Partida Rol por web

Saco uno de mis cigarrillos liados para encenderlo y le paso la caja a Alberto por si quiere uno. Le pido al camarero un vaso de lo más fuerte que tenga porque me hará falta.
- Quien sabe, puede que le haya insinuado algo a nuestra compañera y le ha dicho que solo se abrirá de piernas si le paga por ello - replicó dándole una calada al cigarro, soltando el aire lentamente y cogiendo el vaso para darle un sorbo - Mejor para él, no creo que tenga estómago para lo que puede venir más adelante y puedo asegurarte que todos esos ataques no serán los últimos.

Miro a quien entra y doy otro sorbo a mi bebida dejándola sobre la mesita que hay a mi lado.

-¿En serio? es tan fácil echar la culpa a los demás, que por la incompetencia propia. Tan propio de mujeres de tu calaña - doy otra calada al cigarrillo, tragando el humo y luego soltándolo- En fin, creo que deberíamos intentar encontrar a ese hombre hoy. Lo antes posible, por que puede que le avisen que le andamos buscando.  

—Mujeres de mi calaña... —repite divertida ante el insulto de su compañera.

—Me encanta escucharte desde tu pedestal de supuesta superioridad moral. Tú, una marimacho que se disfraza de hombre y se hace llamar padre. Muy natural lo tuyo, padrecito —espeta en la cara de Pere, sin desdibujar su pedante sonrisa en ningún punto.

Entonces, sabiendo que de nada serviría continuar con aquellas agresiones, Julia suelta un pesado suspiro y da el primer paso para tratar de establecer un cese al fuego.

—Bueno, ahora si no tienes nada más con que agraviarme, sugiero establecer una tregua que nos permita cumplir con nuestro cometido.

Apura el trago y le hace un gesto a sus compañeros para que le conviden un cigarrillo.

—Resulta que la chacha no era un callejón sin salidas después de todo, era más bien una granada cebada y lista para explotar. Heitor se está ocupando de ella mientras hablamos —hace una breve pausa para ordenar sus ideas y evaluar cómo continuar—. Pere, en este punto es evidente que tu relación con los ácratas es, como poco, estrecha. ¿Qué sabes de lo Lloret de Mar? ¿Conoces o tienes algún tipo de bronca con los que masacraron a la familia de juez Díaz Olmo? Es claro que ellos te conocen y tienen algo en tu contra, algo personal.

—¿Y a ustedes cómo les ha ido? ¿Qué han obtenido de los a... —se corrige sobre la marcha— contactos de Pere? ¿Y quién es ese hombre del que hablan?

Rechazó el cigarrillo con una sonrisa y un gracias.
Julia entro con una puya drectamente hacia Pere, por lo que  practicamente sacó a Alberto de la conversación. Nunca era sabio meterse entre dos desconocidos en guerra, por tanto Alberto dejó a sus dos compañeros llevar el timbre de su discusión como creyeran conveniente, solo intervendría si la discusión escalaba. Pero no por ello perdía detalle de la conversación. Asintió cuando se propuso aparcar al discusión, lo hizo de forma lenta e inconsciente con un movimiento apenas perceptible y aunque no lo expreso, agradecido si eso suponía aplazar el asunto hasta que esto estuviera solucionado.

- ¿Granada Cebada? - Preguntó al fin cuando por fin se dijo algo de su incumbencia. - Las analogías, feas o bonitas no me dicen nada. - Dijo Alberto tras un segundo de una forma neutra. - ¿Complicaciones? ¿Cuales? - Devolviendo la conversación al hilo principal que había establecido Madame Julia.
Alberto miraba como siempre algo desapasionado y meditando bien todo cuanto decía, sin apresurarse en abrir la boca.

- Si de tu calaña, hay putas en el Rabal que se tienen mas consideración y amor propio que tu. Ellas al menos lo hacen para llevar comida a sus casas para los hijos que tienen, pero tu solo lo haces para que te miren y rodearte de lujos - replico mientras mantengo mi pose y doy otra calada a mi cigarrillo antes de apagarlo en el cenicero de cristal que hay en la mesita frente a mi - Pero que puedo esperar de alguien tan pallus. Pere es el diminutivo de Peret o Pedro si quieres trasladarlo al castellano, tal vez asi lo entienda alguien tan cortito como tú. Puta y tonta, realmente lo tienes todo y espero que tengas dinero para cuando te hagas mayor, en dos años ya no serviras para el oficio.

Si cree que me va a cabrear, no me conoce para nada ya tengo reprimendas de mi madre por vestirme asi, pero yo soy la que lleva la comida a casa, la que mantiene el negocio familiar con esa libreria que solo nos trae disgustos.

-La libreria de mi familia esta en el barrio gotico de Barcelona, asi que creo que te has equivocado. A menos que hicieran un pedido y no les llegara, pero lo dudo llevo todo al dia. - Termino mi bebida y giro el vaso poniendolo boca abajo contra la mesita de cristal. - Quiere decir que estaba dispuesta a contar lo que sabia, pero a ella no se lo iba a contar y ha decidido que el portugues haga el trabajo sucio, muy posiblemente con los pantalones bajados. 

Consigues abrir la puerta, aunque casi se te resiste, escuchas ruido en el fondo de la casa, y es allí a donde te diriges, llegas a las habitaciones de servicio, donde puedes ver a Juana haciendo las maletas apresuradamente

Llamas a los contactos de tu familia y consigues averiguar que los trabajadores saben que hay anarquistas que imprimen panfletos, periódicos y hacen reuniones, pero nada concreto sobre ellos. 

Llamas a tu verdadero trabajo, pero te comunican que por ahora todo va bien, lo has dejado todo tan bien gestionado que parece que no haces falta por el momento. Por un momento deseas que este trabajo fuese igual de sencillo o tus compañeros tan diligentes como tus chicas

Heitor la espera fuera de la casa aunque en la parte que da a la parte trasera, para evitar darle un susto de muerte. Se aleja un poco de la puerta lo suficiente para no dar la sensación de que estaba queriendo entrar. Y espera que salga...

No saben decirte, no hay ninguno que haya llamado la atención especialmente por encima del resto

Sales sin que nadie te vea y esperas a la chacha fuera. Tarda un buen rato, pero finalmente, casi una hora después ves a Juana con una maleta y diriguiendose calle abajo

Heitor siguió a Juana... por un momento pensó en decirle algo, pero viendo que no se había percatado de su presencia prefirió seguirla sin que fuera visto.

Sigues a Juana hasta el puerto, allí ves como intenta engatuzar a algún rico para que le pague un billete a Argentina, y por la cara del hombre, parece que lo está consiguiendo

Después de un rato en silencio, parece que las aguas se han calmado, Rodrigo vuelve de hacer su llamada telefónica, aunque aún no hay rastro de Heitor.

Para romper el hielo, Alberto que es el que en más de una ocasión ha intentado poner fin a la disputa de las chicas, comienza a recordar que están allí por un trabajo. Con la visita del otro grupo a la chacha Juana, solo quedaba una persona con la que hablar, el sobrino del Juez Diaz Olmo, que según sabéis trabaja en el Museo del Prado.

Las demás pistas os llevan a Alcoy, por lo que era momento de decidir que hacer

Heitor observó la escena desde la distancia y camuflándose entre la gente, al final sabía hacia donde iba Juana e intentó no meterse en el asunto. Todavía podía ver alguna oportunidad para intervenir pero por ahora no surgía dicha oportunidad.

-A todo esto, ¿Dónde está el cantante? Estaba contigo la última vez. Digo mirando hacia Madame Ju

Alberto se mantuvo distante mientras comenzaban las hostilidades nuevamente, aquello iba a acabar por pasarles factura cuando menos se lo esperaran.

Al final pensó que sino hacía avanzar la situación se quedaría encallada en esa discusión inerte y dañina. La situación llegó cuando Rodrigo volvió de hacer su llamada.

- Bueno, tenemos un nombre, uno relacionado con las sustancias que elevan el espíritu y acaban con el cuerpo y creo saber por dónde empezar a buscarlo, nuestra reunión ha sido útil y fructifera, la verdad. La gente con la que hemos hablado no quieren verse enel mismo saco que el fulano que buscamos.- Recalcó Alberto. - Espero que Heitor traiga mucha información a su vez. - Dijo dando un sorbo a su bebida y meditando sus próximas palabras.

- Quizá debamos seguir divididos para cubrir mas terreno en menos tiempo. - Sugirió Alberto, en parte por separar a Pere y a Julia la una de la otra, pues si llevaban aquellas discusiones a una situación tensa delante de gente de mala calaña aquello iba a acabar muy mal. Pero la gente para la que trabajaban no estaban acostumbrados a esperar.

Se dirigió al Señor De Lara con calma y pausadamente.

- ¿No fueron juntos a ver a la chacha Juana? - Preguntó sorprendido por el hecho de que no supiera del Cantante - Como nos ha indicado, Heitor se está con ella. - Dijo Alberto con un gesto a Julia para indicar quien se lo había indicado.