Partida Rol por web

Poco resta ya a las reuniones, si es que a estas alturas se podrían considerar como tales, en Pazo Pajar. Y si no resuelven algo su lealtad no sólo no se verá recompensada... Si no que podrían perder algo por el camino.

Con esto en mente Lord Cleesten, al día siguiente con las primeras luces del alba, volvió a reunir a sus hijos y a aquellos que le servían. Sus ojos estaban aún enrojecidos más en su rostro sólo había determinación. ¿Sería suficiente?

Una vez más asistimos a las reuniones de mi padre. No tenía nada nuevo para decir por ahora. Quizá agradecerle la oportunidad por entrar al torneo, pero sabía que eso era más que nada gracias a mi hermano. Veremos cómo iban las cosas.

Antes de entrar me quedé al lado de la puerta, esperando a los demás que lleguen. Quería hablar con Nathan antes que nada. Si iba a competir lo mejor era pedir un par de consejos al castellano, especialmente por mi equipamiento y dónde conseguirlo. Estaba casi seguro que terminaría con una de las armaduras de cuero de los guardias, pero era mejor que nada.

Otra vez toca una aburrida reunión familiar y aunque en la última me había llevado una sorpresa, me parece complicado que en esta vuelva a pasar, pero supongo que no me queda más remedio.

Me dirijo a la sala, sin prisa, observando a mi alrededor hasta que me encuentro con Samuel en la puerta, le saludo con una sonrisa. -¡Hola hermanito!- Miro hacia los lados. -¿Por qué no pasas?- Le pregunto con curiosidad, tal vez me estuviera esperando.

Nathan apareció habiendo dormido poco, pero con una ligera sonrisa y la mirada ausente, planificando su mañana. Tenia que dar algunas directivas antes de eso. Por ende casi no vio a los niños Thalassos hasta que estuvo frente a ellos. 

-Oh... +murmuro, regresando al mundo real+ ... Bien, veo que pocos duermen ya. ¿Vamos?+invito a pasar, acariciándose la corta barba. Ya se hacia tanto desear el descanso que sus modales normalmente mas cuidadosos se iban relajando.

Rickard es el último en personarse en la reunión familiar, aunque parece que tampoco se ha hecho esperar. Sus pensamientos le llevaron un sueño desasosegado tratando de atar cavos en conjeturas y especulaciones sin llegar a nada convincente ni decente. 

Esperaba que su padre o quizás Nathan hubiesen tenido una noche mas productiva

No debía hacer mucho que Lord Cleesten había abandonado la comodidad del lecho para comenzar el día. Sus ojos aún hinchados y brillantes, así lo atestiguaban. Andaba rumiando algo de comida, al parecer algo duro y seco, que ayudó a pasar con un sorbo de un fuerte licor que le hizo contener momentáneamente la respiración mientras golpeaba un par de veces la mesa con los nudillos como si de una puerta se tratase. Resopló dejando escapar el aliento y el calor que le produjo aquel alcohol casi en estado puro y negó dejando el vaso de lado, como si aquello fuese demasiado, al menos en aquel momento.

- Caras de haber dormido poco.- Mencionó con cierta despreocupación, a la par que sonreía ligeramente. - ¿Alguna novedad?- Preguntó con la misma despreocupación, mientras tomaba asiento.

Tomo asiento también, se acaricio la corta barba que ya iba necesitando otro repaso y entrecerró los ojos. Tenia que apresurarse.

-Hable con lady Buckler anoche. Por el momento, mis sospechas parecen estar bien encaminadas;  de sus palabras me quedo claro que ni ella ni ser Brus están involucrados, pero tampoco especialmente motivados a buscar justicia… sino a preservar las apariencias. Continuare mi investigación sobre los otros sospechosos del rapto mas tarde. En breve, a decir verdad.

Inspiro hondamente, mirando a lord Creesten con seriedad.

-Obtuve permiso para cerrar el burdel de la Dama, una mujer de pueblo. Basta decir que es la responsable intelectual de mis heridas. Llevare a algunos de los soldados para hacer ejemplo con ella en un rato, e invite a ser Brus y a ser Gregor a acompañarnos. Confió en sacar una mejor impresión de ambos, que me permita esclarecer las cosas.

Adelanto el cuerpo  un tanto, y junto las manos cruzando los dedos.

-Hay otra cuestión… algo que parece desconocen, mi señor, porque omitieron decírmelo anoche. Los Horpe se están marchando. El bastardo Marcus partió ayer, y hoy mismo le seguirá su hermano Ben. Ignoro la razón, pero si hay respuestas que obtener de él,  o propuestas que hacerle, deberán abordarlo ahora mismo, antes de que parta.

Diciendo esto ultimo, miro hacia Myria un instante y luego a lord Cleesten. Eso debia ser bastante elocuente.

Cleesten escuchó con atención al castellano. Asintió sin gesto de sorpresa. - Era consciente de que partirían, sí. Toca dar sepultura a Lord Cleon antes de que se convierta en un cadáver maloliente e imposible de velar.- Al menos esa era la mejor excusa que podía ocurrírsele en caso de que tuvieran que marchar  por otro motivo distinto. 

- Pero no me corre prisa tratar con Ben ningún tema ahora que la joven Falia ya no es una opción de esposa para Ben, y sí de mi heredero.- Afirmó. -En cualquier caso tengo intención de acudir a su entierro, o si no llegase a tiempo, a dar el pésame a la familia. Seguro que cualquier tema a tratar con Ben podría ser resuelto en algún momento de mi estancia allí- Reflexionó con convicción.

- Que vayáis a ser acompañado por Ser Brus y Ser Gregor, sí que me parece lo suficientemente interesante para que quizás nuestra invitada tuviese posibilidad en al gún momento, de echar un vistazo, para confirmar o desmentir si alguno pudiera tratarse de su supuesto captor...- Propuso.

Levanto las cejas, no creía que ese detalle hubiera sido algo importante, Marcus tenía que acompañar a su difunto padre, parecía algo de lo más normal.

-Sí, nos lo dijo cuando le conocí en el funeral, parecía muy apenado por la muerte de su padre… No pensé que eso fuera importante, que llevara el cuerpo de su padre a su hogar no me pareció nada…- Miro hacia arriba, para luego inclinar la cabeza hacia un lado. - Es decir, no creo que sea algo raro.-

Me alzo de hombros. -Es normal que se vayan.-

Asiento conforme ante la respuesta de mi padre. Marcus es un buen hombre. Camino por la habitación observando un poco que hay, tantas reuniones empezaban a ser aburridas, aunque la última fue interesante, pero si se terminaran ya no estaría nada mal.

Entré con los demás a la sala para la reunión. Las noticias las trajo Nathan, diciéndonos lo que estuvo haciendo durante la noche. Asentí a sus palabras mientras hablaba. Al parecer, nuestro castellano estaba seguro que los Buckler no habían sido quienes estaban tras lo que estaba pasando en Pazo Pajar, o al menos no las cabezas de la familia. Eso dejaba pocas opciones dentro de ellos.

Eso quitaba una de las opciones del mapa, pero no las más tentadoras. Personalmente, todavía me decantaba entre los Blackstorm y los Errol desaparecidos, y creía que mi padre seguía pensando en los Horpe, pero no estaba seguro. Y claro, eso si es que no eran individuos de las diferentes casas trabajando entre sí, que también era muy probable. ¿Pero acaso alguien aceptaría formar parte del complot de los Errol que acababan de perder la guerra? ¿O alguien aceptaría trabajar con uno de los Gower? Era dificil de aceptar.

—Tuvimos tiempo de hablar una última vez con los Horpe ayer. Creo que nada cambió desde entonces. — Señalé, recordando los eventos del día anterior, en cuanto a lo que decía Nathan sobre zanjar ahora cualquier asunto pendiente. Luego de eso cambié de postura, soltándome un poco. —Por cierto, Rickon me dijo que cambiaste de opinión sobre el torneo, padre. — Dije sin saber si sonar neutro o conciliador. —Quería agradecerte. Realmente quiero hacer algo por la familia, y creo que si logro un buen desempeño en el torneo, la gente nos va a ver diferente. Y si no, bueno... de todos modos iré tapado por las dudas. — Expliqué.

Luego volteé hacia nuestro castellano. —Y por eso quería hablar contigo Nathan. ¿Es posible conseguirme alguna armadura, aunque sea de cuero, armas, y una forma de cubrirme el rostro? — Le pregunté. —Yo me encargo de ocultarme luego de eso. — La verdad todavía no sabía bien cómo iba a inscribirme sin que mi nombre salte demasiado a la vista. Me pregunté si podría sobornar a quien hacía las inscripciones, o si podía hacer que alguien más se inscriba por mi y entrar con su nombre. Pero sabía que el castellano estaba ocupado, y no podía ocupar mucho de su tiempo.

Cleesten alzó las manos y negó en gesto de no ser responsable ante las palabras de su hijo, eludiendo el agradecimiento. - Sigo pensando igual, pero lo cierto es que Rickard, será el señor de la casa más pronto que tarde. Y si considera que debes participar, que así sea.- Explicó mirando a su primogénito y heredero. - La responsabilidad, para bien o para mal, de lo que en ese torneo suceda y sus consecuencias, será suya...- No empleó un tono que necesariamente indicase que se decantaba por el peor de los casos en los que en ocasiones, los participantes habían sufrido graves lesiones o incluso encontrado la muerte, aunque sin duda lo tenía presente. - A fin de cuentas, eso es lo que significa ser lord.-

Las siguientes palabras de su hijo volvieron a agriar su rostro. - Samuel, sea como sea, has de presentarte como caballero misterioso.- Aseveró. - Que se estén perdiendo las tradiciones y permitan entrar a cualquiera sin espuelas es una cosa...- motivo que disgustaba al lord, acostumbrado a otras épocas más tradicionales. - Pero acabas de cumplir tus quince días del nombre y no tienes edad aún para participar. Sólo habrás de descubrirte si ganas ese torneo y aún así...- Dejó aquello en el aire con cierta duda pendiente, como si no estuviese seguro si sería más un escándalo que un beneficio para la casa. Pero estando Samuel tan próximo a su mayoría de edad, quizás no fuese tampoco mayor problema que el campeón no fuese aún un "hombre". Matrimonios se habían dado con menos edad que la de su hijo.

Frunció el ceño un momento, al parecer no lo comprendían. Pidió un momento a Samuel alzando dos dedos, mientras cerraba el otro asunto.

-En realidad era significativa esta partida de los Horpe. Marcus también resultaba sospechoso del rapto, dado que encajaba con la descripción y su familia es la que ha resultado más beneficiada por los sucesos. Concuerdo en que tenia motivos para partir antes, así que solo nos queda esperar que sea inocente. +apunto, para luego añadir enfocándose en lord Cleesten+ Ya he anticipado vuestra sugerencia, mi señor. Egil y nuestra invitada nos seguirán a distancia, encapuchados, para que pueda hacer eso mismo bajo su protección. +confirmo, para despejar esa cuestión.

No tenía nada que añadir sobre la lección de caballeria; esto era una prerrogativa de los padres. Solo lo miro de pies a cabeza unos segundos, evaluándolo.

-Supongo que puedo prestarte mi armadura. +replico al joven+ Un justador en cuero saldrá en camilla, como mínimo. Un par de manos de pintura bastaran para disfrazarla y no debe ser difícil conseguirte otro escudo. Pero la acondicionaremos después que termine lo que debo hacer ahora.

Hace un gesto de aceptación cuando su padre deja claro que la responsabilidad por el torneo recae en él. 

Pero realmente lo que le tiene intrigado son esas menciones misteriosas a la "invitada". Ya había algunas menciones la pasada noche y teme que se esta perdiendo algo. 

-Padre, entiendo que queráis mantener el máximo sigilo en estas cuestiones pero ya desde ayer queda claro que entre Nathan y usted estáis investigando con algún tipo de éxito algo relativo a ese burdel. Que habéis localizado a a alguien "nuestra invitada". Pero ese misterio solo medio nombrado no nos ayuda a que podamos ayudar. 

Si lo deseas podemos seguir de esta manera y buscaremos por nuestra cuenta alguna respuesta a lo que sucede por aquí o si lo preferís puedo ayudar en esta cuestión. Temo que a Nathan le vendría bien algo de ayuda, y no por eso arañazos sino por su labor sin descanso.

Me siento a un lado, aburrida, mi hermanito no me había hecho mucho caso con lo del torneo, parece que sigue empeñado en participar y no parece importarles demasiado. Como no tengo nada que decir pues simplemente escucho a ratos la conversación mientras jugueteo con mis manos.

Yo quiero encontrar quién le hizo eso a Rhae, miro a Nathan. -¿De verdad piensas que pudo ser Marcus? A mí no me coincide con la descripción que dio.- A mí me había caído bien, aunque sabía que era porque me había dado lástima encontrarlo en aquella situación, con su padre recién fallecido y él esperando fuera.

Miro a mi hermano mayor, él aun no sabía nada. -Tenemos que encontrar a alguien, pero solo tenemos una pequeña descripción con la que podría ser casi cualquiera, así que si no lo identifica ella misma será difícil.- Digo intentando arrojar algo de luz, pero tampoco quiero revelar de más, para eso ya están mi Nathan y mi padre, que se ocupen ellos.

TOC TOC TOC

Alguien llamó a la puerta, tres golpes impacientes, provocando que todos se girasen sorprendidos por la repentina interrupción. La puerta permaneció muda unos instantes como si aguardase algo, tardaron en responder a la llamada, entonces Nathan se aproximó y la abrió.

-Perdonen, me envía el señor de la Casa para... Para anunciarles que... -no era ducho en el arte de la dialéctica eso se veía más aquello no importaba, el mensaje parecía importante. -Hoy será el último día de los acuerdos de Pazo Pajar... No ha habido mucho acuerdo como ya sabéis, pero así se llamaba esto. 

Entonces pareció advertir de que la familia al completo se encontraba allí.

-Bueno, como sea... Se celebrará un torneo tras la comida tal y como se prometió... Y con ello terminaremos todo el asunto. Oficialmente Pazo Pajar pasará a ser de los Horpe. -Aquella idea visiblemente no parecía gustarle, a diferencia de su primo, sí que era todo un libro abierto. -Pues eso, si alguien quiere apuntarse, en el patio de armas hay un mozo tomando notas. Que me aspen si sé dónde aprendió a escribir.

Entonces se aproximó a la puerta con la intención de cerrarla al salir...

La noticia no resulta de su agrado, esto fuerza a tomar un movimiento rápido. -Nathan será mejor que salgamos pronto, si hay alguna posibilidad de aclarar esto debemos hallarla de inmediato. 

-Sir Brus, gracias por comunicarnos, intentaremos arrojar luz en este asunto antes del fin del día, excusadme si me ausento del torneo. 

Asintio, repasando la mano por el jubon. Debia ir a vestirse de la manera apropiada a la ocasion, pero eso no tardaria mucho.

-Ser Brus, solo una cosa. Anoche os envié una invitación para una salida de justicia ahora en la mañana, que haremos en el pueblo con permiso de vuestra señora. ¿Nos acompañara? +inquirio seriamente al caballero.