Partida Rol por web

- Por supuesto Fuksas, esto nos llevará tiempo así que si necesitas de hacer algo esmejor que lo digas en este momento. Viajaremos por toda la región, lo cual nos llevará gran parte de la estación de la cosecha; es más...sería conveniente llevar un carro de cietas dimensiones, en muchos lugares el tribut se cobra en especie, no todos los habitantes de la región se manejan con la moneda al igual que tu Fuksas - le digo al solícito comerciante.

- Por suerte, tendremos tiempo de conversar largo y tendido durante el trayecto; es más creo que hasta nos será beneficioso de cara a nuestros futuros tratos... Por suerte esta época del año me es bastante favorable a causa de mi enfermedad, de todas formas es bastante probable que nuestro trayecto sea en gran medida durante las horas de escasa iluminación...pero todo se andará Fuksas, tranquilo... -

Fuksas le mira.

- Estoy preparado, mi capataz se hace cargo del negocio hasta mi vuelta y mi esposa de la familia. He preparado un carro con dos mozos para acompañarnos, espero que haya suficiente espacio para meter los viveres y los tributos.

El tratante se encuentra algo dubitativo.

- Espero que no encontremos ninguna dificultad...la fuerza bruta no es una de las habilidades que mejor domino.

Días, semanas enteras de viaje a través de los caminos de la región, pasando por los escasos villorios y aldeas aledañas a mi ciudad. Se podía describir la región como pacífica para los tiempos que corrían, llanuras que ofreen cierta seguridad si no te desvías del camino trazado, montañas bien visibles en todas las direcciones, enormes pastos y campos de cultivo. Sinceramente mi invitado parecía disfrutar más que yo de la travesía, pues estaba sacando cierto provecho al verse acompañado de la mayor dignidad de la región. Su fama, sin lugar a dudas se vería beneficiada, los rumores sobre sus apariciones al lado del Burgomaestre se extenderían y es muy posible quelas envidias se dejasen ver aún más a menudo de lo habitual, pero al fin y al cabo el hombre pertenecía a la familia de tratantes más capaz de la región.
Su mirada reflejaba la ambición y el deseo de prosperar hasta el mismo punto que sus antecesores. No era de extrañar que con su posición contase con algunos empleados capaces que llevasen sus asuntos y, había sido una suerte contar con su apoyo sin lugar a dudas.
Ahora, ya de vuelta en la ciudad, se imponía una oferta y una decisión.

- Nuevamente de vuelta Fuksas, estarás fatigado y ciertamente deseoso de ver a tu familia y atender tu negocio pero...he dejado esta propuesta para el fin de nuestro trayecto intencionadamente. La pregunta es; ¿hasta que punto estás interesado en tu asociación conmigo? Mi oferta es clara, necesito de gente capaz a mi lado, gente que no sólo haga prosperar la región con sus negocios, si no que tome parte activa en las grandes decisiones para el futuro de la ciudad; nadie está mejor posicionado que tú, ambos lo sabemos...y, es por eso que deseo que trabajes a mi lado, apoyándome, con tu ayuda podremos hacer grandes cosas por esta ciudad y para nosotros mismos... - le pregunto al comerciante

El viaje ha sido extenuante, pero muy beneficioso en varios aspectos. El tratante ha tenido la oportunidad de acompañar a Dumastru por toda la región, sin duda se correría la voz de su presencia junto a él, lo que repercutiría positivamente en su posición como comerciante y como líder del gremio.

Pese a querer descansar ya junto a su familia, Fuksas mantiene una conversación con Dumastru en la ciudad.

- Sin duda sería un honor trabajar para hacer de Cluj-Napoca la ciudad más importante de la región...pero me gustaría saber las ideas respecto a la gestión del Burgomaestre.- Fuksas lo dice con sumo respeto, para que no parezca ninguna amenaza.- No quiero que exista una gran diferencia de opinión en lo que a política se refiere, ya que sino mi presencia sería un inconveniente más que una ayuda.

- Esos temas son bastante delicados para tratar en un espacio tan abierto querido Fuksas pero, como bien te dije en su momento, nuestro apoyo al señor de Satu Mare será muy bien recibido entre la nobleza y especialmente llegará a oídos de nuestro Voivoda, lo cual nos pondrá en una situación muy ventajosa para que a nuestra ciudad se le dispensen mayores ventajas en el comercio, sobretodo la protección de los caminos y pasos de la región, algo que sin duda sabrás es una de las grandes complicaciones que presenta el comercio más alá de las fornteras de mis propios dominios y de los de cualquiera. Los detalles aún están en el aire, pues todo depende de como giren las circunstacias a favor o en contra de nuestros intereses y de como nosdebamos adaptar a estos avatares. Es por eso que poco más precisos puedan ser mis explicaciones, sin que nuestros planes hayan comenzado a encarrilarse. - le contesto al comerciante.

Fuksas asiente con la cabeza.

- Mi opinión siempre ha sido que el comercio es uno de los pilares fundamentales en los que se basa la fortaleza de una región. He dedicado toda mi vida a los negocios y el comercio, y aporto mis humildes conocimientos para hacer crecer a Cluj-Napoca como centro económico de Transilvania.

El tratante confirma con una sonrisa la petición de formar parte de una élite política o unos asesores del Burgomaestre; llámese como se quiera, Fuksas no es un hombre que deje pasar oportunidades como esta.

- Me place tu visión de futuro Fuksas, eres un hombre de instinto y eso es lo que te hace realmente útil...con tu movimiento es probable que en poco tiempo los demás notables de la ciudad comprendan la importancia de nuestros proyectos y se unan en una causa común. Bien, es hora de dejar estos temas para otro día. Debo enviar una misiva a nuestro Voivoda, para conocer de sus intenciones para con los tributos. Te libero ya del favor prestado Fuksas, vuevle con tus propias obligaciones, pues te tendré informacdo con presteza en el momento de tomar las decisiones oportunas. - le digo al tratante.

Una vez el tratante se aleja me dirijo hacia la mansión no sin antes hacer llamar nuevamente a Dariu.

Los días tras la últimareunión con el burgomaestre parecen no haber pasado lo suficientemente deprisa, pues los rumores de su llegada junto con Fuksas el principal miembro del Gremio de Tratantes de Caballos a resonado por toda la región. No son pocos ya los que cuentan en las tabernas como los demás notables de la ciudad se preguntan que favores dispensa el gobernante hacia su competidor. Muchos avivan ya las llamas de la envidia y se apresuran a colocarse en buena posición para ser el próximo en reunirse en la lúgubre hacienda del burgomaestre. Sólo uno, en una esquina de la taberna, lugar poco usual en alguien de su carácter, permanece en silencio mientras los rumores recorren el ambiente cargado de vapores etílicos.
Las noticias corren en pos de Dariu y un hombre que parece un poco más feliz por tener sus bolsillos algo más llenos le advierte de queel Burgomaestre le requiere nuevamente ante su presencia....funestos augurios....

Fuksas vuelve a casa para disfrutar de su familia y de un merecido descanso, ha sido un largo viaje pero fructífero no obstante. Una relación más estrecha con el Burgomaestre puede ofrecer nuevas oportunidades en el futuro.

Tras cenar algo y relajarse junto a una chimenea de piedra, es hora de ir a dormir para volver a recuperar las fuerzas. También es un buen momento para hablar con Corina, su esposa.

Corina: Seguro que estarás muy cansado, habrá sido un viaje agotador.
Fuksas: Sí, pero ha sido mejor de lo que esperaba ¿sabes? Dumastru me ha pedido que le aconseje en temas relacionados con la ciudad
Corina: ¿Si?
Fuksas: Sí. Es un paso más para la familia, nos puede colocar en una posición privilegiada.- El tratante se queda mirando al infinito.- Pero lo que más me emociona es poder devolver a Cluj-Napoca lo que ella me ha dado...además de...ya sabes...limpiar mi conciencia...

Corina: Seguro que lo conseguirás.- Su mujer le muestra un apoyo incondicional.
Fuksas: La ciudad florecerá...
Corina: Seguro, anda descansa un poco cariño...Buenas noches
Fuksas: Buenas noches

--*****--

A la mañana siguiente, el tratante se pone al dia de los asuntos relacionados con su negocio; donde su fiel capataz ha vuelto a demostrar su capacidad para dirigirlo. Un par de pequeños contratiempos, como un mal que aquejaba uno de los corceles, pero que pronto se recuperó, o una petición de uno de los criadores relacionados con el gremio hicieron su aparición estos días; pero se solucionaron sin fácilmente.

En la mente de Fuksas está el eco de la petición del Burgomaestre, de lo que suponía para él. Siempre pensó que un simple negocio de caballos se le quedaba pequeño...ahora tenía la oportunidad de seguir escalando.

Como ya es costumbre mi estomago da un vuelco cuando recibo la noticia de que el burgomaestre quiere reunirse conmigo, no se cual sera el motivo, pienso que quiza necesite de mi ayuda para llevar algun mensaje, no se.
Inmediatemente dejo lo que estaba haciendo y arreglandome lo mejor posible la ropa me encamino a su encuentro, que deparara el futuro nadie lo sabe asi que por que preocuparse ahora por el...

- Muchacho, no es necesario que te entretenga mucho más, este es un encargo de urgencia. De hecho deberís ir junto a Fuksas y pedirle de mi parte que te ceda un corcel rápido. Debes llevar esta misiva a Bucarest, al palacio del Voivoda y, entregarlo en manos de su oficial al cargo de los asuntos financieros del mismo. No te entretengas, es de vital importancia que le llegue cuanto antes...ten cuidado, recuerda los rumores acerca de lo que suele pasarles a los mensajeros ociosos en estos caminos, prudencia y presteza Dariu...¡Ve! - le digo entregándole la misiva lacrada en cuanto aparece por el salón.

El entusiasmo del muchacho parecía minarse por momentos, no eran muchos los visitantes de la lúgubre mansión que mantuviesen una buena expectativa ante la idea de permanecer en su interior. Sólo esos pocos elegidos, con un alma de excepcionales atributos permanecían con buen ánimo, casi me sentía nostálgico por su partida....
En su diestra, la misiva, enrrollada y lacrada por la misma costumbre que milenios antes en la tierra de los dos ríos. En su interior, la solicitud de consejo para con mi señor y las esperanzas de un nuevo vuelco de la balanza del poder...

Excelentísimo señor, este fiel y honorable sirviente se dirige a usted con humildad, para hacerle saber que el tributo anual ha sido gravado sin mayores complicaciones. Si bien, se plantea en la mente de este abnegado sirviente una única cuestión y, sabiendo de que mi magnánimo y sabio señor sabrá acertar en tal decisión, me limito a exponersela.
De bien sabido es, por las noticias llegadas a través de los caminos, de la escasa seguridad de los mismos. Pese a estar entusiasmado ante la idea de visitar vuestra esplendorosa ciudad de la luz, este fiel súbdito teme que tan preciada carga pueda ser motivo de tentaciones y ataques para los peligros del camino. Temiendo por la seguridad de los bienes que os corresponden por derecho propio, solicito de vuestra merced consejo, pues si bien podría tratar de asegurar el trayecto, tal vez fuese apropiado, si vuestra merced así lo considera, que sus oficiales se presentasen en esta humilde ciudad. Sin querer disfrutar de su tiempo más de lo que corresponde a un súbdito, espero con paciencia e interés vuestra respuesta.
Vuestro leal súbdito, el Burgomaestre de Klauserung, Dumastru Re

Fuksas saluda a Dariu.

- Hola chico.- Tras lo cual avisa a uno de los mozos para que traiga un caballo.

Al instante, aparece con un ágil corcel, marrón con manchas azabaches; no es muy grande pero tiene aspecto de veloz.

- Es una buena montura Dariu.- Dice mientras acaricia al caballo.- Seguro que te servirá para el viaje...por cierto, ¿vas a la capital?