Partida Rol por web

Comienza a anochecer en el Condado de Bran. Había sido un día típicamente otoñal, algo natural en aquella época, no demasiado caluroso pero tampoco tan frío como podría esperarse estando ya cerca el invierno. El cielo había permanecido despejado durante todo el día y nada hacía presagiar lo que estaba a punto de suceder.

Repentinamente todo el cielo queda cubierto de nubes negras y enormes rayos y truenos comienzan a retumbar e iluminar el condado sin cesar, con una ferocidad nunca vista. Todos corren a refugiarse a sus casas asustados ante ese fenómeno tan extraño y repentino. Algunos árboles son alcanzados y se producen pequeños incendios por aquí y por allá. Algunos supersticiosos murmuran para sus adentros que esto no es un fenómeno natural, que es la misma ira de Perun castigándolos por el encarcelamiento de uno de sus Sacerdotes. Nadie se atreve a salir mientras dura la tormenta.

Un enorme rayo alcanza una de las paredes de tu celda haciéndote salir despedido hacia el lado contrario. Te levantas algo magullado y dolorido, pero sin heridas importantes. Al mirar hacia la pared ves que se ha abierto un hueco por el que podrías salir. ¿Será esta la respuesta de Perun a tus oraciones?

Se escuchan retumbantes truenos y los rayos caen sin cesar por toda la región. Algunos caen tan cerca que parece que alguien estuviera atacando el castillo. Quizá incluso algún rayo haya impactado sobre él, aunque no parece el mejor momento para salir a inspeccionar. Desde las ventanas podéis ver alguno de los fuegos que los rayos han provocado, no son de gran importancia, pero en esta estación y con la mayoría de las hojas cayendo de los árboles podrían extenderse y llegar a ser peligrosos, quizá fuera necesario organizar su extinción.

En mitad de tu tensa situación el cielo se cubre repentinamente de nubes negras y rayos y truenos se sucenden sin cesar. No sabes si es una buena oportunidad para escapar o si tus enemigos estarán intentado matarte con una tormenta. Nunca volverás a reirte de los cuentos infantiles.

El cielo se cubrió de un velo negro nada natural, y luego el mismo cielo pareció romperse bajo unos truenos que hacían temblar la tierra.

Mihail no sabía si esa tormenta la habían probocado sus atacantes o algo pero, pero no iba a quedarse a averiguarlo. Oculto por el atronador sonido del siguiente trueno Mihail intentó escapar de ese lugar.

Al fin los dos mensajeros que habian solicitado asilo son conducidos ante mi, bajo estas circusntancias y tambien dado el puesto que queria ocupar no podia dejar que cualquiera se hospedase en la que seria mi ciudad. Una vez ambos hombres estan frente a mi dentro del castillo hago a un lado las formalidades y pregunto secamente.

-Desde donde vienen y hacia donde van? he oido que son mensajeros asi que me gustaria saber hacia donde transimitiran su mensaje.

Un poco de informacion podria servir en estos tiempos de penumbra, Despues de todo con este tiempo ellos deberan permanecer aqui algun tiempo mas antes de poder partir asi que no hay ningun daño en informarme sobre la gente que hospedo, y a quien sirven.

Tras mi pregunta me tomo un tiempo para mirar por una de las ventanas altas del castillo y notar la fuerte tormenta que se estaba gestando.

Malditos rayos y truenos... espero por su bien que ese maldito sacerdote calvo no tenga nada que ver con esto.. sino sufrira gravemente las consecuencias. No le temo a su dios, pero maldita sea que él conocera el temor si no me gustan sus respuestas.

Constantis se encontraba en su silencio habitual mientras custodiaba atento las puertas de donde se encontraba su señor. Los pensamientos como era costumbre mantenian su mirada en el vacío, pero esto era alguien que nadie podia notar debido al yelmo que cubria por completo su rostro ¿que es lo que escondes tras esa armadura, y por que siempre permances en silencio? se pregunto a si mismo sin el valor suficiente para responderse tal pregunta; pues aunque sabia la respuesta, nunca tendria el valor suficiente para aceptarla. 

Unos pasos le hicieron despertar del ensoñamiento y observo como Andrej que habia salido del salón momentos antes regresaba acompañado por dos mensajeros, de seguro un encomienda de su señor. Constantin Abrio las enormes puertas del salón abriendo paso a los mensajeros una vez estos se hallaron dentro la cerró denuevo.

Solo unos cuantos minutos habian pasado desde que los mensajeros habian ingresado a la sala. El pasillo en el que se encontraba el guardaespaldas centellaba y se iluminaba con violencia en determinados intervalos de tiempo debido a la tormenta que desataba su furia en el exterior del castillo. Constantin sabia que dentro los habitantes del castillo estarian a salvo, ¿pero que sucederia con los que se encontraban fuera?, la tormenta era lo suficiente mente fuerte como para provocar un accidente incontrolabel. Con este pensamiento en mente se apresuro hacia una de las ventanas los rayos caian sin cesar y de forma violenta... el guardaespaldas observo pequeños indicio de fuego en las copas de los arboles, aun cuando no era prudente salir al exterior se debia hacer algo. Con determinación Constantin entro en la sala y al estar frente a Dimitri se arrodillo. 

Su voz se oyó un vez más, esa extraña voz, que tenia una peculariedad casi imperceptible, pero que allí estaba -Mi señor, le ruego que envie una brigada para que se encargue de los pequeños incendios que se comienzan a provocar por la tormenta, es mejor ser precavidos y no permitir que el fuego se extienda.

Tras decir esto el guardaespaldas guardo sielencio y agacho la cabeza cubierta por el yelmo, en espera de una respuesta por parte de su señor.

Cuando observé el agujero en la pared le di las gracias a Perun, ya que no tuve ninguna duda de que habia sido su benévola figura la que realizó ese milagro - Gracias señor.

Sin perder más tiempo, salí de la carcel aprovechando que gracias a la tormenta y a la noche no podrían seguir muy bien mi rastro. Aunque estaba contento de ser libre, no me gustaba la formá de como la conseguí Al huir parecerá que en verdad merecía estar allí encerrado...pero aunque se demostrara mi inocencia Dimitri no me dejaría libre, es demasiado orgulloso....

Aprovechando la confusión y sin mirar atrás echas a correr y montas rápidamente en tu caballo Distancia. Has acabado tu misión de reconocimiento y te diriges directamente al castillo sin detenerte, no quieres estar más tiempo del necesario a la intemperie con esa tormenta tan extraña. Unas horas después, en plena noche, llegas al castillo.

La tormenta eléctrica que está comenzando os desconcierta, ya que podéis notar que no es un fenómeno de la naturaleza, sino que proviene de una fuerza que está fuera de vuestras posibilidades y conocimientos.
Rubushka intenta rodear al confundido cazador, pero la aparición de los numerosos rayos hacen casi imposible su avance permaneciendo oculta y tiene que intensificar sus esfuerzos por no ser vista. Cuando ya se encuentra detrás del árbol más cercano a donde vio al cazador se prepara para el ataque. Un rallo tremendo cae muy cerca del lugar iluminándolo todo. ¡El cazador ya no se encuentra allí! Ois un relincho y como un caballo se aleja galopando a toda velocidad. Parece que vuestra presa ha huido aprovechando la confusión.

Los dos mensajeros se acercan a hablar con el Caballero Dimitri Szantovich de Bran, quedandose a una distancia prudencial según marca el protocolo. Al tenerlos más cerca puedes distinguir en sus polvorientas vestiduras el escudo de Bistritz.

-Venimos de Bistritz señor. Nuestro Knezi, Boris Danislav, el Conde de Bistritz falleció. Su mayordomo Valru ejerce desde entonces la regencia y nos ha mandado a Bucarest a comunicarle el suceso al Voivoda como mandan las leyes, para que él escoja un nuevo sucesor. Partimos 3 de allí, pero por el camino fuimos atacados por unas criaturas cerca de Sighisoara. Allí fuimos acogidos por el Boyardo. Después continuamos viaje hasta sus tierras señor y en cuanto nos sea posible seguiremos nuestro camino.

Dimitri escucha a los mensajers atentamente... Parece que hay un nuevo agujero dentro de la nobleza y un sitio vacio esperando a ser gobernado por alguien digno.

-Muy bien, con eso me conformo, si necesitaran algun reabastecimiento de sus raciones o ayuda de algun tipo no duden en solicitarla. Hagan llegar mis condolencias al Voivoda y cualquier accion que este en mi poder para ayudar a resolver este tragico suceso sera ejecutada sin dudas ni demoras. Pueden retirarse.

Una vez los mensajeros vuelven a sus habitaciones, Dimitri hace llamar a Andrej y a Constantin a solas.

-Muy bien, debemos aprovecharnos de esto e informar a mi tio lo mas pronto posible. Andrej tu viajaras a la tirsa de Prahova para hacerle llegar el mensaje a mi tio. Tu Constantin vendras conmigo y nos haremos cargo de los incendios que esta maldita tormenta ha ocasionado en la que sera mi ciudad. Haz venir a lo que queda de la guardia del castillo.

Cuando regresemos quiero hablar con ese maldito sacerdote de Perun, todas las torturas conocidas no seran suficientes para darle castigo si me llego a enterar que todo esto tiene algo que ver con el.

Llegó al castillo totalmente empapado y extenuado, la tormenta hábía castigado con dureza tanto al jinete como a su montura, que atrabesaron la puerta de entrada al castillo como sombras maltrechas.

No se permitió ningún capricho, ni comió ni descansó, fué directo a pedir audiencia con Dimitri para contarle la infructividad de su cometido.
Una vez hechas las formalidades ya se arreglaría su descuidado aspecto.

Aprovechas la oportunidad y sales por el hueco que ha quedado en el muro. Parece que todos están ocupados poniéndose a salvo de los rayos u ocupándose de aplacar los pequeños incendios que se han originado y nadie repara en tu huida.
No sabes cuanto tiempo pasará hasta que descubran tu falta así que decides poner tierra de por medio lo antes posible.

Parece que la tormenta va retirándose y aprovecháis para salir a ocuparos de los incendios. Al salir del castillo os encontráis con Mihail Cortadedos que llega a galope, ha debido suceder algo importante cuando se ha arriesgado a cabalgar en mitad de esa terrible tormenta eléctrica.

Mientras nos preparamos para salir a enfrentar los incendios, la tormenta comienza a amainar. Aprovecho aquel interludio en los azotes de la naturaleza para indicarle a Andrej que comience a hacer los preparativos para su viaje, y cuando regrese le escribire la carta que ha de llevar. Cuando Andrej sale de la habitacion, le ordeno a Constantin que reuna a los guardias del castillo para que esten listos ahora mismo en el porton.

A la salida del castillo nos encontramos con Mihail que recien estaba llegando, una vista bastante atipica considerando el mal tiempo que hacia. Su estado era bastante desarreglado, parece como si hubiera cabalgado sin parar hasta llegar aqui.

-Alto!!!

Le grito a los hombres que vienen conmigo y con Constantin. Luego me vuelvo aun sobre mi caballo hacia Mihail que recien esta ensillando el suyo y le llamo la atencion.

-Mihail, ya has regresado de tu viaje.. por tu aspecto asumo que has viajado sin descanso y bajo esta tormenta. Tienes algun mensaje urgente para mi o puede esperar hasta que regresemos del pueblo y tu tomes un baño.

Mi discurso es seco y directo, no tenia tiempo para quedarme a charlar pero si habia alguna noticia que ameritaba la urgencia de su regreso queria saberla.

Al salir del castillo de Kronstadt me paré unos segundos para orientarme Vamos a ver, si he salido por un hueco de las mazmorras, y ahora el castillo está a mi espalda, significa que el norte está por allí...Debería dirigirme a Sfântu Gheorghe, es el territorio más cercano. Una vez allí con más calma decidiré cual será mi próximo movimiento

Cuando decidí dirigirme a Sfântu Gheorghe me puse en marcha a buen ritmo. Estaba muy tranquilo ya que estaba convencido de que era la voluntad de Perun que yo huyera de ese territorio.