Partida Rol por web

Live Without Limits

Día 1 - To SweetWater

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06/03/2017, 17:15
Narrador
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Aquello a lo que te aferraste cuando la primera sacudida dio inicio a este viaje resulta ser la barra de madera primorosamente decorada de un mini bar.

Tras el mostrador hay un hombre que viste muy a la usanza del 1820 - ¡Por Dios que locura! -, quien luego de ofrecerte un breve y silente saludo con la cabeza ha puesto una copa de cristal entre ambos para a continuación llenar la misma con un buen brandy el cual lanza destellos ambarinos y un potente aroma.

El murmullo de las conversaciones llena tus oídos y es increíble la forma en que de un segundo a otro todo ha cambiado. 

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06/03/2017, 18:31
Teddy Flood
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Uno doble de eso mismo, dice alguien a tu lado entonces y a continuación se apoya en la barra y puedes verle.

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06/03/2017, 18:48
Narrador
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En la oscuridad y sin embargo rodeados de sensaciones que parecían – de a ratos -, potenciarse ante la carencia del sentido de la vista te mueves rozando a tu alrededor a otros seres que quietos y silenciosos se mantienen en sus sitios como estatuas abandonadas en una cripta.

No es grato aunque si breve pues a esta ausencia de luz sigue un inesperado tirón que te obliga a aferrarte de lo que primero encuentran tus manos y a continuación – como dijo Dios según algunos – “la luz se hace” y todo cobra sentido ante tus ojos.

Estas ahora dentro de un cuarto rectangular y angosto. A ambos lados se aprecian ventanas cubiertas con cortinas blancas y primorosas que no dejan ver hacia afuera. El cuarto, es de madera tanto en sus paredes como en el suelo y el mismo techo. Hay personas, hombres, mujeres y niños rodeándote, ahora charlan entre ellos o te lanzan furibundas miradas algunos, seductoras otros y frías unos pocos.

El entorno esta atestado de diversos olores, los entiende ahora tu mente mientras asocia el perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado  del Sándalo con las trazas ásperas en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego del tabaco. El acre del sudor humano, el reseco aroma del polvo que flota como una nube traslucida en aquel sitio, el perfume de la tierra en las botas y zapatos de todos y por sobre esto el de la pólvora pues la mayoría de los presentes llevan armas visibles.

Otro nuevo tirón y a continuación el distante alarido de una chimenea a carbón indicando que el viaje ha comenzado y entonces lo entiendes.

¡Estás en un vagón!, un maldito vagón de tren sacado de entre las brumas de un distante y nada tecnológico pasado.

Y es este tren, que ahora comienza a correr cada vez más rápido, quien ha salido finalmente del oscuro túnel donde se encontraba internándose en un vasto y árido paisaje, el de WestWorld, el más grande y novedoso parque de DelosInc.

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06/03/2017, 18:52
Narrador
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Aquello a lo que te aferraste cuando la primera sacudida dio inicio a este viaje resulta ser la barra de madera primorosamente decorada de un mini bar.

Tras el mostrador hay un hombre que viste muy a la usanza del 1820 - ¡Por Dios que locura! -, quien luego de ofrecerte un breve y silente saludo con la cabeza ha puesto una copa de cristal entre ambos para a continuación llenar la misma con un buen brandy el cual lanza destellos ambarinos y un potente aroma.

El murmullo de las conversaciones llena tus oídos y es increíble la forma en que de un segundo a otro todo ha cambiado. 

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06/03/2017, 18:54
Teddy Flood
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Uno doble de eso mismo, dice alguien a tu lado entonces y a continuación se apoya en la barra y puedes verle.

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06/03/2017, 18:58
Narrador
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En la oscuridad y sin embargo rodeados de sensaciones que parecían – de a ratos -, potenciarse ante la carencia del sentido de la vista te mueves rozando a tu alrededor a otros seres que quietos y silenciosos se mantienen en sus sitios como estatuas abandonadas en una cripta.

No es grato aunque si breve pues a esta ausencia de luz sigue un inesperado tirón que te obliga a aferrarte de lo que primero encuentran tus manos y a continuación – como dijo Dios según algunos – “la luz se hace” y todo cobra sentido ante tus ojos.

Estas ahora dentro de un cuarto rectangular y angosto. A ambos lados se aprecian ventanas cubiertas con cortinas blancas y primorosas que no dejan ver hacia afuera. El cuarto, es de madera tanto en sus paredes como en el suelo y el mismo techo. Hay personas, hombres, mujeres y niños rodeándote, ahora charlan entre ellos o te lanzan furibundas miradas algunos, seductoras otros y frías unos pocos.

El entorno esta atestado de diversos olores, los entiende ahora tu mente mientras asocia el perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado  del Sándalo con las trazas ásperas en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego del tabaco. El acre del sudor humano, el reseco aroma del polvo que flota como una nube traslucida en aquel sitio, el perfume de la tierra en las botas y zapatos de todos y por sobre esto el de la pólvora pues la mayoría de los presentes llevan armas visibles.

Otro nuevo tirón y a continuación el distante alarido de una chimenea a carbón indicando que el viaje ha comenzado y entonces lo entiendes.

¡Estás en un vagón!, un maldito vagón de tren sacado de entre las brumas de un distante y nada tecnológico pasado.

Y es este tren, que ahora comienza a correr cada vez más rápido, quien ha salido finalmente del oscuro túnel donde se encontraba internándose en un vasto y árido paisaje, el de WestWorld, el más grande y novedoso parque de DelosInc.

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06/03/2017, 18:59
Narrador
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Aquello a lo que te aferraste cuando la primera sacudida dio inicio a este viaje resulta ser la barra de madera primorosamente decorada de un mini bar.

Tras el mostrador hay un hombre que viste muy a la usanza del 1820 - ¡Por Dios que locura! -, quien luego de ofrecerte un breve y silente saludo con la cabeza ha puesto una copa de cristal entre ambos para a continuación llenar la misma con un buen brandy el cual lanza destellos ambarinos y un potente aroma.

El murmullo de las conversaciones llena tus oídos y es increíble la forma en que de un segundo a otro todo ha cambiado. 

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06/03/2017, 18:59
Teddy Flood
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Uno doble de eso mismo, dice alguien a tu lado entonces y a continuación se apoya en la barra y puedes verle.

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06/03/2017, 19:01
Narrador
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En la oscuridad y sin embargo rodeados de sensaciones que parecían – de a ratos -, potenciarse ante la carencia del sentido de la vista te mueves rozando a tu alrededor a otros seres que quietos y silenciosos se mantienen en sus sitios como estatuas abandonadas en una cripta.

No es grato aunque si breve pues a esta ausencia de luz sigue un inesperado tirón que te obliga a aferrarte de lo que primero encuentran tus manos y a continuación – como dijo Dios según algunos – “la luz se hace” y todo cobra sentido ante tus ojos.

Estas ahora dentro de un cuarto rectangular y angosto. A ambos lados se aprecian ventanas cubiertas con cortinas blancas y primorosas que no dejan ver hacia afuera. El cuarto, es de madera tanto en sus paredes como en el suelo y el mismo techo. Hay personas, hombres, mujeres y niños rodeándote, ahora charlan entre ellos o te lanzan furibundas miradas algunos, seductoras otros y frías unos pocos.

El entorno esta atestado de diversos olores, los entiende ahora tu mente mientras asocia el perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado  del Sándalo con las trazas ásperas en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego del tabaco. El acre del sudor humano, el reseco aroma del polvo que flota como una nube traslucida en aquel sitio, el perfume de la tierra en las botas y zapatos de todos y por sobre esto el de la pólvora pues la mayoría de los presentes llevan armas visibles.

Otro nuevo tirón y a continuación el distante alarido de una chimenea a carbón indicando que el viaje ha comenzado y entonces lo entiendes.

¡Estás en un vagón!, un maldito vagón de tren sacado de entre las brumas de un distante y nada tecnológico pasado.

Y es este tren, que ahora comienza a correr cada vez más rápido, quien ha salido finalmente del oscuro túnel donde se encontraba internándose en un vasto y árido paisaje, el de WestWorld, el más grande y novedoso parque de DelosInc.

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06/03/2017, 19:02
Narrador
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Aquello a lo que te aferraste cuando la primera sacudida dio inicio a este viaje resulta ser la barra de madera primorosamente decorada de un mini bar.

Tras el mostrador hay un hombre que viste muy a la usanza del 1820 - ¡Por Dios que locura! -, quien luego de ofrecerte un breve y silente saludo con la cabeza ha puesto una copa de cristal entre ambos para a continuación llenar la misma con un buen brandy el cual lanza destellos ambarinos y un potente aroma.

El murmullo de las conversaciones llena tus oídos y es increíble la forma en que de un segundo a otro todo ha cambiado. 

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06/03/2017, 19:02
Teddy Flood
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Uno doble de eso mismo, dice alguien a tu lado entonces y a continuación se apoya en la barra y puedes verle.

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06/03/2017, 19:03
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En la oscuridad y sin embargo rodeados de sensaciones que parecían – de a ratos -, potenciarse ante la carencia del sentido de la vista te mueves rozando a tu alrededor a otros seres que quietos y silenciosos se mantienen en sus sitios como estatuas abandonadas en una cripta.

No es grato aunque si breve pues a esta ausencia de luz sigue un inesperado tirón que te obliga a aferrarte de lo que primero encuentran tus manos y a continuación – como dijo Dios según algunos – “la luz se hace” y todo cobra sentido ante tus ojos.

Estas ahora dentro de un cuarto rectangular y angosto. A ambos lados se aprecian ventanas cubiertas con cortinas blancas y primorosas que no dejan ver hacia afuera. El cuarto, es de madera tanto en sus paredes como en el suelo y el mismo techo. Hay personas, hombres, mujeres y niños rodeándote, ahora charlan entre ellos o te lanzan furibundas miradas algunos, seductoras otros y frías unos pocos.

El entorno esta atestado de diversos olores, los entiende ahora tu mente mientras asocia el perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado  del Sándalo con las trazas ásperas en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego del tabaco. El acre del sudor humano, el reseco aroma del polvo que flota como una nube traslucida en aquel sitio, el perfume de la tierra en las botas y zapatos de todos y por sobre esto el de la pólvora pues la mayoría de los presentes llevan armas visibles.

Otro nuevo tirón y a continuación el distante alarido de una chimenea a carbón indicando que el viaje ha comenzado y entonces lo entiendes.

¡Estás en un vagón!, un maldito vagón de tren sacado de entre las brumas de un distante y nada tecnológico pasado.

Y es este tren, que ahora comienza a correr cada vez más rápido, quien ha salido finalmente del oscuro túnel donde se encontraba internándose en un vasto y árido paisaje, el de WestWorld, el más grande y novedoso parque de DelosInc.

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06/03/2017, 19:04
Narrador
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Aquello a lo que te aferraste cuando la primera sacudida dio inicio a este viaje resulta ser la barra de madera primorosamente decorada de un mini bar.

Tras el mostrador hay un hombre que viste muy a la usanza del 1820 - ¡Por Dios que locura! -, quien luego de ofrecerte un breve y silente saludo con la cabeza ha puesto una copa de cristal entre ambos para a continuación llenar la misma con un buen brandy el cual lanza destellos ambarinos y un potente aroma.

El murmullo de las conversaciones llena tus oídos y es increíble la forma en que de un segundo a otro todo ha cambiado.

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06/03/2017, 19:04
Teddy Flood
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Uno doble de eso mismo, dice alguien a tu lado entonces y a continuación se apoya en la barra y puedes verle.

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06/03/2017, 19:21
Rick Hyung Adams
Sólo para el director

«Bien jugado», se dijo Rick. No se esperaba esa transición, y reconoció que Delos había hecho ahí un buen truco de prestidigitación. Sin duda, un inteligente uso de las tecnologías de inhibición inercial en transportes, de manera que la aceleración paulatina de ese tren fuera totalmente imperceptible hasta que, de verdad, eras consciente de que ibas en un tren. Una puerta da a una habitación oscura... pero en realidad han jugado con tus expectativas y tus sentidos, y lo que has hecho al atravesar el umbral es entrar en un vagón. Sonrió como cuando un mago te hace un truco y sabes que lo es, pero has caído igualmente. Es parte del espectáculo hacerte sentir la magia... aunque sepas que no existe.

Rick observó alrededor, examinando todo aquel atrezzo y el escenario en el que estaba embarcado. Los actores estaban en su sitio, haciendo lo que se esperaba de ellos. Acercó la nariz y confirmó que aquello era brandy. Que lo fuera, o no, no estaba claro, pero al menos olía a brandy. Pero como cualquier otra cosa allí, podía ser simulado. O quizá no. Quizá fuera brandy normal y corriente. En cualquier caso, lo dejó en la barra y no bebió.

Un hombre a su lado pidió su propia copa con mirada intensa. Por supuesto que lo hizo. Estaba en un teatro de indios y vaqueros, tenía que hacerlo, era parte del guion. Todos esos estaban ahí para decorarle la experiencia, peo Rick no sentía inmersión. Era un espectador, no un participante. Se desentendió y se acercó a una ventana, intentando ver hacia dónde se dirigía el tren.

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06/03/2017, 20:53
Douglas Merry
Sólo para el director

Levanto la copa y saludo al vaquero invitándole a brindar.

- Buenos días caballero. Es mi primer viaje tan lejos de mi hogar y no conozco a nadie. Mi nombre es Douglas. Douglas Merry para servirle. 

Creo que me costará habituarme a todo esto. ¿Quién esta gente? ¿Otros visitantes? ¿Androides? ¿Hay tantos androides en Delos? Es una locura. Me bebo el vaso de un trago y le digo al camarero:

- Otro. Y si el señor quiere repetir va todo de mi cuenta. Perdón, pero no sé su nombre.

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06/03/2017, 22:08
Ruby Rose Petterson
Sólo para el director

Mi nivel de claustrofobia se va disparando a medida que avanzo por el pasillo sin resultado. Sin embargo, siento un inmensio alivio cuando comienzo a distinguir el contorno de la puerta. En ese momento no pienso si es sosa o no, solo que me da alivio. A la vez me siento un poco idiota ¿como iban a poner un puto pasillo sin salida?

Apresuro mis pasos hacia esa puerta, buscando el poco o esperando se se abra mediante algún sensor cuando noten mi presencia. Solo quería salir. 

Notas de juego

Siento la mierda de post, estaba escribiendo algo mas elaborado y a mitad se me apagó el ordenador de pronto y perdí todo lo que tenía. 

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04/03/2017, 23:54
Ethan Bullock
Sólo para el director

«¿Pero cuánto dura esta mierda de pasillo?».

Tenía varias respuestas a esa pregunta, vaya que sí. «Suficiente» era una de ellas. «Demasiado» era otra, probablemente la más correcta. El resto eran improperios que por el momento guardaba para mí. Por el momento.

Cuando ya estaba a punto de empezar a aporrear las paredes hasta que se abriese alguna puerta en ellas, o hasta que alguien viniera a sacarme de aquella mierda de sitio, apareció la puerta. Resoplé, manteniendo mi pose de indignación aunque por dentro el alivio me pedía que exhalase un suspiro. Se acabó el blanco, se acabó el vacío y sólo esperaba que al otro lado hubiera alguien de la organización con un puto cuaderno para tomar buena nota de mis quejas. 

No me lo pensé dos veces y abrí la puerta. Había tenido suficiente de aquel pasillo y como no empezase pronto lo interesante pensaba decirle a mi padre que retirase toda su pasta de esas vacaciones de ensueño.

«Vivir sin límites», pensé con desdén, «Ja. Pues por ahora no he visto otra cosa que paredes de mierda».

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07/03/2017, 09:54
John Smith (Vicente Navarro)
Sólo para el director

Casi me llevé un shock al comprender. La transición jamás me la hubiese imaginado así ¿Estar dentro de un puto tren? Brillante. Al igual que todo comenzase a cobrar vida a mi alrededor.

Ni me di cuenta de que había ido a parar a la barra de un mini bar. De que ya me habían servido una bebida alcohólica y de forma generosa, sin racanear en la cantidad. Bueno, ya estaba servida… Agarré el baso y le di un trago degustando su potente sabor que empalagó mi boca.

Escucho una voz de alguien que se sienta a mi lado. Disfrutando de las sensaciones ya tenía para un buen rato, pero ¿Y ahora? Esto no era un parque temático donde sabías donde empezaba y acababa la función. Esto era más bien como… Un mundo abierto.

Me lancé a comenzar – Que hay, amigo – dije al de mi lado mirándolo de reojo, tal y como se ve en las películas de vaqueros.

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07/03/2017, 15:21
Narrador
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La catarsis puede nacer de cualquier cosa, dicen, y en este caso aquello tenía que ver con esa modesta puerta que ahora tenías frente a ti.

El picaporte, una bola de latón pulida, estaba cálida al taco y tras girarla hacia un lado, “click” mediante, la hoja de madera se abrió hacia adentro en el mismo instante en que aquel odioso e intenso brillo desaparecía dejándolo, ahora, todo a oscuras.

Ahora bien, aquel cambio de paradigmas se presentaba como una nueva incógnita que, como la extrema luminiscencia anterior, atenazaba los sentidos dejándote expuesto a lo que pudiera – o no -, haber mas allá de tu reducido campo de visión.

Sin embargo, contrario a la inicial reacción adversa que consigo traía la falta de luz para cualquier ser vivo, pronto la oscuridad dejo entrever diversas sensaciones que si bien no eran visuales revelaban tanto o más que los ojos.

El ambiente que ahora le rodeaba estaba cargado de pletórica forma de los más diversos aromas.

Un perfume dulce, sensual, floral, exótico y fragante aunque delicado se mezclaba en trazas discordantes con otro muy áspero en garganta que recordaba a hierbas secas quemadas al fuego.

Había cierta acritud invisible rodeándolo todo, retazos del reseco polvo y el húmedo perfume de la tierra y por sobre todo esto el inconfundible aroma de las cenizas y el carbón quemado.

El perfume de la pólvora.

Al cruzar finalmente la puerta y tras no más de una decena de pasos, una nueva sensación quiso venir a sumarse a las ya presentes. En este caso, el nuevo descubrimiento se percibía con el sentido del tacto pues al moverte tu cuerpo comenzó a rozar con algunos objetos que al parecer se distribuían por aquel sitio donde ahora te encontrabas.