Partida Rol por web

Rebás la escuchó sin interrumpirla, no quería desaprovechar la oportunidad. Para cuando ella terminó de hablar, rompió el pequeño silencio que se había creado entre ellos dos.

-Me alegro que te hayas dirigido hacia aquí, fue muy inteligente de tu parte- la miró a los ojos, mientras el brillo dorado aún permanecía en los suyos, y le dedicó una pequeña sonrisa -¿De qué collar me hablas?- le preguntó suavemente, manteniendo un tono grave y pausado -No sabía que tenía un aprendiz, ¿cómo es su nombre?-

No era necesario preguntarle por qué dedos le faltaban a la maga, después de todo, para ella sería muy fuerte recordarlo, y los demás se encontrarían con ese hecho rápidamente. Al menos Wymar.

El caballero oscuro aguardó con tensión, hasta que las puertas terminaron por abrirse y entonces... Detuvo su movimiento, y volvió a terminar de envainar su espada. Fuese real o no, el niño no representaba una amenaza inmediata. Y el bardo se mostraba confiado en su capacidad para controlarlo. Le daría una oportunidad.

Por otro lado, observó la puerta... ¿Sigilo? ¿Esconderse? Él no era quién debería esconderse ni temer ahora mismo. Ya conocía los métodos del detective, y seguramente éste también sabía que Blarc nunca se ocultaría.

- Adelante... - Cediéndole el lugar a Wymar con leve desaprobación, mas sin interferir en sus métodos. Si era capaz de atravesar e investigar invisible, lo aguardaría allí mientras él continuaba inspeccionando su sitio cercano, atento a cualquier movimiento brusco.

Ha la espera de la intervención de Zook, conoce de sobra el ingenio e inventiva de su amigo, y si tuviese alguna consideración respecto al plan, Destro cesaría sus acciones para escucharlo.

-Sr Beltrán, si está usted preparado le aconsejaría cerrar los ojos y taparse la nariz para garantizar el éxito del conjuro.- Dice mientras guarda su flauta de pan y la reemplaza por su violín celta. Justo se escuchan la llamada de las campanas, que se repite un total de 11 veces. Éste ciclo suele indicar el cierre de los establecimientos de bien y el comienzo de la fiesta en los establecimientos de verdad. Tras el último golpe de éstas Destro empieza a tocar una bella melodía, tras unos acordes introductorios en escala mixólida, de nota sol a sol, en tu mente se pinta una escena frenética como un día lleno de acción y acelerado, pero pronto pasa a un modo eólico y con éste cambio reduce severamente el tempo y la intensidad de la música, la noche ha llegado. La sonata sigue reduciendo su ritmo y sonido, la tranquilidad y el silencio llega por fin a la noche, hasta que nada se escucha, y tu cuerpo se ha fusionado con el telón cósmico de color negro tizón que todo lo envuelve, cuando por fin abres los ojos ves que tu cuerpo, pese a seguir existiendo es imposible distinguirlo del fondo, más no sientes miedo, pues la tranquilidad de la noche te imbuye. Solo una voz tras el final de la música consiste romper esa suerte de estado zen en el que te encontrabas, y te devuelve al mundo terrenal.

-Veo que ha salido bien, espero que el viaje haya sido placentero. No te preocupes, éste estado no durará para siempre, entorno al próximo tañir de campanas el efecto desaparecerá irremediablemente. Si quieres que desaparezca antes puedes, solo tienes que desearlo con fuerza. Movimientos bruscos u otras artimañas pueden hacerle salir de éste estado a su vez, así que evite la pelea si quiere mantenerse invisible a la vista.

Autre te muestra un collar de plata que parece de factura enana, con un complicado engarce roto.
- Se me rompió el otro día... Ella me lo arregla con su magia... ¿El aprendiz? Creo que Nyles o Mylo o algo así.

WYMAR

La puerta está entreabierta... Es más, a través de la hendedura puedes ver un cuerpo humano envuelto en una túnica tirado en el suelo en un charco de sangre.

- Bueno chico ... estas bien? - dice Zook cuando lo ve mas de cerca ... nos puedes contar si has visto algo? tal vez nos ayude a descubrir porque ha pasado esto ... -

Zook observa la habitacion en general, y aun mas, donde el chico estaba escondido, porque ahi, quien era, habira visto lo sucedido o aun peor habria sido el el asesino ... , demasiadas dudas que debian descubrir a continuacion.

- Aqui algo huele mal prepararos por si acaso ... Armadura de mago ... - el gnomo convocaba la priemra de sus defensas magias por si las cosas se caldeaban

El barullo en la taverna es tal que parece que poca gente se ha dado cuenta de que ha habido un asesinato... Poco después que se vayan tus compañeros entra un grupo de estibadores que acaban de salir del trabajo. Se sientan al lado de los nobles que le pidieron una canción a Destro, y están a punto de pelearse con esos cuando uno de los pisaverdes hace un chiste sobre que huelen a pescado. Uno de los estibadores lo agarra del cuello y lo levanta del suelo con una mano, pero los otros les separan. Los estibadores piden bebida e intentan calmar al otro, mientras los nobles se quedan cuchicheando alrededor de una carta que les muestra uno.

Blarc permanecía vigilante y observando la sala. Todo el movimiento parecía bastante reciente, las gotas de humedad se veían frescas, cualquier mínimo rastro de polvo nulo. Esto le daba a pensar que había una gran posibilidad de que tanto la dama como el niño supiesen más de lo que creían, o de lo que dirían. Tenían que aprovechar este tiempo a su favor y desperdiciar el menos posible.

Mientras el desaparecido detective inspeccionaba la sala en cuestión, el Paladín Gris no perdió el tiempo, y alzó el puño derecho con sus nudillos hacia el frente. Tallado y pintado sobre su guantelete se encontraba su símbolo sagrado, el ojo vigilante de Helm, el cuál ahora mismo se encontraba alineado con la rendija de su propio yelmo. Si los hechos habían sido recientes, eso significa que también los rastros y quizás hasta alguna presencia. Enfoco con el poder que le confería su devoción, su Sentido Divino, para ver a través de la vigilancia de su deidad si algún dejo del mal se encontraba en la escena.

Fue avanzando lenta y cuidadosamente dentro de la sala en la que ya estaban, buscando cualquier rastro de consagración o profanación en el sitio o algún objeto reciente, o si se escondía alguna presencia demoníaca bajo todo este velo. Era menester descartarlo... O en el peor de los casos, confirmarlo.

Rebás guardó el pequeño espejo, y le extendió la mano.

-¿Me permites?- le dijo con una sonrisa -Conozco algún que otro truco para arreglar cosas como éstas- y le guiñó un ojo, más amable y jocoso, que galante y seductor.

Y acto seguido, le preguntó:

-¿Sabes dónde vive ese tal Nyles... o Mylo?-

Mientras la mujer le respondía, el joven tomó dos piedras oscuras y las puso sobre la mesa, a unos centímetros de distancia. Luego puso el collar, entre las dos piedras, y extendió las manos sobre el collar. Los imanes comenzaron a vibrar lentamente, para luego hacerlo más frenéticamente. Rebás cerró los ojos un momento. Autre pudo ver cómo el engarce comenzaba a reconstituirse, con una pequeña luminosidad cálida, casi dorada. Cuando terminó de constituirse, los imanes dejaron de moverse, y el clérigo de Toth abrió los ojos. Guardó los imanes, y le extendió el collar.

-Aquí tienes- no sabía si quería usarlo en ese momento, así que no aprovechó la situación para otros fines.

-¿Conoces a la señora Anlin hace mucho?- le preguntó.

Cada tanto le dedicaba una mirada de ojos dorados hacia los nobles y estibadores, que no quería verse envuelto en una trifulca tabernaria. Además, esa carta no dejaba de llamarle la atención, de simple curiosidad.

Cubierto por la invisibilidad, te introduces sigilosamente en la habitación. Las paredes, el techo y el suelo están manchadas de sangre fresca. La mayoría d elos muebles están destrozados como si hubieran sufrido el ataque de una bestia salvaje. En el suelo hay el cadáver de una mujer de mediana edad, alta y delgada. Su brazo izquierdo acaba en un muñón ensangrentado. Bajo una mesa hay los restos de una mano.

- Pues de toda la vida... Siempre ha tenido el taller allí. Arregla cosas, repara dientes, trabaja ocn gremios, creo.
"¿El aprendiz? No tengo idea. Solo lo conozco de la consulta. Lleva un año con ella o así.
"Eres muy amable...