Partida Rol por web

Los lobos no se sienten intimidados ante vuestros pobres ataques y continúan mordiéndoos y atacando con fuerza. La driada parece concentrada en invocar un hechizo o alguna cosa parecida, pero no hace nada mas que murmurar cosas en voz baja. Uno de los lobos ya no atacaba con la misma fiereza, parecía estar en las ultimas.

Los lobos seguían a la carga y cada vez más mermaban nuestras resistencias a un paso que pensé realmente aquellas criaturas acabarían con nosotros, todo por aquella driada. Miré atrás para asegurarme que Adriendil podía manejarse, pero me di cuenta que estaba teniendo muchos problemas con aquel lobo, mis ojos se de elfa oscura se iluminaron con un fuego interno al ver que mis compañeros recibían daño.

Aquello exigía un movimiento por mi parte radical, mis compañeros me necesitaban, viendo que Rakdrak estaba algo agazapado tratando de dañar al lobo le grité:

-Impúlsame- dije mientras le gritaba, y apoyándome en su espalda grácil como era, me elevé unas cuantas cabezas lo necesario para con una mirada de odio que atrabesaría la piel de aquella Dríada añadir:

-Ven con nosotras a jugar- a la vez que mi cola de látigo verde se enredaba sobre su cuello y tiraba de ella hacia el suelo, era cierto que jugaba con ventaja pues estaba sobre un árbol, pero la caída sería mayor, pensé mientras reía, pues me había hecho enfurecer.

Defendiéndome cómo puedo recibo otra dentellada, esto empieza a mermar mis fuerzas. Rujo con furia y aparto a la bestia con un empellón. La maldita bruja de los bosques se mantiene alejada y realizando algún ritual.

Tania se aproxima saltando para alcanzar a la Driada. Me agacho y la elevo impulsándola con mi altura y fuerza. Si la tira al suelo, ella será mi próximo objetivo. Me relamo ante el pensamiento de someterla por la fuerza de mis brazos y ahogar sus palabras, llenando su boca.

Por el momento me concentro en golpear a los perros con mi pesado acero. La cuchillada es brutal, y la sangre es derramada por el suelo verde del bosque, para mi regocijo.

La dríada no había podido imaginarse que el látigo de Tania llegara tan lejos y se sorprendió aun mas el sentirlo rodeando su cuello y lanzandola contra el suelo. El hechizo que había estado murmurando se había desvanecido, los lobos aun parecían fieros pero por alguna razón los notabais mas débiles. La protección de la dríada se desvanecía. Con esfuerzo se levanto como pudo y lanzo una corriente de espinas contra Tania, que le impactaron en los brazos y parte del torso. Pero la dríada no parecía muy concentrada en el combate.

El arma de Rakdrak se clavo en el cuello del lobo que le estaba atacando, partiendoselo en dos sin problema. La sangre baño el suelo del bosque y cada vez quedaban menos lobos contra los que combatir. Uno de los lobos cercanos combatio a Rakdrak para vengar a su amigo caido, produciendo una fuerte herida en el costado. Pero la sangre incubo mitigaba todo dolor en el combate.

Esta vez estaba decidida a todo, no me importaba morir porque mis compañeros dejaban el alma en este combate. Con mas precisión que otras veces, tenso mi arco y apunto a un lobo, me detengo en su cabeza hasta dar en el punto exacto que le garantizaría una muerte. Como no deseaba que el incubo siga sufriendo esos ataques tan voraces de parte de ese lobo le disparo una flecha que da justo en el ojo perforando hasta el cerebro. Al segundo cae al suelo muerto.
Saco otra flecha pero ya con menos precisión le doy en la pata a un lobo que venía hacia mi. Contenta por el logro y el de Tania sigo alerta esperando que esto acabe de una buena vez.

Zebith mantuvo la mirada con su lobo. Ambos eran fieros guerreros y depredadores. La diferencia entre ellis noera el raciocinio, ni la astucia, sino la maldad. El elfo se lanza a la izquierda del animal con un grito. Pero sólo da un paso, el impulso se emplea para dar un giro. La espada traza un arco y ataca por el flanco derecho. Se unde en pelo y carne

Los lobos se reagrupan alrededor de la driada para protegerla , sin dejar de hacer daño a cada uno de vosotros. El lobo que se encontraba cerca de Tania la muerde cerca del costado produciendo una herida sangrante, mientras que otro de los lobos muerde en el brazo a Adriendil. Por el contrario Zebith consigue destripar al lobo desde el costado hasta cerca de la cola, haciendo que la sangre manchara el suelo como si fuera una fuente. La dríada cada vez parecía mas concentrada en algo ya que sus lobos estaban muriendo uno a uno.

Tania consigue darle un leve latigazo a uno de los lobos, pero por el movimiento del lobo no consigue hacerle mucho daño.

Es muy subjetivo el combate, los lobos atacan y no tenemos tirada de defensa. Yo no tengo problema de corregir el.post pero hemos quedado corto en combates faltan habilidades. Es lo que me parece.

No teneis tiradas de defensa, pero eso no dice que no tengais. El valor de la armadura la teneis y el bono de defensa tambien. Las habilidades son el libido que teneis, por cada 10 de libido obteneis una habilidad. Es un sistema de mi invencion y me parece aceptable. Si teneis quejas por supuesto que las tendre en cuenta. Ademas, recordad que estais en los primeros niveles (los nuevos al primero), no podeis hacer muchas cosas tampoco.

Los lobos reculan para proteger a la driada y esta se ve asustada, menos confiada en sus posibilidades. Es cierto que hemos recibido daño, y mi sangre brota por las heridas producidas, así como la de mis camaradas. Pero eso no hace más que aumentar el ansia y la fiebre por acabar con estas bestias y reclamar a la criatura del bosque. Ella es nuestro premio aunque aun no lo sepa.

Preparo la cuchilla y cargo contra la pareja de lobos. La hoja describe de nuevo un amplio ángulo en el que la resistencia de la carne se hace patente. Sonrío extasiado por el final próximo a nuestro favor.

Uno de los lobos recibe el golpe, uno de los pocos que quedaban ya que ahora solo habían dos para proteger a la dríada. El lobo suelta un aullido de dolor pero no parece dispuesto a rendirse sin pelear. La dríada mira preocupada a su compañero pero ya tenia el hechizo cargado. Con fuerza golpea el suelo y notáis como la tierra tiembla.

-Alejaos del bosque! Grita con fuerza mientras unas zarzas salen de debajo de vuestros pies y os golpean a todos por igual. Las zarzas os latiguean y consiguen agarrar a Adriendil la cual no puede aguantar mas golpes y cae inconsciente a un lado. La dríada parece agotada, pero le quedan fuerzas aun para acabar el combate.

Zebith golpea al lobo más cercano con todas sus fuerzas. Aunque el golpe no es ni la mitad de efectivo ni vistoso que el precedente

Un segundo lobo muere a manos de Zebith el cual parecia haberle cogido el truco para poder acabar con sus vidas. Pero en cuanto golpea al lobo para acabar con su vida el ultimo que quedaba se le tira encima mordiendole en el hombro antes de saltar y volver a proteger a su señora. La cual parecia canalizar sus ultimas energias en algun extraño hechizo.

Aprovechando que estaban juntos tanto la driada como el lobo aproveché para restallar sobre sus cabezas la cabeza del látigo rojo esperando poder frenar aquel hechizo que tanto daño nos había hecho. El combate parecía estar cercano a su fin, pero ambos grupos habíamos sufrido bajas, pensaba que sería más sencillo. Yo personalmente estaba apunto de caer, las heridas era mortales y no sabía lo que sobreviviría con aquellas heridas lejos de la ciudad.

La situación comienza a ser grave, pero ambos bandos están muy mermados. Observo a la driada, que de nuevo comienza a hablar con extrañas palabras. Recordando lo que su último conjuro nos hizo decido ignorar al cachorro y me abalanzo sobre ella proyectando mi cuerpo para detener su hechizo.

-No esta vez, zorra.- Bramo mientras trato de aprisionarla por la fuerza.

La dríada no puede aguantar mas golpes y desconcertada dejad e concentrar su hechizo después de sentir su cuerpo siendo latigueado por Tania, antes de que pudiera recomponerse es embestida por el incubo, dejándola sin sentido. Al ver que estaba perdido, el lobo deja escapar un largo aullido y rápidamente se adentra en el bosque, quizás preso del miedo de acabar como sus compañeros. En estos momentos os encontráis con la dríada y Adriendil inconscientes, estáis heridos y el lugar lleno de cadáveres de los lobos muertos. La ciudadela se encuentra distante, tardaríais bastante en llegar. Que hacéis?

Mientras la bruja del bosque esta desvanecida, tomo la cuerda y sin perder tiempo la inmovilizo, asegurándome de mantener su boca atorada con la soga. Mientras lo hago me demoro un poco mas de la cuenta explorando el cuerpo de nuestra enemiga, pero no mucho, mis heridas y las de mis compañeros requieren atención y deberemos descansar.

-Será mejor descansar aquí, y podemos despellejar a esas bestias. Yo me encargare de esta zorra, al menos de momento. Luego nos divertiremos todos con ella.- Espeto haciendo un gesto señalando a los lobos.- Luego me encargare de Adiendril y montare un poco el campamento. Despejad esto, o empezad a montarlo, lo que queráis.- Sugiero, mientras termino de hacer un nudo que pasa por los muslos de nuestra cautiva.

Al finalizar el combate caigo exhausta sobre mis rodillas a la vez que enfundo el látigo en mi cinto y trato de retomar mi ritmo respiratorio habitual haciendo varias inhalaciones profundas, tras vendarme mis heridas con los jirones de la ropa de la driada me dirijo a atender a Adriendil que yacía inconsciente en el suelo para asegurarme que no tuviera ninguna herida potencialmente mortal que debiera de ser atendida al instante:

-Comparto tu opinión Rakdrak, estamos muy malheridos para continuar, igual deberíamos intentar levantar un campamento algo alejados del camino aunque ese maldito lobo igual nos trae problemas, nuestro estado actual nos impediría volver a la ciudad y aun menos seguir adelante por el bosque, creo que tu opinión es la más sensata- dije mientras vendaba también a Adriendil que había hecho también un gran trabajo como el resto del grupo.

-Zebith, tu que vendistes a nuestros esclavos previos, ¿te pagan lo mismo estando "usada" la esclava que si esta "sin estrenar"?- esto lo dije pensando como bien decía Rakdrak en obtener nuestra venganza sobre su cuerpo, sin embargo no quería perder una gran suma de dinero por aquella venganza, así pues quería asegurarme sobre esto antes de tomar represalias en el cuerpo de la driada.

-Creo recordar que las prefieren vírgenes, aunque no me opondré a perder un poco de dinero si las ganas os urgen. Aunque… ¿quién sabe cómo funciona la anatomía de estos seres? a lo mejor no tienen virginidad que perder o quizá nuestra amiga ya haya copulado con otros de su especie- ¿Tendrían virgo? ¿Lo tendría esta?

-Parece que esta noche cenaremos lobo- dice con una sonrisa mirando la pila de cadáveres.