Partida Rol por web

La tarde se le hizo eterna. Danielle paseó, contemplando como las sombras, perezosas, poco a poco iban cubriendo aquellas tierras inglesas. Se acostó en la tierra y elevó la mirada, observando las estrellas que iban apareciendo en la noche. Era hermoso poder contemplarlas sin nubes ni humos que retuvieran su brillo. Estuvo así un rato, hasta que el frío fue calando en sus huesos y decidió finalmente regresar a la mansión.

Allí cogió un libro y fue pasando sus páginas. No podía centrarse en la lectura, cada pocos minutos levantaba la mirada y la dirigía hacia la ventana; intrigada, nerviosa, con un cosquilleo en el estómago y la sensación de que algo debía estar ocurriendo. ¿Por qué tardaban tanto?

Deseó buenas noches a Brenda y a Archivald y se quedó en el salón, pasando las hojas del libro y sin comprender nada de lo que leía. 

Finalmente el sonido del motor de un coche, y el de las ruedas en la gravilla, arrancaron la mirada de Danielle de la página que estaba ojeando. Se levantó, dejando descuidadamente el libro sobre el sillón, y se dirigió presurosamente a la puerta. 

La abrió con el ansia en su rostro. Pero su mirada se heló al ver a Mina desfallecida y las expresiones que traían los hombres. Sus ojos castaños recorrieron todos aquellos rostros, hasta detenerse en el de Louis. Se mordió el labio, con miles de preguntas ahogadas, y les dejó pasar, señalando hacia el salón.

- Estírala en un sofá - . Consiguió decir, cerrando la puerta tras ellos. - Voy a buscar algo de agua - Y corrió hacia la cocina para recoger la jarra de cristal y un par de vasos, que llevó al salón. Las preguntas ya vendrían, ahora estaba preocupada por el estado de Mina. - ¿Cómo está? - 

Henric había tratado el jarro de barro como si fuera una serpiente. Depositándolo en una mesa con cuidado antes de retirar el trapo, el artista se alejó varios pasos para observar aquel recipiente.

—Se desmayó al acercarse a eso. Debe de ser como un veneno, o un tipo de cloroformo... Pero está bien. Se pondrá bien. ¿Verdad?

Miró a los demás buscando honestamente confirmación. Lo cierto era que no sabía qué había pasado a Mina, así que él mismo estaba preocupado.

Todos habían regresado a la casa ancestral de la familia de Mina en un completo mutismo. La muchacha que, por otro lado era la propietaria de aquella finca aún no había salido del extraño sopor en el que aquella botella... aquel líquido nefasto la había arrastrado. La preocupación se masticaba como una brizna de tabaco amargo especialmente duro y rancio.

- No lo sé, amigo. - respondió Nick a la pregunta de Henric. - Espero que sí. 

El detective se aseguró de que la muchacha estaba atendida en el sofá... para ello nada mejor que los brazos de Louis quien, aún estando realmente maltrecho tras la visita a la tienda de Tewfik, seguía siendo el más fuerte del grupo. Luego habría que encargarse de él. Después, Nick buscó con la mirada una licorera. Seguramente algo habría por allí. Si estuvieran en los Estados Unidos sería tan fácil como mirar tras algún libro o en un cajón oculto. Pero en la libre y moderna Inglaterra... aún siendo una casa en completo desuso. Una botella de escocés era casi tan imprescindible como la puerta o el retrete.

En definitiva... Nick se sirvió un trago que apuró sin contemplaciones.

- Joder... - maldijo entre dientes. - ¿Qué se supone que deberíamos hacer ahora? ¿Qué mierda nos llevó a visitar a ese hechicero esclavista hijo de puta? Mierda. Jackson Ellias ya es suficiente como para organizar una investigación y una venganza transoceánica. No quiero más de esta mierda. No puedo más. Y vosotros... ¿estáis bien? - acabó por preguntar a Danielle casi con un temblor en la voz. - ¿Brenda está bien?

El camino de regreso se realizó en silencio,. Louis se pasó el viaje meditando como demonios habían llegado hasta esta situación, una compañera inconciente y el con algo roto dentro, no sabía bien el que, pero algo no andaba bien.
Cuando entró a en casa con su compañera en brazos, su alma se debatía en el desasosiego y la pesadumbre.
Buenas noches - soltó el saludo de forma automática, pero tan pronto como lo dijo se dio cuenta de lo irónico que había sido el saludo.
Estírala en el sofá - dijo Danielle
Si, será lo mejor - le respondió
Mientras ella iba a la cocina a por algo de agua, Louis se dirigió al sofá, donde la depositó con sumo cuidado
La conversación prosiguió entorno al estado de Mina y que hacer al respecto.
[ B] Yo creo que debería verla un médico, no quiero arriesgarme, hemos visto cosas extrañas como para pensar que puede que sea algo más que un desmayo [/b]
Luego la conversación prosiguió sobre si era mejor seguir o retirarse.
[B] Creo que llegados a este punto hemos de seguir, han pasado demasiadas cosas como para que ahora nos reiremos, pero comprenderé que alguno quiera retirarse.

Danielle llenó los dos vasos de agua y después sacó un pañuelo que mojó en la jarra. Se arrodilló junto al sofá y empezó a pasar la prenda, condelicadeza, por la frente de Mina. Levantó la mirada, cruzándola con la de Nick, y asintió con un rápido gesto de cabeza.

- Sí, nosotros estamos bien. Brenda y Archivald se fueron a dormir ya hace un rato - . Le dijo, intentando tranquilizarlo. 

Se mordió el labio, indecisa. Su mirada se fue hacia el jarro que Henric acababa de depositar sobre una mesa. Se quedó unos segundos contemplándolo y una pequeña mueca se formó en sus labios. - ¿Qué es lo que ha ocurrido? - Preguntó, volviendo a dirigir su mirada hacia Mina. - Decidme, ¿habéis descubierto algo? - Sí, quizás debería verla un médico. Si no despierta... Se volvió a girar, depositando su mirada en la botella de la que Nick acababa de servirse un trago. Quizás funcione. Se dijo mientras se incorporaba de nuevo y se acercaba al mueble. Cogió la botella y, tras sacarle el tapón, la acerco a la nariz de Mina para ver si el fuerte olor a alcohol la despertaba.

En efecto, los vapores etílicos hcieron algún efecto en Mina o quizás ya tocaba que desapareciera el efecto de los anteriores. En cualquier caso, la joven sacudió la cabeza y abrió los ojos.

-Ah, amigos míos. Qué horribles visiones me ha proporcionado mi error, a través de los humores de ese líquido. ¿Dónde...? ¿Estamos en casa? ¿Qué ha ocurrido en casa de Tewfik? ¡Contadme!-

Mina se incorporó un poco en el sillón, ayudándose del brazo amigo de Danielle.

Intentó ordenar sus pensamientos, pero lo ocurrido esa noche le traía malos recuerdos
La noche empezó llena de promesas. Aparcados a unas manzanas de distancia para no levantar sospechas. Cuando llegamos al sitio vimos que se trataba de un edificio con tienda y piso encima. La parte delantera estaba demasiado a la vista, cuando revisamos la parte de atrásal edificio vimos que tenía un callejón trasero, acotado por una valla alta de madera que daba a un descampado. Decidimos entrar por esa puerta, pero antes decidimos esperar a que la luz del piso de arriba se apagar. Quince minutos después las luces se apagaron. La puerta resultó dar a un pequeño almacén con un olor a especies y a hierbas. Revisamos las cajas las cuales resultaron ser de Egipto, India, Indonesia y China. Al no encontrar nada de interés procedió a entrar en la tienda, no sin antes comprobar que no hubiera alguien esperándolos. La tienda resultó no tener nada de interés, sólo lo usual. Desde arriba llegaba el sonido de unos ronquidos, Mina sugirió subir y ocupamos de el antes de trece una sorpresa desagradable. A Nathan le pareció buena idea y propuso que los que subieran podían interrogar al durmiente mientras los otros registraban abajo. Finalmente Nick. Y yo subimos arriba. Las escaleras daban a un pasillo e el cual habían tres puertas, una a la derecha, una a la izquierda y otra enfrente, de la que salían los ronquidos y esa fue a la que nos dirigimos.
Ahí fue cuando las cosas se empezaron a torcer... Nick intentó dejarle inconciente mientras el tipo aún estaba tumbado en la cama, Golpe de Asilo lo despertó. El tipo se movió con una rapidez endiablada y en un momento ya tenía un arma en la mano. Como no queríamos problemas hicimos lo que nos pareció la mejor opción, le apuntamos con nuestras armas y le dijimos que si no tiraba el arma íbamos a disparar. En lugar de desistir si mirada reflejaba la locura que invadía su alma, entonces gritó un maleficio, si podéis reiros, yo tampoco creía, pero sus efectos se dejaron ver al instante, nunca antes me había sentido tan roto ni tan mal. Entonces le dispare y justo en ese momento oímos los gritos de Nathan

-Sí, yo también escuché esos gritos. Nathanian subió a ayudaros y yo me quedé abajo. Escuché que había alguien herido y corrí también hacia la escalera, pero derribé al hacerlo un bote. Recuerdo intentar cogerlo, resbalarse, romperse... Un olor punzante... No recuerdo nada más. ¿Qué ocurrío entonces con Tewfik? ¿Le disparaste y...?-

Henric asintió, toda su atención puesta en el relato de Louis. En realidad él había estado abajo mientras casi todo pasaba, así que escuchaba todo por primera vez, apenas menos ignorante de los sucesos que la pobre Mina.

—Estaba vivo, al menos cuando lo dejamos.

Eso era todo lo que podía añadir, así que espero al resto de la historia de labios de Louis o Nat.

Nick y yo salimos de la habitación para ver que estaba ocurriendo y de paso acabar de registrar el piso de arriba. No encontramos nada fuera de lugar en las otras estancias , lo más destacable fueron unas estatuillas de dioses egipcios que estaban en una vitrina, un espejo bastante trabajado, el Corán y un escritorio de persiana. Tras revisar el escritorio vimos que estaba lleno de factura y libros de contabilidad, los viajes por cierto llevo aquí - dijo sacándolos y dejándolos a la vista de todos
Quizás aquí este la información que andábamos buscando. Si alguien se anima a revisarlos....

Al final, el grupo llegó a la conclusión de que revisar la documentación sería más sencillo si todos lo hacían a la vez. El resultado no fue muy emocionante, Aburridas listas de facturas y pedidos. Sin embargo, sí hubo algo interesante, por pequeño que fuera. Todos los meses, una vez al mes, Tewfik alquilaba un camión. Siempre cada 28 días. Y justo la próxima noche en la que se cumplen los 28 era aquella en la que Yaleesha les había citado. Esto apoyaba la idea de que la chica decía la verdad, al menos al respecto de que algo ocurriría esa noche.

-Estoy pensando, amigos, que Yaleesha podría ser de fiar. Creo que podríamos acudir a la cita, al menos a observar y ver qué ocurre. Sin embargo... Yo no me siento con fuerzas. Ni creo que convenga que vayamos todos. Algunos deberíamos permanecer en la casa por... por si fuera necesario tener refuerzos dispuestos. ¿Qué os parece si Henric, Louis y Nick volvéis a salir esa noche y esta vez os acompaña Danielle?-

Henric asintió con la cabeza, tomando nota mental de tomar su revólver solo por si acaso.

—Será un placer. Me sentiré seguro siempre que el señor Nick esté con nosotros.

Miró a su buen amigo esperando su opinión.

Danielle escuchó atentamente el relato sobre lo que había ocurrido. Arrugó ligeramente el ceño y guardó silencio hasta que Mina propuso que a la próxima salida ella les acompañara.

- Sí, por favor. Ha sido desesperante estar aquí sin saber qué hacer y sin tener noticias vuestras - . A pesar de que podía ser peligroso, la joven exploradora se desesperaba sin nada que hacer. En ese momento recordó el telegrama y se llevó la mano al bolsillo. 

- Por cierto, Mina, esta tarde trajeron un telegrama. Está dirigido a todos nosotros, así que me tomé la libertad de leerlo y responder - . Dijo mientras lo sacaba y se lo extendía. - Es del Padre Ian Macconlom - . Especificó instantes después, al ser consciente de que la información de haber recibido un telegrama allí, podía saltar las alarmas de más de uno. Y más con todo lo que estaba ocurriendo.

- Tenía que haberme asegurado que ese hijo de puta moría miserablemente...

Las palabras abandonaron los labios del detective con amargura. Apenas deberían haber pasado del cuello de su camisa pero, por el contrario, se expandieron por la sala imbuidos en un eco propio de las casas deshabitadas hasta llegar a los oídos de todos los demás.

El detective no podía dejar de pensar en Brenda. En verdad, estaba realmente preocupado por el estado de salud de Mina, ¡qué demonios! Aquella situación era capaz de superar al más rudo de los tipos de pelo en pecho. Aquellas mujeres no se merecían acabar siendo pasto de aquella... oscuridad. Pero Brenda... si algo le sucediese a Brenda...

Nick había hablado para sí... tanto le daba si los demás le habían escuchado. Se arrepentía de no haber reducido aquel lugar a cenizas una hora atrás. Cuando aún existía la posibilidad. En circunstancias normales, el tipo debería haberse desangrado como el cerdo repugnante que era pero ya no podía darse nada por sentado. Acto seguido, dió una honda calada a su cigarro y miró fijamente a Louis y a Henric. Y, por fin a Danielle...

- Iremos... descansemos mientras tanto como podamos. Danielle, ¿estás segura de que quieres apuntarte?

Nick se imaginó la respuesta de Brenda a su comentario machista. Pero el detective era como era y si, tal como ella le recriminaba, el machismo estaba pasado de moda, entonces él era un jodido dinosaurio. Y esto le hizo sonreir.

- Bien... ¿qué se cuenta el pater?

Cuando Brenda tendió el telegrama a sus compañeros, todos ellos fueron capaces de leer lo que en él ponía.

REVISADO TEXTO CROMPTON STOP ADORADOR DEL FARAON NEGRO STOP SANTUARIO SECRETO EN LA PIRAMIDE TORCIDA DE DASHUR VIA DE COMUNICACION CON FARAON STOP SECTA DEL FARAON PELIGROSA STOP SE IDENTIFICAN CON ANKH INVERTIDO Y GARROTES CON PUA STOP POR FAVOR COMUNIQUEN SU ESTADO ACTUAL STOP PADRE IAN MACCONLOM

Al ver en estas palabras la descripción del bastón de ankh invertido y púa, alguno de los compañeros recién llegados sintió un escalofrío, al recordar la experiencia con Tewfik...

Sois conscientes de que no va a ser una visita de cortesía, esos tipos son muy peligrosos y están locos. Si vamos debemos estar preparados para cualquier adversidad, no me gustaría perder a ninguno de vosotros - su tono era oscuro el mismo que había tenido desde que habían vuelto de su visita nocturna
Nick estará de acuerdo conmigo que para que esto salga bien no debemos dejar nada a la improvisación.

—Después de lo ocurrido en esa casa... ¿Crees que no estarán esperando?

Había hablado en respuesta a Louis, pero al hacer la pregunta miró a Nick.

—En todo caso supongo que es la mejor opción. Esta vez llevaré mi revólver.

Dicho lo cual esperó por los planes de sus compañeros más aguerridos y aventureros.