Partida Rol por web

Y tras un par de minutos, un nuevo vehículo para frente a la puerta. La portezuela delantera se abre desciende un hombre bastante alto y corpulento, con un oscuro abrigo, quién tras mirar un par de veces hacia todos lados abre la puerta trasera, por donde asoman durante breves instantes unos oscuros zapatos de tacón y un par de largas piernas que inmediatamente son alejadas de los ojos ajenos cuando el oscuro abrigo de piel de la dama las cubre por completo cuando desciende a la acera.

Ms. Carlyle, la heredera del Emporio Carlyle. comenta alguien entre la multitud, mienras vuelan los primeros flashes en su dirección.

Su rostro está parcialmente ensombrecido bajo el sombrero del cual asoman unos rubios y rebeldes mechones, pero aún así la belleza de la soltera mas codiciada de la Gran Manzana resulta notoria. Camina segura y decidida acompañada del hombretón del abrigo oscuro y rostro duro, hacia la puerta. Ella parece estar acostumbrada a los flashes y a ignorar a los que se hayan a su alrededor, mientras que el hombretón no para de mirar hacia los lados y una vez llegan hacia la puerta la Carlyle comenta algo al portero y seguidamente al oido de su acompañante.

Después de hacer ver que estaba contrariada porque el nombre de Bauberg no aparecía en la lista y ver que Tomas nos echaba un cable para que pasáramos, Tyler, Paul y yo misma entramos primero disimulando y después casi corriendo para poder mezclarnos con la multitud. Aunque no hayan llegado muchos ya hay bastantes personas agolpadas en la sala.

Y menuda sala! Admiro boquiabierta el lujo que nos rodea hasta que me doy cuenta que vienen a cogernos los abrigos. Y que estamos dando la impresión que no deberíamos dar: que es la primera vez que nos encontramos en este ambiente.

Musito un "gracias" a la persona que me coge el abrigo. Iba a guardarme el tiquet en la cartera pero me doy cuenta que no la llevo, Así que le alcanzo a Paul para que me la guarde en sus bolsillos.

Te importa, ¿querido? Le digo sonriéndole ampliamente: ¿Sr y sra Bauberg? Paul, si querías casarte conmigo me lo podrías haber pedido de otro modo... Y no puedo evitar echarme a reir ante la situación.

Bien, más vale que cogamos unas copas, unos canapés y entremos en la alta sociedad neoyorquina. Tomas y Jean Philippe nos seguirán más tarde, espero.

La música ligera del piano en el rincón encaja a la perfección con el ambiente calmado y relajado. La alta sociedad americana parece moverse como pez en el agua en esta fiesta que cumple con todas las espectativas creadas. Los anfitriones parecen felices pero con la tensión propia de la gran responsabilidad de que nada falle. Los camareros contratados para la ocasión cumplen por completo con lo que se espera de ellos: muy educados y muy profesionales.

Poco a poco van entrando mas y mas invitados en el hall. Tyler reconoce entre los invitados al Commissioner (*) del NYPD, el polémico y a veces cuestionado Mr. Enright, quién a su vez emite un discreto saludo al detective sin romper, por supuesto, la cobertura anónima de su hombre de incógnito. También reconoce a un par de policías de incógnito camuflados entre el personal contratado velando porque todo vaya bien.

El tipo alto del abrigo oscuro que acompañaba a Ms. Erica carlyle asiente e inmediatamente se da la vuelta regresando hacia el vehículo con cara de pocos amigos. En realidad no se debe a no haber entrado en la fiesta. Esa misma cara la portaba cuando bajó del coche.

Ms. Carlyle no mira atrás y entra decidida al interior del edificio.

Un poco después una invitada llama la atención de gran parte de los presentes. Alguien comenta en voz lo suficientemente alta como para que podáis escucharlo claramente.

Ha llegado Ms. Carlyle.

Una mujer alta, esbelta y joven entra en el hall de recepción. Inmediatamente un hombre trajeado se ofrece a hacerse cargo de su abrigo de pieles y su sombrero. Ms. Carlyle es una mujer rubia y que, con un exquisito gusto en el vestir que combina discrección, exquisitez, buen gusto y atrevimiento a partes iguales. Sus astutos ojos claros buscan a alguien con la mirada y seguidamente camina decidida hacia los hermanos Steinway que en estos instantes estaban comentando algo sobre la lujosa lámpara que cuelga del techo a unos invitados.

Al ver caer a Ms. Carnegie, rapidamente cojo mi cámara y apunto para, tras un fogonazo de mi flash, inmortalizar el ridículo momento que le ha tocado pasar.

Tras este incidente, veo cómo la Srta Carlyne accede al edificio, con su siempre distinguido porte.

Girando la cabeza hacia Tomás, le susurro Si no nos dejan pasar, les intentaremos convencer de la conveniencia de hacerlo, si no quieren ver a sus invitados haciendo el ridículo en las portadas de las revistas más prestigiosas de Nueva York. sonrío ante la idea.

Y por fin vemos a Erica Carlye, cuya espectacular entrada ha causado gran expectación.

Dejando de lado los canapés cojo una copa y bebo un poco mientras la observo: cómo ha entrado decidida, se ha dirigido directamente a los anfitriones para saludarles, su forma de caminar, sus gestos, lo que transmite. Decido esperar a hablarle cuando haya terminado de saludar a sus conocidos, que espero no sean los 400. En cualquier caso cuando ya haya cumplido sus deberes de invitada y esté sola.

Chicos, nos presentaremos cuando ella esté a solas. Ahora mismo nos tiraría los perros por encima.

Tyler se mantiene prudentemente alejado de las copas, pues está de servicio, sin embargo aprovecha para pasear y charlar con algún otro policia de paisano para comprobar que todo está en orden.

Resignado se deja incluir de vez en cuando en alguna conversación acerca de politica, de los últimos modelitos que vienen de parís y otras charlas insustanciales. Nunca acostumbrado a este tipo de eventos se toma un descanso alejandose un poco del meollo de gente y encendiendo un pitillo mientras echa un vistazo tratando de reconocer alguna cara de aquellos que se acercan a hablar con Erica Carlye.

Vinacci se acerca con calma hacia la puerta, acompañado de Tomas. El portero sonríe y muy educadamente pide las acreditaciones a Vinacci.
Por desgracia el pase de prensa no es suficiente y el portero hace una mueca.

Vaya, lo siento, señor. Me temo que tengo órdenes de dejar pasar solo a los fotógrafos acreditados contratados por Steinway. Hoy quieren calma y privacidad. Las órdenes son estrictas, pero un reportaje en la revista Vù es, digamos, algo que podría interesar a esta casa. No se trata de una revista sensacionalista ni un tabloide cualquiera, sino que es una revista con estilo y calidad. ¿Podría dejarme una tarjeta? se la haré llegar al señor Steinway y quienes le avisarán lo antes posible para hacer un reportaje en exclusiva. Se de buena tinta que los steinway son fieles seguidores de su publicación...¿Cómo no avisaron de qué venían?

Ms. Carlyle no parece encontrarse a solas en ningún momento. Los moscones ondean alrededor de la soltera mas codiciada de la Gran manzana.

Sin embargo en un momento determinado parece mirar con un gesto algo fastidiado alrededor suyo. Parece estar siendo algo "acosada" por un admirador, aunque ella parece algo molesta al juzgar por las gélidas sonrisas que le dedica y sus continuas miradas buscando algún lugar donde meterse. Parece que si nadie la aleja del pesado irá a visitar a los lavabos en pocos minutos. Tyler reconoce al pesado como un directivo de una emisora de radio local.

Torciendo el gesto con claro síntoma de fastidio, saco una tarjeta

Lo cierto es que nos enteramos ayer de la inauguarción. Fue todo muy precipitado y ayer mismo, por la noche, hablé con mi tío, el Sr Vinacci para pedirle la acreditación necesaria. No teníamos idea de que fuera negada la presencia de la prensa, aunque como bien ha dicho usted, Vú no es para nada sensacionalista, y sería un honor poder reflejar en un artículo este magno evento.

Por favor, tome mi tarjeta y comuníqueselo al Sr. Steinway

Espere aquí, por favor, señor Vinacci y mientras vuelve su mirada hacia el interior del edificio. localiza a un tipo trajeado, un engominado maestro de ceremonias o algo así, también impecablemente vestido con un frac de reciente factura a quién llama con un gesto de su mano derecha. Permanecen hablando en voz baja durante un par de minutos y seguidamente este adelanta su mano hacia Vinacci.

Bienvenido, señor Vinacci. Podemos apartarnos un segundo de la puerta, ¿por favor? dice mientras os indica que os dirijáis hacia el lateral del edificio. El tipo parece tener frio así que va direct al grano y sin mas dilación.

Mi nombre es Garry Weinberg y soy el coordinador general del nuevo Hall. Estoy complacido de que Vù se haya fijado en nosotros y quiera hacer un reportaje. Si ustedes pudieran venir mañana podría hacer una visita por todos los rincones del edificio sería lo idóneo, pero no sería lo mismo, por supuesto, que si se realiza el día de la inaguración. Pero si les dejo entrar inmediatamente tendría a miles de colegas suyos solicitándome lo mismo. Miren lo que vamos a hacer: entrarán por la puerta de atrás, la de carga y descarga. Tomarán solo un par de discretas fotografías del hall lleno de gente, otra de la exposición de pianos y un par de instantáneas de sala con la orquesta, y cuando la orquesta haya terminado su actuación, por supuesto, no queremos que el flash distraiga a los músicos, y otro par de mis jefes en el escenario y en el palco. Pero la entrevista y rueda de prensa y otras fotos del lugar habrán de hacerse mañana, si le parece bien. No tengo tiempo de guiarles por todo el edfiicio, pues estamos muy atareados por aquí como comprenderá. Y necesito que sean lo mas discretos posible, ¿de acuerdo?. Por supuesto nada de llamar la atención en la sala, nada de pedir a los invitados que posen para ustedes, nada de pasear por el edificio a sus anchas... y ni una sola palabra a ninguno de sus colegas. ¿están de acuerdo?

Y antes de que puedas llegar a responder, añade:
Y el artículo y las fotos pasarán por nuesra oficina de prensa antes de su publicación, naturalmente. Para evitar malentendidos, ya sabe. nos fiamos de ustedes, pero así nos sentimos mas cómodos.

Asiento a las palabras del hombre mientras éste expone su "plan". Una vez acabado

Muchísimas gracias. Seguro que no se enterarán de que estamos dentro y, respecto a mi colegas, ni loco les diría nada ¿o quiere que me quiten la cámara?acabo sonriendo mientras me descuelgo la cámara y la escondo como puedo entre mi abrigo, ocultándola antes de acudir a la puerta de atrás.

Bauberg pierde algo de timidez en lo que se refiere a entablar amistad con los canapés, en lo que se refiere a relaciones humanas, se limita a sus compañeros.

Tyler, crees que sería posible decirle al pesado ese que preguntan por él en la recepción, así podríamos abordar a la Srta Carlyle...

Tyler hace un gesto de asentimiento a Ms Carlyle y se acerca al individuo. Se abre la chaqueta enseñandole la placa de policia tratando de que solo la vea él - caballero, acompañeme un momento por favor, solo serán 5 minutos - le pongo la mano en la espalda y le doy un ligero empujoncito hacia el vestibulo o alguna zona con menos gente.

Ya en un lugar más retirado - ¿Su nombre por favor?

El tipo te acompaña resignado y con pocas ganas
Oh, claro. Me llamo Lawrence Roschmann. ¿Ocurre algo?

Tyler se acerca al tipo, interrumpiendo la charla que estaba manteniendo con Erica Carlyle. Levemente se abre la chaqueta y le hace una señal. Debe de haber funcionado porque el tipo le sigue resignado y con cara de pocos amigos.

Una vez Tyler y el pesado dan la espalda a ms. Carlyle, ésta emite un levísimo y casi imperceptibe gesto de alivio y se acerca hacia una bandeja repleta de canapés. De momento está sola aunque esa situación no creeis que se prolongue mucho.

El señor Weinberg os guía por unos pasillos laterales y acabáis llegando hasta el hall de recepción.

La sala de recepción principal, de forma octogonal, de unos 120 metros cuadrados decorado con escenas alegóricas pintadas a mano y con una cúpula decorada con escenas alegóricas pintadas a mano con leones, elefantes, diosas y ninfas, rodeando una decimonónica lámpara colgante de cristal vienés que emite una luz clara y brillante. Cuadros de afamados pintores contemporáneos como Rockwell Kent, N.C. Wyeth o Francis Luis Mora decoran las paredes, así como blancas columnas que alternan con pilastras verdosas de mármol pulido. El suelo es de una amarillenta piedra de kasota con incrustaciones de mármol verde y parcialmente cubierto por una exquisita alfombra.

Un piano colocado en un rincón emite música ligera para amenizar el ambiente.

En medio de todo este lujo, numerosos invitados de alta cuna con carísimos trajes hechos a medida charlan y comentan entre ellos las excelencias del nuevo edificio, mientras degustan refrigerios y canapés que se agolpan en varias mesas.

El lujo se palpa en el ambiente y reconocéis a algunas eminentes personalidades de la Vieja Nueva York por haberlas visto en alguna revista: tratantes de obras de arte, políticos, artistas, empresarios, músicos, filántropos, etc.

Esta es la sala de recepciones principal, señor Vinacci. dice Weinberg. Las obras de arte que aquí se exponen es una pequeña e interesante colección de autores americanos de alta fama y calidad. Oretendemos que esta casa no sea solo una tienda de pianos de lujo, sino también un centro cultural donde tengan cabida todas las artes. El mármol de las columnas viene de Grecia. la lámpara está construida en Austria y la alfombra que están pisando ahora mismo ha sido hecha por encargo en Checoslovaquia. Estoy un poco ocupado ahora mismo y no puedo guiarles por todo el edificio, pero confío en que espere a mis correcciones antes de publicar alguna información que pueda resultar imprecisa. Bien, recuerden lo acordado: tienen permiso para fotografiar la sala de conciertos y la sala de recepciones, a mis jefes, y sobre todo la sala de venta de pianos

Cita:

- Solo unas pequeñas comprobaciones - busco el listado de invitados a a alguien que pueda comprobar el nombre, a ver si sale en la lista.

Bueno, la lista de invitados está en la calle, en manos de los porteros....
Y no tienes una copia. Imaginaré como que has ideado el plan antes de abordar al tipo y has tenido tiempo de procurarte una.

Mmmm. Si, ahí está su nombre. Mientras miras, el tipo se pone algo pesado.

¿Cómo se atreve? Soy vicepresidente ejecutivo de la radio WJZ y consejero delegado de la Westinghouse electric corp. ¡Incluso nosotros radiaremos el evento que aquñi tiene hoy lugar!, mire agente, deje de importunar a ciudadanos honrados o mañana radiaré este desagradable incidente. Y le advierto que no solo nos escuchan en New Jersey.