Partida Rol por web

Media mañana del día 18 del octavo mes del año 298.

Roland espera con su inseparable amigo Brazh la llegada de su abuelo Lord Steven Ferragut bajo la sombra de unos pocos arboles en la separación de las tierras de las dos casas. Has venido con vuestra mejor unidad, el pelotón del sargento Luther.

La polvareda levantara por las monturas os da tiempo a levantaros y presentar un airé marcial. Te esfuerzas al máximo mas temiendo los inquisidores ojos de tu abuela que los de cualquier otro de su comitiva, mientras Brazh y Luther están hasta el último instante revisando que el pelotón este impecable y ninguno debido al calor se halla aflojado la armadura.

A medida que se acercan reconoces a tus abuelos, tu tío Normand acompañado de sus hijos Stuart y Joanna, a su lado Sharra que no ha querido perderse la excursión.

Justo detrás de ellos cabalga también en un destrero Karl el Capitán de la guardia de la casa Ferragut.

Justo tras Karl hay ocho jinetes, seguidos por tres pelotones de infantería a pie. Cuando llegan a vuestra altura los dos jinetes que van delante de la columna os saludan respetuosamente en silencio esperando a un lado a sus señores para que les des la bienvenida en vuestras tierras.

Cuando tus abuelos que encabezan la comitiva llegan a tu altura se detienen haciendo lo mismo el resto de la columna.

Notas en tu abuelo una mirada evaluadora como cuando el Maestre Gilbert esperaba que le dijeras la lección, en cambio la de tu abuela es divertida

Por los alrededores, vigilando el lugar también se encontraba la banda de leales de Brazh. No se habían presentado allí ante el Lord, porque lo de ellos no eran ese tipo de formalidades.

Roland se acercó a su abuelo con el caballo, haciendo una reverencia y acto seguido comenzó a hablar con la cabeza bien alta:
- Bienvenidos seáis a nuestras tierras Lord Steven, primero de su nombre, y señor de la casa Ferragut y Lady Nancy.- No pudo evitar mirar con ternura a su abuela, de la cual tenía muy buenos recuerdos de la infancia, y dedicarle la mejor de sus sonrisas.- Veo que te conservas muy bien abuela, tan guapa como siempre.- Luego cabalgó e hizo una reverencia a Normand y a sus hijos.- Es un placer tu presencia en nuestras tierras tíos. Stuart, ya no somos los críos de antes que jugábamos al escondite en la arboleda. Me alegra ver que también estás hecho todo un hombre. Y hablando de crecer, aquí tenemos a Joana. Ella si que se ha hecho toda una mujer. Además he oído que sois buena con las armas. Quizás estos días podría tener el placer de entrenar con vos. Bienvenidos seáis también primos.- Se agachó un poco para acariciar al gatosombra de Joana.- Es preciosa, casi tanto como la dueña- Sonrió alzando la vista hacia Joana. Después regresó junto Brazh y la escuadra de Luther sonriente.- Este es Brazh, el capitán de la guardia de la casa Falcon y este es Luther, el teniente de esta escuadra.- Miró para los animales que acompañaban a Brazh y a Roland.- Bueno, y estos son Draco (el mío) y Sombra, dos de nuestros mejores soldados.- Soltó una pequeña carcajada. Luego su mirada se centró en los alrededores.- Y los que están peinando el perímetro son unos intrépidos guerreros procedentes de más allá del Mar Angosto, aunque aún no dominan muy bien nuestra lengua.

Tu abuelo responde a tu saludo con otra reverencia. – Gracias por venir a recibirnos, cada año tienes un aspecto mas marcial.

Lady Nancy se muestra ufana por tus palabras. – Vaya que gallardo, puede que tenga algo que proponerte, ¿no estarás prometido ya? Mientras tu abuela te habla percibes una mirada asesina y diversas risas ahogadas.

Ves a tu tío Normand con la cara como si estuviera aguantándose la respiración que corresponde a tu saludo con una reverencia. Tras el tus primos están hablando en susurros que se cortan al verte Joana y silenciar a su hermano con una mirada de advertencia, logras oírle a Stuart – … peligro.

Cuando se percata que estas a su lado se le nota turbado y apenas logras sacarle unos gruñidos de aceptación.

Notas la furia contenida de tu prima y como la mano derecha que sostiene su lanza de caballería se pone blanca. Logra hacerla desaparecer cuando ve que intentas acariciar a su compañera. – No, Sharra no pasa nada.

Al girarte hacía delante ves a tu abuela con una expresión tan radiante como nunca habías visto.

La voz de tu abuelo te hace mirarlo. – Prosigamos hace horas que partimos y hace mucho calor ya hablaremos una vez nos refresquemos con una buena jarra de cerveza fresca.

Sonrió al comentario de su abuelo acerca de su aspecto. Cuando Lady Nancy habla del matrimonio Roland presta especial atención. Llevaba unos años esperando a que su padre le encontrara prometida, pero este tenía muchas expectativas.- No abuela, no estoy prometido, más tarde en el castillo podemos hablar del tema si así lo deseáis.

Notó que algo pasaba, y se le estaba ocultando. La conducta de su tío y de sus primos era bastante más extraña que de lo normal, y el comentario a medias que oyó no le dejó tranquilo. Cuando Joana agarró fuertemente la lanza, Roland la miró divertido.- Tranquila prima, solo quería ver a tu compañera.

Las palabras de su abuelo dejan a la vista el efecto del paso de los años y los achaques de la edad.- Tú y abuela podéis venir conmigo, Brazh y su escuadra y así no tendremos que ir al ritmo de la infantería. Luther y su pelotón pueden escoltar a tus hombres hasta el castillo. Normand, Stuart y Joana pueden hacer como quieran.

Media mañana del día 18 del octavo mes del año 298.

Antes de que señales en dirección al grupo de gladiadores de Meereeen Sharra ya bufa en su dirección en tensión colocándose entre ellos y Joana pero sin apartarse. Ante la señal de alarma emitida por Sharra todos los lanceros colocan las lanzas en posición mientras la infantería desenvaina las espadas esperando ordenes también.

Brazh es el primero en reaccionar colocándose entre la columna y los extraños que acaban de aparecer con toda su calma y enseñando sus manos sin ningún arma. – Tranquilos, no pasa nada son unos gladiadores de Meereen que se podría decir que en una confusa noche, cuando hicimos el viaje para conocer mundo, mi señor Roland adopto y después me adjudico.

Negando con la cabeza mirando a Roland. – Lord Kevan siempre hace que les encarguemos alguna misión de exploración cuando espera visitas, pero esta vez Roland no le nombro que los emplearía para recibiros como pide cada año.

Mirando primero a Lord Steven Ferragut en primer lugar. – Me deje llevar por nuestra amistad sabiendo lo orgulloso que esta de ellos. Ahora soy consciente de que cometí un error en no recordar a Lord Kevan de cuales eran sus ordenes para ellos. – Mientras se disculpa su mirada recorre toda la columna para que sepan que se disculpa ante todos ellos.

Una vez se ha disculpado con los Ferragut y sus soldados se queda de cara a Luther. – Eres nuestro mejor sargento y por eso hace años que te encomendamos escoltar a nuestros visitantes. Sabes que esas ha sido siempre las ordenes de Lord Kevan, y esta vez también lo fueron.

Finalmente mira a Roland. – Son buenos combatientes y están en buena forma, ¿pero como pretendías que siguieran el ritmo de la caballería al trote yendo a pie?

Lord Steven Ferragut asiente ante las explicaciones del capitán de la guardia. – Se lo que es la amistad y los olvidos que cometemos a veces por ella. Intentando que no se le escape una carcajada, – nieto esta noche nos debes por el susto el relato de como los conseguiste. Nada mas acabar de hablar vuelve a poner al paso su caballo reanudando la marcha toda la columna.

Brazt se entretiene un poco dándole instrucciones a Roos para que sigan la columna pero fuera de la vista de los demás.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Llevabas bastante tiempo mirando a la espera de ver aparecer la columna de los Ferragut. Finalmente cuando estabas a punto de bajar a beber alguna cosa ves una nube de polvo que sólo la pueden provocar docenas de pasos avanzando hacía el castillo.

No puede ser otro grupo que el de tus otros tíos.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Estás con la Catelyn en las cocinas junto a una gigantesca mesa donde están colocando los distintos platos preparados para servir en el banquete. Estáis comprobando que todo este delicioso pero tu tienes la obligación de vigilar que tu hermana pequeña no pruebe todas las cosas, algunas salsas son muy fuertes y podrían hacerle daño.

En el momento que estas degustando unas empanadas de jabalí con salsa de rovellons te pican en la espalda. Al girarte ves a la Sharra que es evidente que ha venido corriendo.

– Mi... señor Za...ne…. La seño….ra Martha… me ha deja...

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Zane se encontraba junto a su hermana pequeña Catelyn. Como de costumbre él se estaba encargando de que cada uno de los platos estuvieran deliciosos, aunque muy en el fondo también lo hacía para conocer los platos que habría en el banquete y ponerse las botas degustando cada una de aquellas delicias. En esta ocasión se había traído consigo mismo a Catelyn, normalmente ella solía centrarse en los postres ya que amaba todo lo dulce pero esta vez también se atrevió con algunos de los platos principales como la jugosa empanada de jabalí con salsa de rovellons.

— Uy, cuidado, cuidado, cuidado... — Con un pañuelo limpió algunos restos de salsa de los morros de Catelyn. — Si nos manchamos nos castigarán. — Su misión era vigilar que su hermana no tomara algo que pudiera sentarle mal y asegurarse de que ninguno de los dos se manchaba.

Después de un segundo bocado a la empanada sintió como alguien picaba su espalda y le llamaba. — Ah. Hola Sharra. — Saludó y sonrió, como hacía de costumbre. — Tranquila, primero respira y luego habla, ¡sino no entiendo lo que me dices!

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Derek estaba apoyado en la muralla exterior aburrido de tanto esperar. Sabía que la visita era importante por lo que había decidido avisar a todo el castillo a tiempo para poder hacer un recibimiento pues así lo había deseado Lord Kevan. La espera lo había dejado cansado y sediento así que consideró bajar de la torre y beber de uno de los barriles de agua que tenían los guardias en el piso inferior donde se mantenía fría para su consumo. Junto a él estaba otro guardia, Junker, en silencio tras haber estado discutiendo sobre los posibles usos que los perros de caza podrían tener en una batalla en los pantanos cercanos. Si algo aparecía el Junker no tardaría en descubirlo. Despegó los brazos de la muralla y cuando iba a darse la vuelta para visar a su compañero de torre una nuve de polvo a la lejanía captó su atención. Parecían nuves provocadas por carros y caballos, siendo esta una comitiva de un tamaño decente. - Parece que ya vienen - dice sonriendo a Junker, al menos tendrían los soldados algo en lo que despejar su monótona guardia.

Derek se apartó de la torre para bajar a la muralla principal donde buscó a un guardia de patrulla pues quería que Junker se quedara vigilando. - Avisad a Lord Kevan e informadle que el polvo de la comitiva ya se alza por encima de los árboles del camino - Dicho esto DereK continuó su descenso hacia el patio del castillo. Allí comenzó a enviar guardias y mozos al resto de la familia Falcon pues ellos debían ser los mínimos que aparecieran a recibir la columna de su abuelo. Tras eso y con aún tiempo dio aviso a que los guardias encargados de formar tras los nobles se presentaran en el patio con los mejores estandartes e impecables armaduras.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Sharra se tranquiliza lo suficiente para beber un trago de un jarra ya que de la alocada carrera tiene la garganta seca. Cuando se da cuenta esta bebiendo cerveza en lugar de agua y lo mas rápido que puede se limpia con la lengua la espuma de sus labios.

– Disculparme mis señores. La Señora Martha me ordeno que esperara en el patio a que avisaran de la llegada de los señores de la casa Ferragut. El señor Derek acaba de avisar que ya llegan.

Se acaba de limpiar la boca con un pañuelo mientras te mira suplicante señalándosela y el lugar donde esta Martha que ha tendido el motivo de la carrera y esta preparando jarras con cerveza fresca para los miembros de la casa Ferragut.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Alia estaba algo inquieta, era un evento importante y quería estar a la altura. Así que se puso su armadura acolchada, la cual había limpiado con anterioridad, se armó con su espada corta de gran calidad y con su daga de parada y se puso a esperar en el patio de entrada.

Derek por fin dió el aviso de que se acercaban por lo que buscó donde posicionarse en el patio para un adecuado recibimiento.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Zane alzó un poquito la mano y quiso tratar de detener a Sharra. — Sharra, espera, eso es... — Pero del trago que le dio a la cerveza ya era demasiado tarde como para detenerla. Cuando vio que ella misma se había dado cuenta de su error soltó una risilla y atendió a lo que decía. Al parecer Martha le había ordenado que esperara en el patio a la llegada de los Ferragut y si había venido aquí con tantas prisas quería decir que ya estaban apunto de llega.

— No hay problema, gracias por avisarnos. — Miró a su hermana y le tendió la mano. — Vamos, Catelyn, nosotros también tenemos que ir a saludar a nuestros abuelos. Vamos. — Añadió finalmente para Sharra y la siguió allá donde tuviera que llevarnos.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Cuando finalmente se abren las puertas del castillo nadie se alarma ni pregunta que ocurre ya que todos loas residentes sabéis cual es el motivo. Hoy es el día nombre de Lady Selyse pero esta tradición comenzó hace casi tres siglos con Lady Alaysha. Ha ido variando el día haciéndolo coincidir con el día del nombre de la Lady que en ese momento ocupa el cargo.

Martha que es normalmente inflexible en las cocinas permite que todas las mujeres a su cargo estén también presentes en la ceremonía. Anna por su parte, aun sin la fama de dura de la jefa de cocinas, también ha indicado a las sirvientas que podían asistir en el patió. No siempre las sirvientas de mas baja categoría han podido asistir y están muy agradecidas por ello.

Al entrar los soldados de la Casa Ferragut forman delante de donde se encuentran Lord Kevan y Lady Selyce. Mientras los de la casa Falcon rompen la formación al entrar cediendo el protagonismo a los de la casa banderiza.

Estas unidades no son los peltonos usuales ya que están formados por reclutas que el año pasado no formaban parte de las tropas de la casa y los mas veteranos de cada una de ellas. Todos los soldados de la casa Ferragut desde los tiempos de Alaysha han pasado por esta ceremonia.

Una de las mas emocionadas del patio de armas es Lady Nancy Royce que aunque nunca ha tenido la voluntad de ceñir una espada si que la lleva en este acto.

Una vez los sargentos acaban de revisar a sus pelotones se lo comunican a Karl, el capitán de la guardia de la casa Ferragut y este Lord Steven y su esposa. – Mis señores sus tropas están preparadas.

En el centro de la formación hay diez soldados de caballería entrenada como batidores con las lanzas de caballería engalanadas con pequeños blasones de los Ferragut. A su lado derecho están los la infantería que desempeña funciones de guerrilla equiparos la mitad como infantería y la otra como guerrilleros. Al izquierdo el pelotón de guarnición con funciones de apoyo. Repartidos en los dos extremos el pelotón de infantería con funciones de ballesteros.

Ahora ya puede obviar que es a su hija a quién presta el juramento, los primeros años años le costaba por la emoción. – Lady Selyce como actual Señora de la Casa Falcon, la Casa Ferragut os reitera el juramento que le hicimos a Lady Alaysha cuando su propia casa se dividió entre quienes la aplaudían por proteger a sus súbditos y quienes la acusaban de haberlos deshonrado. La Casa Ferragut se puso completamente de su lado inclinado la fuerzas a su favor y teniendo que marchar los que pretendían echarla fuera.

– Desde aquel día, – cuando Lord Steven Ferragut desenvaina la ancestral espada bastarda de los Ferragut “Porta juramentos” que refulge en un color azulado que revela que es de acero valyrio todos sus soldados y su familia lo hacen. – Como cada año el día del nombre de quién sea la Lady de la Casa Falcon cuenta con nuestra protección. Ella nos defendió de aquél ejército y nuestro lema siempre ha sido “NOSOTROS NOS DEFENDEMOS.”

La última frase es coreada por todos los Ferragut especialmente por las emocionadas Lady Nancy Royce y su nieta Joana. Hasta Martha no puede evitar que alguna lagrima recorra alguna lagrima. Berta recorre los rostros de las mujeres buscando las mas emocionadas para ofrecerles una infusión en los días siguientes. Algunas sabé que se la solicitarían pero que otras jamas se atrevirían por si no fuera necesario y después ya no sería efectiva.

Lady Selyse toma la palabra con la fuerza de la costumbre. El primer año se le hizo extraño que le prestaran el juramento en lugar de hacerlo. – Os lo agradezco pero como ha sucedido desde aquellos lejanos días el que la Casa Ferragut hiciera ese pronunciamiento basto para que las armas no llegaran a derramar sangre.

Preparado y pulcro para la ocasión, desarmado totalmente, Lord Kevan esperaba a su casa banderiza en el patio de armas con su mujer al lado, radiante como siempre.

Cuando la comitiva empezó a entrar en el castillo, cedió todo el protagonismo inicial a su esposa, pues los banderizos le juraban lealtad a la casa ante su esposa y no ante él. Una tradición que le costaba un poco de digerir pero que acataba para contentar a su esposa.

Tras terminar el protocolo, Lord Kevan dio un paso adelante abriendo los brazos amistosamente y sonriendo a todos los Ferragut.

- ! Sed todos bienvenidos a la humilde morada de la Casa Falcon. Pan y sal para todos, cerveza para que os refresquéis y agua para las monturas!.- dijo mirando al servicio para que atendieran a los invitados. Mientras, se fue acercando a Lord Steven- Lord Steven, encantado de poder recibirte y hospedarte un año más, junto a todos los tuyos. Esta noche cenaremos ambas familias juntas en mi salón para que podamos gozar de las viandas y entretenimientos.- dijo dejando pasar al Lord hacia dentro del castillo, pero cuando se disponía a entrar, apartó la mano mirando a todos y cada uno de los presentes.-

- Siento comunicaros que en el castillo solo se permite estar armado con armas de guerra a la guardia y al castellano. El resto, tanto Falcon como Ferragut, tendréis que dejar las armas en el armería, donde serán custodiadas por el castellano. Vos, lord Ferragut, podéis dejar vuestro arma en vuestra habitación sin duda. Sólo están permitidas dagas ornamentales.- su gesto se había tornado bastante más duro y poco conciliador, el que se le torna cuando no acepta un no por respuesta.

La presencia de los gladiadores la sigue intranquilizando a Joana que nada mas acabar la ceremonia mira hacia todos lados buscando donde están.

Busca la mirada de su hermano pero este esta observando a las sirvientas que han quedado tan emocionadas. Hace años que es consciente de lo que expresan con sus miradas pero esta vez ella no se siente segura.

Ya no soy una niña pero me estoy comportando como una solamente mi hermano no se lo dirá a los demás.

Al bajar de la montura le entrega las riendas a uno de los jóvenes del pueblo que han contratado expresamente. Saca un par de manzanas y se las da. – Cuando me la traigas mañana le das la otra y yo te daré una luna.

Se acerca a su hermano cogiéndolo del brazo para llamar su atención. – No me dejes sola Stuart, no me siento nada segura con esos individuos por aquí. – Estremeciéndose ligeramente. – No me gusto nada lo que sentí cuando me miraron aquellos gladiadores.

Se gira apoyando su mano en un hombro de Joana para tranquilizarla.

– No te preocupes, si has de encontrate mejor estaré a tu lado. – De reojo, echa una mirada de lastima como despedida a las sirvientas.

Sin soltar a su hermana se dirigen a los barracones de la guardia para dejar allí las armas y las armaduras.

Alia nada mas acabar la ceremonia no puede controlar unos pequeños temblores y al intentar retirarse a su cuarto pasa por delante de Lady Selyse confiada en que estará distraída pero esta nota que sucede algo extraño.

Rápidamente reacciona picando discretamente el hombro de Anna para que la siga mientras se acerca a Berta indicándole que vaya hacia ellas.

Una vez llega les habla en voz baja, las fiebres pueden alarmar a los visitantes. – Mirar a Alia como intenta disimular los temblores, me temo que tantas visitas a Cedric han echo que también este afectada. Tendríais que examinarla Berta y si así se requiere instalarla en la habitación mas próxima a los aposentos de Cedric y Vanesha.

– Así se hará milady, – responden las dos simultáneamente, provocando una sonrisa de Anna dirigida a Berta.

– Si lo rechazará indicarle que os una orden miá y si quiere comprobarlo que hable conmigo.

Anna y Berta marchan a alcanzar a Alia y después de una pequeña discusión esta se gira hacía Lady Selyse haciéndole una pequeña referencia dejándose conducir por las otras dos.

Durante la ceremonia de bienvenida Zane apareció junto a su hermana pequeña Catelyn, ambos iban aprisa a situarse junto a sus padres pero antes el chico se detuvo al ver que la pequeña tenía restos de comida en los labios. Hizo el intento de limpiarla con la manga de su camisa, pero justo antes de hacer contacto, recordó que vestía sus mejores ropas y no debía mancharlas en el día del nombre de su madre, por lo que sacó un pañuelo que ya había guardado con anterioridad en su bolsillo para este tipo de situaciones. De una sola pasada su hermana quedó impecable y con una sonrisa señaló a madre para que fuera con ella.

Mientras su padre y Lord Steven intercambiaban palabras de cortesía él se mantuvo en silencioso respeto. Él se limitó a saludar con un gesto de cabeza y hacer acto de presencia, por el momento Lord Kevan no le había dado mayor responsabilidad que esa.

Cuando hubieron terminado las formalidades Zane se sintió libre, aunque primero debería acompañar a su hermana con las criadas para que cuidaran de ella. Primero buscaría a Sharra, ella sabría con quien llevar a Catelyn, luego pasearía por los establos para ver si había algo que pudiera hacer y sino mataría el tiempo con algunos de los ejercicios que Alia y Cedric le habían enseñando a lo largo de los años.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Lord Steven aprovecha cuando Lord Kevan le toca el brazo para susurrar de forma que sólo él lo pueda oír.

– Mi señor debo advertiros de unas novedades pero no puedo hacerlo delante de todos. Indicar donde y quién deseáis que las oiga.

Mediodía del día 18 del octavo mes del año 298.

Sharra noto la mirada de Zane y entendió que solicitaba alguna cosa de ella. Se acerco y unas vez a tu lado te hace una muy ligera inclinación de cabeza. Extrañado sigues su mirada y ves una vigilante Anna que parece tener controlados simultáneamente a todos los sirvientes.

– Señor Zane, ¿que desea? Se que no desea las reverencias pero la señora Anna quiere dar una buena imagen de la casa.

Antes de que le respondas no puede evitar inclinarse hacia tu hermana. – Y también lo que desee milady Catelyn.