Partida Rol por web

Paso embelesado por la pequeña tienda. Voy mirando las paredes repletas de arte y objetos exóticos hasta que me doy de bruces con el mostrador.

¡Oh! No lo había visto.

Le aseguro que el gusto de ayudar y trabajar en África fue mío. Aunque es cierto que la Primera Mision Baptista está haciendo un gran esfuerzo en Nigeria, Senegal y el Congo, le diré que el placer de descubrir poco a poco ese maravilloso y desconocido mundo convirtió lo que sin duda era un duro trabajo en una fuente de motivación diaria.

¡Cuánta bondad en los ojos de aquellos niños! –Solomon gesticula como si le fuera la vida en ello- ¡Esperando todos sentaditos la hora de leer la Bíblia y la hora de la comida!

Bueno creo que me estoy extendiendo demasiado… pero la verdad, daría lo que fuese por volver a continuar la Misión que Dios me encomendó y que a causa de las enfermedades locales tuve que abandonar.

En fin ahora sí. Pues hace pocas horas yo mismo y estos señores socios míos estábamos hablando con el Sr. Dimsdale de los almacenes Emerson. Estoy presentando una exposición por toda Massachusetts sobre los objetos que me traje de vuelta de África, y la verdad es que está despertando un gran interés, no sé si habrá oído hablar de ella… Hace poco cerró sus puertas aquí en Nueva York y espero cerrar pronto los tratos para abrirla en Nueva Jersey, quizás el mes que viene. Bueno que me despisto otra vez… perdone pero es que me apasiona hablar de mi trabajo…

Pues estábamos hablando con el Sr. Dimsdale sobre la posibilidad de importar más objetos de arte africano cuando me comentó de la existencia de su tienda. Me dijo que estaba usted preparando un acto social o una inauguración y que quizás podría ser de mi interés. Y ya ve, aquí estamos, nos gustaría saber más de lo que tiene pensado y de su tienda, quizás podríamos hacer negocios.

También tengo otra pregunta para usted… -aquí me palpo los bolsillos de mi abrigo buscando alguna cosa- ya ve que me falta tiempo… estoy colaborando con la Universidad de Arkham en la redacción de un gran Atlas geográfico e histórico de África. Repasando mis notas y libros me encontré con un extraño símbolo religioso que no logro situar. Quizás no sea indispensable para el Atlas pero… es que ha despertado mi curiosidad y ya es casi casi un reto personal para mi descubrir su significado. Espere un momento que se lo dibujo, seguro que usted me puede ayudar…

En este punto uno de mis avispados compañeros me pasa papel y bolígrafo que ya tenían preparados y yo dibujo como puedo el símbolo que habían cortado sobre la frente de Elías.

¿Lo reconoce usted? ¿Puede explicarnos qué significa?

Will estaba algo aterido por el frío. Observó las piezas con genuino interés, pero no fue capaz de notar nada especial. Aunque la muerte de Elias estaba sin duda ligada a algún tipo de secta, lo cierto es que no era tampoco inconcebible, dados los trabajos a los que este hombre estaba dedicado. De modo que Will, fuera de su campo, prefirió centrarse en la seguridad, con el arma bien aferrada en la mano, a la espera de los acontecimientos.

Sonrió para sí mientras Solomon hablaba y pensó que, a pasar de todas las reticencias, no cabía sino admitir la acertada elección de este hombre para la actividad emprendida. Su sincera euforia seguro que le había hecho olvidar durante unos segundos la naturaleza de su presencia en la tienda.

Notan que Silas tiene una llave colgando del cuello, pero no ven nada que pueda abrir esa llave además de la puerta.

Miras las mascaras y te das cuenta que muchos son objetos rituales, no reconoces ningún tipo de culto que esté interesado en usarlos pero claramente son objetos rituales.

Una vez dentro, busco donde dejar su sombrero, pero todo aquello, lo cual no le creaba un interés real, parecía caro y en venta, por lo que no sabia donde colocar su viejo acompañante mas que de nuevo en su cabeza y así lo hizo, mientras inclinaba levemente la cabeza hacia su anfitrión a modo de disculpas al ponerse el sombrero bajo un techo y quedarse cerca de quien estuviera armado.

Mientras Solomon exponía el mejor de los escenarios posibles, los dedos nerviosos de Paulov jugueteaban cerca del bolsillo interior de su chaqueta con intencion de encontrar pronto su contenido y darle paz a su cabeza, pero en vez de ello lo que encontraron fue su block de notas y su boli personalizado que escondía en el bolsillo exterior de su abrigo.
-Aquí tiene amigo.-Para entregárselos al misionero.

Al ver el dibujo Silas se sorprende y se sobresalta, pero rápidamente retoma la calma mirando de un lado al otro.

Este dibujo se usa para rituales de magia oscura en Kenia, no se relación tiene con ustedes pero esas personas son peligrosas, yo no les recomendaría que se metieran con ellos...

El hombre agarra un cuchillo que estaba escondido debajo del mostrador y corta el aire con un circulo que se clava en uno de los tambores del mostrador. Al verle los ojos ellos brillan con un aura roja como si estuviera poseído.

¡No puede derrotar a la Lengua Sangrante!

Rápidamente empieza a sacar el cuchillo del tambor.

Peter se queda con los ojos abiertos al ver la reacción de Silas. Lentamente su mano regresa a la culata de su revólver

-Cálmese señor N'Kwane. ¿Quién o qué es Lengua Sangrante?.

Ya estamos de nuevo, seguro que será algún tipo de culto, da igual dónde me meta, siempre aparece el típico sectario loco que sigue emperrado en adorar a un dios muerto hace milenios

Aunque estaba muy atento a la reacción de N’Kwane al momento de ver el dibujo, su locura repentina y su ataque cogieron al religioso totalmente por sorpresa.

El polaco no se lo esperaba, en un segundo estaba hablando tranquilo y calmado o al menos controlando sus instintos primarios y al siguiente estaba gritando palabras sin sentido, pero lo mas importante es que tenia un puñal en sus manos.

-O dios santo, que... que le pasa.-Fue lo único que pudo balbucear entre dientes, mientras daba un paso o dos hacia atrás, dejando la primera linea de visión a aquellos que tenían armas de fuego. Mientras metía con nerviosismo la mano en su bolsillo en busca de algo útil.
-Lo sabia, estaba claro cuando acepte el seguir con esta locura. Sabia que algo frio y metálico acabaría por cortarme. Josep eres un estúpido, por pensar lo contrario.

Will, completamente sorprendido por lo ocurrido se acerca y lanza un puñetazo al tendero con el revólver en la mano.

-¡Tranquilízese!-le dice a media voz, como llame demasiado la atención estamos perdidos.

Totalmente estupefacto por el giro de los acontecimientos el abogado que se jactaba tan a menudo de ser ágil de mente se quedó en blanco, sin llegar a saber si había sido fruto del miedo y la sorpresa, o a causa de la falta de capacidad para sortear una situación tan absurda, en la que la violencia hacía su aparición de forma tan gratuita como aparentemente innecesaria.

A menos que espere refuerzos, este hombre está loco. Incluso aunque estuviésemos todos desarmados, que no es así, le superamos en número. ¿Qué demonios está pasando aquí?

Buscó, entre los objetos rituales del escaparate que tanto le habían llamado la atención, el más pesado y/o afilado, cogiéndolo y apuntando al tendero en la cabeza.

A ver si esto te aplaca un poco los ánimos -. Pensó mientras se lo lanzaba con la esperanza de noquearlo.

La lengua sangrienta es mi orden, nuestro señor oscuro se alzará y destruirá este mundo mortal.

Una piña le da de lleno en la cara y el hombre contraataca con su cuchillo, pero este se da contra un tambor. Mientras pelean ven que la alfombra sobre la que está Silas empieza a moverse como si algo la estuviera empujando desde abajo.

¡Este mundo arderá!

Mientras grita ven que los ojos están enchumbados en sangre y el hombre está consumido por una locura sobrenatural.

Intento quitarme de en medio como pueda, y corro agachado hacia la entrada de la tienda.

¡Está loco!

Rápidamente saco la pistola y le apunto

-¡Quietecito! ¡tranquilícese, hemos venido de buenas!

¿Qué mosca le ha picado?, esto es muy raro

Will, poco convencido de que el hombre esté dispuesto a entrar en razón, sigue dándole golpes con el puño mientras sostiene la pistola. Esta vez le impacta de refilón, pues trata de esquivar el cuchillo que esgrime el loco que bien podría ser el asesino de Elías.

Asombrado ante el proceder del dueño de la tienda y sintiendo como se le eriza el vello de la nuca al contemplar el modo en el que se mueve la alfombra que pisa el espeluznante poseído, Lionel solo acierta a repetir su impulso; coge lo primero que encuentra pesado del escaparate y sin prestarle excesiva atención se lo lanza esperando tener mejor suerte esta vez.

-¿Que esta pasando?-Mas asombrado por el tembleque de la tienda que por las locuras que gritaba a modo de consigna propagandística aquel hombre de color, Paulov reparo en que un terremoto focalizado solamente en los pies y alrededores de ese tal Silas y no parecía algo natural.

-Deberíamos salir de aquí, amigos, esto creo que es cosa de brujas...-Menciono simplemente perdiendo la voz según hablaba y se escuchaba. Pero aun convencido de que lo mas razonable era salir de allí, se encamino de espalda a la puerta, sin quitar la vista al dueño, mientras buscaba a ciegas el manillar.

El golpe de Will le da en la cara a Silas pero no le hace mucho daño, por su parte el tiro de Lionel da en el medio de la cabeza del hombre haciendole un daño considerable y haciedo que caiga al suelo, de todas formas no es suficiente para parar a Silas que vuelve a atacar con su cuchillo sin darle a nadie como de costumbre.

¿Loco? Su hubieran visto las cosas que yo vi tambien estarían locos, el señor negro llegará y nos destruirá a todos, el único camino es la servidumbre total.

Mientras dice esto sigue atacando a diestra y siniestra.

Por le otro lado Josep sale de la tienda

Al abrir la puerta puedes ver por el callejón dirigiendose hacia ustedes a los dos hombres que estaban emborrachandose en la puerta, lo primero que te sorprende es que no están para nada borrachos y lo segundo es que ada uno tiene un cuchillo ceremonial igualito al de Silas.

¡Parece que los blanquitos quieren jugar! Ya saldrán en el diario del Lunes como todos los que se metieron con nosotros.