Partida Rol por web

     -- Buen amigo Fuksas, ha llegado el momento de seguir el camino, yo voy hacia hermanstadt (32), tu compañia seria bien recibida.

     -- A la mañana siguiente preparo el petate y siguo mi camino. 

A la mañana, intercepto a Dariu en el desayuno y partimos hacia hermanstadt

Ante la orden del koldun comienza su relaton con tono monotonoComo ordenasteis acompañe a vuestra huésped hasta su casa.Cuando llegamos puede ver que se trata de un castillo bastante bien defendido y con numerosos soldados.Fuimos recibidos por el matrimonio Basarab al cual entregue la carta , concretamente a la esposa.Durante varios días me hicieron esperar en el castillo como invitado sin darme una respuesta hasta que un buen día me entregaron esta carta que os entrego ahora mi señor koldun

Los ojos de Vladislav escrutaban sin piedad a su lugarteniente mientras hablaba. Alargó el brazo para tomar la carta sin desviar la mirada y esperó a que Valdav se la entregara, estudiando su lenguaje corporal, sopesándolo.

¿Era posible que su lealtad se hubiera visto afectada durante su corta estancia? El Koldun lo dudaba pero había aprendido a ser cauteloso.

Dos perfectos desconocidos. Sentados a una mesa como si la posada fuera suya aún estando en las condiciones en las que estaban: magullados y golpeados. Era una pena, unas ropas tan buenas como aquellas no deberían haber sido destrozadas.
Igor extiende una de sus callosas y finas manos hacia la pareja, indicándole a Aldriu que se van a acercar a ellos.
Forasteros, Aldriu... justo lo que necesitamos... siiiii... ellos deben tener información, ¿Verdad? Seguro que algo saben...
Comenta entre susurros apenas audible para su acompañante con sus chirriante y molesta voz.

Al instante comienza a desplazar su deforme y embozado cuerpo hacia la mesa que ocupan Fuksas y Dariu, haciendo notar una leve cojera en sus pasos. Se movía como una serpiente, sin hacer ruido, esquivando todas las mesas y siempre alejado de las fuentes de luz, como si estas le dieran miedo o le produjeran algún tipo de incomodidad.
Cuando por fin llega hasta la mesa, vuelve la cabeza un instante para comprobar que si pupilo le anda a la zaga.
Señores...
Les dedica una torpe reverencia que mas bien podría parecer un achaque de dolor de espalda y sonríe bobaliconamente bajo la cobertura que le ofrece la capucha, con unos labios gruesos y unos dientes amarillentos y poco cuidados.
Sus ojos aún no habían sido revelados...
Nos presento... si... Somos Igor y Aldriu ¿Saben? Somos de la ciudad... y conocemos a todo el mundo... si, a todo el mundo... Pero ustedes... Nunca les había visto antes ¿Quiénes son y qué les trae a nuestra humilde ciudad?
Se vuelve con un rápido gesto y alza un brazo acabado en una mano pálida y nudosa, mirando hacia la barra.
¡Posadero! ¡Traiga un par de cervezas para estos caballeros! ¡APRISA!
Su chillido parecía mas un graznido que un grito humano y se clavaba en el cerebro con doloroso desagrado.
Espero que tengan a bien... a bien... contarnos qué les ha sucedido. ¿Si? Parecen buenas gentes. Y las buenas gentes no deberían tener ese aspecto... No, señor, no deberían estar magulladas...

El posadero se acerca y deja dos jarras en la mesa, alejándose rápidamente inmediatamente después. Parece intimidado por el aspecto del encapuchado contrahecho.

VALDAV KREVCHESKI:

- Sin saber muy bien por qué, ahora te viene a la mente el recuerdo de tu tío, el Boyardo Gheorghe Krevcheski, Señor Feudal de Arges.

- Recuerdas bien el día que te encomendó una importante misión: ponerte al servicio de un inmortal oscuro, el Koldun Boru, morador de las antiguas ruinas romanas al norte de la ciudad de Balgrad. Ponerte a su servicio y aprender para tu Casa los secretos de la magia negra...

- ¿Por qué, de entre todos tus primos, tu tío te eligió a ti? ¿Quizá eras el más inteligente? Es posible, aunque el viejo Vixar Krevcheski, apodado el Constructor de Catapultas, también tiene una mente aguda. O su ayudante de laboratorio personal, Gorodru Krevcheski. Desde luego sí eres más inteligente que tus otros primos: el arrogante guerrero Dogadar, tan sólo bueno con la espada y liderando soldados; el pelele inútil de Vidar Krevcheski, a quien tu tío usaba como alcalde local de Pitesti por su carisma natural; y el peor de todos, el lisonjero Flaviu Krevcheski, tan refinado como vano, a quien tu tío empleaba como embajador permanente en la Corte del Voivoda.

- ¿Quizá te eligió porque eras prescindible? Tus otros primos ocupaban todos posiciones de Lugartenientes en su dominio. Y tú... habías fracasado previamente en la misión encomendada... Algunos años atrás te envió al Castillo de Covasna, donde gobierna desde hace generaciones el Knezi Sandru Czescu. Sin duda un inmortal oscuro, un vampyr. El Conde, sin embargo, ni siquiera quiso abrirte la puerta y entonces regresaste ante tu tío Gheorghe con las manos vacías.

- Es bien sabido que nadie confía en los Krevcheski, ni siquiera los vampyr que según los cuentos de tu bisabuelo os encumbraron hasta vuestra posición de riqueza y poder. Tu tío es el único señor feudal de sangre Krevcheski relevante de todo el Voivodato de Transilvania. Ha hecho grandes esfuerzos por congraciarse con su señor feudal, el Voivoda. Las demás Grandes Casas nobles os desprecian y vituperian. En cuanto a los vampyr... son tan esquivos como misteriosos. Eres el único Krevcheski que ha conseguido ponerse al servicio de uno de ellos en estos tiempos.

- ¿Estará bien tu tío? Todos los primos Krevcheski pensasteis siempre que nombraría su sucesor a tu primo Gorodru, quien como asistente de laboratorio parecía su sobrino favorito... Pero el viejo es desconfiado y nunca ha querido escribir un testamento. Tal vez por miedo a que le maten. Así que no tiene ningún heredero claro, y toda su familia son seis sobrinos.

- A veces sospechas que tu tío está muerto, aunque hace casi dos años que no sabes nada de él. Crees haber oído vagos rumores a ese respecto. ¿Algo sobre un bufón y un incendio? ¿Alguna vez te has preguntado que estará pasando ahora en Arges?

Carta en poder de Valdav:
Amigo mio:

Complacido estoy de las nuevas enseñanzas que le ha dado a Sveta, ha llegado muy cambiada y el cambio, sin duda alguna, ha sido muy positivo.

Respecto a la alianza que propone, mi buen amigo, he de decirle que para mi esta existe desde el dia mismo en que puso a mi servicio y el de mi reino a Garlu y su familia. Agradezco su presente y lo acepto como lo que es: una prueba de amistad.

Nuevos tiempos se avecinan para nuestros reinos, prosperos no cabe duda. Contribuire con sus empresas como si estuviera trabajando para las mias y confio que usted contribuira de igual modo con las mias, como los hermanos que desde ahora somos.

Al igual que usted pido me disculpe por lo escueta de mi respuesta, pero me encuentro haciendo viaje por mis dominios, resolviendo asuntos que no pueden esperar.

Espero que Valdav se lleve un buen recuerdo de mis tierras, Sveta me comento que ella, personalmente, se ocupo de que estuviera bien atendido. Lastima que no tuve oportunidad de tratar con el, mas confio que en un futuro no muy lejano podre resarcir el involuntario desaire que tuve con el.

Atentamente

Sandru Czescu, Knezi de la comarca de Valcea, señor del castillo de la misma.

     -- Buenas, este es mi amigo Fuksas, tratante de caballos y yo soy Dariu mensajero.

     -- Lo que nos ha pasado es facil de contar, que queriendo hacer un servicio a esta comunidad, nos hemos acercado hasta el fuerte para hablar con el señor del lugar y hemos sido recibidos de esta "bonita" manera, creo que no es asi como se trata a los extranjeros, por lo menos en mi casa y menos si estos vienen ha hacerme algun bien, pero bueno, supongo que seran las costumbres locales.

     -- Le agradezco mucho la invitacion y bebo junto a usted, pues me ha sido elunico que me ha demostrado un poco de educacion en este lugar, asi que, a su salud. Bebo un largo trago de la cerveza.

¿Quien se preocupa por lo que pueda pasar en ese estercolero que es Arges?.Que mis queridos primos se peleen por los restos yo permaneceré junto al koldun al lado del verdadero poder.Quizás algún día consiga el poder del agua negra de manos del koldun o por mis propios medios. Mi señor koldun disculpad mi atrevimiento pero¿ donde se hallan el resto de lugartenientes?.Nuestra morada esta mas vacía y desprotegida de lo normal.

El Koldun terminó de leer la carta y permaneció pensativo unos instantes, ignorando la pregunta de Valdav momentaneamente.

-Han salido con sus asignaciones -respondió finalmente-. Igor está por ahí, con el siervo.

La carta cayó de sus manos hasta una mesita negra que había junto al trono y quedó medio abierta, el sello de Sandru Czescu claramente visible. Vladislav reclinó, apoyando los brazos sobre los laterales del trono, y miró fijamente a su lugarteniente. Era una posibilidad remota, pero se trataba sin duda de la mejor opción.

-Tengo una nueva misión para ti -dijo con una sonrisa siniestra-. El fracaso no es una opción y conllevará tu muerte. Eso sí, la recompensa... ah, mi fiel Valdav, la recompensa es algo que ansías hace tiempo. ¿Puedo contar contigo otra vez?

Como siempre mi señor seréis servido con temor y reverencia dice mientras ejecuta una perfecta reverencia. ¿De que se trata mi señor koldun?

Igor desliza un par de monedas desde su mano hasta la del posadero como pago por las cervezas... aunque lo que está pagando es algo mas que el precio de las bebidas. Una mirada clara y algo siniestra desde debajo de la capucha que le cubre el rostro debe ser mas que suficiente para indicarle al dueño del local que no quiere verlo intervenir en la conversación y que lo que busca es algo mas que intimidad. Casi toda personalidad de poder de la ciudad sabía quién era su señor y que era mejor no interferir en sus asuntos. Si esa posada era del conde, el posadero debería estar informado. Y si no era así, mas le valía ser un hombre precavido antes que ético.

Señores... es un placer... un verdadero placer conocerles a los dos. Fuksas y Dariu... Si, si, si...
Niega un par de veces con la cabeza, de pié al lado de la mesa, sin hacer intención de moverse en ningún momento, tras escuchar la pequeña historia de sus recién descubiertos nuevos amigos.
No todos seguimos las mismas costumbres en esta ciudad... ¡No señor...! Aunque... algunos individuos puedan parecer desagradables... Y descorteses... Le aseguro que no todos somos iguales. Mi señor.. Mi amado, justo y ¡poderoso señor!, no tiene las mismas costumbres que los dueños de estas tierras... No, no, no... Si no tienen dónde pasar la noche y ha venido a hacerle un bien ¡Un bien, nada menos! a nuestra comunidad, estoy seguro ¡Segurísimo! de que mi señor tendría a bien acogerles a ambos... es un hombre ávido de conocimientos y siempre... siempre... recompensa a aquellos que le traen noticias del exterior...