Partida Rol por web

Vuestro explorador sube con sigilo a uno de los arboles y tras afianzar su posición saca su arco y apunta con cuidado hacia le fuego. A su vez Tristan y Wulwaif entran en la tienda y Wilhem avanza por uno de los lados y Baelrick por el otro mientras que Ogion se queda en al retaguardia. Parece que vuestro la red esta a punto de cerrarse sobre los desprevenidos trasgos.

Tras inspirar con fuerza un par de veces Wulfwaif hace un gesto a Tristan - En cuanto esten a mi alrdededor aprovecha tu oprtunidad para sorprenderlos - le susurra y a continuación se acerca a la entrada y desenvainando su espada da un salto al exterior y pegando un grito se abalanza contra los trasgos soltando espadazos a diestro siniestro e hireindo mortlamente a uno de ellos antes incluso de que puedan reaccionar siquiera.

- ¡Por Robleda! ¡Por La Marca! -

Whilhem observando que los ladrones están temerosos de la falsa bendición de Baelrick, se siente con seguridad para acercarse al extremo de la tienda ya que Baelrick los vigilaba y así Whilhem podría ayudar a sus compañeros en el ataque.

Whilhem en el momento que ve salir a Wulwaif y a Tristan de la tienda. El sale uno o dos segundos más tarde que ellos para atacar al trasgo que tuviera más cerca.

Baelrick esperaba atentamente la voz de Wulwaif y el disparo de Tristan para atacar cuando saliesen de la tienda.

Sujetaba la maza con determinación. Eran los momentos de tensión previos al combate y no le gustaban especialmente.

El explorador fija su mirada en el otro trasgo al que su compañero no pudo abarcar lógicamente. Tensa la cuerda y deja volar la flecha, esperando poder ayudar a su compañero.

Whilhem asesta un espadazo a uno de los trasgos.

Desde la retaguardia, vuelvo a lanzar con mi honda y...

Observo el combate desde la tienda de campaña y cuando vea una oportunidad saldré y asestaré una puñalada por la espalda a lguno de los enemigos, y si puedo sin que me vea el resto me vuelvo a meter en la tienda y repetir el proceso.

En este momento los dos trasgos que quedan no dan la espalda a la tienda pero si se da la ocasión te aviso. Por ahora permaneces a la espera aunque las cosas parece que van bastante bien para el grupo.

Otro de los trasgos cae herido de muerte por el espadazo propinado por Whilhen. Tras ese momento de sorpresa, y despues de que una flecha se clave al lado de uno de ellos y de que una piedra pase cerca del otro, los dos trasgos restantes desenvainan sus espadas cortas y se preparan para defender caras sus vidas aunque aun atontados por el ataque reaccionan muy lentamente.

- ¡Ya sois nuestros escoria! - grita el guerrero pero con la emoción su golpe es demasiado previsible y el trasgo lo esquiva sin problemas y aun peor, ya que es capaz de ponerle la zancadilla a Wulwaif que cae al lado de la hoguera quemandose en el proceso la mano izquierda.

Whilhem con satisfacción al matar al trasgo en su ataque. Se concentra en la batalla sin emocionarse pronunciando en voz baja "Bahamut nos protege". Vuelve a golpear a otro trasgo con su espada.

Rivulus, Rivulus Gritó el clérigo mientras atacaba.

Se encontraba envalentonado y se notó, su golpe fue certero.

El explorador vuelve a colocar una flecha en el arco y vuelve a apuntar en dirección al combate. Finalmente la flecha sale disparada del arco pero no encuentra objetivo.

Lanzo otra piedra que parece dar en el blanco.

Una piedra vuela por el aire y golpea a un trasgo en un brazo distrayendolo momentaneamente lo cual aprovecha Whilhem para golpearlo haciendo que de unos pasos hacia atras en dirección a la avertura de la tienda. Mientras otra flecha disparada por Knavar pasa volando por encima de vuestras cabezas y Baelrick se lanza contra el otro trasgo restante cortandole la cabeza con su espada con la facilidad de un campesino segando trigo en el campo.

Mientras esperaba que alguno de los trasgos diese la espalda para aprovechar su entrenamiento en ese tipo de subterfugios, uno de ellos, ya herido por sus compañeros lo hace, en ese momento aprovecha Tristan para asestarle un golpe mortal, sesgando la vida de la criatura en el acto, sin hacerlo sufrir, en la columna vertebral a la altura del cuello. Saliendo la hoja de su espada por delante de la traquea del goblin.

Otra flecha estaba a punto de colocar sobre el arco, cuando el explorador observa como Tristán acaba con su vida. Rápidamente los ojos de Knavar se mueven oteando el campamento mientras la flecha tensa el arco. Si algún otro trasgo sale de paseo por el campamento, la flecha volará.