Partida Rol por web

Mientras estas pensando en donde sentarte, ves que justo por el sector donde estas hay una mujer que te mira. No sea timido, dice la mujer viendo que cojeas,  sientese por acá,  ¿herida de combate supongo?... dice la mujer que al fijarte mejor notas que tiene pantalones masculinos-mucho gusto, soy Lady Dimitra...

Todos poco a poco se van acercando, y algunos de las personas se levantan y comienzan hablar. Mientras la Duquesa habla con el Anfitrion, otros de ustedes ya han comenzado a conversar con algunos de los presentes. Kavi se acerca a Gabril, Miguel a Valdemar, Abdul  con Bajazet Al-nazir,  Mieczyslav  se acerca a Jean Baptiste, Lady Dimitra conversa con Lian y la joven Lady Theophana conversa con el religioso Piccolomini.

...he escuchado que usted tiene de un gran don: la buena nariz, es un arte ciertamente.

Evidentemente turbado, miro a lado y lado con inquietud antes de hundir la cabeza entre mis rodillas... Quién puede haber hablado de mi, un Don Nadie salido de la mugre al que a nadie importo??? Mas el hombre se ha presentado como un "Lord" y más bien vale no importunarle, seguir su conversación...

Soy Perfumista - admito -. Imagino que ello implica poseer un buen olfato. Igual que uno no puede pintar un buen cuadro sin distinguir los colores, hace falta conocer los aromas para crear un gran perfume - olisqueo el ambiente, percatándome de la fragancia a barrica e intensos frutos rojos que emana de la copa de mi interlocutor -. Y sí, coincido en que crear una esencia debe constituir algo así como una especie de Arte... como lo son la Pintura o la Música, si me lo permite... - llevado por el entusiasmo me percato que estoy hablando demasiado, me retraigo avergonzado -. Aunque poco sé yo de Arte, la verdad...

-Encantado de compartir la mesa con ustedes-.digo tras unos segundos, dubitativo, apenas he terminado de hablar, Lady Dimitra me invita a sentarme a su lado.
La observó de arriba a abajo...lleva pantalones de hombre pero no me sorprende, al fin y al cabo en algunos lugares la falda que llevo es de mujer, pero allá de donde vengo mi ropa esta reservada solo a los guerreros.
Me acerco inmediatamente, cojeando, me quito el cinto con la espada, lo cierro y se lo entrego a alguno de los sirvientes que hay detrás de los comensales.-Cuidala bien por favor, era la espada de mi abuelo, y no quiero que mi irá caiga sobre ti, enturbiando esta velada.-le digo al criado con una mirada sería de advertencia.
Sin más dilación, me siento al lado de Lady Dimitra y hago un rápido saludo al comensal del otro lado

-Encantado de compartir la cena con usted, Lady Dimitra... Mi nombre es Liam Mcornagac, para servirle, y si, es una herida de guerra...precisamente andaba en estas tierras buscando un buen médico, ya que no me fio ni un pelo de los de mi tierra...Son todos una panda de matasanos y todo lo quieren resolver cortando...Digame,¿No sabrá por casualidad porque el señor Giovanni ha convocado a su mesa a no menos de 3 mercenarios, verdad? -Digo, apuntando con un gesto a todos los guerreros que hay en la mesa además de mi, a la vez que intento poner una sonrisa suave.
¿Quizás es usted la interesada, ya que se ha dirigido a mi?

A pesar de mis intentos de permanecer al margen, lo inevitable pasa y alguien se fija en mi. Por suerte era otro árabe. -Salam aleikum. - Digo en forma de saludo al hombre. -Temo que, si bien las tierras de oriente son mi lugar de nacimiento, no soy proveniente de ninguna ciudad, mi señor. - Contesto respetuosamente. -Mi padre era un mercenario, y yo nací en la misma compañía que él, pero Allah quizo que mi formación se concretara en otro lado. - Generalmente me refiriría a Allah como "el Señor", pero dado que no estaba ante un cristiano, me pareció correcto volver a mis viejas costumbres.

-Y usted de dónde es, mi señor. Veo que sus ropas denotan nobleza, pero no llego a reconocer su origen. -

Un hombre te saluda desde la distancia. Bienvenido, parece que no eres hombre de muchas palabras, aunque si un hombre de armas...¿no es así?

Una mujer muy elegante se te acerca  y te mira. ¿Acaso lo he visto en otra oportunidad?, dice ella con una sonrisa, su traje era lujoso, y sus maneras de dama muy educada...veo que resalta un poco del resto...

Buenas noche. Dice el hombre acercandose a tí. Me parece ver cierto brillo en tu mirada que denota que es usted un hombre bastante inteligente. Dice el señor.  Lord Casmir para servirte.

" Muchas gracias estimado señor Giovanni por atenderme personalmente y ser sensible a mi dolor ... "

Entonces con hábil manipulación la mujer soltó unas lágrimas y pareció descomponerse para provocar que el señor Giovanni la apoyara o reconfortara un momento y de reojo observó por debajo la reacción de Mariana o de algún otro de los presentes por un momento hasta que ella misma se recompuso y terminó por decirle con un susurro:

" Disculpe mi señor por mi exceso de confianza, pero después del largo v[B]iaje y de quedarme sin la compañía de mis criados de confianza con los viaje debido a las indicaciones que su cochero Roderigo recibió de usted mismo, dicindome que eso no era posible si quería llegar con usted; por favor podría decirme la razón de esa decisión? "

Había permanecido alerta, atento, aquello no era lo que él esperaba. Seguramente era mejor, pero no le ayudaba a relajarse. Se mantenía tenso, estaba atento a todos los presentes. Mucha gente desconocida y algunos de mucho postín, por eso había permanecido atento. No sabía que se esperaba de él, ni cuál era el motivo real para que le tuvieran allí, sin embargo quedaba claro que le querían.

Se sorprendió al ver  a un hombre que se acercaba a él, era un hombre de armas, de eso no cabía duda. Con un simple vistazo se le podía identificar.

- Así es, sí. parece que tú eres igual ¿qué haces aquí?

Luego de unos momentos de escuchar lo que decía Gabril asentí y dije:

-Pertenezco a la Kumpañia de Castilla,mis padres murieron cuando era pequeño,pero me cuidaron mis tíos como si fuese el hijo que nunca pudieron tener,y ellos se encargaron de mi educación,puede ser que nos hayamos encontrado en otro momento o haber estado en la misma ciudad pero no encontrarnos personalmente dado que mi kumpañia no se quedaba mas de un mes en alguna ciudad,ya sabe,¨la Santa Inquisición¨,varias veces tuvimos que huir de Castilla por ello.

Espere la respuesta del hombre.

Miro a ese hombre con una gran sonrisa. Por fin alguien con quien hablar, gustoso de historias.

- Procedo del mundo en si, pero nacer nací en Castilla y educado en Francia. Mi padre tenia un buen feudo y mi madre era la propietaria de un Ducado cerca de Zamora. No se si lo conocerá usted. Bonitos paisajes y , sobre todo buen vino. Lamentablemente  hace mucho que no visito a mis progenitores. Ya sabe, uno se hace joven y desea ver mundo. Y luego esta esa maldita Guerra de nadie. La que llamaron la de los 100 años. Aunque pasé en ella algunos años para mi debería haberse llamado las de los 1000 años. - Digo  intentando recordar mi vida como si fuera una persona muy mayor.

- ¿A que se dedica usted, si no es muy inadecuada mi pregunta? Y ya puestos...¿ que me puede contar sobre el señor Guiovani?

Aquel que se hacía llamar ROMANOV observó largamente y en silencio al sujeto de la larga barba mientras se acercaba a su posición, aunque sin dejar que sus facciones dejaran traslucir las sensaciones que cruzaban por su pecho. Finalmente, cuando éste se presentó, le respondió con un sencillo asentimiento de cabeza, no mucho más de lo que requería la más estricta cortesía.

- Los ojos de un lobo hambriento también brillan en la noche, mi bueno señor. - respondió por fin con un tono grave y duro, si bien ligeramente aterciopelado por las buenas formas aprendidas desde la infancia - Y aunque tales animales no carecen de astucia... dudo que sean verdaderamente inteligentes.

El rostro sombrío del gigante finalmente dejó entrever una ligera media sonrisa, casi escondida entre las sombras que cubrían sus facciones.

- En cualquier caso... - el gigante volvió a inclinar su maciza testa en otra sencilla reverencia - Desesperado, o simplemente famélico...Vladimir Romanov, a su servicio. 

Un hombre se te acerca y dice: Curiosa su estampa, veo que esta muy callado, dice el hombre con una sonrisa, ¿quien es  usted?, parece un hombre de artes, ¿o me equivoco?

Mi señora Duquesa, sonrie de manera amable pero firme no viendose afectado por tus lagrimas, en este lugar, al rededor suyo tiene todos los criados y la seguridad que necesita, tengo mucho cuidado en quien ingresa a mi casa- sonrie amable- no se preocupe por ello, mañana una vez la fiesta haya terminado mandaré al cochero a traer a sus sirvientres,  no por nada es usted mi invitada...

¿porqué no se integra a los demás?, estoy seguro que encontrará alguien con quien poder conversar... ciertamente.

Mira a la mesa donde esta Marianna,

¿Le parece que conversemos más a profundidad mañana?

¿Medicos?, dice la mujer, realmente  que yo sepa no, ninguno de ellos lo es, aunque puede que sepan de  alguno ... no sabría decirle, aunque el bravo (señala al soldado que esta hablando con otro) sabe mucho de heridas en batalla- dice la mujer mirandote de frente- siento cierta incomodidad en usted, ¿le molesta ver a una mujer en pantalones?

El señor Wencelas se para para hablar con otra persona.

¿De tan noble educación?, ciertamente no lo pensé,  realmente  crei que se dedicaba a otros asuntos.  Dice el hombre. Yo soy comerciante señor- dice el hombre con una sonrisa. Tengo negocios varios por aquí y por allá, y en esos ires y venires llegue a este sector, el señor Giovanni es un hombre amable, y luego de ciertos tratos estoy ante su presencia.

En eso notas que mira como la Duquesa habla con el dueño de casa, parece gustarle.

¿Es usted hombre de armas?, ¿o hombre de vida?, ¿a qué se dedica señor?

El hombre parece divertirse con su respuesta. Entonces, no me equivocado, las alegorias de sus respuestas parecen ser correctas,  dice el hombre evaluando tu respuesta, ¿ a que se dedica usted señor?, pues si bien dice estar famélico su estampa no es de un típico muerto de hambre, ¿me equivoco?
 

Lo mismo que usted supongo,  dice con una respuesta simple- ¿a qué se dedica señor?, ¿ cuales son sus batallas?, parece ser también hombre de armas, aunque no conozco sus motivos por los cuales lucha.