El viaje, el silencio de Penrod y lo ocurrido en la gasolinera les estaba crispando los nervios a todos.Llevaban horas en aquel destartalado coche y la tensión se palpaba en el ambiente. Pero fue entonces, cuando estaban a un par de kilómetros de Volzhsky, cuando Steindel empezó a hablar y a dar indicaciones de cómo llegar al lugar...
—Para el coche —inquirió Penrod tocando con la mano sobre el hombro del conductor—, estamos cerca.
Una vez el coche se hubo parado el viejo Steindel bajó del vehículo. Las últimas naves industriales de Volzhsky quedaban ya a las espaldas y Penrod las observaba con los ojos inusualmente abiertos. Rápidamente giró completamente y caminó rápido en la dirección que seguía el vehículo y pronto se dejó caer de rodillas al suelo. Lo palpó unos instantes, como cogiendo algo de ahí e inmediatamente volvió al vehículo.
—Sí, no hay duda, estamos muy cerca —volvió a decir entre jadeos.
El corazón de Penrod Steindel latía a mil por hora pero eso no era extraño. El viejo había corrido para volver al vehículo y la fatiga hacía sus efectos en el corazón de Penrod.
—Continua hasta dejar atrás todas las naves. Apenas quinientos metros. Ahí bajaremos del coche y os acompañaré hasta el lugar —dijo mientras trataba de equilibrar la respiración.
Instantes después se encontraban sobre aquel lugar. Penrod daba golpes con los pies sobre el suelo de hormigón.
—Ya se lo había dicho. Clausurado —dijo decepcionado.
—Tranquilo, no te nos ahogues...¿que es eso que has cogido y porque tanta prisa? No nos sigue nadie— Adrian había seguido con inusitada tranquilidad todas las ordenes del viejo y ahora estaba interigado. Sentía iun estremecimiento que no tenía que ver con el frío ni el alcohol. En buena hora les habían endilgado a la cuervo....
—¿Qué coño es eso que te asusta tanto? Porque ya me dejaste claro antes, como un gallito retirado que no eramos nosotros...
Penrod mostró las manos vacías. En ellas no había más que polvo.
—¿Prisa dices? —preguntó mientras negaba efusivamente con la cabeza.
Miró hacia los lados donde todavía se insinuaban lo que antiguamente era la entrada al subterráneo.
—¿Por qué habría de tener miedo? No muchacho, no es miedo lo que ahora mismo siento. A menos no de este lugar —añadió mirando de arriba a abajo al muchacho.
— ¿Qué es eso de clausurado Penrod? — preguntó Martin algo desconcertado por todo aquel asunto y sobre todo temiendo por los gestos del viejo que aquel viaje podía haber sido en valde.
Todos sabíamos que Penrod lo había dicho, el lugar iba a estar clausurado. Aún así decidimos ir y allí estabamos, delante de.... el bunker. Y ahora ¿qué? ¿Qué esperábamos? ¿Que Penrod recuperase la memoria de nuevo así de golpe?
-¿Recuerda algo?-le pregunté de todos modos.
El lugar estaba completamente cerrado.
-¿No hay manera de entrar ahí?-pregunté sin esperar respuesta.
-Martin, Adrian, echar un vistazo por la zona a ver si encontrais algo de interés-les digo.
En efecto el lugar es un sitio árido, despejado y alejado de la ciudad. No es el lugar por el que frecuentaría nadie. Tan solo hay algunas rocas y un par de arboles alejados a cien metros de donde se encuentra la entrada del bunker. Entrada que había sido sepultada con cemento hace años pero que aún se insinuaba para cualquiera que supiera que es lo que estaba buscando. Desde luego les iba a costar entrar allí pero no había otra manera. ¿Acaso habían llevado los agentes equipo para desenterrar un bunker sepultado hacía años?
Pues eso, si quereis alguno puede gastar un punto de drama para recordar que en el último momento se acordó de meter herramientas en el maletero.
Con eso y algunos chequeos de atletismo puede que lo consigais ;)
Mientras el resto del grupo parecía maldecir en silencio la imposibilidad de entrar en el bunker, Adrian sonrió con sarcasmo recordando...aquella mañana poco antes de salir a su misión había decidido aumentar el equipo que el grupo había metido. Puede que sus compañeros pensasen que había sido previsor cuando lo descubriesen, pero en realidad llevaba el material por otras razones digamos....menos ortodoxas.
El día antes de ir a la reunión general se había apostado con un cien pavos con un colega de parranda a que podría hacer volar una enorme roca que había en sus tierras y Adrian había llevado dinatmita y picos para demostrarle que con un poco de fuerza y cojones era posible.
—Jajajaja ¿Ves Oleg?—había dicho entonces mientras se quitaba esquirlas de la camisa— Ahí está tu puta roca hecha pedazos.
Ahora Adrian recordaba esto con satisfacción mientras se dirigía al maletero y sacaba tres picos y unos cartuchos de dinamita, además de otra caja con herramientas que había metido por si fracasaba en el intento inicial de volar la roca. Aquel día Adrian había sido 100 pavos más ricos, pero si se hubiese descubierto que había utilizado un coche oficial para uso propio habría tenido lios.
—Bueno, estamos de suerte— dijo finalmente rascandose el pelo casi rapado—tuve la idea de traer estos trastos.
El muchacho cogió un pico y se dispuso a hacer unos agujeros para quitar la capa de cemento antes de abrir el bunker por completo.
Motivo: atletism
Tirada: 2d6
Resultado: 4(+2)=6, 3(+2)=5
-1punto de drama= 3 pìcos +dinamita+ trastos varios para las barrabasadas de Adrian XD
— Pasame una de esas máquinas — dijo con algo de sorna cogiendo uno de los picos. ¿Quien se lo iba a decir? Un espía picando piedra. Desde luego no es lo que uno imaginaba al leer una novela de John Le Carré pero asi era este trabajo. Lo mismo te pegan un tiro en una gasolinera que te ves torciendo al espalda dandole al pico.
— Por cierto... .—
CLANK-CLANK-CLANK hablaba el pico y el cemento.
— ...todavia no hemos discutido sobre quienes eran esos tios. Los de la gasolinera.-—
CLANK-CLANK. el pico seguía a lo suyo.
Motivo: Atletismo
Tirada: 2d6
Resultado: 2, 6
Penrod negaba con la cabeza. No había nada que pudiera hacer para que ese tiempo que estuvo inconsciente volviera a su cabeza.
Levantó la cabeza cuando los hombres se pusieron a trabajar y buscó una sombra para sentarse contra el tronco de un árbol.
—¿Qué es exactamente lo que buscáis? Quizá si me dais alguna pista podáis ayudarme a recordar algo... aunque, sinceramente, lo dudo.
Adrian se secó el sudor de la frente y se apoyó en el pico. Los músculos se le marcaban en la camisa ahora en estado de relajación pero aún latiendo.
—Pues como buen "perro" que según tu soy escarbo —respondió con sarcasmo— Pero si nos dices que hay ahí debajo sería de ayuda para los cerebritos del grupo
Mientras hablaba, Adrian señaló con el pulgar a Ilse y Kellen y volvió a coger el pico. Los golpeteos rítimicos serenaban su abotargada cabeza y hacían que el alcohol se esfumase por los poros de la piel. Tendría que beber más si quería conservarse en ese estado. No le gustaba nada la sobriedad que venía justo después de la borrachera. Ni la resaca. Odiaba la resaca. Puto trabajo.
Motivo: Atletismo
Tirada: 2d6
Resultado: 8
Motivo: Atletismo
Tirada: 2d6
Resultado: 2, 3
2-3=-1+2= 1 Éxito
Ya van dos.
Los golpes empezaron a sonar uno tras otro, por suerte nadie les oiría ni les prestaría atención. El sol pegaba con fuerza lo cual era de agradecer normalmente pero con el duro trabajo físico que tenían por delante aquello parecía mas una desgracia.
Necesitais acumular 7 exitos y cada uno es media hora de tiempo picando... mientras roleais podeis ir haciendo tiradas :)
—¿No me escuchas, verdad? —respondió Penrod—. ¿O es que para ti no recordar y ocultar la verdad es la misma cosa? No, chaval, si supiera lo que hay ahí debajo te lo diría, tenlo por seguro. Aunque sólo fuera para que me dejarais marchar y perderte de vista.
Penrod continuó junto al árbol, sentado, mientras el resto se afanaba en conseguir abrir un hueco para poder entrar.
—Yo que sé—se defendió el muchacho, claramente cansado de tanto picar—Lo mismo el volver aquí te había traido al coco recuerdos reprimidos o alguna mierda de esas...¡¡¡Joder!!—
El sudor y la presión estaba comenzando a acumularse en las manos de Adrian y a dejarle las manos rojas como el culo de un mandril. Para mas inri, el polvo se le metía en los ojos y la puta de la cuervo y el viejo no picaban, a pesar de que había un pico mas.
—Oye nena, podías coger un pico ¡hostias!. Que mucha igualdad, mucha igualdad pero cuando hay que currar te quedas sentada sin mover un dedo.
Motivo: atletism
Tirada: 2d6
Resultado: 1, 6
1-6 +2= -3
PLAM PLAM Martin se estaba empleando a fondo.
PLAM PLAM PLAM El cemento cedía ante el empuje de su pico
— No sería mala idea — replicó al cometario de Adrian mientras se tomaba un pequeño respiro. Estaba empezando a sudar de lo lindo a pesar del frío.
— Y tu viejo, cállate un rato y coge tu también un pico — Penrod estaba cabreandole de verdad con tanta amnesia pasajera y tanto despite. No se fiaba de él y sin darse cuenta su imaginacion empezó a jugar con la idea de que aquel agujero que estaban cavando en el cemento sería un lugar perfecto para esconder un cadaver.
Motivo: Picar piedra
Tirada: 2d6
Resultado: 6, 4
2 Exitos
—Tengo la mala costumbre de responder a las preguntas que se me hacen —respondió a Martin.
Pero no movió un músculo. Permaneció sentado a la sombra del árbol mientras el resto continuaba trabajando. Él era un científico, no un vulgar picapedrero.
Si bajara a ayudarte tendría que cobrar tu sueldo y el mío, cada uno estamos aquí por una cosa, así que dejaté de igualdad y continua picando - le contestó a Adrían.
Luego se sentó al lado de Penrod. - ¿Sabes una cosa? Ya que te encanta responder a las preguntas porque no nos cuentas que hay debajo del hormigón. Puede que me crea que no te acuerdas de lo que paso el veintiséis de abril, pero como bien has dicho solo has olvidado lo que paso ese día, recuerdas perfectamente como es el búnker y que había dentro el veinticinco. Así que, porque no comienzas por una descripción del búnker en lugar de escudarte en que no recuerdas nada.
Penrod sonrió y guiñó un ojo a Ilse.
—Eres muy lista y o pareces ser la única dispuesta a escuchar lo que digo —dijo poniendo una mano sobre el hombro de Ilse—. Te diré algo. ¿Ya sabes que yo trabajaba para quien quiera que fuera el dueño de este bunker? Y seguro que también sabrás que lo que quiera que se cociera aquí abajo era de alto secreto, ¿verdad? ¿En serio crees que iban a dejar información de alto secreto en manos de un simple investigador? Una vez dentro tienes el movimiento muy limitado y mi memoria es muy frágil. Quizá reconozca el lugar cuando lo vea pero de memoria no puedo ser de más ayuda.
El viejo se recostó sobre el árbol y miró hacia el cielo.
—De verdad, me gustaría ser de mas ayuda, aunque sólo fuera para que "tu amigo" dejara de disfrutar su borrachera golpeándome.
Vio otra vez un guiño y notó el brazo en su hombro mientras el físico le contestaba, le dejo hacer, esperando que la cercanía le hablandara la lengua, pero una vez más aquel hombre volvió a eludir brillantemente una nueva pregunta, evitando dar las respuestas que ella sabía que él tenía. Cualquier templario que hubiera trabajado dentro de ese bunker sabría moverse por dentro casí con los ojos cerrados y aunque Penrod Steindel lo intentaba disimular con bastante acierto, había sido un caballero hasta el día de su supuesta muerte.
Comprendo que el tiempo gasta a veces malas pasadas- le mintió- Cuando entremos, seguro recuerdas alguna cosa más. Pero dime ¿Cuanta gente trabajabais en el proyecto de la profecía?
— Mira esos dos. — señaló a Ilse y a Penrod que se habian alejado hasta un arbol.
— No me fio de ella y de él menos. —confesó dejando de picar mientras hablaba.
— Hace un momento era nuestro prisionero y ahora miralo ahi descansando, haciendose el tonto y nosotros aqui con el trabajo duro. Hay una cosa que estamos pasando por alto Adrian. ¿Quien diablos eran esos tipos que nos dispararon? No se pueden dejar cabos sueltos y estamos dejando uno muy importante...—
Motivo: Atletismo
Tirada: 2d6
Resultado: 1, 2
- 1 exito.