Partida Rol por web

Aún hay partes de esta isla que no han sido exploradas y ahora es el momento de conocer bien la isla.

Durante un rato seguís la senda que ha provocado el avión al aterrizar pero a medida que vais avanzando la caminata resulta cada vez más pesada y agotadora. Más aún con el sol que se eleva en el firmamento y os azota con todo su calor.

Finalmente la perfecta senda acaba en un abismo, una larga y profunda trinchera que os impide avanzar. Sin un equipo de escalada, la única ruta para cruzar la sima la proporciona un tronco cubierto de musgo, a no ser que prefiráis dar un largo rodeo.
Las paredes de la trinchera tienen unos siete metros de altura pero el sol no llega a iluminar el fondo de la misma.

Mirando primero hacia atrás por puro instinto, se acerca un poco más al borde del barranco, con cuidado, y estudia el terreno, buscando rastros que le indiquen donde impactó el avión.

Miráis hacía la profundidad de la sima preocupados sin tener muy claro que allí este la respuesta al problema. A simple vista no se ve la profundidad y la caída podría ser muy dolorosa...

¿Cuantos metros de descenso tendra este abismo ? - Irina se pregunta en voz alta eso y a la vez busca una piedra mas o menos grande del suelo y la arroja, esperando poder calcular la distancia de acuerdo al ruido que produce la piedra cuando llegue...

Chicos... - y casi sin mirar a la monja, pregunta - ¿no tenemos ninguna cuerda con nosotros no? Algo me dice que alli abajo hay algo de gran importancia...

-Los suficientes metros... - no indica para que.

-Cuerda... - medita - Podemos buscar lianas. O, mejor,
atar varios paracaídas juntos.

Tantos años remendando, improvisando y "forrajeando" en ese otro tipo de jungla, agudizan el ingenio y ayudan a encontrar mil y un usos a cualquier cosa, incluso las que los demás consideran basura.

- Debimos preveer esta situación. Ahora tendremos que llevar a cabo la misma caminata horrible bajo el sol dos veces más, solo para coger los paracaidas e improvisar una escala- refunfuña Leroy, aunque no muy alto. Se encuentra al inicio del tronco mirando alternativamente el otro lado y las profundidades de la sima.

- Sé que no hay mucho más que hacer, aparte de cazar casualmente cualquier animalejo que se nos cruce y nos proporcione sustento. Pero bajar ahí abajo para encontrar un libro "maldito" que no sabemos si fue arrojado ahí.- comenta al resto del grupo, y dirige unas palabras específicamente a Charlie antes que éste emprende el regreso al avión.- Me parece más razonable continuar explorando la isla y cruzar la sima. Si el libro sigue ahí abajo tras tanto tiempo, continuará ahí para nosotros mañana. Aprovechemos lo que ya hemos recorrido. Cuando se haga más tarde podremos regresar al avión para hacer noche y realizar el descenso mañana; así habremos aprovechado el día.

Dicho esto, espera tan solo un momento antes de emprender la tarea de cruzar el tronco. Con soltura y habilidad consigue cruzar al otro lado sin resbalar en la húmeda superficie del musgoso tronco empleando el nacimiento de ramas, nudos y depresiones de éste para ganar estabilidad en el trayecto. Una vez en el otro lado anima al resto a seguirle:

- ¡Venga, anímense! ¡No es difícil! ¡Tan solo pisen donde yo lo he hecho para evitar resbalar!

Cuando Irina tira la piedra esta tarda poco en rebotar contra el suelo... varias veces antes de pararse. Si bien la sima no es excesivamente profunda tampoco significa que sea poca altura.

Leroy cruza al otro lado despacio y con seguridad marcando el camino a seguir y de paso concretando la seguridad del paso improvisado.
Mientras tanto el resto del grupo permanece dubitativo sin saber si seguirlo o no.

Notas una mirada a tu alrededor, como si alguien te estuviera observando. Te giras y no ves a nadie pero estás bastante segura de que alguien te estaba observando. Alguien ajeno al grupo de supervivientes y oculto entre la jungla.
Lo más extraño del caso es que no fue la mirada lo que te sobresalto sino la sensación de que en realidad estabas siendo observada por "algo" con lo que ya hubieras tomado contacto antes.

Rebuscando en su mochila Irina lleva las mantas que encontro en el cementerio improvisado en la playa, en su excursion con Felix.

Entre las 4 mantas si las atamos y agregamos el paracaidas de Charlie, podriamos hacer una escala improvisada y al menos permitirnos llegar bastante abajo, aunque no se si todo el camino.

Dirigiendose al doctor del otro lado del abismo... - Continuar ese recorrido hacia la playa es lo que vamos a hacer, pero aprovechemos este lugar para explorarnos y ver si encontramos algo de interes en el fondo, sea el libro o lo que demonios sea que encontremos. - un tanto cabreada, sobretodo en el final de la frase, la joven comienza a sacar las mantas y arrojarselas a los pies de Charlie , como esperando que este comience a "tejer la soga"

- ¡Oh, venga! En el diario de la tal Ruth se decía que el libro acabó en el océano. Es muy grande como para pensar que haya acabado aquí tan siquiera por efecto de las mareas.- grita en un intento de hacerles cambiar de opinión con respecto a la sima.- Además el papel mojado no flota- piensa en voz baja.- Y seguro que desean salir de aquí. Ese libro no nos sacará de esta isla, si no vuelve loco antes a quien lo lea como pasó en el avión. Busquemos algo más tangible.

-Según el diario, querían - remarca la palabra - tirarlo al océano. Otra cosa es que lo lograran.

Entre refunfuños de esfuerzo, aprieta bien los nudos de la improvisada cuerda.

-Y, además, ya es por pura curiosidad. Como mínimo, puede que encuentre algo de comer ahí abajo. O que algo se me coma a mi. - para ser una broma, lo dice sin un ápice de humor.

Atando un extremo al árbol robusto más cercano a la línea de descenso más clara y sencilla, comienza a bajar.

Yo no bajare... me niego... es demasiado peligroso. ¿Estan locos?

La unica opcion es que atemos a alguien y le bajemos... o a dos personas... pero bajar todo... ¡¡seguro que alguno nos caemos!! ¿quien nos socorrera?

Ni piensen que bajare...

Charlie emprende la bajada al abismo usando una rudimentaria cuerda hecha con restos de varios objetos como mantas, paracaídas, lianas...
En cuestión de segundos lo perdéis de vista.

La oscuridad te rodea y no tardas en quedar a oscuras así que desciendes entre tinieblas y a tientas, no sin dificultad. Bajas unos cinco metros hasta alcanzar un pequeño escollo en el que apoyarte y descansar pero al estar a oscuras no puedes ver lo que hay a tu alrededor.

Tranquila hermana, será borracho, sucio, malhablado... pero aqui en la isla demostro ser de mas ayuda que cualquier otro. Creo que sin él, no estariamos teniendo esta charla ahora...

Irina habla muy cerca del borde del abismo por donde descendió Charlie, como intentando que éste lo escuchara de forma inadvertida, elogiando el alma del vagabundo que habia emprendido rumbo hacia lo desconocido... y que quizas con las situaciones tan extrañas y peligrosas que venian viviendo... no lograra volver.