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Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Alia se alegró de ver a Vanesha mejor, aunque la verdad es que no había sido nada oportuna ella no sabía antes de entrar de que estaba con Greta ¿o las habría escuchado a ambas? Bueno el caso era que ahora estaban allí las tres y tenía que decir algo al respecto de lo que le había pedido Vanesha. Vaya Vanesha, me alegro de que estés mejor, claro que avisaré a Berta pero dame algo de tiempo ahora mismo como ves estoy con Greta miro a Greta para ver cual es su reacción al respecto

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Vanesha sorió feliz, ante la inminente posibilidad de poder por fin abandonar aquellos aposentos. Sin duda su aspecto era mucho más saludable. Quizás algo más pálida por la falta de sol y algo más delgada debido a aquellos caldos y comida ligera obligada a tomar durante su convalecencia, pero sin duda repleta de energía. Asintió ante la petición de Alia y nuevamente realizó una reverencia, escapándosele incluso un pequeño saltito, mientras retrocedía, mirando a ambas damas, para que se entendiese que su inclinación iba dirigida a ambas, al igual que su despedida.

-Con humildad...- Dijo retirándose a sus aposentos a esperar a la ansiada Berta.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Greta primero se sorprende pero luego parecé molesta mirando por un instante a las dos aunque acabando con la mirada en Alia.

Con un tono con un punto de autoridad. – Parece que a Vanesha le cuesta mantenerse en pie. Mejor vigila que no caiga y ayudala ya avisaré yo a Berta.

Sin daros tiempo a objetar nada llega hasta la puerta. – Me alegro de verte otra vez en pie aunque ha sido una autentica sorpresa tu presentación.

Una vez ha salido se gira mirando sobretodo a Alia. – Ahora avisare a Berta indicándole que Vanesha estará aquí o en los aposentos de su padre.

Al salir cierra la puerta.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Una vez Greta se ha ido, me acerco a Vanesha y le sonrio Veo que te encuentras mejor, ha sido una grata sorpresa aunque y señalo a la puerta con complicidad y susurro como ves has interrumpido una conversación interesante y le guiño un ojo. De hecho creo que se ha molestado conmigo por no avisar de que estabas ahí al lado.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Vanesha dio un pequeño respingo hacia atrás ante la apresurada salida de Lady Greta, con los ojos muy abiertos. Una mezcla de sorpresa y susto ante aquella reacción tan cortante. Miró a Alia con con desconcierto mientras la ofendida se alejaba. Tras las palabras y gesto desenfadado de Alia, Vanesha se encogió lentamente de hombros, haciendo unos ligeros pucheros, típicos de un "qué sabía yo".

- Es queee...Lady Alia...- Dijo arrugando la naricilla y entrecerrando los ojos. -Era eso o terminar de escuchar toda la conversación- dijo en un tono que no carecía de cierta picardía y complicidad.

Pero estaba demasiado contenta y ansiosa por salir de allí como para que aquello le turbase más de unos segundos, si es que realmente le había turbado, aunque se detuvo un momento pensativa. -¿Y mi padre, Lady Aria...cómo se encuentra?- Preguntó con cierta preocupación casi comenzando a caminar hacia sus aposentos mientras extendía la mano paratomar la de Alia, como si temiese ir sola por miedo a ser reprendida por haber abandonado su habitación sin ser vista por Berta.

-¿Podría ir a verle?- Cierto era que la pregunta estaba lanzada, pero la decisión tomada. La muchacha se acercó a Alia y la tomó de la mano tirando de ella con algo de prisa, más que con fuerza, para enroscar luego su brazo en el de ella. De camino, miró con cierta extrañeza a Alia como sorprendida. -Estáis muy hermosa hoy Lady Alia...- Afirmó sorprendida por su indumentaria, que solía ser de un caracter más marcial. -¿Estamos de celebración...?-

Se paró un instante en secó llevándose la mano a la boca y emitiendo un leve gemido agudo, con los ojos exageradamente abiertos. Aún sujeta del brazo de Alia, se acercó como si hablasen confidencialmente. -¿Ya es el día del nombre de Lady Selyse?- Preguntó llevándose de nuevo la mano a la boca con incredulidad. -¿Cuánto...cuánto tiempo he estado...?-

No terminó de formular la pregunta mientras empezada de nuevo a caminar algo más despacio, como tratando de asimilar el contexto.

— Si hacerme un hombre significa no poder abrazar a mi abuela prefiero ser un niño por siempre. — Dijo para acto seguido abrazarla. Alcanzar la madurez implicaba muchas cosas, pero si una de ellas era no mostrar sus sentimientos hacía su querida abuela prefería no alcanzarla y permanecer como un crío.

Cuando le comentó que iba a visitar a su madre y preguntó por el abuelo recordó que había algo más que tenía que decir. — Cierto, se me olvidaba. Dijo que ya podíais subir a vuestros aposentos y que no os preocuparais por él, que Lord Kevan le ha hecho llamar. — Pensó en añadir lo de que no iba a dedicarse a perseguir doncellas por el castillo, pero no lo creyó conveniente y no estaba seguro del todo de sí realmente no iba a perseguirlas. También se quería mucho a su abuelo, pero ya le conocía... Y a su último consejo respondió:

— No temas, abuela. No busco ese tipo de relación en una mujer. — Usar su posición social para tener mujeres a sus pies no era su método, aún no tenía ese tipo de necesidad y si la tenía... Bueno, si la tenía también tenía un par de manos con las que saciarlas. Pero eso no se lo diría a su abuela. — Además, desde que conocí a Alia sé que tan peligrosa puede ser una mujer. — Añadió con una media sonrisa, no por nada le había pedido a ella que la instruyera en el combate junto a Cedric.

Ante tu abrazo tu abuela se emociona y se le escapan un par de lagrimas anque logra controlarse después de décadas de controlar sus emociones en público.

Cuando os separáis asiente ante tus palabras. Si duda de donde este, o haciendo que, su esposo no eres capaz de percibirlo.

Tus últimas palabras la hacen sonreír. – No querido Zane, ya se que nunca te aprovecharías pero puede ocurrir que la pasión se desate, – esto último te suena a certeza por su parte, – puede que tu padre se sintiera ofendido por ella y quisiera castigarla si no la considerara digna de ti como hijo suyo. En ese caso enviámela.

Separándose un poco. – Voy ahora con tu madre antes de que sus deberes la requieran. Vaya Greta se dirige también hacia allí y parecé que tiene prisa.

Derek se quedó un momento helado, no entendía que había sucedido hacía un momento estaba riéndose y ahora todo se había deteriorado. Salió asustado detrás de sus primos. - Prima! Prima! Lo siento, a veces me comporto como un idiota cuando me pongo nervioso y sólo se salir con tonterías que se me ocurren para intentar hacer reír a la gente. - Intentó alcanzarla antes de que bajara las escaleras - Os juro que estoy agradecido por vuestro aviso primos, no hay nada más importante que tener la información a tiempo o las consecuencias podrían ser dolorosas. Perdonad mis salidas de tono producidas por mis nervios y bajemos a tomar un vino junto al resto. Tal vez quieran que algunos salgamos a vigilar movimientos y de ser así tengo muchas papeletas.- Dijo ahora ya con voz seria.

Lord Steven Ferragut asiente ante tu descripción sobre Lady Lysa aunque parecía esperar algo mas concreto.

Estos mismos asentimientos no son tantos ante la exposición de la situación de poniente interviniendo aquí si. – No olvidéis Milord que Lady Lysa es la cuñada de Lord Eddard Stark e hija de Lord Hoster Tully. Ademas contaría con mucho apoyo en el Valle, este lucho con todas sus fuerzas sin reservas por el pupilo de Lord Jon Arryn. ¿Donde estaban los banderizos de Robert Baratheon? Lo único que mantuvo fue Bastión de Tormentas y ni siquiera después de la victoria del Tridente y que se sentará en el Trono de Hierro las fuerzas de su casa lograron nada. Tuvo que bajar hasta sus puertas Lord Eddard Stark con sus norteños para liberar al gran general de la guerra Stanis Baratheon.

Tomando un sorbo de vino de su copa. – Lord Jon Arryn se sentía recompensado con ver a quién consideraba como un hijo sentado en el Trono de Hierro y el siguiendo aconsejándolo como su Mano del Rey. El Valle no gano nada mas que ese honor, Rocadragón le fue entregado como recompensa a Stanis Baratheon, ¿por su gran papel en la guerra?

El que le pidáis que tenga las tropas de su casa preparadas y que también lo este si hay una convocatoria del Nido de Águilas dirías que lo esperaba aunque no puede ocultar su desconcierto por vuestras palabras finales.

– ¿Disculparme pero a quienes os referís de vuestros hijos y mis nietas?

Seguramente llevan años mi esposa con su hija planificándolo y no se han molestado en decírmelo.

Una vez más Zane asintió a las palabras de su querida abuela. Insistió para sí mismo en que no creía posible que fuera a dejarse llevar por la pasión y cometer algún tipo de locura que pudiera perjudicar a la familia o a él mismo, pero tampoco perdía nada por prometerle a su abuela que si algo así llegaba a pasar mandaría a su amada con ella, por mucho que pudiera dudarlo.

— Entonces que os vaya bien, abuela. — Dijo deseándole la mejor de las suertes. — Seguramente Greta también quiera charlar un rato con madre, yo aprovecharé para dar una vuelta por ahí y ver en que puedo ayudar. — Despidió a Lady Nancy con un gesto de cabeza y una sonrisa, luego se dispuso a emprender un paseo por los patios para ver si había algo que hacer. Antes de marchar también miró avergonzado a las doncellas de antes, sentir que alguien podía estar mirándole le hacía sentir algo incómodo.

Al oír tus pasos y tus palabras tus primos se detienen para mirarte. Notas que la mirada de tu prima es de todo menos amistosa. Comienza a abrir la boca pero la cierra al notar la mano de su hermano en su hombro. – Puede que vengan días muy difíciles Joanna, no creo que nos podamos permitir enfrentarnos entre nosotros.

Notando que la Joanna sigue muy tensa te dice a ti. – Mejor lo dejamos por ahora Derek, nosotros tenemos que prepararnos para la cena y descansar un poco llevamos desde el amanecer cabalgando.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Alia sonrió Así es Vanesha, hoy es el día del nombre de lady Selyse. Con la mano de Vanesha cogida Espera, ya tendrás tiempo de ver a tu padre, primero esperemos aquí, que Berta viene para examinarte. No vaya a ser que se confunda.

Y muchas gracias por el piropo, este vestido lo guardo para ocasiones como esta, me alegro que te guste.

Si quieres luego hablamos más tranquilas sobre la conversación con Greta... 

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Asintió algo decepcionada pero  consciente de que, quizás más ese día, no era adecuado ver a una chica que había estado convaleciente en blusón y desaliñada rondando por los pasillos del castillo. Así que simplemete prefirió dejarse guiar.

-Como queráis...- Respondió ante el último comentario de Alia sobre el "incidente". -...pero estad tranquila. No es mi intención ir pregonando nada de lo escuchado. Entiendo que debieron ser momentos difíciles para Lady Greta.- Dijo en un tono suave y confidencial.

Tampoco pareció darle más importancia a aquello que en principio zanjó, al menos de momento, con una sonrisa de aprovación. Miró a su alrededor con cierta curiosidad disimulada con educación. No dejaba de estar en la habitación de la Espada del Lord. Una mujer que ponía en entredicho la creencia de que las armas, era cosa de hombres.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Al cabo de unos minutos oís que llaman a la puerta y la voz de Anna la mayordoma preguntando por Vanesha. Cuando les abrís veis que también entra detrás Berta con cara de sorpresa acompañando a Anna que muestra una cara de preocupación y alegría a la vez.

Al ver delante suyo a Vanesha con evidentes muestras de haberse acabado de levantar se acerca a ella abrazándola ignorando el intento de Berta de frenarla.

– ¿Te encuentras ya bien Vanesha? No te imaginas las ganas que tenía de que te restablecieras. – Girando la cabeza hacia Berta que parece algo molesta. – Lo siento Berta ya se que incumplo mis propias ordenes pero no he podido controlarme de la alegría.

Una vez mas sosegada se separa un poco de Vanesha mirando un poco enrojecida a Alia. – Disculparme señora estamos en su habitación y ni siquiera os he saludado.

Pero sin esperar respuesta se gira hacía Berta. – Adelante examinarla para comprobar si debe continuar aislada o ya puede ocuparse de sus tareas.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Vanesha devolvió el abrazo a Anna, retirándose poco después asintiendo con una sonrisa a la pregunta de ésta, y un ligero y rápido balanceo de cabeza.

Miró entonces a Berta igualmente sonriente, aunque nerviosa, deseosa de recibir buenas noticias de la sanadora. Se colocó frente a ella dispuesta a recibir las instrucciones pertinente para realizar el examen que considerase necesario.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

A Alia le gustó la reacción de Anna por la mejoría de Vanesha, tanto que no se percató de que no la había saludado hasta que ella lo mencionó No te preocupes Anna, lo importante ahora como dices es que Berta nos confirme lo que todos deseamos saber.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

- Rocadragón se le entregó a Stannis Baratheon para que se sintiera útil y no diera problemas a su hermano. Si Lady Lysa siente o piensa que se la tenía que haber recompensado con algo más, es algo que tiene discutir con el Rey. Y si nos convoca para que renovemos los votos que hicimos, lo haremos. No le demos más vueltas Lord Steven, disfrutemos de los pocos momentos de calma que nos quedan.- dice negando y levantando un poco las cejas resignado.

- Pues la verdad es que no tenía pensado en nadie en particular, solo lo comentaba porque los muchachos ya empiezan a tener una edad, y no creo que se avecinen buenos tiempos. Pensároslo, solo eso.

- Voy a mandar preparar ya el banquete para cuando lleguemos esté todo preparado, Lord Steven.