Partida Rol por web

Me avanzo teniendo mucho cuidado para ver si podemos continuar. Cuando me aseguro de ello le hago un gesto a mis compañeros para que avancen en dirección al lugar donde están los demás trasgos para luchar contra ellos y acabar antes de que puedan dar una alarma que nos ponga en peligro.

Preparo de nuevo una flecha en mi arco por si tengo que usarlo.

Whilhem desconfiando de los ladrones va hacia ellos y les dice en voz baja "Venir a aquí". Los va a buscar, coge la cuerda y les avisa "no hagáis ruido sino moriremos todos, siempre debéis estar cerca de mi".

Después Whilhem vuelve al grupo con los ladrones intentado moverse sin hacer mucho ruido detrás de Tristan.

Os encontrais en el lado sureste del campamento y la lona de una de las tiendas os tapa de la visión de los trasgos que se encontraban junto al fuego. Parece que por ahora estos no se han enterado de vuestro ataque pero quizas si no ven a los que estaban de patrulla empiecen a sospechar que algo sucede.

- Debemos coger por sorpresa a esos tragos, acabar con ellos y liberar a los prisioneros - susurra el guerrero - Estoy seguro de que hay mas trasgos de los que vemos ¿si no para que querrian tantas tiendas? -

Saco my cuchillo y hago una pequeña grieta en la misma, a un palmo del suelo para mirar en su interior a ver si hay algo o podemos pasar a través de ella.

Lo primero que te asalta es el olor a podrido y a sudor de trasgo asi que tienes que echar la cabeza hacia atras y tras inhalar un apr de veces maas vuelves a mirar. Al principio no ves demasiado pero una vez que tu vista se acostumbra a la penunbra observas que hay un monton de catres en el interior de la tienda, cuentas quince mas concretamente, y que aunque la tienda huele mal no esta muy desordenada para ser el cobijo de unos trasgos, no hay demasiados objetos tirados por el suelo ni esta todo roto.

Enfrente de donde has hecho el corte ves el hueco de apertura de la tienda y puedes escuchar las voces de los cuatro trasgos que estaban alrededor de la fogata.

- ¿Que ves Tristan? ¿hay mas de esos monstruos hay dentro? - susurra el explorador.

En voz baja me giro hacia mis compañeros y les digo:

- No- muevo la cabeza en señal de negación- Que un par o uno se quede conmigo saldremos por la tienda, los demás salid por el otro lado para sorprenderles- Dicho eso avanzo hacia la puerta de la tienda para ver si puedo ver algo más.

De acuerdo Asintió Baelrick.

Iré por el otro lado, imagino que con Whilhem. Wulwaif podría ir con Tristan.

Y esperó a ver si el resto estaba de acuerdo.

Whilhem dudaba si entrar con Tristan y los ladrones por el alboroto del ruido que podrián producir tres personas dentro de una tienda o si era mejor esconderse a un lado de la tienda pero en vez de ser percibido por uno teníamos más posibilidades de que nos descubrieran a cualquiera de los tres.

Después de discutir la emboscada en grupo comento Whilhem "Sera mejor que entre en la tienda yo con los ladrones porque si son muy observadores estos trasgos nos verán fácilmente".

Miro a Wilhem y sus "ladrones" y pongo cara agria:

- Tú y tus ratoncillos mejor váis por fuera o perderemos esta oportunidad de emboscar desde la tienda, no esperarán que nadie de el interior de ella.

Exasperado por tanto ridiculez de conversación, decido hablar: En la tienda deberían ir dos personas... 3 son demasiadas y los demás por ambos lados para sorprender a los trasgos cuando ataquen a los conejillos de indias. O también podría salir primero yo finjiendo ser un indefenso humano - señalo mis ropajes que con tanto caminata podría hacerme pasar por monje peregrino - y vosotros salís cuando empieze a atizarles.

- No lo compliquemos demasiado que solo son trasgos - susurro el guerrero - que tus prisioneros se queden aqui quietecitos que estaran mas seguros. Yo entrare con Tristan en la tienda y en cuanto este dispare un flechazo yo saldre gritando a por ellos. En ese momento vosotros atacareis dos por cada lado para separarlos y que no puedan rodearnos a ninguno. ¿Lo habeis comprendido? -

Whilhem escuchando la opinión de Tristan, le contesto "Muy bien yo iré por fuera de la tienda pero si los trasgos nos descubren tu seras el responsable ya que os aconseje que debían de estar ocultos y estos ladrones no es que me pertenezcan sus vidas pero a saber lo que harían si los dejáramos libres y tampoco somos verdugos sino aventureros". Whilhem respondió Wulwaif "me parece bien el plan" y se prepararon agachados con los ladrones a un lado de la tienda".

Muy bien

El clérigo se da cuenta del problema de dejar solos a los ladrones.

Un momento. Pidamos la bendición de Rivulus antes

Baelrick reza solemne y mojando sus dedos en agua salpica al grupo.

Rivulus nos es favorable. sonríe

Pero quien huya será envenenado y morirá la próxima vez que beba agua.

Empecemos

Knavar asintió a las palabras de sus compañeros, y sacó el arco y una flecha que enganchó a la cuerda sin tensar. Tomó posición y esperó a la señal. En el momento en que el guerrero saliese haría volar sus flechas.

Os encontrais detras de la tienda mas a la izquierda en el mapa (al suroeste) asi que un poco mas atras hay un grupo de arboles lo bastante altos como para valer para lo que has pensado.

Los dos bandidos miran acobardados al clerigo de Rivulus y se quedan bien quietos mientras que Tristan entra sigilosamente en la tienda de los trasgos y Knavar se acerca a los arboles a vuestra espalda para examinarlos detenidamente.

El explorador echa un vistazo a los árboles a sus espaldas comprueba el acceso que tendría con el arco desde alguno de ellos. Finalmente escoge uno y echándose el arco y la flecha a la espalda de nuevo trepa por uno de ellos y se instala en una rama baja, con el suficiente grosor para aguantar su peso. Comprueba que la rama aguantará su peso y vuelve a sacar el arco y la flecha. 

Se orienta hacia la tienda por la que sus compañeros van a salir y observa el campamento. Desde ahí la visión es mucho mejor. Puede controlar casi todo el campamento y espera poder apoyar desde allí a sus compañeros.