Partida Rol por web

A Rebas:

- Pues hará un mes o dos... No recuerdo bien...

Os dáis cuenta que con lo que debe beber y fumar ese tipo, no tiene muy claro el día en el que vive.

A Zook:

- Yo que sé, hombre, no los conté...

Los guardias se lo llevan al calobozo.

- ¿Le diréis al juez que os he ayudado, no?- implora mientras lo arrastran fuera.- ¡Venga, tíos!

Los guardias arrastran a Nat sin contemplaciones.

- ¡Camina, basura! 

- ¡No he hecho nada! ¿Es delito rob... coger dientes podridos?

- Díselo al enterrador, mendrugo*. Ahora tira p'alante.

Era bastante tiempo desde que los había vendido, y tenían el tiempo en contra. Comenzó a rebuscar entre sus cosas por si encontraba el diario de la maga, que no estaba seguro de si lo tenía él.

-Puedo preguntarle a la Suma Sacerdotisa si recuerda cuántos eran los dientes, tal vez por alguna vía podamos encontrar ese total...- dijo sin levantar la mirada.

Buscas entre tus cosas--- Veamos... Recuerdas que hablasteis de eso todo el grupo antes de desperdigaros... En cas de Wymar Beltran ¿Quién se quedó esas hojas al final? ¡Espera, fue Destro! No le habéis visto el pelo desde entonces. Quizá las tenga en su casa?

- Bien. Entonces no perdamos el tiempo. Cada segundo que pasa, puede ser el nacer de una nueva bestia. - Advirtió con seriedad y decisión Blarc. - ¿Dónde rayos están el detective y ese bardo, cuando son necesarios? - Preguntó en voz alta y en general, tanto para sus compañeros como para los miembros de la ronda.

Debían ir a por ellos de inmediato. Si alguien conociese de su actual o posible paradero, no habría tiempo que perder.

Preguntando en la Ronda, sabéis que wyman y Destro han tenido que irse a una misión oficial por orden del burgomaestre. Sin forma de contactar con ellos, lo único que se os ocurre es ir a la casa de Wyman para ver si lo dejó allí.

-Yo me ocupo- dijo Rebás, que habiendo trabajado tantas veces con Wymar, les sabía algún que otro truco. Podría entrar a su casa, de una forma u otra.

-Mientras tanto, busquen al aprendiz de la maga, por si necesitamos al no encontrar la bitácora- agregó -No tardaré demasiado-

Y sin perder más tiempo, ya que lo estaban haciendo, corrió lo más rápido que pudo hacia la casa del detective.

...justo ahora se va... justo ahora...

- Bien. Andando. - Sin perder tiempo y separando caminos, por algún medio u otro, hallarían esa lista.

Zook pregunta un poco a los vecinos y guardias y visita a Myles, el aprendiz de la maga, en casa de sus padres. Está más tranquilo y centrado, aunque sigue muy afectado por la horrible experiencia. Dice que su maestra guardaba un registro de sus clientes, pero que no sabe si alguno de vosotros o la Ronda se la llevó. En cuanto a los dientes, sabe que An-Lin compraba dientes de animales y además para fabricar sus dientes postizos, pero no sabe nada de esos dientes de lobo. Aunque claramente le asusta recordar.

REBAS.

En casa de Wyman no hay nada interesante. Pero hablando con su portera, te da la impresión que esa vieja cotilla sabe más de lo que dice, pero se muere por decirlo.

BLARC

Destro vive en la buhardilla de una lujosa posada, donde toca por las noches. El dueño te abre la puerta con su llave. Es un auténtico desastre de instrumentos musicales, mudas de ropa desordenada (aunque limpia), papeles con garabatos de partituras, y recuerdos de sus aventuras... ¿Dónde puede guardar ese desastre las notas?

Blarc no perdería el tiempo. Daría vuelta la entera buhardilla con todo y muebles si era necesario. Cualquier instrumento roto en el proceso, no era nada ante el sacrificio de la gente de Velén si no detenían a tiempo esos dientes.

Sin embargo, aunque su aspecto fuese imponente, el Paladín no era ningún bruto. No se había vuelto un cazador de demonios y engendros simplemente gracias a su músculo. Pues siempre sabía dónde buscar, y dónde solían esconderse, tanto las personas como las cosas que deseasen ocultar.

Si tenía un compartimento secreto, lo hallaría. Fuere entre sus muebles, o incluso dentro de algún libro o instrumento. Esos objetos siempre tenían cavidades interiores, muy vaciables y útiles para ocultar cosas de importancia. Y, si ese no resultase el caso y el bardo fuese más plano de lo que aparentase... De seguro lo hallaría entremezclado entre sus notas de partituras. Sería fácil distinguir un montón de poemas y notas musicales, de una lista de trabajo.

Rebás rebuscó, pero no encontró algo interesante. Sólo la vieja Greted, que siempre tenía algún cotilleo, pero ahora parecía que quería hablar de algo más.

-¿Cómo está, señora Greted?- le sonrió amablemente el joven, con aquel tono que utilizaba con las señoras -¿Alguna novedad? ¿Sabe algo del detective?- preguntó como quien no quiere la cosa.

BLARC

Esto es un maremágnum, pero piensas: si fuera un bardo hedonista y narcisita enamorado de mi propia voz, donde escondería documentos? El único lugar digno de mi sería... ¡el corazón de la diosa de la musica! Así que apartas un tapiz de Milil tocando el harpa y... ¡Bingo! Un escondite. Veamos, hay sostenes dedicados por admiradoras, rizos de antiguas amantes, un pequeño broche de oro en forma de araña con un diamante y los documentos. En ese momento, llaman a la puerta con fuertes golpes.

Zook sigue preguntando, pero esperaba que alguno de sus compañeros encontrara el registro, alli seguro que obtendria respuesta.

Parecia que el registro era la mejor pista, podria buscar los dientes con el conjuro, pero tal vez les guiara a los ya encontrados o algo peor, todas las victimas atrapadas tenian tambien dientes de lobo o incluso los perros, quien sabia, debian ver si podria haber alguna manera de descubrirlo, el libro era la mejor pista.

Su instinto y su experiencia nuevamente le servían. Todo hombre que guardaba u ocultaba algo importante, contaba con un compartimento secreto. Por banal u oscuro que fuese. Leyó la lista con especial atención a los nombres, antes de guardarla con sumo cuidado. Si algo sucediese, debía asegurarse de memorizar esos nombres. Velen dependía de ello.

En su camino de salida, escuchó los golpes a la puerta. No se había molestado en reordenar todo de vuelta, ni tampoco le importaba. Ahora mismo habían otras prioridades, vidas en el camino. Sin mas, abrió la puerta con fuerza, pues se dirigía hacia su salida de todas maneras.

SEÑORA GRETED A REBAS:

- Pues mireusté, el seño'ito etaba aqui matando l'a'aña con zu lira, con ezo que vino un zeñó mu fino mu fino, con pinta de mayormono del rey nustro zeñó, y ze lo yevó en mizión ezpeciá!

REBAS EN CASA DE DESTRO.

Detrás de la puerta hay un individuo muy corpulento, gordo y obeso, cubierto con un capote impermeable con capucha qe no deja visible ninguna parte de su anatomía, aunque huele vagamente a pescado pasado.

- Disculpe, caballero, ¿vive aquí por ventura un tal señor Destro, bardo y cantador de singular talento?

ZOOK

Tienes un listado de todos los pacientes. Podrías intentar DIplomacia con el burgomaestre para que ponga en movimiento la Ronda y se junten todos los que recibieron un injerto dental.

- Tal vez. No es de mi incumbencia, ni tampoco la suya. - Respondió con frialdad y desinterés Blarc, pues su foco ahora mismo se encontraba totalmente en otra parte. Sus intenciones eran claras y eran las de seguir adelante. Él ya había obtenido lo que buscaba, y su prioridad ahora era salvar a la gente de Velén. Sólo esperaba que este sujeto no supusiese un obstáculo.

BLARC

El desconocido encapuchado parece algo desconcertado por tu hostil actitud, pero no insiste.

- Quizá me he confundido de vivienda. Disculpe si le he perturbado con mi impertinencia.

Hace un gesto como de sutil reverencia, inclinando su corpachón inflado, y se aleja bamboleándose.

Rebás continuó la charla como si fuera una vieja más de la zona, y le preguntó por los colores, contándole de los colores de la librea de la casa que tendrían que buscar en breve. Si coincidían, su amigo estaba en problemas...

Si eso coincidía, tendría que salir en busca de los demás de manera urgente. Si, en cambio, era realmente el mayordomo de "mayordomo del rey nuestro zeñó", entonces no habría problema, y simplemente no podrían contar con él.

Zook observa la lisya, y se acerca uno de los guardias o al comandante.

- Creo que seria bueno tener controlados a los clientes, tal vez tengan uno de esos dientes y pudeira transformarse, eso si, deberiamos ahcerlo con suavidad por si la hira pudeira activar la transformacion ... si alguno mas tiene ese diente si se lo retiramos antes podriamos evitar que se transformara .... o pudean saber algo mas o escuchar algo mientras que estuvieron en la consulta. -

Dice Zook pensando en obtener aun mas informacion