Partida Rol por web

Después de aquel engaño, Madsul volvió en sí, algo aturdido, sin comprender del todo donde estaba. Había seguido a sus compañeros hasta otra estancia, y ahora tenían sus valiosos objetos de vuelta entre las manos. Cómo había sucedido, no lo sabía, pero sí estaba seguro de quién (o qué) había tomado el control todo ese tiempo. Casi podía sentir su hastío, su rabia ardiente en el interior. Les había ayudado porque le convenía, no porque lo deseara. Había perdido la paciencia y había arrebatado a Madsul la consciencia. El nómada sabía bien que eso podía volver a suceder en cualquier momento, aunque no porqué. ¿Encontrarían la respuesta en aquella misión? No estaba seguro...

- Bien, nobles amigos. - dijo, recuperando su sonrisa habitual - Ya tenemos lo que buscábamos. La misión de los dioses nos espera.

La misión de los dioses, recuperar aquel Cáliz. ¿O era otra cosa la que le había llevado hasta allí? Su destino, sin duda... pero aún tardaría en averiguar en qué consistía.

Nathifa dejó escapar en un suspiro aliviado la respiración que estaba conteniendo mientras esperaba a ver si la técnica de Jotnar funcionaba. No dudaba, en teoría, del buen hacer de Jotnar. Pero dudaba que hubiese fe ninguna tan fuerte que no se tambalease un poco ante la vista de un coco berseker.

Una vez que el peligro coquil hubo pasado, se acercó inmediatamente al equipo. O al menos, tan inmediatamente como pudo mientras sorteaba los trocitos de vampiro desparramados por el lugar. Dio una palmada cariñosa a su arpa, y empezó a vestirse inmediatamente. Los no muertos habían corrido tras la ilusión, pero no sabía cuanto tardarían en volver. O si vendrían sus carceleros. Madsul parecía triunfante ahora que tenía de nuevo sus ropas y armas, pero ella no lo veía tan claro.

-He recuperado mis instrumentos, pero ya no me quedan energías para animaros en las batallas. Los pocos trucos que conozco, poco más podré usarlos sin agotar mis fuerzas. Y el veneno de las serpientes metálicas me ha dejado débil, y poco resistiría en una lucha.* Y creo que también vosotros estareis agotados. Aunque queramos venganza, quizás será mejor evitar las luchas si podemos y conservar las fuerzas para las que sean inevitables.

El sacerdote de Thoth salió detrás de sus compañeros, intentando cerrar la puerta detrás de si, aunque sin dejar de perder la oportunidad.

Casi se maldijo, porque apenas le dio tiempo a estudiar a aquellos no-muertos todo lo que hubiera querido. Aquella carrera iba en contras de sus principios sobre la cautela y la calma al afrontar los problemas, pero era cierto que le dolía todo el cuerpo y casi mandaba más su instinto de supervivencia.

Al llegar a la sala donde estaban sus pertenencias frenó en secó poniéndose detrás de sus compañeros, aun sin terminar de dar crédito a lo que veía. Aquella criatura vegetal estaba fuera de si y a sus pies se encontraba lo que parecían los restos de un vampiro. Por un momento parecía que aquella criatura iba a echárseles encima, pero el enano comenzó a cantar una especie de ¿nana? que terminó por dejar en un sueño profundo al pequeño ser.

Cuando aquella visión única termino, Shem se apresuró en buscar sus cosas, aunque al pasar al lado del enano le dijo: 

-En verdad era un guerrero temible del reino vegetal. -comentó con sincero respeto.

Después de aquello se atavió con sus enseres de buena gana, sobretodo su símbolo sagrado que pareció tocar con reverencia y el porta-pergaminos.

-Mi situación es parecida a la de Lady Nathifa, compañeros... no obstante, aqui dentro -comentó sujetando el porta-rollos- puedo tener cosas útiles*.

Kefera recuperó su equipo y se lo fue colocando en silencio mientras reflexionaba.

- Recuerdame que no me meta con el Cocotilo, acerto a decir mientras miraba los restos del no-muerto.

- Nuestras posibilidades de sobrevivir aumentan, pero no quiere decir que ya lo hayamos conseguido, este es el primer paso de un largo camino, dijo sombria.

- Tenemos unos no-muertos que nos impiden salir, esperemos que no reaccionen si venimos desde esta habitacion, porque sino deberemos combatir y eso hará ruido.

Ahora que habían recuperado la varita, Nathifa fue pasando por junto a los miembros del grupo, mientras se vestían y recuperaban sus cosas, y completando las curaciones que habían empezado en la celda: haciendo que la carne se remendara y los golpes  y contusiones desaparecieran.

Shem no pudo evitar soltar un suspiro de alivio al encontrarse reconfortado por la magia reparadora de la bardo.

Sin el dolor, su mente podía volver a centrarse en la tarea que tenían por delante... que no era otra si no recuperar el sagrado Cáliz. Miró al resto de compañeros y comentó:

-Ahora que estoy recuperado, puedo enfrentarme a esos no-muertos si osan volverse contra nosotros, aunque si han regresado a sus posiciones dudo mucho que lo hagan. Después de todo parecían guardar la puerta de todo el que entrara, como bien probó el noble Amuir. Vayamos a la planta de arriba y seamos cautos. Mucho me temo que todavía nos falta el mayor de los retos por afrontar.

Jotnar recogió al coquito y lo metió en su mochila, luego se puso en jarras orgullosamente al oír a Shem.

—Por supuesto que lo es, ¿hubo dudas en algún momento?

Sin esperar respuesta, se apresuró a recoger y equiparse tanto la susodicha mochila como el resto de su equipo.

—Bueno, si tenemos la suerte de encontrar alguna salida al exterior, yo no descartaría la posibilidad de salir para descansar, reponernos fuera, y volver más tarde—comentó cuando Nathifa expresó preocupación ante su sequía de recursos—. Énfasis en el "si". No digo que vayan a tener una de emergencia justamente aquí al lado de las celdas. Pero que conste que si no la tienen deberían de quejarse al sindicato de villanos: Estas ruinas no cumplen la normativa de seguridad.

Aferró su hacha y asintió, pese a que el hacha en cuestión no hubiese dicho nada al respecto, daba igual, él se entendía con su hacha.

—Ahora veremos si esos zombis sólo atacaban a lo que saliera de las celdas o qué—miró a Kéfera que andaba registrando el cadáver del vampiro—. ¿Algo interesante?

-Estoy de acuerdo con vos, maese enano, pero no olvidemos que esto es una ciudad subterránea. Igual no es necesario subir hasta arriba para lograr un lugar donde reponernos, descansar y pensar alternativas. De hecho, se dice que los de vuestra raza son especialmente buenos a la hora de explorar las profundidades ¿no?

El sacerdote de Thoth miró a Kéfera un momento para ver si encontraba algo en los restos y luego se preparó para seguir adelante.

-Supongo que debemos movernos cuanto antes... -añadió, aunque no parecía demasiado contento con la idea. Después de todo, estaban en un lugar desconocido que debía estar plagado de enemigos.

- Aqui seguimos encerrados, no sabemos cuando volveran para torturarnos o acabar con nosotros, dijo la exploradora mientras acababa de mirar los restos del vampiro.

- Asi que no es un buen lugar para permanecer mucho tiempo, hizo una pausa, yo exploraria en sigilo un poco más adelante de la puerta donde estan no muertos, ahora tenemos la ventaja de la sorpresa, pero si tenemos que combatir en la sala la perderemos rapidamente.

[Edito] Mirad lo que he encontrado, dijo mientras enseñaba el anillo que habia encontrado, ¿será magico?, le pregunto a sus compañeros más duchos en artes magicas

Amuir recuperó sus armas en silencio y se ajustó la ropa y la armadura con silenciosa disciplina. Cualquiera que lo observase vería que no se colocaba las piezas de forma casual, sino que seguía un protocolo fijado por él mismo a modo de ritual. Después de haber burlado las puertas del Juicio de Osiris una vez más, tenía que volver a concentrarse en lo terrenal. La canción de Jotnar lo puso de nuevo en juego y se mantuvo de pie, apartado a un lado, mientras el resto del grupo se vestía y se armaba. Tenía que sacarlos de allí antes de que volvieran a cruzarse con Imin y sus chacales, aunque ahora tenían más información, eran enemigos demasiado poderosos.

-¿Por qué no esperamos aquí a que los guardianes no-muertos vuelvan a su lugar original? Si regresan a sus pedestales, nosotros podemos marcharnos sin tener que pelear con ellos. Y buscamos una salida. 

-Es posible-respondió a la propuesta de Amuir-. Por lo que contaste, no atacaron a Cocotilio cuando salió de la habitación, ni intentaron atacarte a ti cuando volviste de tu reconocimiento después de salir siendo invisible. Pero no deberíamos contar con eso. Puede que sólo ataquen a los prisioneros que salgan de la zona de celdas, o puede que sólo fueran lentos en reaccionar, o que respondan a cualquier otra señal que desconocemos. Creo que no deberíamos provocarlos, pero sí estar preparados para lo que hagan ellos.

Se acercó a Shem y Madsul y le hizo un gesto a Kéfera para que se acercara con el anillo para verlo mejor.

-¿Habéis visto algo similar antes?-Les preguntó, mientras lo examinaba a su vez.

Shem estudió también el anillo al escuchar a Nathifa, entretanto contestó:

-Con lo que hemos tardado en equiparnos, es de esperar que hayan vuelto a su posición. Acerquémonos con cautela... esperemos que ocurra lo mismo que cuando el bueno de Amuir regresó de la sala, pero estemos preparados para lo peor. -terminó diciendo con resolución.

Madsul contempló el anillo que le mostraba Nathifa, y sus ojos se tornaron momentáneamente incandescentes, mientras unas oscuras palabras salían de sus labios. El oscuro ser que le habitaba trataba de averiguar si había presencia de magia en aquel objeto.

El conjuro de Madsul reveló un aura mágica en el anillo.

Antes de que Madsul pudiera lanzar ningún conjuro, Shem intentó detenerle.

-Un momento, un momento querido amigo. No gastes tus energías. -dicho aquello, tomó su portapergaminos y deslizó uno adecuado para la tarea de identificacón junto a sus conocimientos.

Shem identifica el anillo como un anillo de desvío +1. El portador del anillo parece físicamente un vampiro, no proyecta sombra ni se refleja en los espejos.

 —Oh, sí. Y también dicen que a todos sin excepción nos encanta la herrería y el alcohol... —respondió Jotnar a la pregunta de Shem. Luego hizo girar los ojos en redondo como si aquella última afirmación sobre bebidas espirituosas le resultara especialmente ridícula—. Pero sí, lo de las profundidades concretamente es cierto; ver en la oscuridad ayuda con esas cosas. Pero también hace falta ser explorador.

Aguardó a que el anillo fuera identificado y no se rio a carcajadas sólo porque no era el mejor momento. ¿Fuera quien fuera la desgraciada víctima de Cocotilio sólo había parecido un vampiro por el anillo? Le encantaban aquel tipo de absurdos.

—¡Ja!—masculló—. A eso le llamo yo querer caldo y recibir dos tazas. Lanzadas a la cabeza concretamente.

Carraspeó y le dio unas palmaditas en el brazo a Amuir cuando este expuso su idea.

—Quizá podríamos hacer eso. Si siguieran mirando la puerta al menos—dijo—. O si queréis aseguraros, puedes volver a hacer tu truquito de "Hago chas y aparezco a vuestro lado" que usaste antes para ver si reaccionaban al verte o no.

Shem no pareció atender demasiado a las palabras del enano, pues se quedó absorto examinando aquella joya.

Tras su estudio, Shem terminó por asentir satisfecho. Al fin servían para bien algunas de sus capacidades.

-Es un anillo mágico, no hay duda. Otorga al que lo posee unas ventajas parecidas a las que tienen los vampiros... no proyectan sombra, no se reflejan en los espejos y es más difícil que sean alcanzados por ataques. -miró a Amuir y a Kéfera- Yo creo que cualquiera de los dos podría usarlo, aunque el buen Amuir siempre parece adelantarse para explorar lo que hay por delante del grupo. En esa tarea, el anillo podría ir muy bien. -terminó de decir ofreciéndoselo a cualquiera de ambos que lo quisiera coger.

-Si no hay nada más, igual sería bueno ponernos en marcha...

- Intenta otra vez el truco de la invisibilidad, es la mejor opcion que no nos compromete a todos, dijo Kefera si los no-muertos no reaccionan a tu presencia cuando vienes por ese sentido entonces pasamos de uno en uno.

No entiendo practicamente nada sobre los no-muertos, pero puede ser que la orden que les hayan dado sea "vigila la puerta"

Amuir esperó a que los no-muertos regresasen a sus pedestales, controlando que no viniera nadie con ellos para comprobar por qué se habían movido. Con cautela, subió las escaleras para asomarse a la parte de arriba y poco a poco se fue acercando a la parte superior, preparado para desaparecer entre las sombras una vez más si alguno movía cualquier hueso.

Si no reaccionaron a la presencia del hermano de Osiris, el asesino se escabulló escaleras arriba para comprobar que no hubiese nada peligroso.

Paso 1. Movimiento 30' hacia la zona de los no-muertos. Si reaccionan a mi presencia, me hago invisible y regreso a la puerta (porque si reaccionan a mí no quiero atraerlos hacia donde estan los demás). Regresaría con la misma táctica con los otros y ya planeamos cualquier estrategia.

Paso 2. Si no reaccionan cuando llego por ese lado, voy por la escalera sur (que sube) para echar un vistazo con sigilo. Me hago invisible si aparece alguien, aunque supongo que dependerá de si nos vemos antes o no xD. Busco algo peligroso por ahí. Dejo tiradas de Percepción, Buscar y Sigilo.