Partida Rol por web

MAÑANA SIGUIENTE:

- Por orden del Boyardo Grigory Bratovich, Señor de los Perros, y nuevo Ministro de Tributos del Voivoda, el Caballero Dimitri Szantovich de Bran es condenado a muerte.

- El propio Señor de los Perros le decapita usando su espada.

- Andrej el Quiebrahuesos y Constantin el Guardaespaldas son ahorcados la misma mañana en que muere su señor, a modo de escarmiento.

BOSQUES DE BRAN:

- "¡Hijo, hijo mío! ¡El Señor Feudal ha sido ajusticiado! ¡Y sus guardaespaldas ahorcados! ¡Los guardias, criados y soldados del castillo no han movido un músculo! Temo que esto no sea sino el comienzo de una matanza contra todos los que una vez sirvieron al Conde de Bran. Mihail, debes abandonar estas tierras y buscar fortuna lejos de aquí, donde el Señor de los Perros no pueda encontrarte ni herirte." -

Mihail se detuvo, estaba cortando unos leños para la hoguera.

Tranquilicese. le dijo, mientras escucaba sus palabras.

Muchas gracias. le dijo sonriendo intentando tranquilizarla. Es una buena mujer y a hecho mucho por mi. Porfavor, cuidese mucho también.

Entró a su casa rápidamente y salió con sus armas a la espalda. Cargó las bolsas de su caballo con algunos víveres.

Encaró a Velocidad hacia el Norte, hacia Schaasburg. Nada tenía allí, pero era un principio. Hacia el Sur, dirección Poliesti, le esperaría la muerte, si el mismo que se había llevado a Dimitri volvía con la noticia de su muerte... No, el sur no era una opción.

- La siguiente mañana, tras la decapitación del Caballero Dimitri y el ahorcamiento de sus más leales, la Dama Helena Szantovich es acusada, juzgada y condenada por el Boyardo Grigory Bratovich, investido de la autoridad del propio Voivoda.

- Se la condena a morir en la hoguera, por brujería.

MIHAIL CORTADEDOS:

- Emprendes viaje hacia el norte. Por el camino un pastor te aconseja que te des prisa en huir, pues todos cuantos tenían relación con los Bran o los Szantovich están siendo asesinados. Te explica que la Dama Helena Szantovich ha sido condenada y quemada por brujería.

- Esperas que las tierras de Shighisoara (pues así se denomina en esta época a Schaasburg) sean más clementes que las de los Bran bajo el dominio criminal de un perro rabioso Bratovich.

MERU EL RECEPTOR:

- El Boyardo Grigory Bratovich te interroga acerca de las riquezas y tesoros de los Bran y de los Szantovich. Como tus respuestas no le satisfacen, te rompe los dedos de ambas manos con un mayal y eres conducido a las cámaras de tortura que tan bien conoces...

MERU EL RECEPTOR es torturado hasta la muerte.

Su vida termina tristemente en un...

FUNDIDO EN NEGRO.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y DOS.

ES UN ATARDECER DE FINALES DEL VERANO.

- La Comitiva del Caballero Durius de Slobozia arriba al Condado de Bran una noche de finales del verano.

- Las chozas campesinas que habéis dejado atrás estaban cerradas a cal y canto.

- Ante los viajeros ahora se alzan las imponentes murallas del Castillo de Bran, que bloquan el paso...

- "¡Ah del castillo! ¡Somos viajeros en son de paz! ¡Tan sólo queremos cruzar el Paso hacia el Norte!" -

EL SOL SE HA PUESTO.

Con las últimas luces del atardecer y la primera sombras de oscuridad, mi amada Vlava ha venido a visitarme a mi carruaje. El despertar me sorprende con ella ante mí, con su mirada brillante fija en mí. Y como siempre, despierto con la sed. Con ese ansia por alimentarme que me acompañará por siempre, maldición y bendición a un tiempo. Su cuello, blanco como el marfil, surcado por una vena azul me atrae inexorable hacia ella. Nunca antes me había otorgado este privilegio, pero ahora la veo inclinarse hacia mí, ofreciendo su precioso icor al que no puedo resistirme. Es tan hermosa y apetecible.

Mi lengua acaricia su fina piel y una abrasadora sensación, un irreprimible deseo me arrastra a hundir mis agudos dientes en su ebúrnea garganta. El sabor, único, lleno de la delicia heredada de la condición de su familia, me arrebata, me ciega y solo ella pasa a existir en mi universo. Bebo, sin poder saciarme ante la catarata de sensaciones que encierra su roja sangre tan diferente de la de mis amados criados.

El mundo desaparece. Solo el torbellino de sonidos de su palpitante corazón, de las pulsaciones de sus venas, el aire cálido de su aliento sobre mi mejilla. Solo sé que no deseo parar. Que no quiero parar. Deseo que esto dure para siempre.

Pero entre las rojas brumas en las que me hallo, la vo zprofunda del Sargento Dominik tiene un efecto anticlimático arrancándome de mi sueño y devolviéndome a la realidad. Sin deseo alguno, me aparto de Vlava y salgo al exterior del carruaje. El aire fresco me envuelve, calmando mi cuerpo y mi mente.

- Soy el caballero Durius de Slobozia, en misión diplomática - grito alcanzando la posición del sargento -. Solicitamos derecho de paso. Nuestras intenciones no son hostiles, pero necesitamos atravesar su territorio.

- "Pasad vos en solitario, Caballero de Slobozia. El Conde de Sighisoara, Covasna y Bran, os recibirá." -

Las tremendas puertas reforzadas se abren apenas medio metro.

El Heraldo de la Muerte visita a la exangüe Vlava Szantovich, que ha quedado agonizante tirada en el suelo del carruaje y se lleva a su alma hacia las profundidades de la tierra, a un lugar de llamas eternas y tormento sin fin.

El Abad Ciferinos abandonó su carruaje junto a un par de los monjes que le acompañaban y se quedo contemplando las monumentales murallas de Bran mientras dialogaba con los suyos.

Ya necesitaba mover las piernas, el altisimo no hizo al hombre para estar sentado.

Aunque la situacion ha cambiado mucho desde nuestro último viaje... Espero que lleguemos pronto a nuestro destino.

- Así sea - respondo ante las peticiones del Guardia, no tanto por apetencia de orden personal como por la imposibilidad de negarme. Si no conseguimos el derecho de paso, las posibilidades de éxito de la misión se verán drásticamente reducidas, por no decir que anuladas y la única víctima será nuestra amada Transilvania. A mis espaldas escucho la voz de nuestro abad -. Abad Ciferinos, me alegra escucharos. El Conde reclama mi presencia. En solitario. Espero que nada ocurra, pero hasta mi regreso, os dejo bajo los cuidados del Sargento Dominik. Él velará por vuestra seguridad y la del grupo.

Dicho esto, hago un breve gesto de despedida con la cabeza y atravieso el estrecho espacio que han dejado las puertas al abrirse.

El monje asiente a las palabras de Durius y deja oir su voz mientras este se alejaba.

Dominus tecum, Durius...

Sin decir una sola palabra más, se quedo allí mismo,observando como desaparecía de su vista.

- El Caballero Durius, a pie, entra en el imponente Castillo de Bran, donde es conducido a presencia del Conde, en la torre del homenaje.

- Entretanto, un criado descubre el cadáver pálido y desangrado de Vlava Szantovich y da la voz de alarma.

- "¡Por todos los Santos! ¡La señora Szantovich yace muerta en el interior del carruaje de nuestro señor!" -

- "Deja de gritar como una niña, criado. Cubre el cadáver y cuando el señor regrese ya decidirá lo que debe hacerse." -

INTERIOR DE LA TORRE DEL HOMENAJE:

- Durius es conducido al interior del sancta sanctorum de quien afirma ser el Conde de Bran, Sighisoara y Covasna.

- Hasta donde alcanzan los conocimientos de Durius, esos tres Condes están muertos desde hace ya algún tiempo.

- Entonces ve la enorme figura en su trono, rodeado de tres inmensos cancerberos que sujeta firmemente con cadenas en su puño.

- Se trata de uno de los nobles más crueles e infames de toda Transilvania.