirar alrededor de la sala

Miro al soldado y me palmeo la pierna- ¿tu tambien?

a continuacion me dirijo a la anciana, al monje y al que que va bien vestido(hablo de Jean Baptiste)- Disculpen mis modales, estaba deseando calentarme y la pierna me duele horrores... Mi nombre es Lian ¿alguien conoce algun juego con el que pasar el rato?

 

Notas de juego

llevo ropas bastante caras, y un macuto del que cuelga una palangana...la espada al cinto

tengo algo de modales pero no parezco noble

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27/04/2016, 17:43
Duquesa María Borgia, viuda de Sforza

         Después de días de interminable viaje por fin la carroza enviada por el señor Giovanni se detuvo frente a una posada a las afueras de un poblado cercano a los Carpatos al anochecer, entonces tras tantas jornadas encerrada con pocos descansos para contactar a su criada personal y al par de guardias que las acompañan en su carroza personal, la duquesa María de Borgia resa agradecida por llegar al dichoso lugar y respira resignada al ver el ... pintoresco lugar, permite que con la vigilancia de uno de sus 2 guardias personales unos mozos del mesón descarguen su baúl y un par de maletas de viaje de su propia carroza para llevarlo al cuarto que le designaran ... tras decirles:

        " Tengan mucho cuidado con ese equipaje, que si algo se pierde o se rompe seguramente no les alcanzará para reponerlo, pero el dueño del lugar deberá intentarlo, el caballero que les acompaña revisará que todo alga bien "     

        Cansada por el larguísimo viaje la viuda Sforza desciende de la carroza con un vestido elegante, largo, sencillo, cómodo y de color oscuro, con poco maquillaje y escasas joyas para demostrar su reciente luto; despide al aún más parco e desconcertante cochero de la carroza enviada por el señor Giovanni en italiano:

        " Que dios cuide su alma señor y le depare un feliz camino de vuelta con los suyos "   

       Mientras los mozos trasladan su equipaje a algún lugar del caserón, la noble mujer camina junto a Ana, su dama de compañía y delante de Pietro, su guardia de mayor confianza a la Posada.    Entonces saca de una pequeña bolsa de mano la invitación a la fiesta organizada por el señor Giovanni, un pequeño monedero con monedas locales intercambiada en el último Inn que nos detuvimos y colgado a mi cuello la cruz de un rosario con una daga oculta adentro, esperando no tener que usarla para protegerse, también lleva puesta abrigadora ropa para cubrirse debido al frío del lugar cuando entra y después de una rápida mirada en el interior saluda a los parroquianos del lugar, percatándose de la presencia de otra mujer, una anciana y de dos religiosos, que le dieron un poco mas de confianza, de manera que saludo a los presentes con la mano en silencio y avanzó hasta donde se hallase el posadero para decirle mientras que le saluda y su criada desliza un par de monedas por la mesa

      " Buen día caballero! Soy la duquesa María de Borgia, viuda de Sforza y he venido de paso a su establecimiento de camino hacia el castillo del Señor Giovanni, cerca de estas tierras .... le agradecería mucho que me diese su mejor habitación para poder pasar la noche en su posada, me preparen agua caliente para un baño, la mejor comida y botella de vino que me puedan ofrecer en la mesa mas cercana a su chimenea "  

      Después de dedicarle una ligera sonrisa al posadero María, antes de despedirse de él y después de que este le indicara en que habitación podían sus pertenencias el muchacho que la recibió con su guardia la mujer le pidió a Ana la criada que fuese con el guardia Lucca a preparar su baño para poder relajarse antes de ir a dormir para descansar placenteramente y caminó a la mesa del otro lado de la barra junto con Pietro, saludando de camino discretamente desde lejos al soldado tullido, al monje y al resto de los presentes si se los cruzaba de camino 

     " Ignoro si me entienden o no sus mercedes, pero buena noche damas y caballeros!  Buen provecho!  Y que dios nos acompañe esta noche a todos nosotros" .

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27/04/2016, 19:30
Benigno de Alarcón

Por fin aquella taberna no era la tierra prometida pero desde aquí comenzaría la fiesta aunque tal vez debería moderar el consumo de alcohol esta vez. Existía la posibilidad de que el señor Giovanni no estuviera a gusto con un invitado borracho antes de empezar.

Tras cruzar la puerta vi una de las escenas más extrañas que vi en una taberna, no había jóvenes borrachos ni mujeres de moral distraida ni músicos aquello parecía un entierro. Tras un primer vistazo a los presentes aclarré mi voz mientras me acerqué al tabernero y en un italiano perfecto dije.

-Muy buenas caballero, soy uno de los invitados de Giovanni alguien podría descargar mi baúl y darme una habitación, si fuera posible una cerveza y una buena cena para un viajero se lo agradecería.

 

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27/04/2016, 20:14
Miguel Briand Aranda

Abrí la puerta de la posada tras despedir al cochero.

El ambiente caldeado de la sala llego hasta mi rostro,  al igual que lo hizo el olor a comida que llego hasta mis fosas nasales.

Dentro ya había gente , y al parecer acababan de llegar como yo , puesto que daban ordenes al posadero y comenzaron a presentarse como "los invitados del señor Giovanni". Al parecer no era el único que había sido invitado. Bueno.. estaba claro... una fiesta no lo seria con poca gente. Pero conmigo podría bastar para armarse una BUENA fiesta. Sonreí ante tal pensamiento y poco después, simplemente pensé , déjalo correr por eta vez, Miguel. Disfruta y no des la nota como siempre.

Cerré la puerta de la posada, esperando no haber dejado escapar mucho calor de allí dentro. desde luego, el ambiente fuera era bastante distinto, en cuanto al clima se refería.

En el centro de la posada, una mujer noble... Viuda, al parecer según se estaba presentando. Y junto al fuego algún hombre, mercader?, calentándose la pierna. ¿Cojo? Correría tras de mi si advertía que le faltaba su bolsa. Mejor no intentarlo.

Mas allá un religioso y un fraile. Curiosee el ambiente y comprobé que ninguno se conocía de nada. Extraño. En las fiestas siempre había conocidos y nosotros no eramos nada parecido.

Cogí mi hatillo y lo tire a un rincón junto con mi raída capa de viaje. Después me acerque a la chimenea para entrar en calor, junto al hombre cuando comento sobre "jugar a algo"

- Buenas noches a todos. - Digo en tono amable a todo el mundo - Monsieur , he oído lo de pasar el tiempo con algun juego. Si me disculpa y me deja sentarme  a su vera, quizá podamos usar una de mis barajas de cartas para pasar la noche hasta que el posadero nos traiga una jarra de cerveza.- Comento al caballero. -  Mi nombre es Miguel... Miguel Briand Aranda... a su servicio.

Notas de juego

Mi descripción visual ( pero con mucha barba, como la de mi avatar )

El aspecto es el de un mercenario o desertor, antiguamente luchador en la guerra  con cota de cuero muy desgastada y una espada corta de guerra a la espalda. Muy probable que sea lo único que posea de valor, puesto que mi capa y el resto de la ropa son viejos o desgatados. Imaginaros un viajero polvoriento. Probablemente un pendeciero o vividor.

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27/04/2016, 21:09
Kavi

Miro a todos los presentes y que se habían acercado a la barra y luego hablaron con el posadero y se fueron a sentar en distintas mesas me persigne cuando vi al fraile y le escuche decir bendiciones en realidad no quería hacerlo pero lo hice de forma automática por la educación recibida por el cura ese,que hizo que me bautizara,y la comunión,luego quiso imponerme hacer la confirmación pero antes que pudiera encontrarme me escape de donde vivía y desde entonces vivo solo.

Cuando el hombre dijo algo acerca de un juego y que otro le respondió,me acerque a su mesa y dije:

-Buenas noches caballeros,pude notar que hablaban de un juego,y a decir verdad es que a mí me encantan los mismos,¿de que tratara este juego nuevo?,¿cuales serían las reglas?.

Espere la respuesta de ambos hombres

Notas de juego

Me acerco a la mesa de Lian y Miguel.

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27/04/2016, 21:47
Lian Mcornagac

-Mi señora Dama de Borgia-Digo dirigiendome a la mujer noble que acaba de entrar- Me temo que el espacio mas cercano al fuego ahora mismo lo tengo yo-Me levanto del asiento, saco un pañuelo del bolsillo y limpio de polvo el lugar en el que estaba sentado-Le cedere con gusto el asiento, mas no la mesa, pues necesito el calor para la pierna- y le hago un a reverencia y un gesto con las manos, a la vez de que me siento solo un poco mas alla de mi lugar original.

-Mi nombre es Liam, y el pañuelo esta recien lavado, por si prefiere no mancharse.

Tras eso 3 nuevos entran en la sala...-Encantado Miguel, soy Liam-Digo en un italiano un poco chapucero-Espero que me enseñes un juego interesante.

Dirigiendome a Kavi y a la Duquesa:-¿no sabran por casualidad, si queda mucho para la mansion  o poco? Tengo un hambre atroz, y no se si comer o no, ya que nos han invitado a un banquete...

- Tiradas (3)

Notas de juego

Mi personaje habla 2 idiomas, uno de ellos es el ingles...la directora ha dicho que no nos preocupemos por el idioma hablamos, y que asume que todos tenemos un idioma comun con el señor Giovanni.

¿votos a favor de que el idioma en comun sea el Italiano?

Como no se con cual de las 3 caracteristicas sociales va etiqueta, he echo las 3 tiradas y que los dioses decidan.

Si va con "manipulacion" (0 fallos), hago lo mismo, pero tartamudeo y me salen gallos de la voz jajajaa

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27/04/2016, 22:36
Pietro Pagliuca

Entró en aquella posada con paso lento, pero firme. A simple vista cualquier persona podía dictaminar que era un hombre de armas. De contextura podersa, pero no llamativamente alto, su ancha mandíbula estaba enmarcada por una espesa barba negra a juego con una larga melena del mismo color. Sobre su rostro había algunas cicatrices de discusiones pasadas, que afeaban su no excesivamente bello rostro.

Iba bastante armado, como era costumbre en él, por motivos de oficio exclusivamente. Aparte de su armamento, lo único que podía llamar la atención de su indumentaria era una capa oscura que parecía de una calidad algo superior a la del resto de la ropa, la cuál no era lujosa. Iba vestido para trabajar y no había tenido demasiadas opciones de poder vestir algo más elegante.

Nada más cruzar el umbral de la puerta observó a todas las personas que se encontraban en el interior, con aire valorativo, evaluando la situación. Tras ese primer reconocimiento caminó tranquilo hacia el que a todas luces parecía ser el encargado de aquel establecimiento. Tocó la madera que le separaba del hombre con un par de dedos, para llamar su atención y dijo.

- Soy un invitado del señor Giovanni, me han dicho que con decir eso aquí recibiré un buen trato. - No había notado ironía cuando había recibido ese mensaje, pero por si acaso se mantuvo atento esperando la respuesta. Conocía de muchos casos en que con mensajes similares a uno le habían tendido una emboscada. No creía que fuera el caso, pero los años le habían enseñado que las apariencias engañaban y que debía mantenerse alerta.

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27/04/2016, 23:42
Abdul Al Hazim

Entré en la posada cargando mi propio equipaje, ya que no me sentía cómodo con que alguien lo hiciese por mí, un baúl bastante chato pero ancho donde guardaba las pocas cosas que mi señor me había permitido (o más bien, hecho) llevar conmigo.

Llevaba puesta una armadura de cuero tachonada, la cual la tenía más que nada porque tenía el emblema de la casa de mi señor, el Conde Havarsky, una cabra montañés blanca sobre un campo negro. Tenía órdenes de no sacármela a menos que sea necesario, ya que mi señor quería que se me identificase con él, como siempre. Incluso tan lejos de su persona, por primera vez en casi una década, me exhibía como su propiedad.

Miré a mi alrededor. La posada ya estaba bastante llena, evidentemente la mayoría de los invitados del señor Giovanni ya habían empezado. Sin embargo no podía estar sino estupefacto. Al igual que yo, la mayoría de estos hombres eran de baja alcurnia, solo notaba una dama que parecía tener renombre en todo el establecimiento, y no había venido con ningún marido ni padre que le respalde. Sinceramente, sería la cena más rara a la que había asistido.

Había varios grupos ya hechos, por lo que yo aproveché para sentarme lejos de los cristianos, en una mesa apartada. La verdad no tenía ni idea de qué comportamiento se esperaba de mi. ¿Se supone que debería hablar con los demás invitados? Generalmente no se me permitía entablar conversación con un invitado a una cena a menos que este me dirigiese la palabra, pero, ¿cómo era cuando yo mismo era un invitado? Más aún, cuando los mismos invitados carecían, en su mayoría, de sangre azul. Lo mejor era distanciarse por ahora y ver qué pasaba, por lo que dejé el baúl al lado de un banco y me senté a escuchar todos aquellos dialectos e idiomas extraños que hundían la posada en ruido.

Notas de juego

Mi PJ habla árabe y el idioma regional (que aún no sé si es húngaro, rumaní, o cual) pero no italiano ni inglés.

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28/04/2016, 00:16
Duquesa María Borgia, viuda de Sforza

        La duquesa María Borgia interrumpe su camino a la mesa en el fondo de la barra cuando el caballero que ocupaba la mesa junto a la chimenea le ofrece compartir la mesa, entonces ella que va acompañada por un guardia mas entrado en años, fiero pero de no tan fina estampa intercede a la dama para responder, pero se limita al darse cuenta de su situación por la pierna, moderando su respuesta en un coloquial italiano:

        " Buenas noches caballero!  Me llamo Pietro Maldini y soy el guardia de confianza de la señora Borgia, viuda de Sforza, en su nombre le agradezco oferta pero no es apropiado que una ilustre dama como ella tome asiento en una posada como esta con caballeros desconocidos como ... "    

        Pero antes de que el guardia bateará por completo el ofrecimiento de Lian la duquesa le toco el hombro para interrumpirle, con sutiles y nobles maneras, con un aterciopelada voz le respondió con un acento de otra región italiana:

        " Muy buenas noches ilustre caballero, como ha dicho mi leal y correcto amigo no se vería muy bien que me sentara con desconocidos a medio camino, pero dado que al parecer vamos a compartir el viaje hacia el castillo del señor Giovanni, quien es tan desconocido para mi como lo es usted y los demás creo que podría ser una buena idea darnos la oportunidad de conocernos un poco, pero les pido por favor que en mi presencia se comporten como caballeros que seguramente son y no se incomoden si mis guardias personales se quedan cerca para cuidar mi seguridad " 

       Evidentemente Pietro se mostró contrariado y después de dudarlo un momento fue por una silla vacía y limpia para que su señora tomara asiento, por lo que la dama le sonrió sutilmente antes de que el guardia retrocediera dos o tres pasos para no incomodarla

Notas de juego

    Respetaré las tiradas de etiqueta y carisma ... aunque me parece que no se aplican tan simplemente a otro PJ, besos chicos!

Imagen de Pietro:

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28/04/2016, 01:43
Lian Mcornagac

Contrariado, al ver como acercan una silla, recojo mi pañuelo, lo doblo con cuidado y me lo guardo.

-Como vos gusteis-Digo a la Marquesa con tono mas o menos seco y con ceño ligeramente fruncido y los dientes apretados

Cojeo acercandome a mi antiguo asiento, el que estaba mas cercano al fuego, profiero una pequeña queja al sentarme de nuevo, poco mas que un gruñido."Este dolor te lo mereces por idiota y levantarte del asiento, si ya lo deberias saber..."-mascullo entre dientes, maldiciendo el dolor que me causa la pierna.

Me froto la herida e intento volver a poner buena cara y recuperar el buen humor.

A continuacion, tras lograr recuperar la compostura, me giro hacia mis dos futuros compañeros de cartas, y les hago un gesto, ofreciendoles el asiento a mi lado y de frente-¿Comenzamos? Disculpadme si a veces parezco enfadado, esta pierna me trae por la calle de la amargura-me giro hacia el guardia-Señor Pietro, ¿querra unirsenos?...o mejor dicho, Señora Marquesa,¿permitira a su guardia jugar con nosotros?

Notas de juego

Hombre, claro que no se aplican a otro pj, meramente he tirado para ver si mi personaje tiene etiqueta al hablar o no.

¿no crees que un pj se deberia comportar de manera diferente sacando una tirada de etiqueta que fallandola?

Mi personaje intenta ser educado pero a veces "no le sale"

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28/04/2016, 02:10
Duquesa María Borgia, viuda de Sforza

       La duquesa mira con curiosidad la reacción de Lian, sin entender porque masculla molesto si fue ella quien decidió unirse discrepando con su propio guardia, pero fue él quien decidió cambiar la silla empecinado en mostrarse servicial con su señora; pero sonrió de buena gana tras ver el esfuerzo que había realizado para ser cortés con ella, de manera que cuando le propuso que participara su guardia ella respondió:

        " Yo no tengo ningún inconveniente en que el participe con ustedes si él así lo desea, aunque en lo particular siempre he escuchado en la iglesia que los padres critican el vicio del juego "    - Fue entonces que el guardia respondió a su señora diciendo:

        " Por supuesto que no puedo distraerme divertiéndome en ese sucio ... vicio cuando mi deber es proteger la integridad de la señora ... "   

        Allí la duquesa torció el gesto y miró en otra dirección antes de formular la siguiente propuesta:

        " Nunca he jugado ese tipo de juegos antes caballeros, pero si no les molesta que participe un rato mientras que regresa Lucca mi otro guardia para que mejor se quede él jugando con ustedes, ya que es un poco mas ... flexible que Pietro "    

Notas de juego

      Me parece correcta la tirada de etiqueta cuando uno se maneja con gente de mayor clase que uno en su ambiente .... en la posada no me parece tan necesaria la tirada ... y en todo caso será mujer, no hombre...

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28/04/2016, 11:15
Benigno de Alarcón

Vaya así que una duquesa y viuda. La sonrisa que se dibuja en mi rostro es inconfundible. Tal vez... ¡No! Debería tocar algo de música para los invitados.

-Dama-mirando a la duquesa mientras hago una pequeña reverencia- y caballeros ¿les importaría si amenizara esta velada con algo de música?

Esperando la respuesta descuelgo mi laúd de mi espalda y miro en busca de algún lugar desde el que se me pueda oír bien desde toda la sala.

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28/04/2016, 12:23
Alexei Baróti

El mercenario asintió a las palabras del hombre. –No os preocupéis, comparado la vida espartana de los asedios, vuestro carromato será como un palacio para mí.  

Y en efecto lo era, aquel habitáculo de madera había sido tapizado, lo cual sin duda demostraba que el señor Giovanni era un hombre dado a las comodidades para sí y sus invitados. Y, más importante desde su perspectiva, adinerado. Árpad no era una persona que regatease, su precio y el de sus hombres es el que era, pero era bueno saber que tu patrón podía pagarte, era desagradable tener que cobrarse la deuda a la las malas.

 

***

 

Finalmente el viaje terminó a la vez que él día. -Muchas gracias- Respondió al cochero a la vez que descendía del carro, manteniendo una expresión estoica cuando posó su peso sobre la pierna mala, haciendo que el dolor le inundase. Era soportable, pero muy desagradable.

Al menos podía estirarse. Caminar un poco después de tantas horas encerrado era una delicia y mientras no hubiese escalones ni que subir o bajar de un carro el dolor era muy ligero. Tenia la esperanza de que remitiría con las semanas, la otra opción era impensable.

Entró a la posada, reconfortado por el calor y el bullicio. Se dirigió hacia la barra desde el que el tabernero atendía, aunque de camino se fijó en un fraile. Creyó conocer la orden, una de esas que consideran la pobreza un modelo de virtud. Gente que prefería a Dios antes que al oro. El oro era necesario en opinión del mercenario, pero era bueno que algunos se sacrificaran de esa manera. No merecian nada que no fuese admiración.

Dirigiendose a @Giuliano Piccolomini: -Hermano, perdonar si os molesto. Pero si no me equivoco sois un franciscano, y por tanto cargáis con voto de pobreza. Si es así, seria para mí un honor pagaros una cerveza y un plato de comida, para que podáis continuar con vuestra sagrada labor y extender la palabra de nuestro señor y salvador con algo caliente en el estomago.       

Notas de juego

Espada al cinto. Armadura de la compañía en una mochila, junto con una muda de ropa, una manta y algo de comida en conserva. También llevara los útiles para afeitarse y acicalarse un poco, lo justo para dar un aspecto de decencia y orden.

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28/04/2016, 12:46
Relicta, el Abandonado

El fraile se volvió hacia el hombre que se había plantado a su lado. Con gesto medido, se echó atrás la capucha, dejando a la vista el rostro que hasta ese momento había permanecido oculto. El franciscano era un hombre de mediana edad, ni joven, ni viejo. Una barba rala cubría su cara, desde la cual un par de ojos despiertos observaban al recién llegado.

— Gracias, hijo, sois muy generoso —respondió con una sonrisa serena—. Compartamos pues las viandas que este buen hombre tenga a bien servirnos. Mas no será necesaria la cerveza —continuó alzando la taza de madera con agua que el posadero le había acercado—, pues no hay líquido en esta tierra más puro que el agua cristalina de sus arroyos.

En escasos instantes yacían frente a los dos viajeros un par de platos de estofado, con más verdura que carne, pero de aroma apetecible. El monje tomó el suyo, asintiendo en señal de gratitud hacia su benefactor.

— Sentémonos, hijo, y disfrutemos del pan que nuestro Señor, bendito sea, ha estimado conveniente hacernos llegar. Si no le importa, me gustaría tomar asiento junto al monje que aguarda en esa mesa, junto al fuego. Donde comen dos, comen tres, y con gusto compartiré este plato con mi hermano de Fe.

Giuliano encabezó la marcha hacia la mesa del fondo, en la que se sentaba un monje de larga barba y aspecto desastrado. Al llegar al lugar, antes de sentarse, hizo una ligera reverencia.

— Buenas noches, hermano. ¿Te importa que nos sentemos contigo? Soy fray Giuliano Piccolomini, misionero de la Orden Franciscana del convento de Capriola, cerca de Siena. Sería un placer para mí compartir lumbre y vianda con un hermano de la Fe, para que los dos pudiéramos sentir el calor del fuego y el sabor de este guiso.

El franciscano esperó paciente la respuesta del otro monje antes de acomodarse junto a él.

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28/04/2016, 13:24
Lian Mcornagac

-Mi querido Pietro, solo es un juego-Le digo con el ceño fruncido y los dientes apretados...como decia mi padre "hijo mio, usa palabras suaves, lleva una gran porra".Mi mirada lo dice todo "si me vuelves a llamar sucio o vicioso, no respondo de mi".

A continuacion suavizo el gesto- Ni siquiera estamos hablando de apostar, ¿No?- Y dirijo el no a mis 2 nuevos compañeros de juego- Marquesa si quiere participar le enseñaremos algo inocente y decente, ¿verdad chicos? por nuestra parte que no se diga que permitimos que hiciese algo sucio o vil.

al escuchar al personaje de Benigno reacciono inmediatamente respondiendole

-Si por favor toca algo animado- y le enseño una moneda, a continuacion si se prepara para cogerla, se la lanzo con la punta del dedo

Notas de juego

Victor y Arpad me salen desmarcados por defecto...¿esta echo a posta?

 

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28/04/2016, 14:58
Victor

Notas de juego

Pues no sé. Yo voy a postear por primera vez cuando salga de trabajar. Quizás tenga eso algo que ver. Aunque no tendría porque....digo yo. Porque leer lo que has escrito puedo.

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28/04/2016, 16:51
Duquesa María Borgia, viuda de Sforza

       La viuda Sforza sonríe al escuchar a Benigno proponer amenizar un rato con su música, mira con atención y curiosidad como prepara su instrumento para tocar pero sobre todo como este afecta a los demás, hasta posar su mirada en la mesa donde están los dos hombres religiosos a quienes sonríe antes de persignarse para mostrar su respeto por su investidura religiosa y entonces se gira de nuevo a su mesa actual para decir:

       " Excelente la idea de escuchar música, yo también traigo un instrumento entre mis pertenencias ... un violín, ahora que regrese mi otro guardia con mi dama de compañía de la habitación les pediré que me lo traigan para apoyarle "   

       Mientras tanto Pietro devolvía una mirada evaluativa y poco intimidada al señor Mcornagac sin responder nada de inmediato y mirando de reojo a los otros dos jugadores y cuando molesto iba a corregir su equivocación de Lian la duquesa le respondió con aparente sencillez:

       " En su momento decidiré si el desarrollo del juego que me explique haya dejado de ser lo suficiente apropiado para que pueda participar en él mi querido Pietro y podrás indicarme si estamos en desacuerdo, que yo respeto sus opiniones, aunque no siempre coincidamos "