Partida Rol por web

Mientras llegabamos al claro, traté de recordar historias de mi instrucción para guiarme y saber que buscar.

Nüll tenia cierta pericia en buscar pistas y rastros, así que se puso a explorar la zona en busca de algún signo que le indicase la existencia de algo parecido a un lugar de culto. Como otros muchos de sus talentos, no sabía donde o como lo había aprendido; simplemente, sabía como hacerlo.

Buscais entre la espesura algun indicio de algun lugareño, usando los medios de los que disponeis, unos miran, otros tratan de recordar situaciones similare para poder adaptarse...  pero fue vuestro compañero Nüll el que encontro algo:

Señalando un punto en el bosque, vuestro compañero veia un hombre medio camuflado con el entorno. Se encontraba de forma algo curiosa, estaba sentado contra un arbol, y su gabardina, de tonos pardos, le permitia fundirse con el entorno. Sin embargo, no parecia consciente.

Al acercaros, descubris que el hombre tenia una fea herida en el costado y de ella todavia estaba saliendo demasiada sangre, a este ritmo, morira en cuestion de minutos.

- ¿Alguien sabe algo de medicina? -preguntó Nüll al tiempo que tumbaba al hombre en el suelo y colocaba sus manos sobre su pecho - Puedo intentar mantenerlo estable pero no sobrevivirá si no cortamos la hemorragia de algún modo

Dejadme.

Invoco mi magia y sano la herida del sujeto, lo suficiente para darme unos respiro invocar el conocimiento en mi mente y proceder a suturar la herida.

Así mismo hago un diagnostico por si hay infección o veneno.

Arqueo las cejas al ver aquel hombre, sin duda le habría costado mucho poder encontrarlo, en cambio Nüll parecía tener una percepción increíble. Miró al rededor del bosque y después a sus compañeros -Deberíamos asegurarnos de quién le haya hecho esto aún no esté tras él.

-Buena idea- hasta ahora no sabía como reaccionar, simplemente había mirado tenso como trabaja el resto. Ahora podría hacer algo.

Rápidamente disparó una pequeña onda psíquica.

Cuando Nüll vio al hombre, me sorprendió, que buena vista tenia. Y mas aún cuando se acercó a la herida y vi como trataba de curarla usando una energía distinta a la magia. Yo no tenia ni idea de cerrar heridas, lo mio era mas bien provocarlas y que no se pudieran cerrar... Así que me sentí inútil, hasta que Narsharz dijo que deberíamos buscar al agresor. Eso ya se me daba mejor... de Lautrec salió una especie de onda de lineas, que había aprendido a reconocer como matrices psiquicas, Así que supuse que estaría buscando mentes o algo así.

- Ahora vengo, voy a ver a quien encuentro - Yo hice lo propio a una escala mas mundana. Desenvainé un par de dagas,  y dí una vuelta buscando amenazas. 

Siguiendo la advertencia de vuestra compañera Narsharz, ojeais los alrededores, no vaya a ser que el agresor de este sujeto siga por aqui. Entonces Lautrec señala en una direccion, hay alguien entre la maleza, a pocos metros de donde estais.

Al notar que la han detectado, una figura humanoide surge del bosque y, corriendo, se dirige hacia Narsharz. Lleva un daga en una mano y parece que va dispuesta a utilizarla.

La chica tenía razón. Buen instinto, aunque el atacantep arecía haberle cogido manía por ello.

El primer instinto de Nüll fue desplegar las cuchillas retráctiles de sus guantes, pero se lo pensó mejor. No estaba en mitad de un pueblo lleno de civiles asustadizos, sino entre gente tan rara como él. No tenía por que controlarse. Se situó en posición de combate y las vendas que cubrían su cuerpo empezaron a agitarse, como movidas por un viento inexistente.

Viendo que un desconocido se lanzaba con una daga contra Narsharz con muy malas intenciones, por lo que reaccioné antes que nadie, yendo a por él, y asaltándole con mis dos dagas que ya llevaba empuñadas. 

-Ju, parece que tenemos a un caballero por aqui,-sonrie la mujer a la que enfrentas. Desde esta distancia eres capaz de apreciar mas detalles, como la sangre fresca que gotea de su arma. Es fuerte, al tiempo que esquiva tus certeros golpes, le da tiempo a devolverte uno

Nüll se lanzó corriendo detrás del inquisidor, y rodó por el suelo para intentar colocarse en un punto ciego de la atacante. Acto seguido, giró sobre si mismo extendiendo los brazos. Las vendas que cubrían sus brazos se prolongaron de repente y adquirieron un tono metálico, convirtiéndose en un torbellino de cuchillas afiladas que acosaron a la mujer por todos los flancos.

Mientras la desconocida perfora el cuerpo a John , Nüll sale de un costado atacando a la asesina con una lluvia de ataque con las vendas, que a medida que golpeaban el cuerpo de su rival, iban tiñendose con tonos negros y rojos. El primer golpe le atraviesa limpiamente el cuerpo, llegando a salir el extremo de la tela por el costado opuesto, los otros dos ataques rompen el cuello de la mujer. Sin embargo, cuando parecia que podiais volver a respirar tranquilos, el cuerpo decapitado agarra la tela de Nüll y, sin previo aviso, explota, produciendo una ola de calor que esta abrasando todo mientras se expande