Partida Rol por web

Golpea el suelo con su bastón hasta llamar la atención de su amado primo y Caballero Vladimir, cuando este le mira mantiene su mirada unos segundos y niega con la cabeza. - Seremos aliados siempre y cuando mateís la mitad de magiares de los que ha matado mi fiel Vladimir... - sentencia con un tono de voz apagado - Hasta entonces, sino luchaís contra la horda bárbara, - suspira un segundo - no necesitamos alianza alguna. - finaliza haciendo un gesto a su primo para que se acerque.

Acercandose a su primo dice - Gracias Knezi - Una grata sonrisa en el rostro de Vladimir expresa la confianza que hay en la familia, dirigiendose a Knesi dice - Esos halagos son como bendiciones, sabiendo de quien vienen -

- Bendiciones que bien te has merecido amado primo. - sonríe afablemente durante un instante - No provoques a ninguno de estos... - le dice en un susurro al oído - Muchos son salvajes peores que los magiares... - continua apoyando su mano afablemente en el brazo de su caballero - Seamos mas listos y matemoslas callando... - termina ofreciendo asiento a su primo a su lado

Ante las las últimas palabras de Knezi (salvajes...) Tatiana que se encontraba callada junto a Svarog, le fulmina con las miradas silenciosamente.

Riendose se sienta junto a su primo - Te invito una copa -dice, dirigiendose a Knesi -

Nota:

Se dice en todo caso "del Knezi", no "de Knezi".

La diferencia es que Knezi no es un nombre, sino un título equivalente a Conde.

En el contexto de la partida usamos Knezi cuando nos referimos a la persona: Ejemplos: "El Knezi Tiberiu Bratovich", "El Knezi Dumitru Basarab".

Y usamos el término Conde al asociarlo a las tierras: "El Conde de Covasna", "El Conde de Prahova", etc.

Bueno, si va a empezar el derramamiento de sangre, avisadme, es dificil encontrar buenas peleas hoy en dia, entre poderosos guerreros... mientras digo esto, miro con ferocidad a cualquiera que no sea un Basarab... pobres infelices, estan muertos y aun no lo saben

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Alza la copa a modo de brindis hacia su primo y luego hacia el guerrero que ha propuesto pelear - Cada cosa a su momento... - sentencia bebiendo de la copa relajadamente - Ya tendreís vuestra oportunidad de mostrar vuestra fortaleza. - se limita a decir perdiendo la mirada entre los demas desinteresadamente - Aunque un magiar parece mas fuerte que vos... - termina clavando una fría mirada en la del guerrero.

El lema de mi casa es "Hacia la muerte cargaremos", señor Basarab y os aseguro que no soy un sucio magiar...-dice el fornido líder de la Alianza Flambeau

Buenas a todos. Soy nuevo en estoy y voy a llevar al Aprendiz Gorax Suylas de Tytalus. Espero poder estar a la altura de todos vosotros. Un saludo.

...
Dario mira a todos los engendros que se encuentran en la sala como si fuesen fruto de la mas retorcida de sus pesadillas.
Se topo con un tipo al que habian llamado Igor o algo asi.
-AAAAAAARGH-
Solo dijo eso antes de abandonar la sala y salir corriendo en busca de su tio.

Un fría brisa recorre la sala cuando la puerta se abre, dejando pasar la abrumadora presencia de una figura difusa y lejana:

-Oh, mi largo tiempo esperado Taliesin; es tan grato volver a oler tu fresco aroma... Siempre fue grato saber de tus nuevas. La estación ha madurado y caído; las hojas corren muertas por el suelo transilvano, sin más destino ni fin que pudrirse en el olvido. Ajarse como los débiles corazones de esas gentes que abrazan esperanzas ignominiosas tras bóvedas góticas. Mi ausencia se ha saldado con la visita de la tétrica parca para algunas de ellas, y una nueva verdad, más tangible y apremiante para otras. El roble ha crecido fuerte en el frío invierno, y nadie podrá mover sus petrificadas raíces. Cuéntame, hijo de elfos, qué ha acontecido en este lar en mi ausencia.- clama un vendabal gélido portando notas de tenor habladas, desde el exterior.

La voz del desamparo calla, mientras la ventisca se transforma en una cálida brisa al alcanzar a Taliesin, y lo acaricia juguetona, antes de disiparse.

-Apreciado Señor, más grato es para mí que usted me honre con su presencia, debido a que en esta sala no he sentido más que el desamparo de los ingratos humanos y demás criaturas.- Dice mientras se inclina y mira hacie el suelo, de forma servicial y lleno de orgullo por reunirse de nuevo con su superior. Levantando la cabeza y cruzando la mirada con su Dhaeva, prosigue- Pocas nuevas puedo contarle debido a que mi llegada ha sido reciente, salvo algún que otro incidente sin vital importancia.

Se levanta y le invita a seguirle a dos asientos vacíos al fondo, donde la luz y el ruido no llega con tanta intensidad.

-Sentémonos y cuénteme con detalle como el hielo cubrió los bosques y los ríos, y así poder encontrar un poco de familiriadad entre tanta hostilidad.

-Aunque nada me congratularía más que compartir mis dichas, que serán las tuyas, el tiempo apremia. Yes en este momento de calma previa, en este instante de tranquilidad velada, que la hora de alzar las voces ha llegado. Hay gente importante que debes visitar, mi buen Tasielin.- dice la figura envuelta en pieles, mientras se adentra en la estancia moviendo sus numerosos y pesados mantos.

La inmensa bola de pelo variado de al menos dos metros y medio de largo, capucha incluída, se axcerca a la mesa que Tasielin comparte con la soledad y se sienta a su lado. Cuando vuelve a hablar, la vela de esta titila y se apaga, cuando una bocanada de suave aire húmedo sale del interior del capuchón sombrío:

-Ha llegado la hora de tender una mano y recoger las lluvias que el verano sembró. Sin advertirlo, los enemigos han sembrado para sus verdugos, y ahiora el fruto maduro abonará el suelo que la hojarasca pise en su gloria dorada.- declara la profunda voz de las profundidades de la montaña velluda, con un leve ondular piloso -Debes dirigirte a diversos lugares en mi nombre. Llevarás el recuerdo de la promesa dada; la que nunca se cobró... la que se pagará ahora y en las nieves venideras. Es tiempo de llamar a los válidos... es tiempo de ocaso.- mueren las reverberantes palabras con esta última declaración.

-Estoy a su entera disposición, mi señor. Cobraré las promesas y pecados que los demás infrinjan con tal que usted lo mande. Así que en cuanto usted diga partiré a cumplir las misiones que hoy me son encomendadas- dice Taliesín haciendo una revrencia una vez más con la cabeza.

-Necesito el aire frío como un rey necesita a su súbditos. No es otra cosa sino una profunda emoción lo que me atañe al oir estas palabras- Termina con una sonrisa abierta y los ojos inundados en chispas.

El látido de su corazón es tan fuerte que lo puede percibir el propio Dhaeva, sin comenzar sus futuras aventuras, Taliesín está sumergido en adrenalina, que se hace evidente al ver su estado de gran excitación. Se agarra a la capa con fuerza y piensa:
"Será que al rodearme de sucios humanos, deseo con más fuerza que nunca volver a estar en mi hogar, gélido, blanco y silencioso."

No era deber de una esposa hablar antes que su marido, pero no por ello iba a dejar de mostrar educación. Con cierta ambigüedad saludó a los recién llegados, más cortés que interesada en los mismos. Ahora, sus pensamientos, se centraban en un paseo imaginario a la luz de la luna, rodeada de una belleza sin parangón.

Matar la rutina que envenenaba su existencia con ensoñaciones la relajaba. Estaba convencida, o mejor dicho quería convencerse de ello, que algún día, no muy lejos, su vida cambiaría. ¿Acaso alguno de los presentes poseía el antídoto para el veneno que era su rutina?

Sonrió, pues sabía que su vida cambiaría...

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Señores Knezi Bratovich, y Marcus el yesquero con patas, tampoco soy magiar, y deberiais saber que mi casa es poderosa, al igual que yo, no deberias juzgar a un libro por su portada señor Knezi Bratovich cada vez que pronuncia el titulo de Knezi, parece escupirlo, como si le desagradase.