Partida Rol por web

Wymar está investigando distintas zonas de la habitación y Blarc a empezado a hablar con Myles, no sabía que esperar de ésto último... Pero le daría un voto de confianza, aún no conocía el grandullón, y quien sabe de que sería capaz a pesar de su aspecto. Igualmente antes de entrar, Destro piensa que debiera hacerlo alguien más... profesional.

-Sr Wymar, Sr Blarc, he hallado otro habítaculo más. No me gustaría con mis torpes procedimientos enturbiar la escena y destruit potenciales pruebas, así que le invito a ustedes a entrar cuando gusten.

A Destro toda la situación con extremidades ortopédicas o protésicos en general le estaba empezando a subírseles a los nervios ligeramente. Puede que jugar a ser detective no fuese la mejor de sus ideas después de todo, cegado por las ganas de ayudar y de probarse a sí mismo delante de sus nuevos compañeros, olvidó que no es más que un simple bardo, y que le disgusta el olor a sangre ni la pesadez de la muerte. Vuelve para hablar con Miles.

-No te preocupes campeón. -Le ofrezco un trozo desmenuzado de pan- Siendo las horas que son no habrás cenado, tendrás hambre. ¿Sabes donde guardaba la señora sus archivos? Nos podría ser de gran utilidad. También, ¿Sabrías de alguien a parte de ti que ayudase frecuentemente a la señora a llevar el negocio, o que pudiese saber sobre su vida? o incluso, ¿Sabrías de alguien que se llevara mal con ella o que tuviese motivos para...esto? Nos estás siendo de gran ayuda Myles, no dejaremos que te pase nada.

Al pasar los dedos cerca de la mesa de trabajo, tus afilados sentidos notan algo peculiar. Un discreto cajón que abres para encontrar un papel donde hay escrito un curioso mensaje:

XX de XX, año 17 del reinado del buen rey Alemander IV (es el día de hoy).

Empiezo el exámen del paciente. Se ha negado a dar su nombre, pero permite tomar sus datos físicos. Tiene unos treinta años, mide XX, pesa unas XX. Salud y aspecto excelente. Se queja de dolor en el incisivo frontal y varios molares de la mandíbula inferior.
"Por favor abra la boca... Un poco más... Tengo que introducir este instrumento (Ruido) Es solo una broma amigo, relájese. Todo el mundo pone esa cara en ver estas pinzas.
"Tengo que meter esas más pequeñas... Así. Veo una inflamación, acerco la lupa... Es curioso, hay una pequeña inflamación en el diente en cuestión, está amarillento. No debería ser así... Oiga, reclamaciones luego. ¿Puede abrir más la boca?
"¿Un poco más? Tranquilo, se va a desencajar la mandíbula. Debería venir más a menudo, son los únicos dientes que va a tener en su vida.
"Hmmm. Parece que aguantará, pese a la decoloración. ¿Qué opina de las dentaduras postizas? ¡Esas manos! Solo bromeaba. Volveré a lanzar el conjuro, eso bastará.
"Abra la boca.
"Más.
"Más... ¡Mystra, qué mandíbula más larga tiene!
"Sí, estoy limando el diente. Tome un poco de licor. Amortiguará la sensación.
"¡Au! No hace falta morder... ¡SUÉLTEME! ¡ABRA LA BOCA! ¡MI DEDO! ¡MI...!"

Aquí termina el texto del pergamino.

Rebás se levantó inmediatamente, cubriendo a Aéli y a Autre con su cuerpo. Pero por suerte la pelea no se desató. En su mente, esos rostros, ya tenían un lugar, por si necesitaba buscarlos nuevamente.

-Autre, ¿quiere que la escolte hasta su hogar? Tal vez ya no es momento para que permanezca aquí y sería bueno que pueda descansar- le dijo invitándola a salir, mientras que a Aéli le dijo -Carga esto a la cuenta de la guardia, que Wymar se ocupará luego- y le guiñó un ojo.

Se daba cuenta que no podría sacar más información de la bella mujer, pero al menos se encargaría de que llegara sana y salva. Además, le quedaría de paso para dirigirse a lo de Anlin.

De todas formas, había otro motivo más de por qué salir en ese momento: quería saber si entre los estibadores decían algo en voz alta, aprovechando la efusividad que tenía en ese momento el de la mano vendada.

XX de XX, año 17 del reinado del buen rey Alemander IV (es el día de hoy).

Empiezo el exámen del paciente. Se ha negado a dar su nombre, pero permite tomar sus datos físicos. Tiene unos treinta años, mide XX, pesa unas XX. Salud y aspecto excelente. Se queja de dolor en el incisivo frontal y varios molares de la mandíbula inferior.
"Por favor abra la boca...

Wymar leyó una y otra vez el pergamino como si tratara de entender lo que decía. En realidad, le llamaba poderosamente la atención lo minuciosas de las anotaciones de la maga, que había escrito una cita textual de cada diálogo, incluso las bromas, mientras tenía las manos ocupadas sosteniendo pinzas en la boca de su paciente. Incluso seguía escribiendo mientras la mordían segundos antes de su muerte.
No era lógico, alguien más había escrito eso seguramente, pero, ¿luego tomarse el trabajo de guardarlo en el cajón en el momento que la maga era asesinada?. No cuadra.

"El niño dijo que no estaba en la habitación y solo entró cuando escuchó los gritos, él no escribió eso"

Recordó una charla con Rebas hace unos meses. Esa noche, Wymar se las había arreglado para convencer a Rebas de acompañarlo a fumar opio, cosa que le costó bastante debido a las sanas costumbres de su compañero.
Rebas le contaba sobre un sueño que había tenido hacía unas noches donde una cronista entrevistaba a un jóven sobre su participación en un torneo mágico, y la pluma de la cronista flotaba mágicamente, sin que nadie la manipulara, razgando el papel y tomando nota de todo lo que se decía. El grado de detalle de aquel sueño era remarcable, Rebas recordaba que la cronista se llamaba algo de Skeeter, y mencionaba el nombre de  "vuelapluma" para referirse a su artilugio de anotación.

La frutilla del postre, oír a Rebas decir que eso no era un sueño, sino que estaba siendo testigo onírico de sucesos reales que pasaban en planos paralelos. 

Tras esa historia, juró nunca mas obligarlo a consumir ninguna substancia.

En la escena del crimen y tras leer el pergamino, Wymar pensaba...."Quizás Rebas no estaba taaan drogado esa noche, tendría sentido que esto fuera obra de una "vuelapluma", aunque, ¿Quien se habría tomado el trabajo de guardar el pergamino en el cajón?... Aquí había alguien más, alguien que por algún motivo no fue atacado, alguien lo suficientemente loco para seguir escribiendo en lugar de ayudar a la maga mientras su paciente la mordía.

Wymar guradó la nota.

-Sr Wymar, Sr Blarc, he hallado otro habítaculo más. No me gustaría con mis torpes procedimientos enturbiar la escena y destruit potenciales pruebas, así que le invito a ustedes a entrar cuando gusten.

 

Destro sorprendió al investigador pensativo, con un pergamino en la mano y ajustando su monóculo con la otra. 
-Un pergamino con unas escrituras un tanto desconcertantes-Le dijo al bardo mientras guardaba el papel en el bolsillo de su sobretodo-Lo guardaré como evidencia.-

-Había notado la puerta-Le dijo en referencia al aviso-Estaba por entrar. Hazme un favor, pregúntale al niño si la maga tiene alguien que toma nota en cada una de sus consultas. Si te responde que no, Pídele a Zook que junte todas las plumas que encuentre y revise si alguna es mágica.

Ah, también pregúntale al niño si la maga llevaba registro de sus pacientes, busquen un paciente de hoy, a las...¿11 campanadas sonaron cuando me lanzaste invisibilidad?.... hmm, llegamos a las 11, la maga murió hace 20 min según Zook-Wymar pensaba en voz alta- Busca un paciente que haya tenido turno hoy entre las 9 y las 11, por un dolor de dientes. Si lo encuentras, habrás encontrado al culpable.

Autre está bastante afectada por lo que ha visto así que acepta que la escoltes, especialmente ahora que es de noche. Vive algo lejos, en la calle del Ancla.
Salís a la calle, donde ya ha salido la luna y se nota ya la humedad de la noche.

El muchacho dice que su maestra usaba magia para tomar notas. Tenía unconjuro, creacion suya, que permetía apuntar lo que iba diciendo, pero llevaba ella los registros y no sabe donde tenía la agenda en el momento de su muerte.

- MIs padres viven en la calle de la Cadena, señor... ¿Puede avisarles alguien?- responde a Blarc el aprendiz.

Después de ver a su maestra devorada, Myles no tiene hambre.

- ¿Enemigos? No señor. La señorita no se metía en líos. No le gustaban las aventuras ni esas cosas. Sólo usaba su magia... pero para arreglar cosas y demás. Se llevaba bien con todos. No se merecía esto... Era muy suya eso sí... Siempre guardaba sus notas y su agenda... ¿amigos? A veces venía la señora Feidra de la tienda de curiosidades. O me mandaba a mi a buscar componentes.

- Ven conmigo. Las calles son peligrosas ahora mismo, y será mejor que regreses a tu casa a salvo. - No era una orden, sino un ofrecimiento cuál protector. Y una inteligente sugerencia. Siendo el único testigo y con un asesino suelto, de ser profesional, estaba en potencial peligro. Aunque el joven no necesitaba ser consciente de dicho detalle, sólo lograría asustarlo aún más.

Por otro lado la escena del crimen estaba cubierta por el Detective. Él por su parte debía alertar a la guardia en los cuarteles. Si el asesinato había ocurrido hace tan poco, eso significaba que el asesino aún debía andar suelto, y relativamente cerca.

Cuando Autre le dijo hacia dónde vivía, Rebás no dijo nada, pero pensó que era más cerca. Mientras caminan bajo la luna, Rebás le ofrece la capa con capucha. El estibador se había ido más rápido de lo que pensaba, y últimamente no le estaba acertando con sus suposiciones.

-¿Por qué necesitaba arreglar este collar ahora?- le preguntó mientras la observaba disimuladamente buscando cualquier indicio de mentira en sus palabras -Es tarde para salir a la calle, sola-

Ahora le llamaba la atención algo que se le había pasado por alto: ¿qué hacía tan tarde esa mujer por aquella zona? Por más que no desconfiaba realmente de Autre, de nada servía no preguntar algo así.

-Mmm claro Sr Wymar, a sus órdenes, pero tal vez parece que no sea necesario todo eso. Parece que la única que se pasaba por la tienda más allá de los pacientes es la señorita...¿Como dijiste chavalin?.- Espera un segundo a la respuesta de Myles.- Eso, la Srta Feidra, de la tienda de curiosidades. Buena idea lo de la pluma, Zook, encárgate tu que tienes mayor conocimiento en ese campo, yo me ocupo de revisar los papeles desperdigados por el suelo a ver si puedo encontrar algo interesante como su agenda o algo.

En medio de su búsqueda entre los papeles desperdigados escucha a Blarc hablar con Myles y oye como parece que se va a ir a casa. Ciertamente sería lo mejor, ese no es lugar para alguien de su edad, y mucho menos si guardaba relación con la víctima... pero no podía dejar que se fuese así, con bolsas en los ojos de tanto llorar, con el pelo desgreñado. -Myles muchacho, acércate un segundo. Antes de que te vayas... - Destro saca una suerte cepillo con las cerdas deshilachadas y roídas por el tiempo. -No podemos permitir que tus padres te vean así, éste es el cepillo que uso para acicalarme siempre antes de una actuación importante, siéntete orgulloso que lo use contigo, éste peine a visto y viajado por toda la península Tethyriana. -Cuando se da por satisfecho con el pelo, saca una polvera. -Y ahora los últimos retoques y...como nuevo. Así tus padrés no tendrán que preocuparse por nada. ¿Como te encuentras pequeño? ¿Si necesitas algo tengo la sensación que me quedaré en la ciudad más tiempo del esperado, puedes venir a verme a El descanso del Contramaestre, y si no estoy allí seguro que Zook sabrá decirte mi ubicación. Que vaya todo bien.

Tras terminar de hablar con Myles, levanta la mirada para hablar con Blarc. -He de reconocer que en primera instancia... no estaba seguro del todo sobre como manejarías la situación con Myles. Ahora se que mis temores eran, no solo infundados, si no que fruto de las más vana superficialidad por mi parte. Te debo una disculpa Blarc, me has enseñado una sabia lección, una más antigua que el propio tiempo, no juzgar un libro por la portada. Tu gesta será recordada por los siglos en forma de soneto. -Con ésto último Destro esboza una sincera sonrisa, y sigue rebuscando entre los papeles. 

Zook seguía con sus investigaciones y escuchaba las palabras de los otros, hablaban mucho para su gusto, pero si calmaban al chico seria fantastico. Escucho lo de los papeles, y comenzo a hacer in ritual, detectar magia, si las hojas eran realizadas con magia, despedirian una leve magia en ellas, y seria mas facil de encontrar , asi como la pluma.

Comienza a dibujar y preparar el ritual.

Tu conjuro de detectar magia no muestra nada mágico en la primera habitación (recepción/despacho).

Elmuchacho no está en situación animica de ayudarte a rebuscar. Entre el destrozo que hizo el asesino y que la muerta no era ninguna maníaca del orden, te llevará una hora rebuscar entre archivos y una tirada de investigación o percepcion a dificultad 15.