Partida Rol por web

Aunque reticente al principio debido a su desconfiaza en la magia, Sutu le dejó hacer a su compañero Habib, y el bárbaro sintió una reconfortante frescura canalizándose a través de las energías que su compañero hacía fluir hacia su cuerpo. Cuando terminó, Sutu se encontraba de nuevo en plenas facultades.

-Muchas gracias hechicero. Le dijo.

Me pregunto hasta dónde llega a alcanzar el poder de esta gente. Pensó. Tal vez no tenga que ir tan lejos para saber de mi familia, tal vez...

Los pensamientos del hombre, distraido por lo ocurrido y sus sentimientos, fueron interrumpidos por las palabras de los demás cuando descubrieron a la criatura apostada frente a la entrada de la gruta a medida que se iban acercando a la misma. Y Sutu, aunque rezagado por el momento de sofoco que había tenido, desenvainó su arma, alerta a cualquier movimiento que pudiera preceder a un ataque.

Como veas... pero si necesitas ayuda avisa... que esto no es nada respondo a duras penas a Rhaz mientras me acerco a la cueva con el resto del grupo. Estaba claro que lo que me pasaba era algo más, pero mi orgullo me obligaba a hacerme el duro. Ya había quedado bastante en entredicho con lo sucedido con aquel bicharraco como para encima seguir pareciendo más débil. Y en este mundo los débiles no tardaban mucho en ser dejados atrás.

- Ey Sutu por que no vienes  conmigo y pelamos a ese bichejo, intenta encararlo mientras yo le sacudo por detras, no creo que tengamos mucho problemas. Si consigo flanquearlo quizas lo liquidemos antes de lo previsto, que dices grandullón - dice este con una sonrisa picara mirando al barbaro, mientras que se cruje los dedos de las manos y saca su espada corta.

~ Willem: Como veas... pero si necesitas ayuda avisa... que esto no es nada ~

- Descansa, e intenta no darnos con el arco si disparas, cuando estemos entablado cuerpo a cuerpo con la lagartija ok? - responde a las palabras de este.

-Bien. Le respondió Sutu escuetamente. Vamos a por esa cosa y limpiemos la entrada de sabandijas.

El bárbaro se situó junto a su compañero, hacha en manos, preparado apra lo que pudiera estar esperándoles en la gruta.

Entre todos podeis ver como de la susodicha criatura ascienden unas volutas de humo negro y un olorcillo a quemado llega a vuestras narices, Rhaz identifica a la criatura, es un erizo del desierto, un animal cuadrúpedo y cubierto de peligrosas púas, no hay ningún cazador en toda Has'sara que se atreva a combatir en solitario a esta brutal criatura que tantas vidas a arrancado. Es carnívora y muy a menudo ataca a los viajeros entre estos peñascos y riscos, evitando por completo las ardientes arenas del interminable desierto que tan poco cobijo proporcionan, y este, seguro que está muerto.

Rhaz ve como algunos de sus compañeros olisquean el aire, esperando algun movimiento por parte del monstruo para abalanzarse sobre él, pero éste se ha quedado completamente quieto, infundiendo duda, curiosidad e impaciencia a partes iguales entre sus compañeros

De nada, Sutu. Ojalá pudiera curaros a todos, pero mi poder es limitado. Así que debemos ser prudentes.

Le contestó Habib en su momento al guerrero.

Me acerqué lo que pude para ver mejor a la criatura. Quería saber si mi magia podía afectarle o no, pero como no estaba seguro me acerqué más y más hasta que me parapeté en las rocas. Escondido y en cobertura, podía volver a observar sin temor.

Susurrando: Crik, ves a la criatura? Está dormida?

En ese momento mi olfato me da la sensación de que huele a carne quemada. Saco mi ballesta y apunto a la criatura. Con un brazo hago una seña a Rahz para que se acerque despacio, que yo le cubro.

Umm, esto parece muy raro. Está vivo el bicho? Lo han puesto de espantapájaros? Jejeje.

Lentamente me acerco a las piedras donde esta el amable de Habib, mientras murmuro. ¿Veis lo que buscamos??, ¿el guante estará mas adelante?.. Si bien me siento enferma, creo que me tocara atacar a distancia si algo pasa, y detrás de estas piedras es el lugar ideal. alisto mi ballesta. Dado que estoy algo enferma, os apoyare en la distancia... pero cuidado con esas puas.

Rhaz avanza un poco mas hacia la criatura con su compañero Sutu solo varios pasos para ver la reaccion de la criatura y avisa a Habib y a Matrina con gestos de que si se mueve disparen sin pensar antes de que llegue a ellos. - Vamos grandullón creo que hay algo raro en este bicho, acerquemosnos un poco mas - dice este a Sutu.

De acuerdo… me mantendré en la retaguardia… al menos por ahora pese a que me intentaba hacer el duro con mis palabras, en mis adentros me alegraba profundamente de que fuesen ellos los que me dijeran que no me metiera en la refriega. En las condiciones en las que estaba dudaba mucho que pudiese salir entero.

Lentamente y todo lo en silencio que pude, me acerque hasta donde se encontraban Matrina y Habib, mientras iba cogiendo el arco y colocando una flecha, dispuesto a disparar a lo primero que se moviera y no fuese uno de nosotros cinco.

El bárbaro observó cómo tomaban posiciones todos sus compañeros, preparándose para un nuevo y peligroso combate, y decidiendo con el mismo sentido práctico de siempre que lo mejor era encarar el problema de frente, se acercó a la criatura con la intención de limpiar la entrada del "perro guardian" que la custodiaba.

Por las palabras de ese hombre, intuyo que esa bestia es peligrosa y que de nada sirve intentar pasar sigilósamente. Pensó el bárbaro mientras avanzaba, hacha en mano, con la determinación de ejecutar un golpe fatal a la bestia.

- Muy bien hecho grandullón - penso Rhaz al ver como este iba decidido a encarar a la bestia, este era el momento para buscar el flanqueo, asi que el picaro se acerca por el lado opuesto de animal todo lo que puede, para asegurarse un flanqueo seguro gracias al arrojo del barbaro.

Os acercais al cadáver humeante del erizo del desierto y arrugais la nariz por el mal olor a quemado y Sutu se echa atrás cuando del ángulo de la pared y el suelo junto al que se ha situado aparece una enorme testa al rojo vivo que le da de lleno en su armadura, atravesando el cuero y haciendo que Sutu de un gran alarido.

El gusano se revuelve saliendo del agujero excavado y se encara al bárbaro armado, un gusano de fuego, son un peligro muy común en el desierto de Has'sara y no es raro que el erizo buscara la sombra y se viera sorprendido por el durmiente anélido candente

Ahora Sutu sostiene su arma en una mano y con la otra apaga las brasas del agujero en su dañada armadura, todos recordais al enorme buitre que os sorprendió de la misma manera, y esperais tener mayor fortuna pues este enemigo, es más peligroso que el emplumado

Un gusano del fuego es un animalejo elemental, cazador de las dunas y las rocas, invulnerables al calor y muy voraces.

A Sutu le ataca un peligroso gusano de fuego, que debe ser el que ha matado al herizo chamuscado. Parece que le ha hecho mucho daño, así que no tengo más remedio que curarle.

Esto es lo que pasa cuando no se hacen las cosas bien.

Me muevo rápido, antes de que los demás reaccionen y me sitúo justo detrás del gran Sutu. Impongo mis manos y pronuncio mis palabras mágicas.

Soy el canal de tu curación.

Sé que no le cura del todo, pero le permitirá sobrevivir un poco más.

Ánimo Sutu. Pero no te dejes dar otra vez más, por favor.

Una vez terminado, inclino la cabeza para ver y oír, lo que pueda haber dentro de la cueva, pero mi enorme paciente, me tapa y me impide concentrarme en escuchar.

Pero Crik, está muy atento, eso, sumado a si visión mejor que la mía, le permite averiguar más que yo.

Rhaz al ver como el nuevo bicho aseta un gran colpe al barbaro al cual deja malherido se mueve intentando hacer el minimo ruido posible he intentando esconderse de la vista de este, hasta colocarse flanqueando a distancia a este, y prepara su arma por si el bicho se le acerca.

La aparición de la segunda criatura sorprendió a Sutu sin darle tiempo a reaccionar.

El bárbaro recibió el golpe en el torso, sintiendo el abrasador contacto de la bestia sobre su cuerpo a través de la armadura que vestía, y retrocedió medio paso a causa de la fuerza del golpe que hizo saltar pedazos de cuero candente.

Por suerte para el hombre, no estaba solo y sus compañeros acudieron en su ayuda, uno curándolo gracias a su hechicería, y el otro dando apoyo en el combate contra semejante criatura.

Sutu bufó de ira como un animal y asió su gran hacha con las dos manos, preparado para tomarse justa y brutal vengaza bárbara. Avanzó el medio pasó que había retrocedido a causa del ataque de la bestia, y descargó la hoja de su pesada hacha sobre ella con toda la fuerza de la que se vió capaz.

Como me alegro de no haber ido en primer lugar. Si me llego a llevar ese golpe ahora mismo estaría saludando personalmente a los dioses pienso al ver el golpe que asesta el gusano al bárbaro. Acto seguido apunto al bichejo con el arco, a la espera del momento oportuno para clavarle una flecha en su apestoso cuerpo.

El hacha de Sutu se clava fuerte en el gusano haciendo que este se revuelva y al desclavarla triunfante se desprendan puñados de brasas encendidas prácticamente segmentando al gusano en dos.

Su cabeza parpadea unos instantes y se menea a ambos lados dolorida, en uno de esos furiosos revuelos, Sutu es golpeado de nuevo en el costado y empujado contra la pared, por unos instantes el enorme gusano le mantiene contra esta haciendole sentir el tizón en su piel que se abrasa y arruga bajo la presión del extraño monstruo.

La armadura de Sutu que consistía en un monton de cueros es ahora tan solo un montón de harapos negros de los que cuelgan diversas ataduras ahora inservibles. Sutu recupera su posición y sujeta su arma, detrás del gusano Rhaz se prepara para asestar un golpe letal.... más vale por el bien de Sutu que tengais buena fortuna.

El bárbaro observa el lugar en el que ha hecho sólida mella como si un tronco en ascuas se tratara, y ciertamente, si vuelve a golpear en el mismo lugar, podría partirlo en dos, ¿Pero es eso lo que quiere?