Partida Rol por web

Los Dhaeva de Transilvania.

TERRITORIO 23: Bucarest/ Ciudad de la Alegría.

Cargando editor
07/10/2008, 16:17
Lisander el Cantor.

Veo con pena que el señor Durius deja el cinturón con el que jugueteaba en uno de los puestos. Seguro que le quedaría bien. O a mí. Con un suspiro me encamino hacia el puesto del mercader que conocimos la víspera, con el señor Durius a un lado y el niño en medio.

- Buenos días tenga usted - saludo al comerciante -. No sé si nos recordará, pero ayer nos ayudó a encontrar posada cosa por la que le estamos muy agradecidos y recordando, además, que nos dijo que vendía telas y dado que mi señor necesita reponer vestuario, hemos decidido hacerle una visita confiando en que pueda satisfacer sus necesidades. ¡Ah! Y también recuerdo que dijo que nos haría un buen precio - concluyo sonriendo ampliamente.

Cargando editor
07/10/2008, 20:42
Tendero.

Veo con alegría como los dos extranjeros del día anterior llegan a mi humilde puesto en busca de buenas telas y buenos trajes. No podían haber venido a un lugar mejor. Con la maestría acumulada durante muchos años y con la seguridad de tener un buen género entre las manos les comienzo a desplegar un sin fin de trajes de distintas hechuras y colores, aptos para todos los bolsillos y gustos.
-No se preocupen señores, aquí encontrarán los mejores trajes de todo el país, y a unos precios asequibles, siempre con unas calidades excelentes. Les aseguro que no se arrepentirán. No se cuanto están dispuestos a gastarse, pero observen. Para los bolsillos menos llenos tenemos esta serie de trajes desde 2 florines. Saco unos trajes de varios colores, sin apenas adornos, pero que servirian para vestir decentemente a cualquier persona importante sin avergonzarse. También tenemos estos otros por 10 florines, con unos colores más acentuados y con estos bonitos bordados. digo señalando otra serie de trajes de una calidad superior. Y estos otros, una preciosidad!! para lo que cuestan podrían rivalizar con cualquier traje de la corte, y por tan solo 20 florines. Estos trajes ya están mucho más elaborados y recargados de adornos. Y estos otros, dignos de Condes, Duques y para bolsillos un poco más pudientes, pero con estos acabados y calidades los 50 florines que cuestan se quedan en nada. Esta vez les enseño unos trajes con bordados y cordones imitando a plata y de una calidad excelente. Y si lo que buscan es un traje que hasta los mismisimos reyes de occidente y sultanes de oriente se vuelvan al miraros cuando pasais, también tengo algo apropiado y por solo 200 florines, que seguro les parece poco en cuanto lo vean. De un pequeño cajón de debajo del mostrador saco un traje de vivos colores, bordado con hilo de oro y con botones de plata pura, un autentico traje hecho para reyes y sultanes. Como ven, aquí encontrarán justo lo que necesitan. Solo tienen que indicarme que es lo que quieren.

Notas de juego

A efectos reales los trajes cuestan de 2 a 200 florines, el precio lo decidireis vosotros. Uno de 3 florines será algo mejor que el de 2 y peor que uno de 4 y así sucesivamente.

Cargando editor
07/10/2008, 21:51
Lisander el Cantor.

- Dos... dos... doscientos florines - balbuceo, para después, totalmente escandalizado casi gritar - ¡doscientos florines! Por los dioses, con eso pueden vivir varias familias todo un año. Solo es un trozo de tela, bonito, pero tela a fin de cuentas. Yo mismo ingreso nueve florines anuales que me permiten a mí y a mi familia vivir dignamente además de pagar los impuestos. Y con eso no conseguiría ni pagar uno de los trajes con bordados que ofrecéis.

Cabeceo ante una realidad que se me escapa. Y súbitamente, soy consciente de pertenecer a otro mundo, un mundo donde no hay lugar a esos trajes, a los lujos, a los caprichos que quedan en manos de unos pocos que viven gracias a un pueblo llano que les mantiene con su trabajo y sus impuestos. Me miro las manos, curtidas por el trabajo en el campo, los callos por tocar la mandolina en la taberna y en las fiestas del pueblo y me siento orgulloso. Y miro al señor Durius. Y le veo con ese traje tan caro. Y sé que le quedaría bien. Pero también sé que tanto su tío, el señor Sidor, como él huirían de esas galas por artificiosas. O al menos eso creo. Al menos eso quiero creer. Es la verdad de sus razones, la sinceridad de su causa lo que le viste. No unos trapos que acabarán siendo pasto de la polilla. Pero también sé que en la corte del Voivoda, una buena presentación es imprescindible. Y el señor Durius debe aparecer como el señor que es.

- Señor Durius, yo no necesito traje alguno. No gaste en mí ningún florín. Pero en la corte, usted debe lucir como el señor que es. Así que invierta en su persona todo lo que pueda.

Cargando editor
08/10/2008, 15:24
Durius de Tremere.

El estilo local se nota, por supuesto, dando un toque inequívocamente transilvano al corte de los trajes que el mercader les va sacando. Durius está acostumbrado a ropas algo distintas, pero seguramente sea mejor optar por vestir a la moda local y no recordar innecesariamente su condición de extrajero más allá de lo que su acento ya le delata.

- Nada de eso. Es necesario que también tú presentes buen aspecto - responde mientras huronea entre las telas - Nos conformaremos con algo más sencillo para ambos y ya está. Ve mirando a ver si encuentras algo que te quede bien.

Echa un ojo a los últimos trajes que el hombre ha ido sacando para demostrar algo de interés, aunque es consciente de que ni en sueños podría pagar algo así. Lo que busca es algo cortado con gusto y de materiales de cierta calidad. Examina un par de bordados en las telas antes de apartarlos con un suspiro; demasiado caros, tendrá que conformarse con telas lisas.

¿Tal vez no? Veamos, 2 florines semanales en la posada, mas pongamos unos... 20 florines como mucho en los trajes para ambos... no queda mucho para gastos imprevistos. Tal vez recortar gastos en la ropa, pongamos 8 florines por traje, 16 florines...

- No esperaba encontrar trajes de tanta calidad en un simple puesto del mercado - comenta manteniendo un ojo en las telas - ¿Supongo que los nobles locales harán mucho gasto?¿Son muy aficionados en esta corte a las grandes muestras de riqueza?

Cargando editor
08/10/2008, 18:46
Lisander el Cantor.

Miro al señor Durius que ha empezado a darle palique al mercader. Realmente, está en su ambiente y no puedo reprimir una sonrisa y una cierta sensación de ¿lástima? El mundo del señor Durius no es la pobre Slobozia. Tiene las maneras y el porte de un príncipe bizantino. Incluso su acento exótico parece extrañamente oportuno en esta ciudad. Suspiro apagadamente.

De otra parte, tampoco me apetece empezar a discutir con él. Él ha tomado una decisión y me corresponde acatarla. Eso sí, me queda claro que daré el menor gasto posible así que, en silencio, me limito a mirar entre los trajes de dos florines. Vaya, pero si ni cuando me casé llevé algo tan elegante, pienso. Finalmente, dudo entre un par de prendas que por su color, intuyo serán bastante sufridas y el paño con el que están confeccionadas parece bastante resistente. En ese momento, miro hacia el pequeño que nos ha acompañado y que aguarda pacientemente sentado en las proximidades del puesto. No puedo evitar sentir una profunda vergüenza porque aunque le hemos ofrecido comida y una historia, le hemos negado unas monedas y ahora, el gasto de esta ropa...

Rojo hasta la raíz de los cabellos, me vuelvo bruscamente, tomo las dos prendas y las cuelgo frente a mí para que el señor Durius decida la más oportuna, mientras tomo la determinación de ofrecer al pequeño alguna de las monedas que he traído cosidas al forro.

Cargando editor
09/10/2008, 05:30
Tendero.

-Mi señor, pues para ser sinceros hay un poco de todo. Si bien es cierto que los nobles que acuden a la corte han de estar cuando menos presentables ya que se trata del mismísimo Voivoda. Cualquiera de los trajes de este puesto os serviría perfectamente, solo trabajo con telas de calidad y la confección está muy cuidada. Ahora bien es sabido por todos que causar una buena impresión es algo importante en las altas esferas y cuanto mejor sea el traje mejor impresión causareis mi señor.

Cargando editor
09/10/2008, 10:05
Lisander el Cantor.

Mientras espero la decisión del señor Durius en cuanto a la elección de mi traje, escucho la respuesta del mercader. Es evidente que una buena venta lo justifica todo, incluso una verdad a medias. No niego que le falte razón pero al Voivoda se le presupone una inteligencia especial para gobernar a su país, con lo que dudo que preste una especial atención a la indumentaria de un hombre o que sus decisiones vengan marcadas por un bordado o un brocado. Si así fuera, bastaría con vestir con sedas de doscientos florines a un mono de feria, presentarlo al Voivoda y que este le concediera el gobierno de Slobozia. Pero me callo y sigo esperando al ojo crítico del señor Durius.

Cargando editor
09/10/2008, 14:55
Durius de Tremere.

Lisander no parece dispuesto a dar su brazo a torcer, o al menos eso sugieren las prendas que ha elegido, posiblemente las más sencillas de todo el puesto. Tal vez sea mejor así, decide Durius dejando a un lado el jubón de terciopelo que estama estudiando y tomando uno más sencillo. Slobozia no es conocida por sus grandes riquezas, así que probablemente sea suficiente con presentar un aspecto decente para no ser rechazados en las puertas. Posiblemente puedan aprovechar el viaje para invertir el dinero restante en algo útil al pueblo.

- Creo que este te quedará mejor... ¿no te parece? - comenta señalando uno de ellos - Mira, creo haber visto algo por aquí... es bastante sencillo, pero espero no desentonar mucho a tu lado.

Durius desentierra un traje de similar estilo al elegido por Lisander, con tan sólo algunos detalles de mejor calidad como concesión al rango. Ambos trajes juntos posiblemente no cuesten más de 6 florines. Sería bonito poder vestir algo más elegante, pero Durius se consuela pensando que será mejor no aparentar que Slobozia dispone de demasiado dinero, no sea que eso tiente a algún oportunista.

Cargando editor
09/10/2008, 20:30
Tendero.

Recojo con júbilo mi dinero. No está nada mal una venta de 6 florines recién salidos del invierno. Con mucho cuidado doblo los trajes y se los tiendo a mis clientes.
-Muchas gracias señores. Han hecho ustedes una excelente compra no se arrepentirán. Y no se olviden de hablar a sus amigos de mí.

Cargando editor
09/10/2008, 20:32
Niño pedigüeño.

Me levanto de la caja de madera donde he permanecido sentado durante el tiempo que han estado comprando. Parece que ya han terminado, no sabía que se podía tardar tanto en escoger ropa, ni que hubiera tanta ropa distinta. Mi estómago vacío no ha parado de recordarme que hace tiempo que no le doy nada y parece que la idea de esa comida caliente le está poniendo ansioso. Me acerco a los señores para ver donde quieren ir. Espero que vayamos a comer pronto, no quiero tardar en ir a ver a los chicos.
-Veo que ya terminasteis de comprar. ¿Quereis seguir por el mercado o os llevo a otra parte?

Cargando editor
10/10/2008, 12:52
Lisander el Cantor.

Ante la pregunta del niño, miro al señor Durius para ver qué decisión toma. La mañana va pasando y recuerdo el compromiso que tengo con el posadero, por lo que la tarde la tendré ocupada en entretener a la clientela de la posada. Las gestiones, lo mejor hacerlas por la mañana.

- Tal vez podríamos acudir a algún lugar donde nos informen sobre cómo hacer para conseguir una reunión con el Voivoda. ¿Se le ocurre alguno, señor Durius? Porque no creo que la cosa consista en plantarse allí, en palacio. Aunque quizá la guardia... - digo dejando la pregunta en el aire, mientras me estrujo el cerebro pensando en alguna posibilidad.

Cargando editor
10/10/2008, 15:02
Durius de Tremere.

- Deberíamos acercarnos hasta el castillo a plantear nuestra solicitud de audiencia. Supongo que nos dirigirán a algún cortesano encargado de filtrar esas peticiones o algo parecido; posiblemente necesitemos sobornar a alguien para avanzar un par de niveles en el escalafón - se lo piensa un momento - Bueno, aunque es probable que el sistema sea distinto aquí. De todos modos supongo que lo más sencillo es ir y preguntar... aunque mejor si nos cambiamos de ropa primero. Podemos regresar a la posada, cumplir nuestra promesa con nuestro guía y adecentarnos un poco antes de intentarlo.

Cargando editor
11/10/2008, 18:42
Lisander el Cantor.

- Está bien señor Durius, me aprece una buena idea - digo y cogiendo de al pequeño que nos acompaña lo subo y lo siento sobre mis hombros -. Vamos, pequeño caballero. A la posada a llenar nuestras tripas y a oír una buena historia. Por hoy has cumplido de sobra y es hora de pagar tus servicios.

Con paso rápido cruzamos el mercado y las calles bajo la dirección del niño que con su mano gordezuela me indica entre risas el camino, al grito de ¡Arre, caballo!¡Arre! Cuando llegamos dejo al señor Durius y al niño en el comedor mientras subo nuestras nuevas pertenencias a la habitación. Cuando bajo, ya están sentados a la mesa ante una buena olla que desprende un olor fantástico.

- Mmm, que bien huele - digo mientras olisqueo como un perro al tiempo que sirvo su contenido en los platos. Después, tomo la hogaza de pan y la corto en tres pedazos dándole al niño la más grande, al tiempo que le hago un guiño al señor Durius -. Y bien dime. Qué tipo de historia prefieres. Seguro que una de terror o no conozco a los niños. Mira te contaré una que empieza así. Había una vez un viejo soldado llamado Caguir, que cansado de la guerra decidió hacerse leñador en un apartado villorrio...

El pequeñín, con los ojos como platos, no pierde el tiempo en engullir la comida al tiempo que me escucha en medio de todo tipo de exclamaciones, oooohhhhh, aaaahhhhh.

Cargando editor
12/10/2008, 10:20
Niño pedigüeño.

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto. Un buen plato de comida y además el señor Lisander me contó unas historias magníficas y tan solo habia tenido que acompañarlos durante una mañana. Pero ya se hace tarde y mi grupo de amigos estará preocupado, no quiro que piensen que los he abandonado.
-Señor Durius, Señor Lisander les agradezco mucho su amabilidad, poca gente es de fiar como ustedes y han cumplido con su palabra, pero ahora me tengo que ir a buscar a mis amigos. Si me necesitan otra vez estaré cerca de la iglesia.
Después de despedirme salgo corriendo hacia la calle.

Cargando editor
12/10/2008, 10:25
Director II

Entre las compras y la comida os dais cuenta que se os ha pasado el tiempo volando, ahora comienza el atardecer y en poco tiempo Lisander tendrá que comenzar con su trabajo en la posada. Si buscais ahora el castillo Lisander no podrá acompañar a Durius.

Cargando editor
12/10/2008, 11:49
Lisander el Cantor.

El pequeño se nos va corriendo tras agradecernos la comida. Pero antes de irse, le cojo de la mano y pongo en ella una moneda. No es mucho, pero tampoco dispongo de mucho. Luego, me limito a levantar la mano a modo de saludo. La calle no es para niños sin padres. Me alegra que mi pequeño Lindor tenga toda una familia que, en el caso de faltar yo y su madre, cuidará de él.

En esas reflexiones ando, cuando el posadero me mira con cara de pocos amigos. Debe ser la hora de iniciar la función.

- Señor Durius, me toca trabajar. Lo siento pero es a lo que nos comprometimos para rebajar precio. Y eso quiere decir que no va a ser posible acompañarle. Y siendo sincero, no me gusta la idea de que se pasee solo por esta ciudad. Ya tenemos la ropa. Descanse, disfrute de su estancia aquí, prepare lo que haya de decirle al Voivoda, pero espere a mañana para que le pueda acompañar. ¿Lo hará?

Le veo con cara dubitativa y como tampoco quiero presionarle más allá de lo necesario, guardo un precavido silencio. Sin moverme de la mesa, me giro en la silla, saco la mandolina y mirando hacia el resto de la clientela empiezo con mis canciones:

 

Vamos, bebamos
No pensemos en vano como tontos
En el dolor y la tristeza:
Dejemos correr el dinero
Y dejemos morir nuestras penas,
Locura son las preocupaciones terrenas.

Que el vino y los brindis
A pesar de nuestros temores
Nos colmarán de alegría, muchachos,
El tiempo que vivamos
Démonos al vino,
Que todos volveremos a la tierra, muchachos.

Haced pasar la copa.
La delicia de mi alma,
Y que vuelva a mi mano;
¡Al diablo con el dinero!
Está hecho para pagarse un trago
Gastémoslo antes de morir.

 

Cargando editor
12/10/2008, 14:31
Durius de Tremere.

Las calles parecen bastante seguras, pero aún así tal vez sea mejor esperar a la mañana. La imagen del extraño de ayer y sus preguntas no es ajena a esta decisión. Y en el fondo es probable que Durius quiera retrasar todo lo posible una experiencia que no parece agradarle mucho.

Por el momento se acomoda en su asiento y acompaña el coro de voces que Lisander consigue convocar con su música.

Cargando editor
14/10/2008, 19:58
Lisander el Cantor.

Observo, tranquilizado, que el señor Durius parece haber optado por disfrutar de la velada y dejar para el próximo día las averiguaciones acerca de cómo proceder para obtener una audiencia. Y no solo eso, sino que se ha animado y está cantando con una voz realmente armónica. Es algo que nunca le había visto hacer. Ciertamente, es un hombre completamente diferente de aquel que acompañaba al caballero Sidor. A veces, para que el vástago crezca es necesario talar el árbol viejo que le da sombra. Lamento mucho la muerte del germano y desearía que siguiera vivo pero sé que estaría orgulloso de la progresión de su sobrino y ahijado. Ya no es el joven de aspecto enfermizo y silencioso de hace unos meses. Su apariencia es más sana, como si el viaje a Bucarest, a pesar de sus dificultades, lo hubiera vigorizado y como si la decisión de defender sus derechos sobre Slobozia le hubieran proporcionado una meta, un objetivo por el que luchar, por el que vivir.

- Paisanos, subamos el tono mientras corre la cerveza y cantemos la canción de la hija del molinero - grito al tiempo que guiño un ojo al señor Durius.

 

La hija del molinero cabalgaba hasta el festejo
sobre una yegua escuálida y sin silla,
cuando de repente gritó: "¡Madre, estoy perdida.
Tengo toda la entrepierna cubierta de pelo!"

" Hija no digas tonterías,
son iguales todas las mozas,
  y si no te fías,
mira aquí y lo comprobarás."

Entonces la llevó aparte para verlo mejor,
  y le dejó todo claro al fin.
"Oh, madre, tú estás diez veces peor!
¡Seguro que montaste sobre la crin!"

Cargando editor
16/10/2008, 14:29
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Sucesos de Primavera
Resultado: 57

Cargando editor
16/10/2008, 20:13
Borracho.

-Bien! Bien! me pongo a saltar y a brincar animado por las alegres canciones del nuevo bardo.
Hoy la posada está bastante llena, probablemente se haya corrido la voz de un nuevo bardo, la gente busca la alegría perdida por la ciudad desde hace tiempo. Todos parecen disfrutar con el espectáculo, o al menos la mayoría, el tipo siniestro observa todo con una aparente indiferencia, nunca me ha gustado. Intento mantenerme lejos de él.
-Posadero ponme una buena jarra de cerveza me uno mientras espero por mi jarra a los cantos del bardo, rellenando la letra en los sitios en los que no me acuerdo con palmas. Parece que otra vez he bebido demasiado y no quiero llegar tarde a casa de nuevo o mi mujer no parará de gritarme. No me gusta cuando lo hace, me aumenta el dolor de cabeza. Cuando el bardo termina la canción me dispongo a ir hacia la puerta. Aunque intento llegar en línea recta el alcohol me hace que el camino hacia la puerta se haga más largo de lo normal.