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La Vida Oculta de Vicente Puig

Capítulo 2: El secreto de Vicente Puig

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09/07/2019, 01:57
Tyler Pierce

Veo que por fin Rocky y yo nos vamos entendiendo, en el fondo ambos protegemos a los nuestros a cualquier precio. Aunque eso pueda asustar a aquellos que amamos...

Trato de no pensar demasiado en lo que acabo de pensar, por las implicaciones que podrían ocultar tales asuntos, mientras lanzo una última mirada de reojo a Joy.

Sin embargo, de esa información que nos sueltan, saco la libreta y miro mis datos.

-Rocky tiene razón, Alisha. Su marido la ha engañado incluso en eso, fuimos a la West Coast y descubrimos que si bien es verdad que trabajó ahí, lo acabaron despidiendo, y desde ese entonces no volvió a pisar el lugar. De hecho, de eso hace años me temo. El dinero que usa el cerdo para mantener esto, es sucio.

Hago una pausa, y niego con la cabeza:

-Disculpe por mencionarlo, si no está preparada puedo entenderlo, no concertaré la cita, pero... -saco una de mis tarjetas con el número de telefono que suele coger Joy, o leer en el contestador- si en algún momento se anima, por favor llame a éste número y lo prepararemos todo.

Tras eso, vuelvo a mirar a Rocky:

-Antes has mencionado lo de las apuestas. ¿Es intuición o tienes algo concreto? Si lo que dices es cierto, y no quiero adelantar acontecimientos pero las pruebas apuntan a eso, quizás con algo de información más concreta, podamos pillarlo con las manos en la masa. Pero de mientras, sí, por favor Alisha, si llama, indaga discretamente dónde dice estar, para hacer las comprobaciones. Aunque es seguro que nos mienta.

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13/07/2019, 10:02
Joyce "Joy" Reed

"¿Qué acaba de decir el tipo este? ¿Ha dicho algo de un despacho?"

-Disculpad ¿habéis mencionado un despacho? ¿tiene un despacho aquí? ¿Podríamos verlo? En su casa tenía uno y la información que obtuvimos nos ayudó a localizarte Alisha. Si nos dejas echarle un vistazo, igual encontraremos algo-

No me gusta el cariz que ha cogido la investigación. Me siento en un callejón sin salida. Si no podemos obtener pistas por esta vía no sé muy bien por donde seguir avanzando.

Miro a mi alrededor buscando algo que haga que se me encienda una bombilla, que me permita encontrar algo de lo que tirar. Pero el lugar es anodino y la mujer sólo es otra mujer engañada más.

Mientras escucho a Tyler siento que él y el belicoso hermano de la ratona se darían por ligeramente satisfechos con una paliza al cerdo. Pero yo no. No hay nada que pueda apagar la rabia que me da buscar a este cerdo cabrón. Ha arruinado la vida de estas dos mujeres y los dos críos. Ya no habrá nada que borre esta historia. Tener una amante no era bueno, pero tenía arreglo. Ser un bígamo, no. Será algo que quedará en un papel para siempre. Y las mujeres que lo quisieron y sus hijos no podrán no saberlo.

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15/07/2019, 22:17
Narrador

Cuando Tyler les explicó que Vicente hacía ya bastante tiempo que no trabajaba para la empresa papelera, Alisha abrió tanto los ojos y la boca que pensaron se iba a desencajar. Pero no salió más que un apagado gritito de sorpresa.

– Te lo dije. –contestó Rocky en lugar de su hermana–. Ese cerdo no es trigo limpio, hermana. Tiene otra mujer, no tiene trabajo, … Ese tío es un marrano que te ha estado engañando todo el rato, hermanita.

El detective preguntó a la rata si sabía con seguridad que Vicente Puig ganaba su dinero con el juego.

– No, no tengo pruebas. Pero tampoco tengo dudas de que es así. Y me acabáis de confirmar que no estoy equivocado. Si no tiene trabajo, ¿cómo se permite todo esto? –respondió el ex militar, mirando y señalando a su alrededor, y continuó–. Además, ese cabrón esta todo el día con libros de números y esas chorradas.

Cuando Joy preguntó por el despacho de Vicente, Alisha por fin reaccionó.

– Su despacho. Si claro. Pero esta cerrado. Siempre lo cierra cuando no esta en casa. Y yo no tengo la llave.

Se levantó del sofá y les hizo un gesto para que la siguieran. Avanzó por el pasillo un par de metros y se detuvo frente a una puerta que, en efecto, estaba cerrada.

– Es este. –les dijo, como si quisiera disipar cualquier tipo de duda que aún pudiera quedarles.

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17/07/2019, 23:51
Tyler Pierce

Me doy cuenta al caminar que el disparo me duele, no sé si podré aguantar demasiado a este ritmo sin curación. Trato de demostrar que estoy entero, cómo si me dieran un premio por eso, pero necesito echar un trago o no sé si resistiré mucho más. Imagino que no quiero preocupar a Joy, pero es un poco tarde para eso.

En vez de eso, mientras andamos hacia ese despacho, miro la puerta, luego a Joy y luego a los ratones, especialmente a Alisha.

-No hace falta lamentarse. Si no hay llave, fabricaremos una.

Ahora miro a Joy, pidiéndole con la mirada si se encargará de la cerradura. Me sabe mal pedirle eso, porqué es discrimnación positiva, pero... que demonios, ahora mismo no puedo ser demasiado sútil con un disparo que me duele cuando me muevo.

-Si no lo ves posible, procederé a derribar la puerta, si los dueños están de acuerdo.

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18/07/2019, 20:14
Joyce "Joy" Reed

Sigo a la ratona hasta el despacho de nuestro desaparecido. 

"¡Mierda! Alguna vez, alguno de estos cabrones podía estar ocultando obras de beneficencia ¿no?" pienso molesta. Me da rabia ser la que va rompiéndole los sueños a las mujeres, a los padres, a las abuelas...

A mi lado Tyler hace un gesto raro. Creo que es del dolor

-Maldito cabrón tozudo...- le recrimino sin andarme con muchos rodeos -¿Por qué no vas a un maldito hospital a que te curen? Yo puedo registrar el despacho mientras y esperarte aquí hasta que vuelvas-

Estoy enfadada con él por ponerse en riesgo como lo ha hecho, por forzar la situación con su mal genio hasta que casi nos matan. Se me pasará, siempre se me pasa. Pero mientras, creo que tengo derecho a estar molesta.

Me muevo más rápida para adelantarle justo cuando me propone abrir la puerta. Así que en cuanto la alcanzo empiezo a manipular la cerradura como si abrir la puerta fuera a solucionar todos mis problemas.

- Tiradas (1)
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20/07/2019, 00:43
Narrador

Joyce se puso manos a la obra cuando su jefe la pidió que se hiciera cargo de la cerradura del despacho cerrado. Mas no sin antes regañarle por su tozudez. Las heridas que había recibido debían de doler lo indecible, pero el lobo apenas daba señales de ello.

Mientras la mapache sacaba sus ganzúas y se aplicaba a la tarea de quebrar la seguridad del cerrojo, Rocky se dirigió al detective.

– Tu compañera tiene razón, tio. Sería mejor que dejaras que te miraran esas heridas. –comenzó a hablar rascándose la cabeza como única señal de posible remordimiento–. Si quieres, yo tengo un par de contactos. Gente que se puede ocupar de arreglarte eso sin tener que pasar por burocracias y protocolos. Si entiendes a que me refiero–terminó, dejando claro lo que quería decir. O al menos eso creía él.

En ese momento, con un clic revelador, la puerta cedió a las habilidades de Joy. Esta volvió a incorporarse, al igual que lo había hecho el día anterior en la casa de Amanda, pero esta vez sin dar muestras de orgullo por la tarea bien realizada. El estado de Tyler seguía pesando demasiado en el ambiente.

Sin ser dos gotas de agua, el despacho de Vicente se parecía mucho al que tenía en su casa de Los Ángeles. Era estoico. Una mesa en el centro. Una estantería en una pared y libros por todas partes. De nuevo el tema central era el que ya habían podido ver en su visita a la casa de Amanda: libros de matemáticas, recibos de contabilidad, manuales sobre el funcionamiento de ciertos juegos de azar…

El único objeto que destacaba entre aquel mobiliario era una pequeña caja fuerte situada en una esquina.

No les hizo falta comprobarlo para saber que estaba cerrada.

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23/07/2019, 01:38
Tyler Pierce

Pese a que trato de que no se me perciba el malestar general, la verdad es que en todos pesa la memoria del disparo, y mis gestos, impertérritos són demasiado artificiales para creérselos. Duele una barbaridad, y siento ligeros mareos. No como una borrachera, no. Algo peor.

Es de esas sensaciones en la que uno se puede marear en cualquier momento y quizás no levantar, si la perdida de sangre va en aumento.

Miro al ratón y asiento a sus palabras, al final creo que podría ser que fuera un buen hombre y que ambos seamos estúpidos. A muchos nos pasa, cuando los que nos importan están en juego... Joy y Alisha.

-Siento que empezaramos con mal pie. -le confieso en este momento de camadería- aceptaré tu ayuda. Por favor, vayámos a por ese teléfono.

Antes de seguir al ratón, miro a Joy y la habitación, todo me recuerda a la misma, salvo diferencias normales al ser dos emplazamientos distintos:

-Buen trabajo Joy, ya sabes el procedimiento.

Mi ayudante, debe experimentar el trabajo a solas, para heredar algún dia el negocio cuando yo no esté, ésto le vendrá bien. Además, esto duele a rabiar y no puedo apenas pensar coherentemente. Necesito esa ayuda...
 

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23/07/2019, 18:10
Joyce "Joy" Reed

No puedo evitar girar los ojos hacia arriba cuando el tipo aquel le propone a Tyler que sus amigotes le curen las heridas. Por suerte, estoy de cara a la cerradura y no puede verme

"Sí, justo eso" pienso con ironía "Lo que nos faltaba... más amigotes"

Por suerte la puerta me distrae y no llego a escuchar lo que contesta Tyler

-Ya está- comento con tono más bien seco

Entro sin esperar a nadie. Y no puedo evitar sorprenderme al ver que el tipo este tiene todo casi igual

-Más libros de mates, manuales...- enumero mientras paso los dedos por encima.

Y entonces la veo. Una maldita caja fuerte. ¿Pero qué le pasaba a este tipo por la cabeza? ¿Creía que sus mujercitas iban a entrar en sus habitación cerrada con llave? ¿O es que sospechaba que otras personas sin tantos escrúpulos podían colarse allí?

Me acerco hasta la caja y la observo con atención. Nunca lo he intentado con algo de esta categoría.

De fondo escucho a Tyler despedirse

-Ok. Ten cuidado ¿sí? A ver si puede ser que aguantes vivo hasta que vuelva a verte- le dejo caer, aún molesta por la que ha armado con su actitud.

-No sabrás la combinación ¿verdad?- pregunto sin mucha esperanza a Alisha

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24/07/2019, 14:36
Joyce "Joy" Reed
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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24/07/2019, 23:03
Narrador

Rocky asintió con la cabeza mientras escuchaba hablar a Tyler.

– De acuerdo. Dame un segundo. Voy a hacer una llamada.

Y salió en dirección al salón del que habían venido, dejando a su hermana con el detective y su asistente.

Mientras tanto, Joyce se puso manos a la obra para tratar de superar el obstáculo que representaba la caja fuerte. Alisha la confirmó que no tenía la llave y la mapache tuvo que echar mano de sus habilidades. Sin embargo, aquella tarea se mostró mucho más complicada que la de abrir la cerradura de una puerta y Joy tuvo que darse por vencida. Fuera cual fuese el misterio que se escondía tras la pesada puerta blindada, su secreto estaba seguro.

Rocky regresó.

– Vale. Todo aclarado.

Vio que Joy no iba a ser capaz de abrir la caja fuerte y perdió el interés en ella.

– ¿Tenéis un coche? Sería mejor que vayamos entonces en el vuestro. –continuó con su explicación–. Además, posiblemente tendrás que pasar al menos una noche allí. Quizás tu amiguita quiera estar contigo, ¿no?

Sin esperar una respuesta se giró y comenzó a andar en dirección a la puerta, dando por hecho que le acompañarían. Por si acaso -quizás no las tenía todas consigo-, les indicó que le siguieran

– Anda. Vamos.

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26/07/2019, 22:08
Tyler Pierce

Viendo que Rocky está haciendo la gestión, siento que vamos en la buena dirección, pero lo cierto es que al final sólo hemos logrado confirmar lo que sabíamos, que no es poco. Eso, y el intercambios de teléfonos, es nuestra mejor baza, porqué si el cerdo trata de ponerse en contacto con ellos, sin sospechar nada de la investigación, es posible que cometa un error que nos indique dónde anda.

Aún con todo, no tengo claro si su desaparición es voluntaria o se ha visto metido en problemas, pero en ambos casos no le va a gustar encontrarnos.

Cuando Rocky vuelve para llevarnos hasta el médico clandestino, asiento y miro hacia Joy.

-No pasa nada, has hecho lo que has podido. Vámonos, mejor vayamos en tu coche.

La mera idea me aterroriza, pero desangrarme me aterroriza más. Además, está el factor de que creo que confío mas en Joy a volante que en Rocky, porque más vale mal conocido que mal por conocer...

Nuestra próxima parada, tras este pequeño interludio médico, será las Vegas, y así se lo haré saber a Joy cuando tenga la oportunidad de hablar con calma.

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06/09/2019, 16:30
Joyce "Joy" Reed

No era un buen día. Definitivamente, no era un buen día.

Frustrada por no ser capaz de abrir la caja, cierro los ojos y apoyo la cabeza en la pared casi como si diera un golpe

-¡Mierda!- luego me vuelvo hacia donde está Alisha para confirmarle lo que supongo que ya ha visto -No soy capaz de abrirla, lo siento-

Levanto la vista hacia la caja fuerte y la miro con odio. "Como deseo tener una pistola y liarme a tiros contigo"

Pero no voy a hacer semejante estupidez por que sé que no valdrá de nada. Y pensar en un arma me devuelve a la realidad.

-No hay problema. Iremos en mi coche. Conduzco yo- 

"Una noche allí. La rata acaba de decirlo. Nos va a tocar estar allí un día más... Un día más que el maldito cerdo se aleja de nosotros"

Mientras seguimos a la rata fuera, mantengo la llave en la mano y la aprieto con fuerza.

"Tyler va a desear que ese tiro lo hubiese matado cuando me ponga al volante esta vez."

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10/09/2019, 22:36
Narrador

Si Joyce no fue capaz de abrir la caja fuerte en el despacho de Vicente Puig, fue posiblemente motivado por su preocupación por el estado de salud de Tyler. Sabía que la cabezonería del detective no se permitiría marcharse, dejándola sola, hasta que no hubieran terminado con sus investigaciones allí. De forma que la mapache al final se dio por vencida y salió con los dos hombres, despidiéndose de Alisha, quien les acompaño hasta la puerta.

Tomó asiento tras el volante de su descapotable y esperó a que los otros dos hicieran lo propio. Tyler en el asiento del copiloto -no iba a permitir que la rata se sentara al lado de su atractiva asistente- y Rocky detrás. Tyler, con los ojos entrecerrados como tratando de aliviar así algo el dolor, se llevó una mano al costado, allí donde la bala había perforado su piel, y trato de calmar con ese gesto la agonía. Su piel estaba tomando un color aún más blanco del habitual y sudaba copiosamente.

Joyce no pensó ni por un momento en conducir de forma calmada, tratando de evitar de esta manera que su jefe sufriera por el viaje. Ahora lo importante es que un médico le mirara. Siguió las indicaciones de la rata, tratando de no pasarse demasiado de la velocidad máxima permitida. Lo último que necesitaban ahora es que una patrulla de la policía les parara. No tenían tiempo para enfrentarse a preguntas incomodas que podían acabar con ellos en la cárcel.

Se acercaron a unos barrios cada vez más humildes y de aspecto abandonado, hasta el punto de que, cuando por fin llegaron a su destino, a Joy incluso le pareció un lugar peligroso. Pero Rocky se mantuvo firme, asegurando que no tenían que preocuparse, que todo iba a salir bien.

La rata ayudó a Tyler a salir del coche, ofreciéndole su hombro, y casi cargó con él cuando subieron las escaleras hasta llegar al primer piso. La escalera estaba mal iluminada, con mugre y porquería por el suelo, y en ella se encontraron con algunos reptiles que los miraron con ojos desafiantes. Pero el ex-militar apartó algo su chaqueta a un lado, dejando a la vista la culata de su revolver y consiguiendo así que estos dedicaran su atención a otros asuntos.

Si a Joyce le quedaba aún alguna duda acerca de lo inapropiado del lugar y lo equivocado de haber confiado en Rocky, cuando la puerta del apartamento que habían ido a buscar se abrió y una hiena en calzoncillos y con un cigarrillo en la mano se plantó en el umbral, estas dudas terminaron de disiparse.

Miró con ojos llenos de odio a la rata, pero este parecía muy seguro de lo que hacía y, una vez la hiena vio la gravedad del estado del lobo, todo pasó muy rápido y con quirúrgica precisión. Les hizo pasar a una habitación, en el centro de la cual había una cama y equipo médico repartido en dos mesillas. Mientras ellos tumbaban a Tyler en la cama y cortaban la camisa para dejar vía libre a las heridas de bala, la hiena se puso algo de ropa y lavó las manos, preparándose para la operación.

Joyce y Rocky asistieron al supuesto médico durante la operación y las dudas de la mapache se fueron disiparon poco a poco, al ver la precisión y la concentración con la que aquella hiena trabajaba.

La intervención duró poco más de una hora, pero a Joy le pareció que habían tardado mucho más. Tyler, quien por el dolor, el cansancio y la pérdida de sangre había caído dormido, no se enteró de nada. Siguió dormido y no se despertó hasta bien entrada la noche. Cuando el lobo abrió por fin los ojos e hizo un comentario banal, Joyce dio un grito de sorpresa, alivio y emoción. No se había separado de su cama en todo aquel tiempo, pues aún no terminaba de fiarse de aquellos extraños.

El detective se sentía aún muy cansado. Sin ayuda no era capaz de dar apenas tres pasos seguidos. Sin embargo, su asistente no se mostró reticente en abandonar cuanto antes aquel lugar cuando su jefe lo propuso. Se despidieron de la hiena, dándole las gracias por la ayuda que les había brindado -Rocky ya se había ido hacía algún tiempo-, bajaron las escaleras, escuchando los gritos de discusiones que les llegaban desde más haya de las puertas cerradas, y salieron al exterior.

El coche de Joyce seguía donde lo había dejado aparcado. Parecía que la rata era alguien que se había ganado el respeto de las bandas y criminales de la zona. Esta vez la mapache condujo mucho más tranquila. Llevó a Tyler a un DriveIn y pidieron algo para comer de camino. Una vez el lobo hubo dado buena cuenta de tres hamburguesas y calmado así el hambre, volvió a caer dormido.

Cuando por fin se despertó, se encontraba en su despacho. No tenía ni idea de como Joyce había logrado subirle hasta allí, pero la mapache descansaba, agotada por el esfuerzo y las horas de sueño, sentada en la silla del detective, con la cabeza entre los brazos, apoyados estos en el escritorio.

La dejo dormir un poco más y, cuando ésta levanto la cabeza, algo desorientada, la ofreció un café caliente en un vaso más o menos limpio.

Ese fue todo su desayuno y, tras él, ambos hablaron de lo sucedido, de lo que sabían del caso y de que pasos pensaban dar a continuación.

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11/09/2019, 22:49
Tyler Pierce

Aún desorientado, agradezco el vaso a Joy, mientras me froto en un lugar cercano a la herida. Trato de recordar todo, aunque hubo momentos que realmente estaba más allá que acá.

-Me siento como si tuviera la resaca de mi vida...

Sé que eso no me va a generar simpatía alguna de parte de Joy, pero es la triste verdad. Trato de acomodarme, con los ojos legañosos, tratando de ubicar todo lo que hicimos. Busco con la mano el petate de licor para añadirle al vaso, pero no hay petate.

Vaya...

En esos momentos saco la libreta, hay mucha parte no escrita, debido a los sucesos. Al final el ratón fue un tipo bastante legal, a su manera, pero mejor no lo menciono, no sea que Joy me tire por la ventana.

Sacando el lapiz y dando golpecitos con él en la mesa, mi mirada se pierde en la hoja de la libreta.

-Ayúdame a refrescar la memoria desde el momento que decidimos ir a ver a Alisha. -me preparo para escribir en la libreta, sabiendo que estoy abriendo la caja de Pandora- Pronto tendremos que decidir por dónde seguir la investigación, y me huelo que todo podría apuntar a un mismo lugar.

 

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15/09/2019, 17:53
Joyce "Joy" Reed

Conduzco en el límite de la prudencia. Lo justo para que no me pare la policía, lo justo para llegar lo antes posible.

Pero cuando llegamos al lugar me arrepiendo de no haber venido más despacio. Tenía que haberme dado ese tiempo en el coche para pensar.

"¿Cómo hemos llegado a este antro?"

Si no fuera por que a Tyler empieza a costarle mantener los ojos abiertos, me lo llevaba de aquí.

-¿A dónde nos has traido?- susurro, suspicaz, a la rata cuando ese tipo en calzoncillos nos abre la puerta.

Pero, finalmente, parece que este tipo sabe lo que se hace. Ayudo en lo que puedo, en todo lo que dice, lo que no impide que me sienta como una inutil que no aporta nada.

Al terminar me quedo allí. Al lado de la cama del jefe. Sin saber qué hacer, sin deshacerme de esa sensación de inutilidad.

Cuando despierta me alegro. Me alegro por que, al fin, puedo volver a aportar algo.

-Nos vamos- afirmo, sin consultar. Le agradezco al tipo lo que ha hecho por Tyler, pero deseo sacarle de aquí lo antes posible. Puede que nuestro despacho no salga en la portada de ninguna revista elegante pero creo que tiene menos posibilidades de morir de una infección si le llevo allí.

El tiempo transcurre como en brumas. Hago lo que puedo y acabo dormida en el sofá cuando las energías se me agotan.

Y, al despertar, lo único que hay es un café, pero a mí me sabe a gloria.

-¿Un resumen? Pues claro... verás, tengo un jefe imbecil que se puso a amenazar a un exmilitar en un duelo de a-ver-quien-de-los-dos-es-más-chulo. Hubo disparos y casi se muere. ¿Te gusta mi resumen?- pregunto sarcástica -¡Ah, no! Que igual quieres que te cuente la que la chica no sabía que el cerdo era exactamente eso, un cerdo, y que en su despacho encontramos las mismas mierdas de cálculos que en su casa y una caja fuerte que no abrí. ¿Te gusta el resumen? Por cierto, dijiste que el próximo paso sería ir a Las Vegas, por si lo has olvidado. Y no me parece mala idea-

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16/09/2019, 21:46
Narrador

Tyler había visto venir el chaparrón. En su fuero interno casi lo había deseado, pues, de alguna manera, era una muestra de preocupación, de aprecio, de cariño. Así que, hizo de tripas corazón y aguantó la bronca de Joy lo mejor que pudo. Sabía que a su asistente no la faltaba parte de razón con sus reproches.

Había también cierto tono de resentimiento, o eso creyó escuchar el detective en sus palabras. ¿Eran también un aviso? ¿Una advertencia? Cierta inseguridad asaltó al lobo. Sabía que su actuación en casa de los Rattcliff había puesto en peligro no solo su propia vida, sino también la de su compañera, y, aunque ésta había estado a su lado hasta el final, era posible que un fino hilo que les mantenía unidos se hubiera roto para siempre. Tyler sintió un gran pesar cargando sobre su ya de por sí abatido ánimo.

Cuando todo esto hubiera acabado, debería de compensarla de alguna manera.

Joyce recordó entonces el plan de acción. Tampoco es que tuvieran muchos más puntos donde agarrarse en la investigación. Sus siguientes pasos los llevaban ahora a Las Vegas. Tyler casi se alegró de que la conversación retornara a terrenos algo más prácticos y menos emocionales, y se dispuso a discutir los pormenores con la mapache.

No les dio tiempo a ultimar muchos detalles. El timbre del teléfono los interrumpió e hizo que ambos dirigieran su atención hacia al aparato, como si éste fuera un objeto extraño, un ser de otro mundo.

¿Quién podía encontrarse al otro lado del aparato?

Notas de juego

Disculpadme si os parece que me he tomado demasiadas libertades con vuestros personajes. Si es así, me lo decis y trataré de aprender. O.o

No he avanzado mucho en la trama, pero es una situación en la que no quería decidir, quien de los dos decide coger el auricular.

También podéis, si os apetece, aclarar un poco los motivos para ir a Las Vegas o vuestros planes una vez allí.

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18/09/2019, 18:54
Joyce "Joy" Reed

Suspiro y aflojo un poco. Insistir con las cosas que han salido mal no nos va a llevar a ningún sitio

-A ver... teníamos aquella factura del taller La Vegas Repair. Tendríamos que ir allí directamente. Creo que es la mejor opción. Quizás sepan decirnos algo del señor Puig. Ahora mismo es la única pista que no hemos seguido. Las demás han acabado en vía muerta-

Mientras espero a que el jefe proponga algo, el teléfono suena. Me dirijo a él y descuelgo con naturalidad como siempre hago

-Buenos dias, agencia de investigación Tyler ¿en qué puedo ayudarle?- contesto de manera mecánica con la frase que utilizo siempre.

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22/09/2019, 21:52
Narrador

Al otro lado del teléfono la respuesta tardó unos segundos en llegar. La voz resultó conocida a Joyce, aunque tardó aún un instante en dar con la dueña.

– ¿Señorita Reed? –La pregunta era retórica, una forma de iniciar la conversación–. Soy la señora Puig. Yo…

Joy no podía verla, pero se imaginaba claramente a la cobaya temblando de nerviosismo. Posiblemente tendría un cuenco lleno de cascaras de cacahuetes en una mesilla frente a ella.

– Vera, yo… Quería… No se van a enfadar, ¿verdad? Quería… prescindir de sus servicios.

Silencio al otro lado del teléfono. Joy, sorprendida, decidió esperar un poco antes de decir a la señora Puig lo que pensaba de aquello.

– Me… me han llamado de Las Vegas. Mi… mi marido…

Era evidente que la estaba costando decir lo que quería decir, pero al final logró aunar fuerzas y terminar la frase que había comenzado.

– Han encontrado a Vicente. Muerto. Tengo que ir a reconocer el cadáver. –Comenzó a sollozar–. Ya no tiene sentido contratar a un detective para encontrar a mi marido desaparecido. ¡Discúlpenme!

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24/09/2019, 19:30
Joyce "Joy" Reed

Escucho la voz al otro lado del teléfono y sólo la identifico cuando ya se está presentando ella misma.

-¡Ah! Hola Señora Puig...- respondo, en voz alta, cuando se presenta, para que el jefe sepa quién es y pueda pegar la oreja al aparato.

Pero lo que me cuenta me deja helada.

-¿Qué? ¡Oh dios mío! Lo lamento muchísimo, la acompaño en el sentimiento.- Digo, sin saber muy bien qué más añadir. El tiempo que estuve en la policía me harté de dar malas noticias, pero no conseguí aprender qué decirle a la gente en esas ocasiones 

-Lo cierto es que tenemos que ir a Las Vegas por otro caso...- miento -... ¿quiere que la acompañemos?- 

No sé por qué pero no me gusta pensar en ella sola allí haciendo esto. Además, así podriamos devolverle el dinero que encontramos en su casa "Viuda y con dos hijos pequeños... Lo va a necesitar"

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01/10/2019, 22:20
Tyler Pierce

La soberana bronca que me ha metido Joy, la he engullido merecidamente y sin masticar, cualquier atisbo de protesta, contestación o ironía, muere ahogado ante mi propia reticencia. No puedo enfadarme de ella, pese a saber que a otro no le consentiría ese tono, ya que tiene toda la razón del mundo.

El maldito lobo... asomó un rato.

A veces pienso que el instinto de los vegetarianos es acertado, me temen nada más verme, a un nivel instintivo... algunos lo llaman irracional, pero yo pienso que es más bien aquello tan racional que la mente no puede asimilar con una explicación. Pero yo tengo esa explicación: Soy un potencial asesino, un peligro.

Y un egoísta... por qué puse a Joy en ese lío, que me podría haber ahorrado.

Así que si, me merezco lo que dice y me callo, mudo en silencio, esperando que el chaparrón pase pronto, mientras siento un auto desprecio tan profundo sólo equiparable a mi necesidad de echar un trago y desconectar de todo.

Pero las cosas no hacen más que empeorar, los acontecimientos no van a cesar, sólo porque necesitemos seguir una vía de investigación, y la vida se encarga de recordarnos éso mismo cuando anuncian a Joy la muerte del cerdo.

Escuchando atentamente, mi cabeza cerca a la de Joy, saco rápidamente la libreta, mientras miro lo de las Vegas, y mi lápiz da toquecitos ahí, evidenciando que mi cabeza anda inquieta por algunos detalles...

En esos momentos arranco una hoja y tras escribir en ella, se la paso a Joy:

Quizás el cerdo se haya enterado de la investigación, y haya decidido fingir su muerte para desviar su rastro. O quizás sea yo, que por tozudez no quiere dejarlo. Pregúntale que agente le ha informado de la muerte. Quizás esté untado si mi teoría fuera cierta.