Partida Rol por web

Of course!

El resto de día transcurre plácidamente mientras deambuláis por el interior de la jungla de un lado a otro. Escucháis el cántico (Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn) entre los bambús cuando os acercáis a ellos pero decidís no acercaros para ver que ocurre allí por vuestra seguridad así que bordeáis la isla siguiendo la costa hasta donde se vio el fogonazo, suponiendo que sea el lugar apropiado pero no encontráis nada destacable aparte de algas, arena y calor.

Finalmente decidís volver a los restos del avión antes de que se haga de noche justo a tiempo de asegurar el lugar, recoger leña y encender un fuego mientras preparáis la carne del jabalí para acompañar a lo que habéis forrajeado por la isla.
La cena, casi la comida para vosotros debido a que apenas habéis probado bocado durante el día de hoy, se os avecina como el mejor momento del día. Más aún tras haberos pasado la mayor parte del día caminando y sin haber descansado demasiado.
El esfuerzo ha sido un serio revés para vuestra provisión de agua aunque la climatología parece que avecina lluvia para esta noche.

Vuestro refugio parece estar a salvo, la radio sigue en su sitio, los asientos están como los dejasteis y lo único que ha cambiado es que el lugar parece estar más sucio que antes. Las hojas de la isla y el polvo han entrado en el lugar pero poco más.

La radio despierta vuestra curiosidad y al final acabáis encendiéndola de nuevo, no tardáis en escuchar una voz, distante y temblorosa, propia de alguien anciano, casi oscurecida por el viento aullante.

Ruth, ruth, no te asustes. Soy yo, Lewiston. Estoy intentando contactar contigo desde el más allá del velo del sueño. Es muy difícil mantener contacto, el vuelo de los Ángeles Descarnados de la Luna interfiere con los discos... Te he colocado en un grave peligro, y debo avisarte...

Y después solo la estática dejándoos con la enigmática cuestión de que vendría a continuación.

El cansado Charlie se pone en tensión, los ojos muy abiertos, cuando suena la radio.

-La voy a moler a palos.

Cuando se da cuenta de que no es el siniestro cántico de siempre, se pega a ella muy antento, más intrigado que asustado.

-A ese hombre se le han aflojado los tornillos. - murmura compadeciéndose de él - No debe de andar muy lejos. Saltaría en paracaídas. Pero... ¿de dónde carajo ha sacado otra radio?

En cuanto el otro termina con su extraña explicación, Charlie coge el micrófono y pulsa el botón para hablar con la esperanza de que el hombre aun siga al otro lado.

-No soy Ruth ni la conozco. Hemos encontrado este avión estrellado en la selva. ¿Dónde estás? Necesitamos ayuda.- suena más seco de lo que hubiera deseado.

Poniéndose en actitud reflexiva, suelta el botón.

-Creo que ya tenemos el origen de esos cánticos del demonio. ¿Cómo cojones hará esos sonidos?

Flora se sobresalta y se lleva las manos a la cabeza como para taparse los oidos... pero escucha todo y se queda pensativa.

¿Quien sera Ruth? ¿que sera eso de el vuelo de los Ángeles Descarnados de la Luna interfiere con los discos? No me gusta como suena eso de Angeles Descarnados de la Luna...

- Es la autora del diario. El otro tipo es quién le entregó el tomo supuestamente maldito que se menciona en él.

De nuevo una abrupta risa se dejaba escapar desde el interior de Félix. Parecía hacerle gracia la situación y lo demostraba continuamente a cada comentario sobre el más allá que emitía alguno de sus compañeros.

—Tranquilícese Charlie. No hay ninguna otra radio —dijo convencido— Ahora es cuando todos nos despertamos y olvidamos esta absurda isla y sus extrañas tribulaciones.

Fuera el primer rayo se deja caer y no mucho después se escucha el trueno. La tormenta esta muy cerca, la noche va a ser fría y húmeda durante esta noche.

¿Y ahora que queda, buscar el rastro de esta tal Ruth? Es una locura.

Irina va tomando refugio en algun rincon del avion y se sienta pensativa.

Aunque si el viejo intentaba comunicarse con dicha mujer, quien no nos dice que ella tratara de volver a este sitio de algun manera.

Quizas lo mejor es quedarnos quietos aqui y esperar... las respuestas vendran.

Charlie tarda en darse por vencido, pero termina asumiendo que no va a recibir respuesta.

-Sí, esperemos. Va a ser difícil pegar ojo con la que está cayendo. - y no se refiere a la inminente lluvia.

Antes de acomodarse, coloca los recipientes vacíos en los lugares estratégicos para recoger agua de lluvia.

La radio se vuelve a poner en marcha revelando otro mensaje enigmático antes de volver el sonido de la estática y finalmente acabarse la batería de la radio.
Afuera la tormenta arrecía cada vez más fuerte.

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