Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - To SweetWater

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03/03/2017, 08:05
John Smith (Vicente Navarro)
Sólo para el director

Al principio pensé que eran mis ojos, los que saturados de luz, tardaban en acostumbrarse a una estancia más “normal”. Pero al cabo de unos segundos me di cuenta de que no era así. ¿Pero que clase de broma era esta?

La parte buena de todo esto, es que al menos ahora mis ojos podían descansar. La oscuridad no me parecía tan agresiva como el exceso de luz. Además, habían olores… De todo tipo. Algunos extraños, otros más familiares. Como policía estaba más familiarizado con el de la pólvora. Bueno, y como Valenciano, que de pólvora entendemos un rato. Un olor que me recordaba a mi niñez, a mi difunto padre, a ir en familia…

Pero no me podía quedar para siempre quieto, tenía que avanzar. Bastante poco hábil, comencé con pasos inseguros, agitando despacio mis manos delante de mi, y tanteando con los pies, no fuera cosa que hubiesen escalones o me golpease en la espinilla. Seguí avanzando.

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03/03/2017, 13:48
Narrador
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La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.

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03/03/2017, 13:49
Narrador
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Aquello había durado, ¿Cuánto?; Un minuto, cinco o diez. Quizás fuera incluso más tiempo o menos no podría afirmarlo pues el maldito brillo blanco parecía entumecerle la mente.

¿Qué finalidad tenia esto?, ¿tenía alguna en verdad o era simplemente un garrafal error de diseño?, y si lo era, ¿tan nulos eran en el departamento creativo de Delos visto lo visto?.

Como fuese, el blanco lo era todo y todo, era blanco.

Caminaba, paso a paso, los ojos entrecerrados pues la potencia del brillo era excesiva, en aquel pasillo que inicialmente había parecido más bien corto y ahora se presumía inacabable.

Caminar, pues no había otra cosa mejor que hacer.

Cuando la incertidumbre creció hasta un nivel muy cercano al paroxismo, y solo entonces, la puerta comenzó a perfilarse frente a sus ojos.

Ahora, la puerta no era la gran cosa. De madera oscura, sin adorno alguno, combada en su parte superior y con un vidrio opaco rectangular que ocupaba la parte central de la misma.

Ni muy alta ni muy pequeña, en la justa medida de su tamaño, sosa y perfectamente olvidable en cualquier otro momento de su vida pero no ahora.

Ahora, aquella sencilla abertura se presentaba como un elemento liberador a su cautiverio involuntario. Como un bálsamo para el herido o el salvador trozo de madera para el naufrago perdido en medio de un tempestuoso mar.

Insulsa y modesta. Una simple puerta, como ya cite. Pero también la oportunidad de salir de allí.

Al otro lado.

A donde comenzaba la aventura.

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03/03/2017, 13:51
Narrador
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Aquello había durado, ¿Cuánto?; Un minuto, cinco o diez. Quizás fuera incluso más tiempo o menos no podría afirmarlo pues el maldito brillo blanco parecía entumecerle la mente.

¿Qué finalidad tenia esto?, ¿tenía alguna en verdad o era simplemente un garrafal error de diseño?, y si lo era, ¿tan nulos eran en el departamento creativo de Delos visto lo visto?.

Como fuese, el blanco lo era todo y todo, era blanco.

Caminaba, paso a paso, los ojos entrecerrados pues la potencia del brillo era excesiva, en aquel pasillo que inicialmente había parecido más bien corto y ahora se presumía inacabable.

Caminar, pues no había otra cosa mejor que hacer.

Cuando la incertidumbre creció hasta un nivel muy cercano al paroxismo, y solo entonces, la puerta comenzó a perfilarse frente a sus ojos.

Ahora, la puerta no era la gran cosa. De madera oscura, sin adorno alguno, combada en su parte superior y con un vidrio opaco rectangular que ocupaba la parte central de la misma.

Ni muy alta ni muy pequeña, en la justa medida de su tamaño, sosa y perfectamente olvidable en cualquier otro momento de su vida pero no ahora.

Ahora, aquella sencilla abertura se presentaba como un elemento liberador a su cautiverio involuntario. Como un bálsamo para el herido o el salvador trozo de madera para el naufrago perdido en medio de un tempestuoso mar.

Insulsa y modesta. Una simple puerta, como ya cite. Pero también la oportunidad de salir de allí.

Al otro lado.

A donde comenzaba la aventura.

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03/03/2017, 13:56
Narrador
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A través de una pequeña puerta ubicada discretamente tras un biombo se accedía al corredor.

El corredor era blanco, pisos de porcelanato pulidos hasta ser casi espejos. Las paredes eran de mármol, lisas, frías, impolutas al igual que el techo y si girabas sobre ti mismo para observar el nuevo sitio en el cual estabas seguramente descubrirías que la puerta por la cual habías entrado, ya no estaba allí.

Había desaparecido fundida en la pared. Una puerta disimulada en el muro típica de cualquier gran corporación, eso era sin dudas, pero que hacía parecer a ese corredor infinito hacia uno de sus lados.

El pasillo era blanco, como he dicho, pero no tanto como cuando se encendió la luz.

Surgió de ningún sitio y de todos a la vez y aunque a la vista no se viera ninguna luminaria. Cubrió con su intenso brillo todo el sitio rápidamente como si brotara desde las paredes, el techo e incluso desde el mismo suelo que ahora pisabas.

La luz era intensa, demasiado a decir verdad, tanto que obligaba a entrecerrar los ojos mientras te movías por el corredor de forma que este bien podría haber sido tanto muy largo, como muy corto y por ello, ocultando su final.

El blanco parecía ser el color predominante en las instalaciones de Delos Inc. Aunque esta intensidad de luminiscencia, contrario a lo que pudiera pensarse, no podría ser bien recibida por nadie. Esta enorme exposición a la luz hacía sentirse indefenso y desnudo, observado por miles de ojos escondidos en el límite de la visión, esta luz, intimidaba.

Esta mierda era para quejarse. En esto la habían cagado los diseñadores de Delos Inc y alguien tenía que decirlo. Justo allí, justo ahora, era lo sensato, lo justo.

Y sin embargo seguiste caminando.

Moverse era lo que importaba por que detenerse significaba estar expuesto por más tiempo a la odiosa luz.

Caminar, por un incierto tiempo. Caminar hasta que el gusanillo de la desesperación comenzó a clavar sus filosos dientes en tu alma.

Caminar…¿Cuánto duraba esta mierda de pasillo?.

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03/03/2017, 16:01
Archer Jackson
Sólo para el director

La luz, el pasillo, todo era de transición para llevarnos a donde fuera, para empezar la "superexperiencia significativa de las vacaciones magníficas que merecíamos y pollas".

Me limpié la mano en la pared, dejando las últimas gotas de sangre de Jane en ella, no era mucho, pero sí algo. Esperaba que lo limpiaran y si no, sería gracioso para el siguiente que viniera.

De todas formas se pasaban con la luz. Bajé el ala de mi sombrero para proteger un poco los ojos —¡Joder, bajad las putas largas! —tenía ganas de empezar a ver el lugar, pero si me quedaba ciego no podría hacerlo.

Ya era demasiada expectación, corrí a toda leche para ver si llegaba de una jodida vez. 

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03/03/2017, 16:15
Narrador
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Aquello había durado, ¿Cuánto?; Un minuto, cinco o diez. Quizás fuera incluso más tiempo o menos no podría afirmarlo pues el maldito brillo blanco parecía entumecerle la mente.

¿Qué finalidad tenia esto?, ¿tenía alguna en verdad o era simplemente un garrafal error de diseño?, y si lo era, ¿tan nulos eran en el departamento creativo de Delos visto lo visto?.

Como fuese, el blanco lo era todo y todo, era blanco.

Caminaba, paso a paso, los ojos entrecerrados pues la potencia del brillo era excesiva, en aquel pasillo que inicialmente había parecido más bien corto y ahora se presumía inacabable.

Caminar, pues no había otra cosa mejor que hacer.

Cuando la incertidumbre creció hasta un nivel muy cercano al paroxismo, y solo entonces, la puerta comenzó a perfilarse frente a sus ojos.

Ahora, la puerta no era la gran cosa. De madera oscura, sin adorno alguno, combada en su parte superior y con un vidrio opaco rectangular que ocupaba la parte central de la misma.

Ni muy alta ni muy pequeña, en la justa medida de su tamaño, sosa y perfectamente olvidable en cualquier otro momento de su vida pero no ahora.

Ahora, aquella sencilla abertura se presentaba como un elemento liberador a su cautiverio involuntario. Como un bálsamo para el herido o el salvador trozo de madera para el naufrago perdido en medio de un tempestuoso mar.

Insulsa y modesta. Una simple puerta, como ya cite. Pero también la oportunidad de salir de allí.

Al otro lado.

A donde comenzaba la aventura.

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03/03/2017, 16:16
Archer Jackson
Sólo para el director

—Ya estamos con más putas mierdas de puertas y barreras y... bah —no sabía por qué hablaba en voz alta. Al menos la habitación anterior tenía a la guarrilla de la asistenta buenorra. Ahora todo era una cosa tras otra. Pasillo tras puerta. Ojalá hubiera alcohol para soportarlo.

Se acercó a la puerta y la abrió sin más dilación —¿Hay alguien aquí? Quiero mis vacaciones inolvidables, supersónicas y chupis que me han prometido...

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03/03/2017, 16:27
Narrador
Cargando pj

La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.

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03/03/2017, 16:34
Archer Jackson
Sólo para el director

—Joder, y ahora quién ha apagado las putas luces... —dije cabreado... aquello ya empezaba a ser indigno —Primero luz y luego una puerta a la oscuridad. ¿Lo siguiente será una ventana y una claridad mediana?

Extendí las manos para tocar los objetos que había cerca, buscando tantear por donde iba, antes de que tropezara y me abriera el cráneo contra algo.

—¿Hay alguien aquí?

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03/03/2017, 20:20
Rick Hyung Adams
Sólo para el director

La fase de vestuario parecía haber acabado y Rick se encontró caminando por aquel pasillo que, sin duda, parecía querer evocar una transición o un paso a otra vida u otra experiencia. «Camina hacia la luz», o algo así, pero con la luz por todas partes iluminándote, impulsándote a continuar para expulsarte. Rick se encogió de hombros y por primera vez agradeció llevar aquel sombrero, sin duda lo mejor y más útil de todo aquel anticuado disfraz. El sombrero no cubría del resplandor del suelo o las paredes, pero al menos tapaba la luz del techo.

Siguió caminando, suponía que tarde o temprano encontraría una puerta.
 

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03/03/2017, 20:32
Narrador
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Aquello había durado, ¿Cuánto?; Un minuto, cinco o diez. Quizás fuera incluso más tiempo o menos no podría afirmarlo pues el maldito brillo blanco parecía entumecerle la mente.

¿Qué finalidad tenia esto?, ¿tenía alguna en verdad o era simplemente un garrafal error de diseño?, y si lo era, ¿tan nulos eran en el departamento creativo de Delos visto lo visto?.

Como fuese, el blanco lo era todo y todo, era blanco.

Caminaba, paso a paso, los ojos entrecerrados pues la potencia del brillo era excesiva, en aquel pasillo que inicialmente había parecido más bien corto y ahora se presumía inacabable.

Caminar, pues no había otra cosa mejor que hacer.

Cuando la incertidumbre creció hasta un nivel muy cercano al paroxismo, y solo entonces, la puerta comenzó a perfilarse frente a sus ojos.

Ahora, la puerta no era la gran cosa. De madera oscura, sin adorno alguno, combada en su parte superior y con un vidrio opaco rectangular que ocupaba la parte central de la misma.

Ni muy alta ni muy pequeña, en la justa medida de su tamaño, sosa y perfectamente olvidable en cualquier otro momento de su vida pero no ahora.

Ahora, aquella sencilla abertura se presentaba como un elemento liberador a su cautiverio involuntario. Como un bálsamo para el herido o el salvador trozo de madera para el naufrago perdido en medio de un tempestuoso mar.

Insulsa y modesta. Una simple puerta, como ya cite. Pero también la oportunidad de salir de allí.

Al otro lado.

A donde comenzaba la aventura.

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03/03/2017, 20:39
Rick Hyung Adams
Sólo para el director

¡Al fin! Corto o largo, el camino tenía que acabar. Rick hizo por abrir esa puerta y observar el otro lado.

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03/03/2017, 20:45
Narrador
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La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.

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03/03/2017, 20:54
Rick Hyung Adams
Sólo para el director

Rick se detuvo y sonrió. Un juego. Dio un pequeño paso y tanteó con la mano.

A ver qué tenemos aquí... –se dijo a sí mismo, juguetón. Osciló las manos en círculos ante sí y a los lados, como un ciego, y siguió caminando, poco a poco, evitando tropezar.
 

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05/03/2017, 13:14
Sophie Madison
Sólo para el director

Mi mente comenzó a divagar en cuando comencé a aburrirme de la monotonía de aquel pasillo. No tenía ni idea de cuánto había pasado, pero vamos, no me gustaba no tener nada en lo que fijarme.

- I've been a mess since you stayed... - Comencé a cantar por lo bajo. - I've been a wreck since you changed...

Fue la primera canción que me vino a la mente. No había nada mejor que ponerse a hacer el bobo cuando estabas intranquila. Así, todo parecía menos serio.

Para cuando terminé delante de aquella puerta ya estaba bailando por el pasillo adelante y cantando a grito pelado.

- I LOVE THE WAY THAT IT HURTS!

En cuanto vi la puerta dejé de bailar, aunque seguí con la canción por lo bajo.

- La música, que hace que aparezcan las puertas. Debió se ocurrírsele a Alicia en el País de las Maravillas.

Sin miedo alguno, ya que casi me alegraba de haber encontrado aquella puerta, me acerqué y traté de abrirla.

Notas de juego

Esto es lo que va cantado:

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06/03/2017, 03:10
Sarah Winters
Sólo para el director

Continué por aquel pasillo que se me hacía eterno, con la mano aún sirviéndome de guía en la pared. En más de un momento me planteé si aquello no era precisamente lo que no debía hacer: a lo mejor sólo tenía que esperar a que fueran a buscarme al otro lado de la puerta, o algo, y yo me había enterado mal de mi papel.

En cualquier caso... Quería pensar que ya debía estar más cerca de aquel pasillo que del principio, y sólo porque aquella luz dejase de molestarme decidí continuar. En algún momento tendría que parar, ¿no?

Mi salvavidas fue una puerta. Cuando conseguí distinguirla me llamó la atención lo mucho que desentonaba, pero ni siquiera pensé racionalmente en eso más que dos segundos. Era algo sin importancia, teniendo en cuenta que iba a servir para apartarme de la luz que tanto molestaba.

De modo que al verla aceleré mis pasos e incluso me solté de la pared. Mi sonrisa nerviosa, que durante parte de aquel trayecto había empezado a desaparecer, se hizo más fuerte que nunca. Podía sentir esas prometidas vacaciones esperándome al otro lado, y estaba preparada para ellas.

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06/03/2017, 16:01
Narrador
Cargando pj

La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.

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06/03/2017, 16:03
Narrador
Cargando pj

La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.

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06/03/2017, 17:09
Narrador
Cargando pj

En la oscuridad y sin embargo rodeados de sensaciones que parecían – de a ratos -, potenciarse ante la carencia del sentido de la vista te mueves rozando a tu alrededor a otros seres que quietos y silenciosos se mantienen en sus sitios como estatuas abandonadas en una cripta.

No es grato aunque si breve pues a esta ausencia de luz sigue un inesperado tirón que te obliga a aferrarte de lo que primero encuentran tus manos y a continuación – como dijo Dios según algunos – “la luz se hace” y todo cobra sentido ante tus ojos.

Estas ahora dentro de un cuarto rectangular y angosto. A ambos lados se aprecian ventanas cubiertas con cortinas blancas y primorosas que no dejan ver hacia afuera. El cuarto, es de madera tanto en sus paredes como en el suelo y el mismo techo. Hay personas, hombres, mujeres y niños rodeándote, ahora charlan entre ellos o te lanzan furibundas miradas algunos, seductoras otros y frías unos pocos.

El entorno esta atestado de diversos olores, los entiende ahora tu mente mientras asocia el perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado  del Sándalo con las trazas ásperas en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego del tabaco. El acre del sudor humano, el reseco aroma del polvo que flota como una nube traslucida en aquel sitio, el perfume de la tierra en las botas y zapatos de todos y por sobre esto el de la pólvora pues la mayoría de los presentes llevan armas visibles.

Otro nuevo tirón y a continuación el distante alarido de una chimenea a carbón indicando que el viaje ha comenzado y entonces lo entiendes.

¡Estás en un vagón!, un maldito vagón de tren sacado de entre las brumas de un distante y nada tecnológico pasado.

Y es este tren, que ahora comienza a correr cada vez más rápido, quien ha salido finalmente del oscuro túnel donde se encontraba internándose en un vasto y árido paisaje, el de WestWorld, el más grande y novedoso parque de DelosInc.