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Klausenburg (Cluj-Napoca / Claudiopolis): Cluj deriva del latín Claustrum Clus. Napoca era el nombre de la fortaleza romana emplazada en aquel lugar. Emplazada sobre un antiguo asentamiento daco (pueblo de la antigua Dacia), los romanos la colonizaron. Colonizada después por magiares y szeklers. Es una ciudad pequeña, rodeada de campos. En su interior se trabaja el cuero y otras artesanías. Hay una herrería y un tratante de caballos.

a. FACCION: SECTA DE ATUM RE. – Dhaeva: Burgomaestre Atum Re Dumastru. – Momia.
b. Gobernante: Burgomaestre Dumastru. – Vasallo del Príncipe de Transilvania.
c. Población: 545.
d. Defensas: Ninguna.
e. Tropas:
i. Milicia campesina: 0.
ii. Levas: 0 (Posibles Levas: 200).
f. Recursos: Cuero. Caballos. Ganado vacuno.
g. Terreno: Montañas al Norte. Llanuras.
h. EDIFICIOS: Herrería. Granja de caballos (Fuksas, el Mercader de Caballos). Gremio de tratantes de caballos.
i. NOTAS:
i. En Febrero de 950, 45 Familias emigraron desde Baja Mare y se establecieron en Klausenburg.
ii. Fuksas, señor del Gremio de Tratantes de Caballos. Un mercader obsequioso con algunos dientes de oro.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

ESTACION DEL VERANO.

MESES DE JULIO, AGOSTO Y SEPTIEMBRE.

- El Knezi Tiberiu Bratovich, Conde de Satu Mare, llega a Klausenburg a mediados de agosto de 950.

- Explendido, este muchacho es espléndido. Tal vez llegue a ser incluso más fuerte que vosotros dos, Bósforos, Andronikus. El tiempo lo dirá, como en vuestro caso.- digo para mi mismo entre los resonantes pasillos de mi húmeda morada.

El rastro de vida que había dejado la presencia del lisiado joven había sido ya devorada por la frialdad de las paredes. Mis siervos deambulaban perdidos en su caminar ajeno a todo. La casa en sí no distaba de ser una tumba, un sarcófago, más grande quizá, pero igual al que me había visto confinado aquellos cientos de años.

Seguro que no esperabais este desenlace cuando os aburristeis de mi, seguro que no pensasteis que esa criatura enjaulada podría aprender algo de vosotros mientras enloquecía en esa caja de piedra en la que me metisteis. Pero soy libre y parece que una vez más volveré a tener compañía.

Pienso nuevamente en el muchacho..

- Esplendido, sencillamente esplendido. - digo mirando una vez más mi porte en un espejo rudimentario.

Es momento de mover pieza un vez más, necesito de alguna colaboración, estos sirvientes sirven para poco más que rellenar el vacío de este edificio. Necesito un contacto más cálido, más útil y quepueda traerme nuevas de lugares a los que todavía no puedo llegar.

Tras petición de mis subordinados me arropo con las prendas más gruesas con las que pueda contar y tras esperar al anochecer antes del cierre del negocio del tratante de caballos me dirijo hacia el establecimiento cubriendome lo mejor que puedo. Cuando arrivo al local busco al tratante y tras no pocas preguntas pues la actividad parece bastante intensa pese a las horas del día logro hacerle saber de mi presencia.
Cuando comparece ante mi el hombre parece claramente cansado con ganas de terminar una agotadora jornada.
- Es un placer verte nuevamente Fuksas, tu negocio parece cada día más prometedor. Pero no pretendo inportunarte con más trabajo, sencillamente te buscab para saber del importe de lo debido por el caballo que has cedido a mi cargo al buen Señor Tiberiu Basarab. Espero que haya satisfecho acorde con su posición pues es una amistad muy apreciada por mi parte Fuksas - conmino al tratante de caballos.

Partió inmediatamente camino de Klausenburg, el burgomaestre Dumastru Re fue un gran aliado y una autentica ayuda cuando tuvo que defender su honor ante el Voivoda; A lo mejor podía ayudarle con el problema que azotaba a su pueblo; Y a su primo Zuyla.

A finales de Julio arribó sin problemas Zalau, el pueblo dirigida por Zakov el anciano que, lo recibió en su casa con semblante serio; Gran parte de la aldea había sido arrasada por un incendio; Los restos humeantes aun se atisbaban en la lejanía, Tiberiu no podía realmente, no quería creer que el anciano le pensase responsable de tal barbarie.

- Así que vos sois el Conde de Satu Mare… - espetó el anciano con mirada suspicaz – No es necesario que finjáis ignorancia, mi señor. – sonrió remarcando con cierto sarcasmo sus ultimas palabras.
- No finjo nada, anciano. – sentenció Tiberiu frunciendo el ceño.
- Claro; Qué gran casualidad… - replicó el anciano hombre aun con tono sarcástico – Le dije que no a vuestro Emisario y poco después, - suspiró señalando la aldea – un misterioso incendio arrasa mi poblado. – esbozó una apesadumbrada sonrisa antes de continuar – Se han quemado cerca de trescientas cincuenta casas, - suspiró – y buena gente ha perecido bajo las llamas y el humo… - terminó con amargura perdiendo su cansada vista en las ruinas humeantes.
- Lo lamento en el alma. – espetó el joven Knezi negando con la cabeza – pero yo no he tenido nada que ver en esto. – sentenció con tono y semblante serio al tiempo que el anciano fijaba sus ojos en los de él - ¿Acaso me tomas por un bárbaro? – inquirió apoyando sus manos en su cinto al tiempo que el hombre titubeaba – Zakov, entiendo que veas en mi la figura del antiguo Knezi. – concluyó asintiendo apenado.
- Os pido perdón por mis palabras. – susurró – Esto ha sido un duro golpe para este anciano… - suspiró como si parte de su alma se hubiese perdido entre las llamas – Han muerto muchos amigos y vecinos. – negó con la cabeza apoyando su cansado brazo en una columna de su casa.
- Lo comprendo, - asintió Tiberiu – mi pueblo también sufre.
- Son tiempos aciagos. – suspiró el anciano nuevamente.
- En estos momentos, - comentó el Knezi mirando al Norte – Satu Mare es azotado por la peste; - inquirió señalando en dirección a sus tierras – Por eso estoy aquí, me encamino a solicitar ayuda a la Iglesia, - continuó volviendo a mirar al anciano – y de paso alertaros del peligro que azota al Norte de vuestras tierras. – terminó apesadumbrado.
- Como ya le dije a vuestro tío, tenéis la hospitalidad de Zalau… - asintió el anciano – pero aquí no hay dinero para vos. – dijo negando con la cabeza – Y menos ahora, - señaló las tierras de alrededor – después de esta catástrofe.
- No quiero vuestro dinero, buen hombre. – sentenció Tiberiu con tono ofendido – Mi intención al enviar a mi emisario era la de forjar una alianza que uniese los territorios del Norte, no saquear vuestras arcas. – susurró apenado.
- ¿La Iglesia? – preguntó el anciano – Escuche que vos respetabais a Perun, Señor de los Cielos… - susurró.
- Al igual que el resto de señores nobles; Soy Ortodoxo. – sonrió con picardía.
- El principado todavía sigue buena parte de las antiguas costumbres. – replicó el hombre.
- Así es, - asintió el joven Knezi – pero los tiempos que corren no convierten en buena idea abrazar otras religiones. – suspiró inclinando la cabeza a un lado.
- De todos modos, no tenemos sacerdotes aquí, - señaló – ni de una religión, ni de otra.
- Eso es bueno por un lado; - sonrió Tiberiu – Y malo por otro. – sentenció – Mañana continuaré mi camino, os deseo suerte en vuestra empresa de reconstrucción. – terminó asintiendo y retirándose a descansar.

A la mañana siguiente, continuó su camino hacia Cluj Napoca.

RESULTADOS DE VERANO:

- Burgomaestre Dumastru:
JULIO: Acción Estratégica de Entrenamiento.
AGOSTO: Consolidar Poder (Aliado).
SEPTIEMBRE: Acción Estratégica de Entrenamiento.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.

Fuksas termina de hablar con uno de los proveedores locales cuando un mozo le susurra al oido que el Burgomaestre Dumastru se encuentra en el establecimiento. Se despide del hombre y ordena al chico que haga pasar a Dumastru al pequeño despacho del tratante.

La sala no es muy grande, pero es hogareña y cómoda; sin duda es el lugar dónde se negocian los acuerdos de Fuksas. Dispone de sillas, una mesa, muebles axuliares y un par de cuadros de preciosos caballos sobre verdes campos, además de un modesto telar con el escudo de la ciudad bordado a mano colgado tras la mesa.

Fuksas hace una reverencia a Dumastru y escucha atentamente lo que dice.

- Mis caballos siempre estarán al servicio de Cluj-Napoca, no me debe nada Burgomaestre.- Hace otra ligera reverencia.- Espero que el caballo zaíno fuese del agrado del Señor Tiberiu, al igual que espero que nuestras naciones sean amigas en estos años tan inquietos.

Hace un gesto suave con su mano derecha.

- Por favor, siéntese si le place.- Ofrece una silla a Dumastru.- Dígame Burgomaestre, ¿Cómo van los asuntos de Estado? He oido rumores de que hay una guerra entre los Bran y los Szantovich...

Una ligera sonrisa asoma a mis labios antes de sentarme ante al próspero mercader.
- Es bueno saber que la prosperidad no hace mella en la generosidad de un hombre en los tiempos que corren, tu ofrecimiento te honra. - digo con un gesto de la mano.
- En cuanto al estado, me temo que los rumores son bastante fundados, no es la primera vez que estas dos casas tienen problemas y teniendo en cuenta los rumores acerca de la muerte del heredero del legado de Bran...me hago una idea de hacia donde cambian los vientos en esta nueva estación. Pero no he venido junto a ti para hablar de las relaciones de la nobleza que no nos conciernen; tengo...una pequeña dádiva para tu negocio Fuksas. Parece que nuestro buen y joven amigo Tiberiu ha tenido a bien escuchar mis palabras y nuestra creciente ciudad ayudará a la defensa de Satu Mare frente a los Magiares... - le expreso con calma.

Al ver la expresión de cierta alarma frent a mis palabras me inclino para corregir sus temores.

- Oh...no, no, tranquilo Fuksas, no hay necesidad de alarmarse. Nuestra ciudad no es conocida precisamente por su carácter bélico, pero...si bien es cierto, un ejercito necesita ser armado y, sobretodo montado...Es ahí mi querido amigo donde entra la ciudad en esta alianza; mi pretensión es aportar el armamento y las monturas para los agrupamientos militares que nuestro nuevo joven y noble amigo pretende formar para cerrar elpaso del norte a la invasión. Tal vez te preguntes que beneficio sacas tu, más allá de la propia venta de tus corceles...Bien, pensemos en esto, tus manadas son grandes y de buena calidad, pero...a tu negocio le falta un pequeño detalle...la fama. Ahora solamente parate a pensar...que el ejercito que defienda nuestras fronteras del norte, dirigido con nuevo empuje por la familia Bratovich, cabalge a lomos de tus animales y destruya la amenaza invasora...¿comprendes a donde quiero llegar Fuksas...? - pregunto definitivamente al tratante dejando la pregunta en el aire -

- Sin duda es un gran acuerdo para el gremio.- Fuksas entrecruza sus dedos.- Habrá que preparar a los caballos más fuertes, darles un entrenamiento adecuado y unas monturas resistentes.

Piensa durante unos instantes.

- Espero que los elegidos para este ejército sepan montar por supuesto.- Pone una sonrisa jocosa en su rostro.- Por supuesto, será una inversión grande, de bastantes florines...aunque puede que merezca el desembolso...

- Bueno, no voy a decirte como hacer un trabajo que llevas haciendo toda tu vida pero, estarás de acuerdo en que para ganar dinero hay que gastarlo primero Fuksas. De todas formas no deberías preocupuarte, parece que el buen Tiberiu compensa sus limitaciones físicas con sobradas dotes de mando, sabrá levantar un ejercito a la medida de la reputación de tus caballos. Sólo quería comunicartelo para conocer de tu interés; Tiberiu mantendrá contacto conmigo y yo te informaré puntualmente de sus necesidades, supongo que eso nos convierte en cierta manera en socios...de todas formas mi interés principal es que nuestra alianza avance y en gran medida ello requiere de tu buen hacer. Así si que si me confirms tu interés, te dejaré hacer tu trabajo e iré a hacer mi última visita del día... - le comento al avispado mercader.

- Oh, lo siento, no era mi intención entretenerle en sus quehaceres Burgomaestre.- Fuksas se levanta de su asiento y se acerca a Dumastru para acompañarle a la puerta.- Por favor, manténgame informado de las necesidades del señor Bratovich y yo, desde mi humilde posición, haré lo necesario para proveerle de caballos...Si duda uno se queda más tranquilo sabiendo que se mantendrá a raya a esos magiares...

- Sí, es por eso precisamente que es completamente necesaria tu ayuda Fuksas, me ncargaré personalmente de hacerte llegar noticias en cuanto yo las reciba. Ahora, si me disculpas, te dejo con tus quehaceres, buen día. - le digo para alejarme de la propiedad en dirección a mi siguiente visita.

- El Knezi Tiberiu Bratovich salió de Klausenburg hacia el norte a primeros de Septiembre pasado.

SUCESOS DE OTOÑO:

- Siete ancianos del pueblo perecen por causas naturales. A algunos les extraña que haya muerto precisamente ese número. ¿Tendrán esas muertes algún significado oculto?