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La Vida Oculta de Vicente Puig

Capítulo 2: El secreto de Vicente Puig

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09/02/2019, 20:26
Narrador

 

Highway No. 1: Los Angeles - San Francisco

 

 

Los Angeles. Ciudad de decadencia y corrupción. Aquella donde todo era posible y los sueños que parecían poderse alcanzar en la superficie estaban casi siempre construidos en base a pilares de depravación y criminalidad.

Tyler y Joyce pertenecían a la clase de personas que habían echado un vistazo más allá de las bambalinas del esplendor y la felicidad que reinaban en sus calles y visto las penurias y las mentiras que dirigían los destinos de la gente. Y estaban dispuestos a combatirlos. Quizás por mejorar un poco su mundo. Quizás para sentirse algo mejor. Quizás por que era lo que mejor sabían hacer. Posiblemente un poco de todo.

El caso es que no estaban dispuestos a dejar que aquel cerdo, Vicente Puig, se saliera con la suya. Como siempre en todos sus casos, cuanto más removía Tyler la superficie de algo aparentemente inocuo, más porquería parecía salir. No era por tanto de extrañar que el lob necesitara de vez en cuando la ayuda de una botella rellena de cualquier líquido, siempre que este tuviera un alto contenido de alcohol, para olvidar la vileza del ser animal.

Habían descubierto algunas cosas acerca del marido de su cliente, para nada honorables, y la próxima línea a seguir los llevaba a un restaurante de San Francisco. La ciudad donde el ex director de ventas de la West Coast Paper Company pasaba varias semanas, incluso después de haberse despedido de la empresa. La ciudad donde todo apuntaba a que el señor Puig tenía una amante. La ciudad que, según la señora Puig, éste había visitado antes de desaparecer y no dar más señales de vida.

Una vez estuvieron de acuerdo en seguir ese hilo de la investigación, Joyce señaló con sonrisa pícara hacía su coche, proponiéndolo como medio de transporte. Las alternativas eran viajar en avión o abandonar el caso, y Tyler no tenía intención de subirse a una máquina infernal, más peligrosa aún que los temidos automóviles, que se desplazaba a varios miles de metros del suelo sin nada que la sujetara firmemente. Pero tampoco quería dejar que el marrano se saliera con la suya. Fuera lo que fuese lo que había sucedido, el lobo había olido presa y quería seguir el rastro hasta dar con él.

Resignado, Tyler acepto la invitación de su asistente. Se subió al coche tras ella, cerró la puerta y se preparó para un viaje del que suponía no tardaría en arrepentirse.

Joyce volvió a mirar a su jefe. En su cara aún se podía ver una brillante sonrisa. Si era de regocijo o pretendía con ella dar ánimos al lobo, no podría decirse. Arrancó el motor y bajó la capota del coche para disfrutar del fresco aire del viaje en su rostro. Por último, antes de ponerse en marcha, pulso el botón del aparato de música y dejó que una canción alegre de carretera les animara algo el camino.

Les esperaban 650 kilómetros de asfalto y curvas por la costa oeste de Norteamérica. Para muchos uno de los paisajes de mayor belleza del planeta. El sol brillaba en lo alto y no había nubes en el cielo queriéndole enturbiar el ánimo. Era un viaje que la mayoría disfrutaría de lo grande.

Y si Tyler no pertenecía a ese grupo de personas, al menos podría aprovechar para aclarar sus ideas con Joyce. Tiempo iban a tener más que de sobra.

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11/02/2019, 18:41
Joyce "Joy" Reed

Me giro y sonrío al jefe cuando se sube al coche. Ahora mismo no me siento con ánimos para hacerle sufrir, no después de ver cómo lo pasa mal por tener que decirle a una pobre mujer que los hombres, el suyo incluido, son unos cerdos.

Así que arranco y pongo el coche a una velocidad tranquila. Y me molesto en cumplir con las normas de circulación como si me acabaran de dar el carnet. 

"Ya bastantes preocupaciones tiene, no se merece la tortura ahora"

Mientras avanzamos hasta nuestro destino le doy vueltas a lo de la camarera 

-¿Crees que trabaja en el restaurante italiano? ¿O crees que es allí a donde la llevaba a ella a cenar?-

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12/02/2019, 20:23
Tyler Pierce

De alguna manera, me dejo convencer por Joy con mis dilemas, y quizás fuera lo mejor, aunque me siento de nuevo atrapado en esta máquina sacada del infierno, y el camino va a ser largo, por lo menos Joy creo que está logrando con su conducción rebajar mi probabilidad de paro cardíaco en un 2%.

Con la capota bajada, todo el aire me llega a la cara, debido a mi altura, y noto como el choque del viento hace que mi boca bailotee, mostrando mis colmillos. Pese a todo el ¿Cuidado? de Joy, no logro destensarme ni un poquito. Finjo como puedo, que apoyo mi mano despreocupadamente en la puerta, como hacen muchos cuando van en coche... pero en verdad, estoy preparado para aferrarme a ella y no salir volando a la menor sacudida.

-¿Crees que trabaja en el restaurante italiano? ¿O crees que es allí a donde la llevaba a ella a cenar?-

Sus palabras me animan a no pensar, durante escasos segundos, en mi muerte a manos de ésta especie de Hades mecánica. Trato de razonar en una conversación, y sumergirme en ella, para no olvidar por ejemplo esa señal de "peligro, baches". ¡Como si los baches fueran lo único peligroso!

-Es demasiado pronto para aventurarnos, pero algo me dice que la conoció de casualidad en el restaurante. Si el cerdo ya manejaba dinero, a espaldas de su mujer, es probable que ostentara de él. Ese restaurante al que vamos, me da en el hocico que no es uno que pudieramos permitirnos habitualmente gente como nosotros. Y quizás ella lo viera y quisiera sacar algo de él, igual que él saca algo de los demás. O quizás congenien de verdad... También he pensado en la posibilidad, de que ella tampoco sepa mucho sobre él, al fin de cuentas es una especie de mentiroso, capaz de engañar a su mujer sin que ella sospeche, tras tantos años de matrimonio. Creo que nos enfrentamos a un mentiroso de lo buenos.

Espero a ver que tiene que decir a eso, quizás sea bueno que hablemos sobre como vamos a enfocar esta parte de la investigación.

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13/02/2019, 18:16
Joyce "Joy" Reed

Asiento a la respuesta de Tyler, lo que dice tiene sentido y eso hace que piense en algo más

-¿Crees que la chica sigue allí? Me refiero a que, si lo que pasó es que se hartó de su mujer y quería quedarse con ella, no tiene sentido que deje el dinero en casa ¿no? Siendo, como es, un cabrón, lo suyo sería que se lo hubiera llevado. Por que, si lo que quería era compensar a la mujer, no lo habría escondido donde estaba.-

Voy distraída hablando y no me doy cuenta de que uno de los baches se me ha "escapado" y una de las ruedas lo pilla de lleno

-¡Lo siento!- le digo realmente arrepentida

-A lo que me refiero es a que, a estas alturas, empiezo a pensar que no es que haya abandonado a su mujer por otras faldas. Y, si eso es así, podría ser que la camarera haya corrido su mismo destino... ¿no?-

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15/02/2019, 22:06
Tyler Pierce

Escucho atento el hilo de pensamientos a los que da voz Joy, con mucho respeto por sus propias aportaciones, que al parecer són bastante certeras, tal es así que incluso por unos momentos quedo abstraido por el relato, y el bache ese me pilla con la guardia baja, con el brazo por unos instantes relajados, que me hace agitarlos como si acabaran de despertar en el aire, con todo el susto repentino, mientras lanzo un aullido de horror grotesco, para mi verguenza, para acto seguido clavar las zarpas en el asiento tratando de aferrarme.

-No.. no, tranquila, no es nada... -aunque lo del aullido... miento descaradamente por verguenza- sólo me duele un poco el culo...

Finalmente, creo que por piedad, sigue el relato y hace una pausa, para ver que tengo que decir a todo eso.

-Cuando hablé con la vecina, al parecer me dijo que la esposa a veces se maquilla para disimular moratones. No parece la clase de hombre que se vuelque por su esposa ni la tenga en consideración, en eso coincido. Por lo menos, todo apunta a esa dirección. Sin embargo -hago una pausa para remarcar lo siguiente- si me dio a entender que el cerdo se desvive por sus hijos, los escasos ratos que está con ellos. Ese cerdo es capaz de amar, aunque sea a su descendencia. No sé si es demasiado pronto para concluirlo, pero creo que nunca llegó a pensar a raiz de eso en un abandono total de su familia; no mientras sus hijos aún dependieran de él.

Observo las rayas de la carretera, la velocidad a las que la pasamos, y me da un poco de mareo, por lo que apoyo mi cabeza en la mano, y la masajeo un poco mientras trato de pensar.

-Por los niños, y quizás por su futuro, está reuniendo tanto dinero. O quizás solo parte de ese dinero sea para ellos, como digo es pronto. Pero de ser así, no creo que la relación con la camarera fuera seriosa. Salvo que la engañara con promesas de abandonar a su mujer, o incluso que ni ella supiera que está casado. Eso es algo que tampoco podemos obviar. Pero para el cerdo, esa mujer no debe estar en mejor consideración que su esposa, salvo para el interés que tenga en ella... -obvio que me refiero a lo sexual, principalmente, porque es la única razón que tenemos de momento, pero podrían surgir más.

-Si el cerdo tuvo problemas con alguién, y ella tuvo la mala suerte de estar en su compañía cuando vinieron a saldarle cuentas, es una posibilidad que no podemos descartar a la ligera. Pero en ese caso, si no encontramos a la camarera, tendremos que buscar gente a la que hayan podido verles juntos y tirar sobre ahí, en busca de que les unía. Quizás así, podamos hilar hacía dónde pudieron ir. ¿Tienes alguna sugerencia sobre como deberiamos hacerlo? Es posible que tengan "amigos leales" que no quieran hablar con detectives, sobretodo si saben que está casado. Es posible que tengamos que buscarnos una historía para entrar e investigar impunemente.

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16/02/2019, 12:48
Narrador

Si no hubiera estado tan centrado en superar sus miedos, o al menos no mostrarlos, Tyler hubiera gozado de un viaje sin igual.

Sin dejar la autopista número 1, atravesaron parajes tan conocidos como Beverly Hills, Santa Mónica, Malibú o Santa Bárbara. Dejaron a un lado playas paradisiacas y parques naturales de increíble belleza. Hasta el cielo parecía estar de su lado y quería darles el mejor marco posible para disfrutar del viaje.

Nada de ello fue de gran ayuda para el lobo y sus fobias. Solo la conversación con Joyce, repetir los datos que conocían y compartir sus teorías, sirvió para que el detective olvidara en parte que se encontraba sentado en una máquina de metal a más de 70 millas por hora y estaba expuesto a romperse la cabeza y desperdigar sus sesos por el asfalto de la carretera, si su asistenta cometía un fallo.

Pero, evidentemente, nada de eso ocurrió.

Tras unas ocho horas en coche -experiencia que Tyler recordaría durante muchos años-, con alguna que otra parada para descansar los pies y seguir ciertas llamadas corporales, divisaron por fin la ciudad de San Francisco con sus calles empinadas, sus casas victorianas y su ambiente bohemio.

El viaje había sido largo y el sol ya estaba a punto de ponerse, así que decidieron ir directamente al restaurante y aprovechar para cenar allí mismo. Después de preguntar por la dirección en una gasolinera y a algún que otro viandante, llegaron por fin al Giovanni´s.

Se trataba de un restaurante adosado a un hotel, el Antiquities, y al que al parecer pertenecía, pero que estaba abierto a todo el público. A estas horas de la noche estaba bien visitado, aunque había alguna que no tuvieron que esperar para que les dejaran entrar y acomodarse.

Un pingüino, elegantemente vestido, se acercó hasta su mesa y les entrego los menús.

– Buonasera, signorina. Signore. –El acento era genuino italiano–. ¿Qué desean beber? Tenemos un vino rosso delicioso, si me permiten il consiglio.

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18/02/2019, 03:40
Tyler Pierce

Al parecer, la charla me vino bien para enfocar nuestras pesquisas y perderme parte del viaje. Y digo parte, porque una parte de mi consciencia se negaba a olvidar dónde me había metido. Espero que el que inventó ese cacharro infernal tenga muchos hijos.

En fin, sería mucha casualidad si nos encontraramos con la camarera, cuya descripción que tenemos es escasa, es un dia cualquiera, pero no está de más fijarse en el personal por si hay posibles candidatas a ser ella, o alguién que se le parezca.

Mientras ando indagando, por fin siento el alivio de que mis patas sientan el calor del suelo, sin el roce de la velocidad demencial, y empiezo a recuperar parte de mi compostura y fuerza.

Si no queremos llamar la atención en un sitio tan distinguido, debemos actuar como personas respetables que somos, así que nada más alcanzamos una mesa, retiro una silla y cualquier abrigo que esté usando Joy, para acomodarla en su mesa antes de sentarme yo, tratando de aparentar normalidad, con una sonrisa colmilluda nada practicada.

El camarero viene a ofrecernos bebida, ¡justo lo que necesitaba!

-Buenos días, usted es el experto, mi esposa y yo aceptaremos su recomendación con mucho gusto.

Tras la réplica, mientras se aleja en busca de la bebida, me doy cuenta de la tapadera que he buscado. Bueno, es lógico que una pareja venga a un sitio como éste, y es la mejor manera de que nadie se fije demasiado en nosotros, salvo para lo obvio del servicio.

-¿Has visto a alguién con el perfil de la camarera?

Probablemente no, por lo que habrá indagar, aunque antes... la comida, que creo que me va a sentar estupendamente.

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21/02/2019, 17:04
Joyce "Joy" Reed

Me quedo en silencio mientras conduzco, dándole vueltas a la pregunta de Tyler pero no se me ocurre qué inventar para que unos posibles amigos del cerdo y su chica, se confiesen con nosotros.

"No se me da bien idear planes por adelantado. Lo mío es mentir sobre la marcha" concluyo, resignada, cuando estamos entrando ya en San Francisco.

El jefe propone ir directamente al restaurante y a mí me parece perfecto, así que tras preguntar un par de veces para encontrar el sitio, acabamos aparcando casi en la puerta.

-¡Vaya! Parece que al dueño de este sitio le va bien- comento mientras observo el trajín de gente que entra y sale. Luego sigo al jefe al interior, donde nos recibe un camarero elegante o eso creo que es.

Me doy cuenta que Tyler quiere pasar desapercibido, no entrar a preguntar directamente, así que cuando pide la mesa, me dejo llevar hasta allí. Y cuando se muestra caballeroso cogiendo el abrigo y retirando la silla, me ahorro los sarcasmo. Pero entonces, empiezan los problemas. El camarero nos ofrece vino y Tyler, tan feliz, acepta. Y yo le hecho una mirada que podría cortar una barra de hielo.

-No deberías beber, te sienta mal al hígado...- dejo caer antes de que el camarero se marche. Pero en mi mirada tengo la esperanza de que lea el resto de la frase "... del puñetazo que te voy a soltar en el estómago en cuanto salgamos de aquí"

Quizás por cambiar de tema, cuando el camarero se marcha, empieza a distraerme con el tema de la camarera

-No. No me ha parecido ver a nadie. Y cuando venga el camarero voy a decirle que el vino está picado y que no lo queremos... por favor. Necesito que estés despejado y pienses con claridad-

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25/02/2019, 21:39
Narrador

Para cuando el pingüino regresó a la mesa de Tyler y Joyce con la botella de vino, la asistente del detective había dejado bien claro que no pensaba permitirle probar una gota de alcohol a su jefe. Este tuvo que aceptar a regañadientes y dejo que la mapache se hiciera cargo de la situación.

Joyce apenas mojó los labios con la copa que le sirvió el camarero y negó con la cabeza, dejando claro que la bebida no era de su agrado. Con amabilidad, pero con clara determinación, Joyce le dio a entender que sería mejor si les traía unos refrescos.

El pingüino asintió con la cabeza, aceptando el cambio de opinión de sus clientes, aunque Tyler creyó ver un gesto de desagrado en su rostro, cuando éste se giró para ir a encargarse del pedido.

Mientras esperaban de nuevo observaron a su alrededor, pero no vieron a ningún otro camarero sirviendo a los clientes.

Pocos minutos más tarde el pingüino volvía con una bandeja en la que transportaba dos vasos rellenos con bebidas burbujeantes, una rodaja de limón en el borde y una pajita.

– Piacere. –Colocó un vaso frente a cada uno de ellos. Miró a Tyler esperando claramente que éste le indicara lo que pensaban comer–. ¿Signore?

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25/02/2019, 22:33
Tyler Pierce

Ver a Joy despreciar ese maravilloso vino se me antoja como presenciar el mayor de los pecados y tener las manos atadas para impedirlo. Mi hocico se dilata, mientras el aire entra y sale a gran potencia, mis ojos se abren de par en par, a la par que observan como la botella, canalizadora del extásis de los sentidos, portadora de los placeres espirituales, mensajera de los Dioses... se aleja al paso patizambo de un pingüino ofendido.

-Creo que por una copita no habría pasado nada...

¿Me lo ha parecido o mi voz ha sonado algo más baja de lo normal? Sintiendo una punzante presencia, mirada y compañera de pesquisas, trato de aparentar normalidad y restarle importancia al asunto como si no me afectara la despedida de ese el grandioso "Vino Rosso".

-Vale, yo tampoco veo a nadie que se parezca a la camarera que buscamos. Igual deberiamos mejorar el aprecio del camarero hacia nosotros, antes de abordarlo. Debemos corregir el patinazo, si la bebida apenas la probaremos, mejor seamos generosos con la comida.

Finalmente llega el camarero, con esas asquerosas bebidas burbujeantes que me recuerdan a los sarpullidos que probablemente me den cada vez que me subo al coche de Joy. Trato de poner buena cara, con un leve y discreto gesto de disculpa, algo así como "ya sabes como son las mujeres, compañero", para ganarme su compasión y añado con una sonrisa:

-¿Que nos recomienda para comer? Parece esa clase de persona que entiende de comida.

Igual me he pasado al arreglar la situación con él.

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27/02/2019, 17:40
Joyce "Joy" Reed

Es como si pudiese escuchar lo que dice, aunque no he oido nada. Resopla como si fuera un buey gordo, en lugar de un orgulloso lobo. En momentos como éste, no sé si me produce más enfado o pena.

Así que me callo cuando llegan las bebidas y le dejo hablar.

"Igual si se hace el machote con el camarero, consigue algo" pienso recordando el gato de la visita anterior.

Me siento en la mesa bien recta, con las manos bien colocadas, como si fuera una señorita bien, y le dejo pedir la comida mientras observo alrededor en busca de algo que merezca la pena. Aparentemente el local está bien pero si descubro alguna pelusa en el suelo, una copa sucia... quizás podamos chantajearle con una inspección sanitaria que le cierre el local.

"Sólo si el jefe no lo consigue por las buenas, claro..." pienso maliciosa.

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27/02/2019, 20:44
Narrador

Si el camarero sintió algún tipo de compasión o solidaridad con Tyler por sus elocuentes gestos, culpando a Joy de sus restricciones con la bebida, éste no dio muestras de ello. Su cara seguía mostrando la misma falta de expresión que, salvo por un corto instante, al mostrar su molestia tras el rechazo de la bebida por parte de la mapache, parecía ser el semblante habitual en su rostro.

Tampoco el intento de camelarlo con halagos acerca de sus conocimientos culinarios dio los resultados esperados. Incluso pareció que por un segundo se sintió enojado, pues las palabras del lobo dejaban cierto lugar para la duda acerca de su profesionalidad. En lo que se refería a sentimientos, el camarero era decididamente más seco que una piedra en el desierto de Arizona.

Sin mediar palabra tomó el menú de las manos del detective y pasó una página. Señalando con el dedo, mostró su recomendación.

– Il signore debería probar los tallarines con ragú de ternera. Sono piu bono. E si tiene molto hambre, no dude en probar il pollo alle Cacciatora. È la specialità de la casa.

Se volvió ahora hacía Joyce para aconsejarla a ella.

– Per la signora io diría que macarrones Mari e Monti. –dijo señalando de nuevo con el dedo el lugar en la carta –. Tutto servido con insalata della giornata y focaccia di olive.

Volvió a estirar el cuerpo, que había estado ligeramente curvado sobre la mesa para indicar sus preferencias en los menús, y esperó paciente a los pedidos de sus clientes.

Notas de juego

El local esta muy limpio. Si quieres encontrar un rastro de suciedad, Joyce deberá tirar Notar y sacar al menos un aumento. A mayor número de aumentos, mayor nivel de "porquería" detecta.  :)

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01/03/2019, 22:46
Tyler Pierce

Ninguno de mis intentos de hacer mella en las defensas del maldito camarero han surtido efecto, ni tampoco vemos a la camarera, ni nada de nada. Si no logro sacarle nada, tendremos que pedir al maitre, para elevar una queja y preguntar de paso por la dama en cuestión.

Aún con todo, mientras el camarero nos dicta las sugerencias, asiento varias veces con evidente desinterés, mientras pierdo el tiempo fingiendo que miro la carta...

... aunque por encima de la carta, mi mirada asoma hacia éste ser de sangre glacial, con el fin de dejarme llevarme por mi instinto de lobo.

No me gusta que asome demasiado, pero hay veces que si la lógica no desea funcionar, hay que darle un poco de empuje animal.

Mis ojos se enroscan en si mismo, achinando la mirada, mientras mi hocico aspira lentamente, en busca de sensaciones, emociones, empatía o miedo. Si sus gestos no hablan, buscaré en su cuerpo las señales.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago uso de la habilidad racial instinto de lobo, con espiritu, a ver si veo por dónde agarrarlo :P

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04/03/2019, 10:54
Joyce "Joy" Reed

Observo al camarero y no puedo evitar asombrarme de su capacidad para parecer una lechuga humana.

"¡Qué tipo más insulso! ¿Es posible tener menos sangre en las venas?"

Había pensado probar con una mentira-cebo de las mías, por ejemplo decirle a Tyler que el restaurante estaba mejor ahora sin esa camarera tan ordinaria de los colmillos... a ver si el camarero picaba. Pero visto lo visto, el tipo no va a entrar al trapo. Y a mí empiezan a darme ganas de sacar una pistola y ponérsela en la frente a ver si así pierde la cara-cera esa que tiene.

-Ok, macarrones- contesto sin ningún entusiasmo. Salvo los macarrones, no he entendido nada más de lo que lleva el plato. Pero como lo cierto es que como de todo, ¿qué más me da eso que otra cosa?

Observo al jefe, a ver si a él se le ha ocurrido alguna idea pero hacer cantar al estirado este. Pero por la sutil manera en que resopla por la nariz, sospecho que no. Probablemente el resto de la gente del restaurante no lo note, pero yo que le he visto arrastrarse por las gotas de una botella, creo que ahora mismo está maldiciendo en silencio.

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04/03/2019, 11:34
Narrador

Aquel pingüino empezaba a sacar de quicio a Tyler y a molestar profundamente a Joyce con su actitud seria y recta.

La mapache, de carácter mucho más vivo y dicharachero, no terminaba de encontrarse a gusto en restaurantes de alto estándar o que pretendían aparentarlo. No es que no supiera comportarse en lugares así, simplemente le parecían vanidosos y arrogantes los unos y falsos e hipócritas los otros.

El lobo, por su parte, compartía la forma de pensar de su asistente en lo que se refería a esos ambientes -en realidad se parecían mucho más de lo que ellos mismos creían- y el petulante camarero empezaba a robarle la paciencia.

Sin embargo, sus habilidades bien entrenadas para indagar en el carácter de las personas le hicieron ver que no había maldad o altanería por parte del pingüino. Más bien representaba el papel del camarero servicial, pero serio, que sabe guardar las distancias respecto a sus clientes para no invadir su parcela de intimidad. Simplemente trataba de ser un profesional y comportarse como tal.

– Buena elección, signorina. –dijo tomando la carta de Joyce y dando así a entender que había sido la mapache, quien había mostrado buen gusto eligiendo.

– ¿Il signore no encuentra nada de su agrado? –Quizás malinterpretó los gestos de Tyler o quizás trató de sacar hierro al asunto, notando la irritación del lobo–. Tal vez la cucina pueda prepararle un plato a su gusto. –Concedió con amabilidad, pero sin cambiar el tono de su voz.

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05/03/2019, 12:15
Joyce "Joy" Reed

Me ahorro un resoplido cuando el estirado pingüino me felicita por una elección que no he hecho.

.

"¡Pero si me he limitado a darle la razón! ¿De verdad a la gente le gusta venir aquí a que le doren la píldora? Nunca deja de sorprenderme las cosas extrañas que le gustan a la gente con dinero. Aunque, a estas alturas y después de haberlo visto varias veces, ya debería haberme acostumbrado a que, si algo le gusta a la gente que se cree más que el resto, es que les digan lo bien que lo hacen todo. Y este pingüino parece experto en eso" pienso mientras veo como le busca "las cosquillas" a Tyler.

"Bueno, igual no se las busca pero, como siga así, se las va a acabar encontrando..."

-¿Has visto, querido, que servicio tan excelente? Mucho mejor que cuando Jackie y Fred estuvieron aquí, por lo visto les atendió una chica agresiva, con colmillos... ¡Que horror de servicio!- comento, volviendo a mi idea de hacía unos minutos, intentando también que el jefe no llegue al límite de su paciencia con este tipo. "Yo también sé hacer la pelota, pingüino" pienso mientras le sonrió

-Comente con el dueño el acierto que nos parece que la hayan despedido. Su atención hizo que nuestros amigos no hayan vuelto y nos recomendaron no venir... ¡Menos mal que no les hicimos caso!-

- Tiradas (1)
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07/03/2019, 01:25
Tyler Pierce

Tras captar las señales del pingüino me doy cuenta de que es simple profesionalidad, no es algo personal y me obligo a relajarme, aunque sin embargo, me siento tan frustrado como creo que se siente Joy.

Mirando la carta, estoy a punto de pedir que venga otro camarero a que me de mejores explicaciones de cada plato, cuando Joy se me adelanta con una idea repentina que parece sacada del cielo.

Señalo en la carta un plato al azar, al camarero, mientras asiento a "mi mujer", con gesto de comprensión apenas disimulado.

-Es cierto, ¿que pasó con ella? Espero que no la indemnizaran, ¡su despido era bien merecido por lo que nos contaron! -obligo al pingüino, mediante presión a entrar en el trapo, mientras cojo cariñosamente una de las manos de Joy, sufriendo por mis espinillas, siguiendo con el papel de la pareja chismosa, clientes al fin de cuentas, que quieren saber más.

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07/03/2019, 21:37
Narrador

El camarero volvió a mostrar un asomo de emoción al escuchar los comentarios de Joyce acerca de un supuesto escándalo en aquel local. No era exactamente sorpresa. Más bien era indignación.

Su rostro volvió a mostrar aquella máscara de total falta de emoción.

– Signorina. Me temo que toda esa historia es una grande… Come si dice? … Equivocación.

Estaba claro que le habían tocado una vena sensible.

– En esta casa no ha habido nunca un escándalo. No hemos despedido nunca a uno de nuestros empleados.

Tomó la carta de las manos de Tyler -al lobo le pareció que no sin cierta brusquedad- y le contestó ahora a él.

– Discúlpenme il comentario, ma no e vero lo que cuentan. No hemos tenido ninguna camarera con colmillos. Una yegua, sí. Una topolina1, anche. Ma ambas eran molto amables y atentas.

Sacudió la cabeza sin apenas cuello de un lado a otro.

– No, no, no, no, no. Ninguna agresiva. Non. Ningún escándalo nel Giovanni´s.

Notas de juego

1 Supongo que ya lo sabéis, pero por si acaso. Topolina = ratona o ratoncita.

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07/03/2019, 22:02
Tyler Pierce

Vaya, parece que le hemos logrado arrancar alguna emoción, aunque sea la indignación, ¡bien por Joy! Ahora ésto se pone interesante, porque el cebo ha sido mordido y ahora tenemos que aprovechar éste momento de apertura para clavar los colmillos a la presa.

Es evidente que nos la hemos jugado con la historia, y aunque no hemos acertado para nada, podemos reconducir su respuesta hacia nuestro objetivo.

Miro hacia Joy, y la miro con cara de "confusión", mientras le comento:

-Mujer mía, ¿estás segura de que cuando te lo contaron no se confundieron de restaurante? -con las manos cogidas de Joy, me giro hacia el camarero y le digo en tono cofidencial pero sin disimular ante Joy- Ya sabe como són empiezan con el chismorreo y...

Es mejor culpar a Joy para restituir el honor del restaurante y de los compañeros, o ex-compañeros, del camarero. Al parecer si algo valora, y creo que le estoy entendiendo es su trabajo, y la lealtad hacia sus compañeros de fátigas. Cuando él comenta que no hubo escándalos y menciona las dos antiguas camareras, una alarma salta en mi cabeza. Recordando las palabras del gato "dientes prominentes", sin duda debe ser la topolina. Una yegua tiene buena dentadura, pero prominentes... no sabría decirte.

Parece que vamos dando en el clavo, así que trato de reconducirlo hacia allí, mirando de nuevo a Joy sin dejar escapar al camarero.

-¿Una topolina? ¿No dijeron eso? ¿Pero como se llamaba? Igual no es la misma de este restaurante. -miro al pingüino-¿o sí? ¿entonces las camareras no dejaron el trabajo por un escándalo?

Dejo la pregunta abierta, forzándole a explicar mejor el motivo. Joy ha sido providencial, veamos si entre ambos logramos finalmente sacar algo de provecho a éste camarero díficil.

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08/03/2019, 12:48
Joyce "Joy" Reed

Estoy ahí, representando mi papel, sonriendo al pingüino este, ¡¡cuando va Tyler y me coge la mano!!

Del susto, casi la retiro con brusquedad y arrastro un par de copas en el intento. Pero nos salva que, justo en ese momento, el pingüino se indigna y me responde directamente, lo que me descoloca y paraliza a la vez.

Sonrío con fuerza... "Creo que se me acabarán desencajando las mandíbulas"... Y cierro mis dedos, con fuerza, por dentro de la palma de Tyler. Cualquiera que nos vea estará pensando en nuestro romántico gesto de darnos la mano, pero a él se le tienen que estar clavando mis uñas en su palma.

-¡Uy! ¿Podría ser! Quizás sí, ¿quizás me haya equivocado y fuese otro restaurante?- Intento poner cara de mujer de cerebro vacío, imitando la mirada inexpresiva de alguna esposa y amante de algún jefazo de la comisaría que conocí hace años.

-¿Una chica roedora, cielo mío?- disimulo como si intentara recordar -No sé la verdad. Tenía un nombre vulgar, algo como Jenny o algo así...-

Soy consciente de que es imposible que acierte el nombre pero, al asociarlo a algo vulgar, tengo la esperanza de que quiera desmentirlo dándonos su nombre real.

Y, mientras espero a que el pingüino muerda el anzuelo, aprieto un poco más las uñas dentro de la mano de Tyler a la vez que le guiño un ojo que cualquiera interpretará como un coqueteo.