Partida Rol por web

Querido Durius.

Me alegro, me alegrare, enormemente de que aun os encontreis con vida, pues si leeis estas lineas es que os han encontrado. Vuestro largo viaje nos a tenido preocupados, pues temiamos por vuestra vida y la de aquellos que os acompañan.

Temerosos de lo que hubiera podido ocurrir decidimos mandar esta segunda expedicion para buscaros y traeros de vuelta lo antes posible.

En vuestra ausencia hemos seguido con las obras programadas por el Señor Sidor, pero la falta de un señor en estas tierras no es buen presagio. Vuestro pueblo os reclama, regresad lo antes posible.

Atentamente.

Dagu

Gorax decide llevar el caballo que compró con Maserrak hace tiempo, aunque no piensa montarlo al menos hasta familiarizarse con él un poco. Servirá para ayudar con la carga del grupo. Además, cogerá su bastón y una daga.

Con respecto al dinero u otras pertenencias, todos saben que llegó sin nada y estuvo haciendo labores de curandero para justificar su estancia y mantenimiento.

- Anciando Dagu, gracias por la comida y equipo que nos prestas.

Gorax se despide de Maserrak, que se queda en el pueblo, y está listo para el viaje.

El grupo esta reunido y presto para el viaje. Aunque mirandolo, el anciano parece estremecerse. El grupo es de lo mas extraño y heterogeneo...Por un momento parece dudar mientras los mira pensativo...

Dimitri es demasiado joven e impulsivo, Bigun aun no esta recuperado del todo y me temo que nunca se recuperara, al menos mentalmente, a Gorax no lo conozco lo suficiente, no puedo hacerme una idea clara, y el padre...que le vamos a hacer, entre lo peor vamos a escojer lo malo.

tras lo que se acerca a Fray Domenico.

- Padre, como pastor de almas que pretendeis ser, espero que sepais tambien guiar a buen puerto esta pequeña expedicion. Os deseo a todos la mejor de las suertes, cuidaros y volved sanos y salvos.

El monje hace una reverencia mostrando respeto:

-Antes de fraile fui guerrero. Los peligros de los caminos no me son desconocidos, venerable Dagu, y aunque mi cometido es ganar almas para el Señor, no por ello soy menos apropiado para esta encomienda que humildemente acepto. Haré una misa antes de la partida para rogar por nuestra seguridad, tomaré mis escasos enseres y podremos ponernos en marcha.

Una vez hechos todos los preparativos para el viaje todos se reúnen a las afueras de Slobozia y se desean suerte unos a otros.

El grupo parte hacia Ploiesti.

El anciano Dagu observa pesadamente como la comitiva se aleja del lugar.

Solos de nuevo...piesa para sus adentros, triste por la partida de su hijo y la incetidumbre que se cierne sobre el lugar. Quien sabe lo que deparara el futuro...pero pocas son las esperanzas que tiene en que pueda volver alguna de las comitivas. Quizas el señor Durius este ya muerto en la linde de algun camino.

Tras algunos dias inquieto, pensativo, algo derrotado...decide sacarse a si mismo y al pueblo de su ensimismamiento.

Hay que seguir trabajando. Con señor o sin el el pueblo a de seguir, la vida sigue, las estaciones pasan, los dias se renuevan... Hay que seguir adelante, por nosotros mismos si hace falta.

Pavetta acude a ver a su padre, portando con ella a su hijo y nieto de Dagu el Paciente.

- "¡Padre! ¡Un año hace ya desde que partió mi Lisander fuera de estas tierras acompañando al señor Durius a la capital! ¡Mira, el niño ya comienza a andar y casi no conoce a su padre! Y ahora han salido más habitantes del pueblo a hacer el mismo recorrido... ¿Crees que volverán o les sucederá algo terrible?" -

- "Siempre supe que ese Caballero de la Selva Negra no traería nada bueno a este pueblo." -

El anciano mira a sus hijas, compunjido, cabizbajo.

- No se hijas...... no se....

- Pero me temo lo peor. Los caminos son cada vez mas oscuros y peligrosos. Los tiempos cada vez parecen mas sombrios.

- Y todos los extraños que por aqui se han acercado. El tal Gorax, Masserak, Bigun... gentes extrañas en tiempos extraños.

Mirando hacia el pueblo añade.

- Y ese fraile cristiano.... con esa religion que pretende hacernos olvidar nuestras tradiciones, nuestros ritos, nuestros dioses....

- Malos tiempos son estos.

Suspira prondamente, y al mirar de nuevo a sus hijas comprende que no es el momento de lamentos. Asi solo vamos a empeorar las cosas.

Cojiendoles las manos la mira a los ojos, intentando poner en ello toda su buena fe, intentando ser positivo.

- Pero perseveraremos... perseveraremos.

- Ahora es cuando el pueblo a de estar mas unido, ahora es cuando hemos de trabajar mas duro... ahora es el momento de recordar y recuperar lo que es nuestro.

- Podemos hacerlo.... debemos hacerlo.... juntos....unidos... fuertes.

Tras un momento de silencio meditado, el anciano se levanta y vuelve a hablar con conviccion, con fuerza.

- Buscad a Dynnu!

Y tras un momento añade.

- Y reunid a los ancianos... incluso de los nuevos llegados.

Al rato llega Dynnu a la casa de su padre.

- "Padre, estamos construyendo el fuerte y la empalizada alrededor del pueblo, pero queda mucho trabajo pendiente. Meses o años incluso." -

El anciano mira a su hijo, con el semblante serio.

- Cierto hijo! Cierto! Has hecho muy bien el trabajo que se te encomendo. Y estoy seguro de que seguiras haciendolo.

Mirandolo algo mas inquisitivo.

- Siguiste mi consejo, hijo! Recuerda que algun dia... Cough, cough... algun dia no muy lejano, tu deberas ocupar mi puesto.

- Este trabajo que haces es muy importante, no solo por lo que representara, sino por que te permite tratar con la gente y ganarte su confianza y su respeto...el respeto es muy importante.

Y busca la comprension en el rostro de su hijo.

- Ahora! ahora que estamos sin un señor... y que es una situacion que ... bueno, no sabemos cuanto va a durar... es muy importante... muy importante, que ganes el respeto y la confianza de la gente.

Tras un breve momento de silencio, continuo.

- El fuerte es importante, para nuestra defensa... pero no temenos armas, ni tropas... y la importancia del fuerte es mas... militar, digamos...

- Nosotros somos un pueblo pacifico y humilde.

- Quizas deberiamos emprender las obras que el pueblo necesita. Por ejemplo un sistema de aguas...no recuerdo como lo llamo el señor Sidor... o mejorar el pozo... cosas que el pueblo agradezca.. que sean mas claras y que mejoren la vida de las gentes.

El anciano miro a su hijo a los ojos.

- He convocado una reunion de los ancianos para revisar entre todos la situacion del pueblo. Se que me apoyaran en casi todo... pero me gustaria que fueras tu quien sacara la iniciativa del cambio en las obras. Eso creo que te ayudara a ganarte algunas simpatias. Siempre es mejor trabajar para el provecho de todos que perder tanto tiempo y energias en algo que seguramente complacera a un posible futuro señor, pero que no aporta demasiado a las gentes de este pueblo. Yo obviamente te apoyare.

Tomando a su hijo por el hombro.

- Estas conmigo en esto hijo?

- "Padre, he llevado a cabo un enorme esfuerzo durante más de un año en estas obras. Ahora no se pueden abandonar y tirar a los puercos todo el tiempo y dinero que ya llevamos invertido. Las obras están a medias y hay que completarlas. Ocupan todo mi tiempo y no puedo ocuparme de otra cosa. Lo siento padre, pero lo que dices no tiene sentido para mí." -

Las palabras de Dynnu son un jarro de agua fria para el anciano Dagu.

- Esta bien hijo...esta bien...seguire tu consejo, pues tu eres quien se encarga de las obras.

Mas tarde, el anciano se encuentra ante el consejo.

- Amigos! Compañeros! Graves son los tiempos que vivimos...Todos sabeis que hace ya tiempo que nuestros Señor Sidor fallecio...y hace ya tiempo que el joven Señor Durius partio para afianzar sus derechos sobre estas tierras...y no es de todos sabido, pero el Fraile mando tambien correo, del que nunca se supo...no hace tanto que salio otra expedicion, pero aun no hay noticias de ella. Me temo que los caminos son ahora mismo demasiado peligrosos. Personalmente no quiero arriesgar mas vidas, ni de mi familia, ni de ninguna de las buenas gentes de este humilde ligar.

- Propongo pues que mientras esperamos alguna respuesta, si acaso intentaremos hacer saber de nuestra situacion a traves de los eventuales viajeros que puedan pasar por aqui, o en caso de que alguien parte en busca de un mejor porvenir.*

-Mientras tanto, solo este consejo puede governar el pueblo, y todo lo que sea de importancia relevante sera acordado por este consejo. Pero el consejo no puede reunirse para cualquier cosa... no es posible!

- Hace ya un tiempo que el consejo confio en mi para representarlos ante nuestro señor y llevar los quehaceres del lugar...desde que nuestro Señor Sidor paso a mejor vida he seguido desempeñando esas funciones, pues asi a sido costumbre y es un sistema que a funcionado. Pido a este consejo que confie en mi y me conceda su favor para seguir con esa labor mientras esperamos recibir noticias del Voivoda.**

- Pero hay aspectos que han de ser tratados en este consejo. El primero de ellos es el de las obras. Espero que pronto se acaben las obras de fortificacion que llevamos tanto tiempo realizando. Un pequeño lugar donde poder resguarecernos en un dia que todos esperamos que no llegue jamas.

- Una vez acabadas esas obras se acabaran las disposiciones dejadas en su momento por el Señor Sidor y aprovadas por el Señor Durius, pero el Señor Sidor tenia otras muchas ideas, algunas de las cuales podrian ser realmente beneficiosas para todos. Como el pozo, o las acequias...Espero que este consejo aprueve, que una vez acabadas las obras de fortificacion, empecemos a realizar obras que puedan mejorar nuestra vida diaria.***

- Un ultimo punto importante, amigos!

- Compañeros! Hace un tiempo acojimos en nuestro seno a un grupo de pobres desheredados que vajaban por los caminos...todos sabemos que no fue facil, pero con es esfuerzo colectivo, ahora son una parte de esta comunidad. Algunos de sus hijos han nacido aqui, han construido sus casas, roturado sus campos, hemos trabajado codo con codo en las obras de la fortificacion, hemos regado con nuestro sudos las tierras comunales, hemos construido juntos nuevas casas... ahora paso lo peor y ahora somos mas. Mas manos para trabajar, mas fuegos para calentarnos, mas tierras que cultivar...

- Demostremos de nuevo nuestra buena fe, nuestra solidaridad y nuestro compañerismo.

- Es de justicia que permitamos que el mas anciano de ellos se una a este consejo, como la voz y opinion del grupo, grupo grande, al que representa. Viven con nosotros, trabajan con nosotros, sufren con nosotros, comparten nuestro hambre y nuestra bonanza... no veo razon para que no puedan expresarse y opinar en este consejo****

El anciano se acerco hasta donde Maserrak estaba cobijado como invitado del humilde pueblo de Slobozia.

- Bueno dias, honorable señor Maserrak. Que tal se encuentra?

- Lamento cominucarle que parece que el invierno que se acerca es muy duro, y los viajes se van a complicar. Asi que me temo que debera quedarse aqui con nosotros hasta primavera. Y tambien me temo que la expedicion que mandamos no podra volver al menos hasta la primacera.... y poca es ya mi fe en que vuelva es señor Durius.

Miro distraido por la ventana.

- Se que no son buenas las noticias que os traigo. Pero creo que estaremos bien en el pueblo.

- Si acaso, lo que os pediria, es si podriais colaborar con nosotros, ya sea en la construccion de la empalizada, o quizas instruyendo a algunos de los jovenes locales en el arte militar.

 Masserrak mira por la ventana mientras escucha las palabras de Dagu. A su mente vuelve el recuerdo de los largos e inactivos días del pasado invierno, sumido en una agónica apatía, solo. Cuando llegó su amigo Gorax, su ánimo se reavivó al escuchar la historia de su viaje y al planear juntos su futuro inmediato. Pero Gorax ya no está y pasará mucho tiempo sin tener noticias de la expedición. Tal vez...

- Estoy muy agradecido a los miembros de la aldea y especialmente a vos, Dagu, por vuestra acogida. - se vuelve y mira al anciano - Me habéis dado refugio y comida, aún sin saber nada sobre mi persona. Vuestra gratitud bien merece mi ayuda. Participaré gustoso en la construcción de la empalizada, pues aunque sé defenderme con un arma, dudo que sea capaz de enseñar a otros con la disciplina necesaria.

 Si el inviernova a ser duro, mejor pasarlo aquí, rodeado de buena gente y haciendo algo provechoso. Pero tanta actividad mundana no aparta de mi pensamiento la imagen de mi maestro muerto, ni la causa de la misma, ni la esencia de lo que soy. Más pronto o más tarde, deberé volver. Sólo espero estar preparado.

El anciano se despide del joven Masserrak

- Vuestra ayuda es agradecida y bienvenida Señor Masserrak. Esperemos que alguna de las dos expediciones que mandamos llegue a su destino y tengamos pronto nuevas del voivoda. Mientras, no podemos hacer sino esperar.

- He acordado con el consejo no enviar nuevas expediciones, ya que no podemos permitirnos ese gasto... sobre todo en jovenes.

Comenta triste, recordando a su hijo, su yerno y al joven Señor Durius.

(En silencio, tras escuchar las palabras del anciano, medito unos segundos antes de hablar.)

- Ofreceros también mi apoyo tras vuestras palabras en el consejo, aunque no soy un miembro relevante de la aldea y no creo que pueda ayudaros mucho. Si bien la empalizada es necesaria, también lo será atender las necesidades de la población creciente. Además, esto requerirá un mayor esfuerzo de gestión, para lo que también os ofrezco mi ayuda y mis conocimientos, a la espera de buenas nuevas de las dos expediciones y de la asignación de un nuevo Dhaeva para estas tierras.

- Aunque el invierno se prevee duro, juntos podremos superarlo fácilmente.  - luego, sonríe amargamente, como si recordara algo- y con la llegada de la primavera, nos reencontraremos con nuestros amigos y parientes, estoy seguro.

Dicho esto, Maserrak se da la vuelta para salir pero se detiene en el alféizar de la puerta y sin darse la vuelta:

- Con vuestro permiso, hablaré con los trabajadores de la obra. Me pondré al corriente de su estado actual. Avisadme si necesitáis algo de mi persona.

Y sale de la casa sin esperar respuesta.

El viento fresco golpea mi rostro cuando salgo de la casa del anciano Dagu. Gracias al cielo - pienso, pues me siento mucho mejor ahora que estoy fuera.  Mientras escuchaba las palabras de Dagu, la habitación empezó a hacerse más y más pequeña y una agónica sensación de asfixia nubló mis sentidos. Necesitaba salir de allí, pero tampoco deseaba preocupar al anciano. Tuve que hacer un enorme esfuerzo de voluntad para controlarme y mantener la calma.

El recuerdo de Gorax y mi maestro han sido demasiado para mí. Y la imposibilidad de saber nada de mi amigo sólo ha hecho que empeorar mi estado. Pues aunque mi cuerpo disfrutará con el ejercicio de la construcción de la empalizada, mi alma se retorcerá intranquila y mi naturaleza estará obligada a callar. ¿Cuánto tiempo pasará hasta retomar mi camino? ¿Deberé hacerlo sólo? ¿Conseguirá Gorax su objetivo? Demasiadas preguntas sin respuesta.

Con caminar inseguro al principio, busco a Dynnu para comunicarle mi decisión de ayudarles en las obras. Cuando vislumbro al grupo de trabajo, me detengo, agacho la cabeza y respiro hondo ("uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... diez") . Alzo el rostro, más sereno y calmado, y me acerco al jóven Dynnu:

- Bueno días sean, Dynnu. He acordado con vuestro padre ayudaros en la construcción de la empalizada. Así que... aquí me tenéis. Decidme dónde puedo ser más útil y empezaré a trabajar sin demora.