Partida Rol por web

La última noche (Disney Edition)

1. Inicio

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21/11/2020, 13:33
Pumba

Hola buenos días amigo, mi nombre es Ginius, ¿Podría decirme si es tan amable, dónde me encuentro? Ayer creo que bebí un poco de más y me he despertado ahora mismo con un dolor de cabeza impresionante y sin saber dónde me encuentro.

-Hakuna Matata, vive y deja ser feliz. -comentó el hombre dándole un sorbo a la taza de café. ¿Estás bien, necesitas algo? Tengo una tostada de mermelada... ¿Tienes hambre? ¡Ay, pobre! Pues te encuentras en Nunca Jamás, aunque creo que no es así como suelen llamar la gente a este lugar. Yo lo denomino así porque NUNCA JAMÁS verás un spa que hagan barroterapia...

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22/11/2020, 19:49
Dory

 Dime... ¿de donde eres?¿Qué haces por aquí? 

-Si te has perdido, sigue nadando... sigue nadando, nadando, nadando... -Empezó a tararear una melodía que no sabía muy bien el por qué. Esto es... ¿cómo se llama? P. Sherman... P. Sherman... -repitió para sí misma como si  se quisiera acordar de algo importante. 

No lo recuerdo, pero ...¡puedes venir conmigo si quieres!

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22/11/2020, 19:53
Andy

Desde la ventana podíais ver cómo el Genio hablaba con aquel hombre del café. Así mismo, os percatasteis de que Anastasia se había ido de allí caminando, como si aquello fuera vuestro. Andy volvió desconcertado sin entender nada. ¿Qué era aquello de ''Hakuna Matata''? 

-¿Y si vamos a una comisaría? ¿O al ayuntamiento?

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22/11/2020, 19:55

Aquel lugar estaba muy bien, pero las horas pasaban y no sabías qué hacer. Te asomaste a la ventana y veías que allí abajo había tránsito peatonal y de vehículos. Inmediatamente, pensaste que no estaría mal ir a algún sitio. Tus tacones resonaban por toda la sala, había personas que desconocías, pero todas te saludaban.

Mientras caminabas sin rumbo fijo, viste a una joven pelirroja entrar en una tienda: ''Vendo y Compro Oro''. 

Notas de juego

Introducción.

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22/11/2020, 19:59
Anastasia Tremaine

El sonido de la campana que había colgada en el techo delataba que allí había un nuevo cliente.

El lugar no parecía tener mucha luz, pero Anastasia necesitaba respuestas y aquello no le importó. 

-¿¡HAY ALGUIEN!? -Chilló como una condenada con su voz aguda. Los modales no los necesitaba en algún lugar como aquel.  Mientras alguien venía de la trastienda, Anastasia revisó algunas de las antigüedades del lugar. Allí mismo, pese a que ponía ''NO TOCAR'' se encontraban un par de zapatos que ella reconocía...

 

-Maldita sea... Ahora serán míos.  -Rio y se lo guardó debajo de la ropa.

Al mismo tiempo, alguien entraba a la tienda y la campanilla empezó a sonar de nuevo. Y es que allí, escondida, sin que nadie la viera, estaba uno de los personajes más diminutos....

 

 

Notas de juego

Pnjotizada

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22/11/2020, 20:47
Maléfica

Como era de esperar, el loco que se creía un león no paraba de decir tonterías, además de insultar su belleza en el supuesto cuento. – Nadie pidió vuestra opinión, plebeyo. – Espetó molesta, a medida que continuaba caminando hacia la salida de aquella construcción, siguiendo al niño, ya que parecía saber más que ella respecto a aquel extraño lugar. – Sin mi magia no soy otra cosa más que una bolsa de carne. Mi magia era yo. Alguien que no ha llegado a tocar ni una pizca del poder que poseía… no podría comprenderlo. – Se explicó con cierta amargura, no pudiendo creer que tuviera que explicarle las cosas a un pordiosero que ni siquiera estaba vestido. No había duda de que debía de recuperar su poder. Una vez que lo hiciera, tomaría una decisión sobre aquel mundo. No obstante, no podía negar que había cambiado en demasía desde que había pisado aquel extraño sitio. Ya no era como antes, y ciertamente poseía cierta belleza… ¿mejorada?

Era posible, incluso si ella habría podido transformarse en lo que quisiera. Era capaz de tomar la forma de un dragón, cambiar su aspecto físico no era gran cosa para ella. – Las palabras de un loco no tienen valor para mí. No sois capaz de comprender la realidad que yo he podido ver. – Continuó explicándose con cierta paciencia, incluso si pensaba que sería mejor que se apartara de aquellos extraños y buscara por sí misma la forma de recuperar su poder. No se daría por vencida, nunca había sido alguien que hiciera tal cosa. Tan sólo debía de esforzarse y explorar el extraño lugar en el que se encontraba. Sea lo que fuera, al oír las palabras del niño, la hechicera ladeó la cabeza hacia la izquierda, no comprendiendo muy bien lo que había dicho. ¿Comisaría? ¿Ayuntamiento? ¿De qué estaba hablando?  – No sé qué son esas cosas. – Dijo con rapidez, a medida que centraba su mirada en el chico en cuestión.

– No. Lo que tenemos que hacer… es buscar la fuente de poder más cercana. ¿Conocéis algún hechicero que viva en este lugar? – No tenía problema con la idea de robarle el poder a otro ser mágico. Si el otro hechicero perdía su poder, sólo sería su culpa por ser un incompetente. Además, toda magia estaría mejor en su poder que en cualquier otro hechicero de segunda. – O tal vez una fuente natural… - Había poder en la naturaleza, si bien no todos sabían cómo extraer dicho poder. Sin embargo, no tardó en suspirar, llevándose la mano derecha al rostro, mientras Diablo frotaba su pequeña cabeza contra su mejilla. – No tiene importancia. Yo encontraré el poder… - Y luego se apoderaría de aquel mundo en el que se encontraba. No jugaría bajo las reglas de un condenado cuento. Sin perder mucho tiempo, comenzó a distanciarse de la casa, con la intención de buscar cualquier fuente de poder que pudiera encontrar cercana a ella, a la vez que observaba extrañada la mayoría de los detalles de las construcciones a su alrededor. Todo aquello era muy raro.

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22/11/2020, 20:55
Hada Madrina

El Hada miró al niño algo desorientada. Sabía lo que era un ayuntamiento, o al menos se hacía una idea de ello, pero el concepto de "comisaría" no le sonaba. Pero, en vistas de que Andy estaba dispuesto a buscar ayuda y hacer preguntas, podía llegar a imaginar que iría a algún lugar donde hubiesen guardias.

-¡Muy listo, Andy!- celebró con unas breves pero animadas palmadas. -Tal vez en el Ayuntamiento nos orienten acerca del lugar en el que nos encontramos- accedió. Acudir a la guardia real del lugar podría conllevar un revuelo o que viesen a algunos de sus compañeros... "sospechosos". Lo último que necesitaban era meterse en líos sin contar con la magia como fiel aliada.

Maléfica parecía dispuesta ir, en primer lugar, a un lugar donde hubiese una gran fuente de magia, sin embargo... -Recuerda que Andy tampoco sabe donde estamos, ni él ni ninguno de nosotros- recordó con tranquilidad pasmosa. -Igual en el Ayuntamiento podemos pedir un mapa de aquí o algo para orientarnos mejor.

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22/11/2020, 22:52
Ginius

Spa que hagan barroterapia jajajajajaja, que bueno... Le doy un par de palmadas en el hombro derecho.

¿Y de qué cuento eres amigo?

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23/11/2020, 03:49
Anastasia Tremaine

Era extraña tan poca seguridad en un lugar con cosas valiosas como ése. Anastasia no le dio demasiada importancia. Al fin y al cabo, era lo menos extraño que había visto en los últimos minutos, ya desde llegar a aquel lugar en adelante. Sin embargo algo más le llamó la atención, quizás porque la tocaba de cerca, que la hizo reflexionar por un segundo.

¿Qué demonios hacen estos zapatos de cristal en un lugar que dice comprar y vender oro? ¿Es que nadie se dio cuenta que no son de oro?

Y para sumar a la lista de cosas extrañas, de repente se dio cuenta de que tenía esos zapatos bajo la ropa. Eso ya era demasiado; debía recuperar la compostura. Rápidamente los dejó como estaban.

¿Qué estoy haciendo? Odio esos zapatos. ¿Para qué los querría? Si ni siquiera son de mi talla. Además tengo grandes planes para este lugar, y en ese caso no tiene sentido que me comporte como una ladronzuela de poca monta.

Ni siquiera giró para ver quién entraba. A no ser que fuera Maléfica, nadie en ese grupo valía la pena, quitando quizás al genio. Fue directamente al lugar del que escuchaba a alguien acercarse desde la trastienda. Elevó la voz incluso antes de ver de quién se trataba. Debía ser atendida antes de que empezaran con preguntas como "¿Dónde estamos?", "Debo recuperar mis poderes", o todo eso que ya se había hartado de escuchar.

_Exijo hablar con el dueño. Hay aquí objetos de mi propiedad que me fueron robados. Si este lugar vende cosas robadas, me veré en la obligación de llamar a los guardias.

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23/11/2020, 17:38
Maui

Maui había estado zampándose unas cuantas cosas que había encontrado en la cocina. No había encontrado pescado, ni vivo ni muerto (aunque recordaba que aún tenía que encontrar al que había venido a buscar), pero sí un montón de carne en una gran caja blanca. Sabía a carne curada de cerdo, y no estaba mal. Un poco salada.

Yo tampoco sé que es eso de una camisería o un arbotamiento. - dijo Maui al oír lo que estaban diciendo las otras personas. Agitó el trozo de carne curada de cerdo que estaba devorando delante de él para darle más énfasis a sus palabras. - Pero si la señora mayor opina que es buena idea ir al arbotamiento, deberíamos intentarlo. Hay que respetar a las personas mayores, que han llegado a serlo por su sabiduría. - Le pegó un mordisco a la comida y asintió, muy satisfecho por su muestra de respeto a la sabia anciana.

Mientras masticaba, escuchó a la señora pálida del vestido negro hablar de hechiceros y fuentes de poder. - Ah, eso es interesante, pero hay que tener cuidado. - Señaló a la mujer con su ya muy mermado trozo de carne. - Esos sitios suelen estar protegidos por guardianes y además, a veces no es prudente hacerse con ese poder. Eso en ocasiones tiene... consecuencias. - Robar el corazón de Te Fiki no había sido una buena idea, desde luego. - Es mejor usar... - Se dio unos golpecitos en la sien con el dedo con el que sostenía su comida. - la astucia.

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23/11/2020, 22:55
Melody
Sólo para el director

A cada momento pensaba que aquella mujer estaba mas confusa que yo pero al menos sabía a donde ir por lo que preferí seguirla a donde me llevara...

- ¿Vamos a P.Sherman?¿O sabes a donde vamos? - pregunté después de acompañarla durante un rato. También me quedé mirando alrededor por si había algún sitio que reconociera.

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24/11/2020, 10:46
Lilo Pelekai

El ayuntamiento, claro, allí estaría la oficina del turista o mejor, el alcalde, seguro que el alcalde sí que sabía que planeta era aquel, y cómo podrían volver a la Tierra. 

El señor desnudo y la que hablaba de magia no le inspiraban demasiada confianza a Lilo pero la abuela del té sí que lo hacía. Miró al señor grande que zampaba pollo y maldijo no tener con ella su cámara, sería una foto maravillosa. Pensó que tal vez de camino al ayuntamiento podría coger alguna cámara deshechable en una tienda y tomó nota mental de ello. 

-Al ayuntamiento entonces.- declaró en voz alta.- Pero...¿ Sabemos hacia donde está eso? - preguntó mirándolos a todos. 

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24/11/2020, 21:13
Hada Madrina

Le dedicó una sonrisa agradecida y orgullosa a Maui. Que alabaran su edad no era algo habitual, estaba más familiarizada con que no se la tomaran muy en serio por ser una especie de vieja chiflada, al menos hasta que le veían obrar la magia.

La pequeña niña, Lilo, hizo una pregunta que no se habían planteado, pero era muy importante. ¿Cómo encontrar alguno de los lugares que había citado Andy? El Hada se acarició la barbilla con calma. -Si nos encontramos a alguien del lugar, podemos preguntarle, sino siempre está la opción de buscar los caminos que parezcan llevar al centro del pueblo. Al menos eso suele funcionar.

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24/11/2020, 22:08
Scar

Ya comenzaba a aprenderme los nombres. Hada me hizo sentarme en una cosa de cuatro patas que estaba frente a otra cosa de cuatro patas más alta y amplia. Al sentir el contacto de mi entrepierna con lo que me cubría, que parecía ser una manta y lo que descubrí que antes fue un árbol, pegué un respingo. Luego me senté con más cuidado y usé mi mano para acomodar esa zona, lo que me sirvió para recibir una amonestación por parte de Hada y decirme que eso no se hacía y menos aún en la mesa. Me dijo que me lavase las manos y eso hice, comencé a lamerme las manos allí mismo, a la espera de mi antílope.

Pero en lugar de eso me puso delante una cosa extraña. Un animal que no logré identificar. Tenía ojos blancos y aplastados, con el centro amarillo. Y estaba acompañado con algo que decían que era carne, pero por lo fino que era más bien parecían plumas de avestruz de colores. Miré a la mujer extrañado y cuando fui a meter la boca en el plato, me llamaron la atención de nuevo.

Lo peor era que no podía quejarme. Era un león, o al menos mi corazón lo era, pero mi aspecto era el de un maldito humano y por mi bien debía empezar a aprender a comportarme como ellos. Ya había descubierto lo débiles que eran al frío con su escaso pelaje y que con aquellos hocicos tan cortos no alcanzaban a la comida... para ello usaban las manos y unos objetos fríos y duros. Más duros incluso que mis garras o una roca.

Entre que me hacía a usar aquellas cosas y no, al final opté por imitar al otro hombre y usar las manos directamente con la comida. Sentí que Hada me reprendía con la mirada pero tuve que admitir algo. - No se que es esto, pero sabe de fábula. Tienes que decirme que es para cazarlo cuando vuelva a casa. - Le dije a la mujer.

Mientras tanto, Maléfica seguía con su drama personal. No sabía a quien se refería con lo de plebeyo así que la ignoré por completo. Pero ella misma confesó que sin su poder no era nada. - Lo sé. Lo estás demostrando a cada palabra que sueltas. Te estás mostrando tal y como eres ahora. Débil y vulnerable, sin inteligencia alguna y sobre todo, sin saber guardar tus propios secretos. No me extraña que acabes mal en tu... ¿cuento? Si es que vas anunciando lo que eres y lo malvada que eres a todos... normal que te salgan enemigos... deberías empezar a pensar un poco y a dejar de quejarte tanto. Nadie va a querer estar al lado de una mujer llorona y quejicosa por muy hermosa que sea y menos aún si dice ser la encarnación del mal. Eso solo te traerá problemas. - Tras estas palabras, lamí el plato.

La verdad era que me importaba poco esa mujer, pero por favor, que se callara ya o que se fuese a buscar esa fuente de poder de la que hablaba sin parar. Yo ya sabía cual había sido mi error y no se repetiría, así que solo tenía que volver a casa y quedándome con ellos tendría que lograrlo... o matando al niño.

Entonces hablaron de buscar no se que en no se donde. - Ya me he vuelto a perder. - Ejem. - Dije para llamar la atención de los presentes. - Ahora que soy humano y que me tengo que comportar como tal hasta que vuelva a casa... ¿No habría algo mejor que esta... "manta" para mí? Siento como el aire se cuela entre mis piernas y no es cómodo y cuando muevo las manos se me cae... y no me importa que vean mi nueva piel y cuerpo, pero el frío es molesto. Además, con estas patas y sus terminaciones, - dije refiriéndome a los pies, - me noto raro y como el frío sube por el contacto con el suelo... y son delicados... me molestan las cosas pequeñas que piso al caminar... ¿No se podría hacer algo al respecto?

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24/11/2020, 23:09
Maléfica

La hechicera le dedicó una mirada afilada a la Hada Madrina, tan sólo para negar con la cabeza. Ya sabía que no podía depender de un niño que parecía que les había invocado allí de manera accidental. Era posible que el chico tuviera cierto don en la magia, pero no había duda de que no sabía controlar su poder… o bien había sido otra cosa lo que les había invocado hasta allí. No estaba segura, sólo sabía que el niño había estado allí para darles la bienvenida, a pesar de lo sorprendido que se había mostrado. Sea lo que fuera, no tardó en suspirar. – No tengo ningún interés en ese… “ayuntamiento”. Dudo mucho que allí encontremos el poder que necesito. – Afirmó con cierta molestia, no mostrándose muy interesada en hablar con aquellas personas, excepto tal vez por la pelirroja, quien parecía no hablar mucho, lo cual era siempre algo bueno.

– No, lo mejor será que busqué una fuente natural. Siempre hay poder en la naturaleza. Tal vez encuentre lo que necesito… aunque no sé dónde puedo encontrar algo así. – Cayó en aquel pensamiento, antes de suspirar nuevamente, reconociendo que la idea del mapa no era tan mala. – Sí, supongo que necesitaré un mapa para encontrar eso que deseo. – Dijo al final, no gustándole mucho la idea de reconocer al hada que tenía razón.

No obstante, el pordiosero no perdió mucho tiempo en volver a dirigirle la palabra, provocando otro suspiro de exasperación por parte de la poderosa hechicera. No había duda de que el lunático, que pensaba que era un león, pensaba que había revelado sus debilidades cuando había dicho que no poseía su magia, o que incluso era algo malo decir que era la Emperatriz del Mar. Iluso. Si pensaba que era débil por no poseer su magia, estaba ciertamente equivocado, aunque no sería ella quien le corregiría. – Decid lo que queráis. La Emperatriz del Mal no tiene nada que temer. Y es cuestión de tiempo de que encuentre lo que busco. – Afirmó con tranquilidad, antes de alejarse del grupo, considerando que encontraría por su cuenta un mapa, o la fuente de poder que necesitaba. No tenía interés en perder más tiempo cerca de un iluso desnudo que no paraba de darle consejos como si se los hubiera pedido.

Notas de juego

Me retiro a buscar una "fuente" de poder en los alrededores. Para ser más específica, me voy al bosque, si es que es fácil de encontrar xD

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24/11/2020, 23:26

Notas de juego

A partir de ahora no marcad a Maléfica 

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25/11/2020, 00:38
Maui

La anciana a la que el resto de presentes llamaba Hada le sonrió con dulzura al escuchar sus halagos. La niña había dicho algo con mucho sentido (no sabían dónde estaba ese hay-untamiento), pero de nuevo Hada dio con la clave: preguntar a los nativos del lugar. Maui asintió ante sus sabias palabras. - Claro, sin duda si es un lugar tan importante, todos conocerán cómo llegar. - En todas las aldeas, hasta el niño más pequeño sabía cómo llegar hasta el lugar donde se honraba a los ancestros. 

La señora joven y delgada no pareció hacerle demasiado caso cuando le dio un consejo sobre tener cuidado con los lugares de poder. Bueno, pensó Maui, libremente ofrecido, libremente rechazado. No le dio más importancia al asunto y se terminó su carne. Mientras se rechupeteaba los dedos, observó que el hombre de la cicatriz (que, al parecer, antes había sido un león) se enzarzaba en una discusión con la mujer hechicera. No era asunto suyo, la verdad, así que ignoró lo que se estaban diciendo. Pero no debió ser muy agradable, porque la hechicera se terminó marchando en busca de algo. 

Y el león se quejó de su falta de ropa. - ¿De qué estás hablando? ¿Tienes frío? - Maui se rió al escucharlo. Pero si hacía una temperatura más que agradable. Él también iba descalzo, y su falda apenas le tapaba más que al león, pero no tenía frío - Vaya, amigo, si es así, seguro que encontramos algo que darte en esta gran cabaña, parece la estancia de un jefe, está llena de cachivaches y tesoros. - Realmente, el dueño de la casa debía ser un hombre rico y poderoso, para tener tantísimas cosas. - Mira, eso puede que te sirva. - Maui señaló una falda blanca que habían colgado cerca de una ventana (*), probablemente para que se secara al sol. Se acercó hasta ella y la descolgó pegando un tirón (debía haberse enganchado). Se la ofreció al león (¿había dicho que se llamaba Scar, no?) - Toma. Puedes envolverte con ella, seguro que al dueño no le importa que la uses temporalmente, hasta que encontremos el hay-untamiento.

Notas de juego

(*) Eran las cortinas.

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25/11/2020, 10:23

El bosque

Maléfica emprendió un viaje sin rumbo fijo. Cuando empezó a andar, observó que sí que había cierta movilidad en aquel lugar. Había extraños carruajes y personas de las más variadas. Justamente, al salir de la casa, viste a Genio reírse con aquel hombre grosero, pero no le diste mayor importancia.

Las personas no reparaban en mirar tu apariencias, pues allí cada cual era mística. Si bien veías ciertos comensales en aquel bar que se llamaba: ''Ratatouille'', parecían devorar la comida de aquel plato francés. Pasando la biblioteca, aquella que tenía como nombre: ''BIBLIOTECA NACIONAL DE BELLA'', en un primer momento pensaste que se trataba de esa tal bella durmiente, Aurora, de la que os había descrito vuestro cuento, sin embargo, no tenías la más intención de ojear allí. Sabías de sobra que en una biblioteca había libros, no fuente de magia.

Pasaste la librería y aquella tienda de ''Compro y vendo Oro'' en el que el reflejo de aquel extraño cristal se podía divisar a Anastasia con unos zapatos de cristal y una mujer alta muy estrafalaria. Tras ello, aquel edificio que decía ser el tal Ayuntamiento. El pueblo era largo, por ello de vez en cuando parabas para descansar, pero Diaval emitía aquel graznido que impedía que te quedaras quieta. 

Caminando y caminando llegaste a lo que se suponía que eran los límites del pueblo. 

Instintivamente, al ver como aquel carro amarillo se alejaba del pueblo, lo seguiste, sin embargo, una extraña fuerza impedía que avanzaras. ¿Tanto viaje para nada? ¿Y ahora?

¿Vamos a P.Sherman?¿O sabes a donde vamos?

Cerca escuchaste una voz femenina junto a unos pasos. Al girarte, visualizaste la presencia de una chica de pelo negro junto a otra de extraños colores azules. Ambas parecían perdidas o, al menos, no en el mismo sentido. 

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25/11/2020, 10:34
Dory

El bosque

Aquella chiquilla, que ni si quiera recordaba bien su nombre, empezó a caminar. 

-Puedes seguirme. -Volvió a repetir. 

Dory, que era así como se llamaba -o al menos-, lo decía su chaleco amarillo, caminó cogiendo sus pertenencias en ambas manos. Primero, tuvisteis que rodear el lago, en silencio, pues estaba pensando cómo volver. Luego, el terreno cambió a un bosque llenos de pinos y abetos. Estaba embarrado debido a la humedad del lugar y la cercanía con el lago. 

Y, finalmente, saliste a lo que debía ser una carretera. Si bien conocías algo de lo que parecías ver debido al mundo en el que vivías, pues había cosas similares, no sabías muy bien por dónde te manejabas. Cierto es que por rabillo del ojo advertiste una silueta esbelta y negra de una mujer.

¿Vamos a P.Sherman?¿O sabes a donde vamos?

-A casa, creo... ¡Claro, vamos a casa! 

Notas de juego

**No olvides que sigues semidesnuda.

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25/11/2020, 10:39
Pumba

Spa que hagan barroterapia jajajajajaja, que bueno... ¿Y de qué cuento eres amigo?

Pumba miró con extrañeza a aquel hombre. ¿Cuento?, ¿qué era un cuento? Se disponía a hablar, pero su vista se desvió hacia la mujer que recién acababa de salir de la casa de al lado (Andy) y que se alejaba.

-No sé de qué me hablas. ¿Quieres una taza de café? Veo que estás despistado.

Notas de juego

Bien, necesitamos que Pumba nos cuente algo y que no nos mire con extrañeza. ¡Utiliza una tirada de inteligencia!