Partida Rol por web

Mientras limpio la espada observo el camino.

- Demasiada gente se dirige al sur. Me parece algo cuando menos extraño.

- No sé lo que les pasará pero no es normal. Deberíamos preguntarles. - dicho esto envaino la espada y espero la respuesta de mis compañeros.

- Por cierto, deberíamos darnos prisa. Tenemos un mensaje importante que entregar.

 Me detengo en el cruce e intento buscar la mitad partida del poste.

-Ayudenme a juntar las dos partes del letrero, si logramos averiguar como unirlas de nuevo, o como era el poste sabremos hacia donde avanzar.

Niego con la cabeza mirando a Ashram.

- No debería hacer falta levantar el letrero... Sólo mirando la disposición de las señalizaciones podríamos ser capaces de deducir cual de ellas indica qué camino. - Sin embargo me acerco a él y le ayudo a levantar el poste. Cuando entre los dos consiguen colocarlo en su posición original cambio de postura para cargar el peso sobre mi hombro mientras mantenemos la señal en equilibrio. - Yo lo sujeto, tú sepárate un poco para mirar las direcciones... ¡Date prisa que pesa!

Me retiro unos pasos para poder mirar las indicaciones.

Cogeis la parte de arriba del poster, pero al unirlo para ver hacia donde iban cada camino, veis que alguien se ha tomado muchas molestias para borrar las indicaciones, quedandoos como al principio, dos caminos que recorrer y sin saber hacia donde va cada uno

 Tras la lucha con la bestia solo quedaba ir para adelante.  Se abre un nuevo camino hacia delante de nosotros esta el camino llevara a las tierras de Rey. Pero ahora la pregunta en que sentido esta el reino.

Delante de nosotros esta la gente que va en columna. Lo mas seguro que fuera algún refugiado con proteccion. Tal vez las tierras del señor o a las fronteras del reino. 

Coloca delante de sus compañeros y gesticula delante de ellos como si hablar  y luego señala a la columna de viajeros. Cuando ha dado sus explicaciones. Se sube a uno de los arboles hasta llega la copa para ver si encuentra algún rastro del castillo o tierras del Rey.

 Inspecciones el suelo de los dos caminos por algunos metros. Donde halla mas cascos de caballos y huellas de soldados será el correcto.

- Tienes razón Sink. Como ya he dicho antes, deberíamos preguntar a esa gente a ver cual es el motivo de su huida y la dirección que llevan. Además así podríamos averiguar por donde se va al Castillo del Rey porque ahora mismo no sé donde estamos.

Observo como Sink trepa al árbol. Una ves está arriba le pregunto. ¿Sink, ves algo?

Me acercó hacia la multitud buscando alguna de las tantas personas para preguntarles.

-Disculpad, ¿pero que ha sucedido para que tanta gente haya empezado a movilizarse tan rápidamente? Y si no es mucho preguntar, ¿hacia donde os dirigís?

Sink se monta en un árbol pero no ve nada en especial. Corvo se acerca a uno de los viajeros.

- Vamos en busca de algún lugar seguro, los señores de la oscuridad han destrozado nuestras casa y matado a nuestras familias, solo buscamos un lugar seguro.

La gente está cansada y hambrienta. Han recorrido muchas millas desde que abandonaron su ciudad en llamas. De pronto ois el batir de gigantescas alas. El sonido proviene del norte.

-¡Son kraans, kraans! Escondeos.

El clamor se extiende a lo largo del camino.

Enfrente de vosotros, a un carro en el que van unos niños se le atasca una rueda en un surco del camino y se rompe. Los niños chillan aterrados.

Inspeccionais el lugar, finalmente decidis tomar el camino de la izquierda. Después de cabalgar unas tres millas, veis a lo lejos las inconfundibles siluetas de cinco grandes lobos fatídicos. A lomos de ellos van los giaks. Parecen dirigirse hacia adelante, donde el sendero desciende hasta una pradera abierta. De repente, uno de los giaks se separa de los otros y retrocede por el camino en dirección hacia vosotros.

Miro a mis compañeros señalando el borde del camino.

- Si aún no nos ha visto, tenemos tiempo para ocultarnos y tenderle una emboscada. - Digo rápidamente antes de que el giak se siga acercando. - ¿Sabeis si esos bichos saben hablar? Tal vez podamos interrogarle para ver si sabe dónde están las tropas de la Oscuridad, o cómo llegar a la capital de Summerland, pues yo no conozco esta zona.

Bajo del caballo y preparo mi arma, tirando de las riendas hacia la cuneta por si finalmente decidimos ocultarnos.

Oigo el sonido de las alas y giro para observar que son unos kraans. Cuando me dispongo a darme la vuelta para esconderme justo enfrente de mí un carro con niños se atasca en el camino y se le rompe la rueda. Así que me dirijo hacia el carro y empiezo a bajar a los atemorizados niños.

- Tranquilos chicos. Voy a ayudaros. Seguidme. - digo mientras empiezo a ir hacia un lugar en el que esconderme con los niños.

Observa la columna de viajero. Parece que viene huyendo de algun sitio cercano.  Mira el cielo con cuando parece las bestia de los señores de la oscuridad.

Mierda! Hay que hacer algo rapido sino se van a perder mas vidas! 

Sink desciende a toda velocidad que le permite el follaje de los arboles. Cuando va descencíendo ve que unos pequeños se ha caído. Salta los mas próximos a ellos , se levanta de un salto agarras los pequeñajos con sus brazos. Buscando lugar seguro para poder este  cubriertos por si le tocara pelear con las bestia.

-Que típico, el carruaje se le rompe una rueda en la peor de las situaciones. Pienso mientras voy corriendo hacia el carro donde ya se encuentran mis compañeros ayudando a los niños y por consiguiente yo me dispongo a hacer lo mismo.

-Venga rápido, rápido antes de que nos vean.

Correis a auxiliar a los niños hay unos 8 niños, de diversas edades, desde bebes hasta niños de 7 años. Los mayores tienen algunos rasguños, los pequeños estan sanos pero lloran y gritan del miedo.

Veis una cabaña no muy lejos de allí, correis a refugiaros y refugiar alli a los niños. Abriendo la puerta de una patada, entrais como una tromba en la casa de labor. Un kraan planea en el cielo sobre el edificio, lanzando un graznido de victoria, pues de sus garras pende una víctima. Compruebais que estáis solos. Pero apoyado contra el hogar hay un martillo de guerra.

Tus compañeros se mantienen callados y te siguen para esconderse detrás de unos espesos arbustos de manera que el lobo fatídico y su jinete no os vean ni a vosotros ni a vuestro caballo blanco. Afortunadamente consiguis no ser descubiertos: la bestia pasa de largo al trote y desaparece por el camino que vosotros habeis seguido.

Pero aún quedaban más lobos en el camino, por lo que sería dificil pasar por allí sin luchar, aunque siempre quedaba la opción de seguir por el bosque

- ¿Estais bien pequeños? - digo agachandome para ponerme a la altura de sus cabezas. No os movais de aquí voy a comprobar si es seguro salir.

Apenas acabo de pronunciar esas palabras abro la puerta y asomo la cabeza con mucho cuidado.