Partida Rol por web

     -- perfecto Fuksas, despues de desayunar aqui nos vemos para realizar la visita, hasta mañana.

Os levantais a la mañana siguiente después de una noche relativamente apacible. Aunque la posada es nueva, no ha tardado de llenarse de todo tipo de bichos indeseables, algo común en la mayoría de las posadas.
El posadero os ofrece un desayuno a base de un poco de leche con pan duro y mantequilla, que no está nada mal. Cuando terminais decidís dirigiros directamente hacia el fuerte, al marchar os despiden con una extraña sonrisa, pero no le dais la mayor importacia. Poco a poco os acercais al fuerte y el paisaje que contemplais no es nada alentador. Cogados de los muros de madera se pueden ver restos humanos en diferentes etapas de descomposición y alguna cabeza clavada en estacas adornando las lindes del camino que os lleva hasta la puerta.
Cuando llegais allí encontrais la puerta cerrada y dos soldados del Conde vigilandola. Aunque hasta ahora no os han hecho mucho caso, a medida que os acercais notais como se ponen más tensos y entrecruzan sus lanzas en señal de impedir el paso por la puerta a nadie que no esté autorizado.

     -- Buenos dias, deseariamos ver al conde si son ustedes tan amables, yo soy Dariu y este es mi amigo Fuksas.

Al oiros los soldados se quedan mirandose el uno al otro.
-Has oido? Sus señorias quieren ver al conde! dice uno de ellos.
-Es mejor que no nos hagais perder el tiempo y os volvais por donde habeis venido, el conde no tiene tiempo para plebeyos como vosotros. Ahora largaos!! responde el segundo.

Soy Fuksas, tratante de caballos de Cluj-Napoca.

Estaba interesado en hacer negocios con el conde, podria arreglarnos una reunion con su administrador ???

Los guardias se miran fugazmente entre ellos antes de daros una contestación.
-¿Así que el señor Fuskas de Cluj-Napoca quiere una reunión con el Señor Conde para hablar de caballos? dice uno de los guardias dirigiendose a su compañero. Creo que no hará falta llamar a nadie, nosotros mismos les atenderemos. Al fin y al cabo les dimos oportunidad de irse y han seguido molestando.
Lo último que veis con claridad es a las dos moles de músculos avalanzandose sobre vosotros. Después solo sentís un gran número de golpes propinados con sus puños, el asta de sus lanzas y la punta de sus botas, hasta que os ven lo suficientemente sucios y ensangrentados para satisfacer su violencia.
-Y ahora iros de aquí si no quereis formar parte de la decoración. Dicen entre risas aludiendo a todos los cuerpos mutilados que cuelgan de la empalizada de madera.
Como mejor podeis os dirigis dando tumbos de vuelta a la posada antes que los soldados puedan arrepentirse de haberos dejado marchar con vida.

     Arreglando la vestimenta lo mejor posible, entro en la posada y llamo al posadero:

     Usted sabia lo que iba a pasar, por que no nos aviso que no seriamos bien recibidos, y digame que le pasa alli arriba, nosotros solo queriamos hacer una visita de cortesia y no buscabos hacer ningun mal, sino negocios que beneficiarian a todo el mundo. Creo que no es asi como se trata a la gente de bien por lo menos en mi pueblo.

Hacía ya un buen rato que esos dos extranjeros se habían ido a ver al Conde y otros habían llegado a la posada. También los mandaré a visitar al Señor Conde y si no vuelven, pues me tendré que hacer cargo de sus cosas, igual que con los otros. Derrepente se abre la puerta y veo con sorpresa como mis dos huespedes vuelven sucios y ensangrentados. Vaya, a estos no los han matado, hoy debían de estar de buen humor en el fuerte.
-¿Pero que les ha pasado? digo con una fingida sorpresa y preocupación deben ustedes haber ofendido al Conde, no le gusta perder tiempo si no es con alguien de su nivel. Les dije que fueran respetuosos y ustedes mismos se han metido en un lío, ahora no vengan a pedir responsabilidades a la gente de bien.
Todo el mundo en la posada se ha centrado en nuestra conversación, puesto que el aspecto de los extranjeros no pasa desapercibido, incluso alguno de los parroquianos que trabaja para el Conde sonríe imaginandose lo que ha pasado, no era la primera vez que algún osado plebeyo pretendía entrevistarse con el Conde. Y tampoco la primera vez que yo me aprovechaba de eso para mandarlos a una muerte probable para hacer unas ganancias extra. La gente de Balgrad, el Conde el primero de ellos, lo sabián y lejos de impedirlo lo tomaban como una diversión dentro de su aburrida existencia.

me llevo a Dariu aparte, si habeis acabado en este pueblucho, sugeriria seguir nuestro camino lo antes posible.

Hacia donde me dijisteis que os dirigiais ??

     Yo voy a Hermanstadt, si quieres podemos proseguir el viaje, o ver que pasa aqui realmente

No creo que aqui pase nada, excepto la prepotencia de los nobles del lugar.
Esa necesidad de sentirse superiores al resto de los mortales.

pero si quereis investigar algo os acompañare.

Las calles siempre... siempre están muy silenciosas a la luz de las antorchas.
Igor había abandonado su histriónica forma de hablar para adoptar un tono mas sosegado, mucho mas cauto. Las ciudades eran lugares peligrosos al caer el sol. Se rumoreaba que las peores bestias utilizaban el manto protector de la noche para cometer sus fechorías. Igor era el origen de algunos de esos rumores, pero su señor era la fuente de la que bebían las peores leyendas.
Por eso conducía el carro con cuidado, alejado siempre de los focos de luz y evitando las rutas de las patrullas nocturnas. Se sentía agradecido de que las ruinas que habitaban estuvieran en la parte norte de la urbe, intramuros.
Algunas noches... como estas, si, como estas... tranquilas y silenciosas... tendrás, Aldriu, que salir... de... caza, si, de caza. El señor es un genio, un hombre de ciencia... Le gusta explorar los límites de la humanidad... pisar ahí donde Dios no ha iluminado la senda...
La admiración que sentía por el Koldun era patente, casi amorosa, pues sus palabras parecían mas dirigidas a un padre que a la cruel criatura que en realidad era el señor nocturno de aquellas tierras.
Busca el conocimiento... Y algunas noches, como está... tendrás que ayudarle. El señor necesita... objetos que estudiar. Necesita material para su laboratorio, material humano con el que trabajar e investigar...
Igor no era humano. Porque ningún humano hablaría con semejante ligereza de las vidas de sus semejantes.
En la sangre humana, como la tuya, se esconden muchos conocimientos. La piel y la carne son como libros cerrados protegidos con una cerradura... para los que existe una llave... y el señor la tiene, el señor tiene muchas llaves. Él puede leer en los cuerpos como lo harías tu... en... ¿Un libro? ¿Sabes leer Aldriu? Porque si no sabes habrá que enseñarte... necesitas saber leer para ocuparte de algunas tareas del laboratorio...

Poco a poco la pareja se iba internando en los callejones mas oscuros de la ciudad, en busca de alguna posada o taberna que siguiera abierta aún a esas horas de la noche. Un lugar del que obtener algo de información sobre lo que ocurría en el reino... y quizá alguna pista para investigar mas a fondo sobre lo que sucedía en el exterior.

Cuando la conocida silueta de Balgrad comienza a dibujarse en el horizonte no puedo evitar un suspiro de satisfacción.Por fin en casa.Me repongo de esa pequeña debilidad y comienzo a repasar mentalmente el informe que voy a presentar al Koldun.

Un carruaje llegado de Tirsa de Valcea entra en el territori con Valdav Krevcheski, acompañado de dos criados y el cochero.

Cuando llegas a las ruinas percibes una calma anormal. Parece como si casi todo el mundo se hubiera ido. No pierdes el tiempo y te diriges a informar al Koldun de tu misión diplomática.

     -- Creo Fuksas que debemos esperar a ver que nuevas nos trae el camino y si no son de nuestro agrado pues seguiremos nuestro viaje, te parece bien.

me parece perfecto, aparte de mi familia nadie me espera

     -- Miro a ver si despierta expectacion la llegada del carruaje, para ver comop reacciona la gente.

    -- Si hay alguien por alli, le pregunto.

     -- Conoce al propietario del carruaje, sabe usted quien es.