Partida Rol por web

Las nieblas de Mnemósite

Sasuke - I

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17/02/2010, 14:40
Sasuke Lancaster

Sasuke vio cómo se alejaba su extraño nuevo (viejo) amigo. Estuvo tentado de decirle algo más, de preguntarle cómo sabría si estaba preparado o no, pero sospechaba que Sandalphon no le diría nada concreto. No hasta que llegara el momento. Tampoco sabía a qué se refería con lo de viajar, pero sospechaba que era otra de esas cosas que descubriría a su debido tiempo. A lo mejor el hombre tenía algún tipo de hechicería para enviarle un mensaje diciendo: "VETE P'A MARKUSHIAS, SO MEMO". O algo así.

Bien, en ese caso, se quedaría aquí y practicaría sus artes. Sería cada vez mejor ladrón, y más diestro como luchador, porque estaba claro que, fuera lo que fuera lo que Sandalphon quería de él, iba a requerir un puto huevo de entrenamiento. Y tenía que ignorar los sueños, que no se le olvidara; eso era algo en lo que tenía sobrada práctica, aunque ahora tuviera que hacerlo por razones opuestas a las que había tenido hasta ahora.

Pero lo primero era encontrar cambio para la moneda de oro. Luego se tomaría algo a mediodía, y vería si a la tarde o a la noche daba algún que otro palo. Esta vez, con cuidado de no provocar a criaturas de leyenda que se hicieran pasar por humanos.

Notas de juego

Respuesta: http://en.wikipedia.org/wiki/Dalek

Por lo demás, mola mi nombre Duk ;)

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18/02/2010, 10:49
Director

Pasaron tres días en los que todo pareció irle bien a Sasuke. Las bolsas que cortaba estaban llenas, las víctimas a las que atracaba se dejaban hacer temblorosas y la guardia ni lo olía. Tenía suerte. Pero como cualquier phaionense sabe, la suerte es cuestión de unas cuantas jugadas.

Sasuke se abstenía de echar mano en los comercios, porque solían estar protegidos por el Octavo Gremio, y despertarse una mañana colgado en un callejón era el destino menos halagüeño que podía imaginarse. Por eso se dedicaba a afanar a los recién bajados del barco, porque aún no habían tenido oportunidad de conchabarse con el Octavo Gremio. El ladrón robó un par de bolsas por la mañana y se fue a descansar a su refugio, una guarida que compartía con Fred y Palillo. Como ahora tenía pasta, tal vez fuese hora de buscarse una para él, por lo que pudiera pasar. Y además, aquel sitio apestaba.

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18/02/2010, 11:10
Fred

Entonces los despertaron con una patada en la espinilla. Sasuke abrió los ojos, mareado. Tenía la sensación de haber soñado con una cara en un árbol, pero se fue disipando tan rápido como un puñal en la oscuridad porque Fred le estaba gritando algo.

-¡Sasuke! ¡Imbécil! ¡Despierta! -Fred estaba histérico, y no había rastro de Palillo-. ¿A quién se le ocurre enfrentarse al puto Gremio, eh? ¿Dónde tienes la piedra?

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18/02/2010, 14:28
Sasuke Lancaster

- ¿De qué cojones me hablas? -respondió Sasuke con una voz sólo un poco más alta de lo normal mientras se levantaba del lecho y plantaba cara a Fred -No he robado más que los pardillos recién llegados a puerto, y ni se me ha ocurrido meter mano en los comercios, así que explícame: ¿qué coño se supone que le pasa al Gremio conmigo, y de qué puta piedra me estás hablando?

Justo cuando Fred iba a contestarle, algo en la mente de Sasuke hizo una conexión más, y el joven ladronzuelo tuvo que reprimir un escalofrío mientras decía:

- ¿Y dónde hostias anda Palillo?

No, le decía su instinto: no me va a gustar ni un peñazo la respuesta de Fred, sea cual sea.

Notas de juego

¡Sielos! ¿Saben los Weasley a qué se dedica su churumbel? :P

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19/02/2010, 11:13
Fred

-¡Palillo está muerto! Nos han encontrado por la calle y como no colaborábamos le han pegado un tiro en la tripa. Para cuando lo hemos podido llevar al cirujano estaba tieso...

Fred estaba más cabreado que triste, y apretaba los puños llenos de sangre seca.

-A ver, imbécil, a alguien has tenido que mangarle la bolsa que no deberías. Uno de los socios del Gremio tenía una piedra preciosa única o algo así, y te ha visto robándole. Se te ha acabado el chollo, chaval, ¡estás muerto! Y yo también si no devolvemos la piedra...

El otro ladrón se puso a revolver su ropa y echó al suelo la bolsa llena de monedas, pero sólo contenía eso, monedas.

-¡Joder! ¿Dónde la tienes?

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19/02/2010, 14:59
Sasuke Lancaster

Sasuke tardó unos segundos en digerir la noticia de la muerte de Palillo. No es que le tuviera cariño, ni le cayera bien, pero daba cierta impresión que el mierdecilla obsequioso que tanto le había martirizado cuando eran pequeños, y que tanto le había intentado hacer la pelota de mayores, se hubiera muerto de repente. Fred le ayudó a recuperarse cuando aprovechó su aturdimiento para quitarle una de las bolsas y vaciarla en el suelo (lo que iba a costar recoger eso, Abel Cristo fuera loado); cuando fue a arrebatarle la segunda, Sasuke le retuvo con la mano y le miró con dureza:

- ¡QUIETO AHÍ, JODER! ¡Yo sé vaciar mis bolsas sin que me manosees!

Acto seguido, cogió la bolsa, abrió los cordones, y vació su contenido encima del de la primera. Total, luego iban a tener que recogerlo todo igual.

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20/02/2010, 17:07
Fred

Monedas, monedas, un trozo de hilo, monedas. Nada de piedras. Es más, Sasuke no recordaba haber robado piedra alguna. De haberlo hecho no estaría probablemente allí, pasando frío en un sobrado mohoso en Hong Kwa, sino en Chavelle rodeado de putas caras.

-Ay, joder, no está -lloriqueó el pelirrojo-. ¡La madre que te parió! ¡La que has liado!

Fred pasó la mano por las monedas, frenético, pero no consiguió descubrir la piedra que podría ocultarse entre ellas. No había manera.

-Sasuke estamos MUERTOS. ¡En cuanto salgamos a la calle se nos cepillan!

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21/02/2010, 12:58
Sasuke Lancaster

Fred gimoteaba y chillaba aterrorizado, pero Sasuke no le prestaba atención. Tenía la mente concentrada en repasar los días anteriores, en recordar a la gente a la que había atracado entre su encuentro con Sandalphon y esa noche. ¿Había elegido, sin darse cuenta, a algún miembro del Octavo Gremio que viniera de otra ciudad para visitar a sus colegas locales? Tenía que revisar el botín que había reunido hasta ahora y fijarse bien en si había algo raro entre las monedas.

Mientras sacaba de su escondite la caja metálica en la que solía guardar una parte de sus ganancias, le dijo a Fred:

- Explícame cuántos eran los tíos que os atacaron a Palillo y a ti: qué aspecto tenían, qué armas llevaban, quién llevaba la voz cantante entre ellos. ¿Te dijeron dónde había que llevarles esa piedra, o algo así?

Abrió la caja y contempló su contenido, moneda por moneda. ¿Veía algún brillo sospechoso, o su imaginación le estaba jugando malas pasadas? ¿Y si la moneda de oro que le había dado Sandalphon era en realidad una piedra que sólo parecía una moneda? Mierda. se le estaba contagiando el terror y la paranoia de Fred, y no es que fuera un experto en disimularlo.

- Tiradas (1)
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21/02/2010, 21:11
Fred

-Había cinco. Nos dijeron que te estaban buscando, que quería la piedra. Palillo se puso chulo y uno se sacó una ballesta y le disparó en las tripas. Luego otro me apuntó con otra ballesta y me dijo que si no me largaba me iban a hacer una nariz en la garganta, y que buscase la piedra. Así que ya la estás buscando, capullo.

Sasuke, entre las monedas, no vio nada. Sólo eran monedas. Fred le tiró del brazo.

-Oye, ¿qué? ¿Nada?

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22/02/2010, 00:03
Sasuke Lancaster

- Pues no, no hay nada, PORQUE YO NO HE ROBADO ESA PUTA PIEDRA. -entre los lloriqueos y la falta de respeto de Fred, y la misteriosa amenaza de los matones del Octavo Gremio, Sasuke no sabía si estaba aterrorizado o cabreado. Como Fred estaba a su lado en aquel momento y le estaba hinchando los cojones cada vez que abría la boca, el segundo sentimiento dominaba sobre el primero por ahora, pero quién sabía lo que pasaría más adelante.

Lo que estaba claro, pensó al tiempo que metía los ahorros de la caja en su bolsa, era que iba a tener que coger este toro por los cuernos. Y tener junto a él a un Fred asustado (y puede que proclive a traicionarle a cambio de que el Octavo Gremio le perdonara la vida) no le iba a ayudar nada.

- Fred, será mejor que cojas todo el dinero que hay en el suelo, lo metas en una sola bolsa, y te busques otro lugar donde planchar la oreja por unos días. Si vuelves por aquí, no te quedes a no ser que haya pintada una cruz con tiza en la fachada; será la señal de que el sitio ya es seguro. Yo voy a intentar resolver el asunto de la piedra con el Gremio, a pesar de que ni la he robado ni tengo puta idea de cómo es... así que la cosa puede ponerse peliaguda, ¿me entiendes?

Cinco tíos, pensó, y dos con ballestas. Iba a ser complicado pedirles explicaciones.

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28/02/2010, 00:28
Director

Fred no se lo pensó mucho. Se agachó de inmediato para recoger toda la plata y cobre, y también algo de oro, y marcharse como una exhalación, nada más que con un tímido adios. En menos de cinco minutos la vida de Sasuke había cambiado para siempre. Estaba solo ante el peligro... y era mucho peligro. Nadie sobrevivía al Octavo Gremio. Phaion era su territorio, y si querían encontrarte te encontraban, y si querían matarte, te mataban. No había muchas opciones en lo que a ellos se refería, la verdad.

Sasuke había oído historias de ladrones que, a modo de castigo, habían sido colgados de una farola de lampyrdae o habían aparecido con partes de su cuerpo desolladas en un callejón. Las normas eran las normas y él las había infringido... o creían que las había infringido. Había sobre él un cuchillo que no tardaría en alcanzarlo, y lo sabía. Tendría que ser muy hábil para salir de esta.

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28/02/2010, 15:17
Sasuke Lancaster

Respiró hondo mientras se cambiaba de camisa y pantalón, guardando la vieja muda junto a su capa en la mochila; tenía que dar la sensación de que intentaba cambiar de apariencia para pasar desapercibido, y de que estaba fracasando miserablemente, si quería tener la más remota esperanza de que su plan funcionara. O al menos eso creía, porque cuanto más fabulaba su descabellado plan, más agujeros le encontraba; pero de momento era lo único que se le ocurría, aparte de la solución desesperada de coger el primer barco que saliera del principado y no volver jamás, y esa última opción la guardaba para cuando no hubiera más remedio.

Salió a la calle, temblando de frío y nerviosismo, mirando a todos los lados para ver si alguien le vigilaba o le seguía. Su objetivo ahora era encontrar un comerciante que le vendiera las cosillas que necesitaba para la siguiente fase de su plan: un par de frascos de aceite, una o dos antorchas, y yesca y pedernal. Y todo sin que ninguno de sus perseguidores le viera. Si no había nada abierto a esas horas, tenía que encontrar un lugar discreto para pasar la noche, porque estaba claro que el que hasta entonces había sido su refugio era el primer lugar en el que sus enemigos le buscarían; quién sabe, a lo mejor hasta habían seguido al idiota de Fred allí.

En ese caso, a lo mejor estaban siguiendo ahora a ese pobre diablo tras verle salir a toda prisa con una bolsa bien abultada. Ahogó la punzada de culpabilidad que aguijoneó su pecho ante ese escenario, razonando que no era seguro que fuera a ocurrir; y aunque pasara, Fred nunca había sido un amigo, sino un compañero forzoso de fatigas y pobreza. Además, él y Palillo le habían martirizado sin misericordia toda su infancia, y eso nunca lo había perdonado.

Qué diablos, a lo mejor había tomado una decisión retorcidamente inteligente, aunque fuera de puta casualidad, al darle el dinero a Fred y decirle que se largara. Aunque fuera una cabronada por su parte. Aunque fuera a provocar la muerte de alguien que, después de todo, había sido su aliado circunstancial.

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01/03/2010, 22:32
Director

La noche aún caía lentamente, la gente paseaba despreocupadamente y nadie parecía estar siguiéndolo para matarlo. Aunque claro, Sasuke sabía por experiencia que si a uno no lo veían era porque se estaba logrando lo que se buscaba: sigilo. En cualquier momento podría doblar una esquina y encontrarse con una daga clavada en el cuello. Pero debia jugársela, ¿no?

Encontró una tienda donde pudo procurarse los útiles que necesitaba. Al salir le pareció ver una sombra sospechosa, pero sólo era un cartel mecido por el viento.

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02/03/2010, 20:47
Sasuke Lancaster

Era hora de poner en marcha el siguiente punto del plan: tenía que dirigirse a una posada, lo bastante cochambrosa como para estar al alcance de su bolsillo y lo bastante discreta como para no hacer preguntas sobre sus inquilinos... pero no tan discreta como para no irle con el cuento a los tipos que le estuvieran buscando. Ah, y lo bastante cercana como para saltar de la ventana de la habitación al edificio de al lado y poder trepar hasta su tejado.

Adentrándose por callejuelas estrechas, con la diestra acariciando el mango de madera de la daga, aguzó los oídos en busca de cualquier ruido sospechoso que indicara que alguien le seguía. Cada paso que daba era tranquilo sólo en apariencia, con todo su cuerpo tenso, listo para dispararse en una carrera a la mínima señal de un perseguidor.

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04/03/2010, 17:12
Director

Sasuke se dirigió hacia la posada que reunía todas aquellas cualidades: El loto rojo. Pero mientras se acercaba allí se sintió observado. Alguien lo estaba siguiendo, seguro. Pero, por más que se daba la vuelta, no conseguía descubrir quién era. La gente iba y venía, cada vez en menor número según terminaba el día, mas la sensación de sentirse observado persistía. Quizás sólo fuera paranoia...

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05/03/2010, 10:15
Sasuke Lancaster

A Sasuke le daba terror pensarlo, pero era enteramente posible que la sensación instintiva de que le estaban siguiendo fuera totalmente acertada, y que el hecho de que no viera ni oyera a su supuesto acechador sólo fuera un signo de las limitaciones de sus sentidos. La sola idea hizo que su mano temblara al pagar al dueño del establecimiento, y convirtió sus pasos en una caminar vacilante tras el hombre mientras este le conducía a su habitación.

Una vez recibió la llave y cerró la puerta tras de sí, Sasuke no perdió ni un segundo en sacar uno de los frascos de aceite, una de las antorchas y el yesquero. Su terror creció al pensar en todo lo que podía salir mal con esa etapa, pero los recuerdos de cómo habían acabado otros infortunados objetivos del Octavo Gremio le ayudaron a vencer sus reticencias: nadie tenía por qué salir herido de aquello, excepto sus perseguidores, y confiaba en que a los primeros gritos todos los demás huéspedes del Loto Rojo pillaran la indirecta y salieran huyendo.

Con el oído aguzado en busca de sonidos de pasos, Sasuke derramó el contenido de uno de los frascos por el suelo de la habitación, frente a la puerta, con cuidado de no derramar nada encima suyo. Cuando hubo rociado lo bastante el lugar, cerró su mochila y la puso al hombro, sujetó la antorcha que había sacado entre sus piernas, apoyó la espalda sobre la pared al lado de la ventana, y sostuvo el yesquero frente al hachón, listo para soltar una chispa y encenderlo.

¿Cuánto tendría que esperar ahora?

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08/03/2010, 23:10
Director

Sasuke esperó y esperó, mas nadie vino. Salió de la habitación y vigiló, y desde la calle vio algo curioso.

Fred, su amigo pelirrojo, venía hacia el Loto Rojo con tres gorilas armados hasta los dientes. Señaló la posada y los gorilas se metieron en ella.

Cinco minutos después, la puerta de la habitación se abría...

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08/03/2010, 23:21
Sasuke Lancaster

En cinco minutos, pueden pasar muchas cosas. Por ejemplo, que un joven ladronzuelo salga del callejón desde el que vigila el Loto Rojo hacia el edificio que está al lado, y trepe por la cuerda que ha dejado colgando desde una salida de humos de hojalata, mientras farfulla airado:

- Hijodeputahijodelagranputatraidoryvendidocomemierdaseguroqueelmuycabronmeengañóyahorasellevamidineroyencimamevende aesostresmalnacidos...

También da tiempo a que, con las prisas y la ira nublándole la mente, se apoye mal al intentar subir al tejado y vuelva a caer, salvándose de romperse una costilla (o la espalda) gracias a que se agarra a la cuerda, ignorando el dolor de su roce en las manos lo mejor que puede, y vuelva a intentar subir, esta vez con más cuidado y el miedo y el mal humor desbocando su corazón en el pecho.

¿Daba tiempo a que lograra por fin subirse al tejado de la vivienda vecina, sacara una de las antorchas de nuevo y el yesquero, y se preparara para encenderla y arrojarla por la ventana abierta una vez sus perseguidores hicieran acto de presencia en su cuartucho? Mientras completaba la subida con torpeza, Sasuke se descubrió rezando que así fuera; a quién, no es que lo tuviera claro.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si crees que la meirdatirada de Trepar merece consecuencias más serias, me dices y lo cambio. ¿Tiro Sigilo/Ocultarse/las dos?

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09/03/2010, 23:10
Director

La puerta se abrió y sus perseguidores entraron. Sasuke lanzó la antorcha, pero tenía las manos quemadas por la cuerda y el dolor provocó que la trayectoria no fuese certera del todo. La antorcha rebotó contra la pared y prendió la cama, pero tardaría un rato en llegar al aceite. Los tres tipos, alarmados por la trampa de Sasuke, se lanzaron hacia la ventana.

-¡En los tejados! ¡Ahí está el hijoputa!

El primero fue empujado por el segundo y dio un salto hacia el tejado, agarrándose con las dos manos a él y haciendo por trepar arriba. Mientras, desde la habitación, un tercero apuntaba a Sasuke con la ballesta.

Cargando editor
09/03/2010, 23:31
Sasuke Lancaster

Muy a su pesar, Sasuke iba a tener que dejar pasar la oportunidad de patear al tipo que ahora se debatía al borde del tejado tratando de subir por evitar que el ballestero tuviera un blanco fácil. Maldijo su mala puntería con la antorcha y retrocedió hacia el otro extremo del tejado, agachándose al tiempo hasta verse retraído sobre sí mismo, con su pecho pegado a las rodillas; así esperaba ofrecerle al matón un perfil más difícil de acertar con sus virotes, y al tiempo tener las piernas en posición para reaccionar en cuanto el otro consiguiera trepar.

Con un poco de suerte, se podría posicionar para que aquel mentecato tapara la visión del ballestero y le impidiera dispararle... si es que el malhechor no fallaba antes, o decidía huir de las llamas antes de que alcanzaran el aceite de la puerta y le cortaran el paso.