Partida Rol por web

El Terrario (estado primitivo)

Un mundo sin agua y sin luz, una esfera de tierra en la que seres insectoides deben alimentarse de la humedad atrapada en la tierra. Un mundo hueco y oscuro, iluminado por los cuerpos iridiscentes de sus habitantes. La comunidad que habita no es grande. Excaban y aplastan la tierra, compactándola, sacando el aire y el agua que se encuentra en sus poros. Ahuecan su entorno de forma pausada y ordenada, sin embargo, el tedio se hace presente. Dominadas por la lógica se conforman porque no conocen otra forma de vivir, sin embargo, se preguntan si no pueden cambiar las cosas a mejor. La reina, en el centro de la colmena, observa a sus trabajadores. 

Me materializo en el centro de la colonia de los insectores.

Soy físicamente más grande que ellos y de un color verde mucho más brillante que refulge al escaso brillo de la luminiscencia de sus cuerpos, pero esencialmente, comparto grandes similitudes con ellos.

Llamo su atención y comienzo una comunicación telepática masiva, tanto con los que me ven como con los que no.

Saludos, hijos míos. Soy Othar vuestro creador. Deteneos y escuchad. En este momento todos vosotros me podéis escuchar.
Mi mensaje es nítido para todos y lo seguirá siendo mientras permanezcáis abiertos a creer en mi. Mi mensaje es importante. Se avecinan cambios. Antes de que finalice esta primera visita, el mundo en el que vivís sufrirá una gran transformación. Pronto este cambio empezará a resultar en una fuente de alimento estable que os ayude a expandiros y conquistar el terreno. También vendrá acompañado de revolucionarias ideas que os garantizarán el dominio del mundo como seres racionales eficientemente organizados. Descubriréis poco a poco que palabras como evolución o progreso os tienen reservados dulces frutos. Yo cuidaré de que así sea. Pero este cambio también entrañará riesgos y amenazas. Esta nueva configuración del mundo permitirá la existencia de la luz. Una luz dañina que solo aprenderéis a domar dentro de muchas generaciones. Debéis ser cautelosos con esta luz. Creed mi palabra y os protegeré.
Dudad de ella y moriréis abrasados en una luz cegadora. Huid de la luz. La luz no siempre reinará el cielo, vendrá alternada con noches oscuras y seguras. Colonizad vuestro mundo sabiendo gestionar los días y las noches. Deberéis aprender mucho de la observación y transmitirlo a generaciones venideras. Deberéis desarrollar pensamientos complejos.

Hago una breve pausa.

Pero todo esto será a futuro. Ahora deberéis recordar mis palabras: Sois seres racionales, debéis ejercitar ese don, fomentarlo y transmitirlo. Yo os doy ahora este don como mi primer regalo. Y acompaño este don de un consejo. Sed inteligentes, evitad la luz que se avecina. Colonizad la noche.

A medida que tu discurso se transmite por los canales telepáticos surgen dudas sobre tu mera existencia o tu capacidad para el liderazgo.

Si la Insectoide reina es la que pare, ¿Por qué ibas tu a ser un Dios y no meramente un invasor? Sin saber si eres amigo o enemigo, las guerreras te rodean preparadas para el enfrentamiento. Sin pruebas de tu poder, no puedes convencer a esta población de seres apáticos y lógicos.

A una orden de la Reina, eres atacado por la guerrera más cercana, aunque esquivas el ataque con facilidad

Frunzo el ceño molesto por el ataque. No esperaba credibilidad inmediata, pero tampoco un ataque frontal. Miro con cierta diversión a mi agresor mientras esquivo su ataque.

Continúo la comunicación telepática masiva.

Lo comprendo. Desconfiáis de mi y eso os ennoblece. Necesitáis pruebas. Os las daré. Yo soy vuestro creador: Othar, amo de la tierra. La tierra me obedece y vosotros me honraréis para obtener mi protección o me desafiaréis y obtendréis la muerte. Tú, guerrero, ya has escogido. El resto mirad bien y escoged sabiamente - Simplemente enuncia un hecho. No hay pasión en sus palabras.

Con un gesto sencillo, eleva la pata delantera derecha y les hace una demostración de lo que les espera si le desafían.

En seguida, con su gesto, la tierra alrededor del guerrero comienza a temblar. El polvo y la tierra se mueve dibujando un círculo de unos 3 centímetros de grosor en torno al guerrero, como si un niño dibujase en la arena un círculo con dos dedos una línea de contorno se comienza a definir en un punto del círculo y avanza en ambas direcciones a la vez rodeando al guerrero hasta juntarse al otro extremo del círculo. La figura geométrica apenas tiene 3 metros de diámetro.

De pronto, remarcando el contorno del círculo emergen de la tierra repentinamente y a gran velocidad estalactitas serradas de 3 metros de altura que cierran al pobre infeliz en una prisión de roca y tierra. Apenas un instante más tarde, del techo emergen las correspondientes estalagmitas. Por un instante, el guerrero, al que se le puede ver por las rendijas entre rocas, se encuentra encerrado en unas fauces de roca. Dientes alternos de estalactitas y estalagmitas.

Dentro del recinto circular, la tierra empieza a agitarse y, al poco, como si de una explosión se tratara una nube de tierra, polvo y ceniza emerge cubriendo completamente el cuerpo del guerrero y, cuando desciende, se puede observar que una capa de arcilla cubre el cuerpo del infeliz otorgándole el aspecto de una estatua recién moldeada. La arcilla es compacta y tiene un grosor de varios centímetros, de modo que el infeliz se ve privado de oxígeno y muere momificado en vida en un gesto de pavor.

Othar con la misma tranquilidad con la que comenzó a hablar, continuó.

Soy vuestro creador y, en consecuencia, puedo ser vuestro destructor. La elección es sencilla: creed en mi y confiad. Os protegeré y lideraré en una evolución magnífica. Seréis los amos y señores del mundo, no exenta de peligros pero fructífera. Sembraré en vosotros la libertad de pensamiento para que desarrolléis el mundo a vuestra voluntad. La única condición es que no olvidéis quién os ha creado y os rindáis a mi ayuda.

O si no, no creáis en mi, desafiadme y moriréis.

Tu conjuro funciona lentamente, mientras se dibujan los símbolos, azuzados por la Reina, los guerreros vuelven a atacarte. No solo el que termina aprisionado, cinco de ellos se lanzan a darte muerte. Tu cuerpo mortal es destrozado a dentelladas, te arrancan las patas y separan la pequeña sección de vientre que uno tu tronco y el resto de tu cuerpo. 

Después te arrancan la cabeza y dejas de sentir.

En forma etérea, me planto en la colonia, en el mismo lugar en el que momentos antes habían dispuesto de mi cuerpo.

Me fijo en el guerrero petrificado. ¿sigue ahí? ¿habrá causado efecto?

Conecto telepáticamente con mi pueblo y suelto una risotada que llega a todas las mentes. Después de la carcajada les hablo.

¿En verdad creíais que acabando con mi carcasa acabaríais conmigo? Os lo he dicho, soy Othar, amo de la tierra y dios inmortal. No podéis destruirme, yo sí puedo destruiros a vosotros.

Es necesario algo más drástico, así que repito la magia de la tierra realizada sobre el guerrero pero esta vez realizándola sobre la Reina.

Pero no la repito integra. Detengo el proceso cuando la Reina está encerrada en un círculo de estalactitas y estalagmitas, pero antes de empezar a cubrirla en un mortal abrazo de arcilla.

No quiero que muera la única hembra fértil, porque eso me obligaría a realizar un milagro y crear otra. Confío en que no sea necesario.

Inmediatamente después de paralizar el proceso, retomo la palabra.

Tú, Reina de los insectores. Primera de la especie, prepárate para sufrir la cólera de Othar y a perecer como hizo tu guerrero. Es tu castigo por levantar la mano de tu pueblo contra su creador. - Finjo dramatismo para intentar recuperar su fe. - Muere y acaba con toda tu especie por tus errores o suplica clemencia a tu creador y convence a tu pueblo de que rece al dios Othar, amo de la Tierra, por tu vida

Cuando parecía que la calma había vuelto a la colonia y los trabajos de expansión se habían continuado, vuelves sembrando el miedo entre tus creaciones. 

Dentro del flujo telepático se extienden las dudas: ¿Donde estaba la amenaza?, ¿Era real?. Las pocas Insectoides intelectuales establecieron que salían perdiendo menos aceptando tu poder que negándolo. Pero el efecto buscado fue conseguido con la amenaza directa a la vida de la Reina. 

Los pensamientos de las hormigas no eran complejos, habían visto tu poder y ahora confirmaban tu existencia. Te rendirían pleitesía. 

Una vez reestablecida la pirámide de mando, percibes que las dos Insectoriodes que dan muestras de una inteligencia menos mecánica quieren estudiarte.

Othar percibe con gran satisfacción la curiosidad de los seres más inteligentes.

Levanta la presa sobre la Reina liberándola de su cárcel de tierra.

Bien. No olvidéis lo ocurrido hoy. Sois libres para descubrir vuestro mundo sólo porque yo lo permito. Regresaré para cumplir las promesas realizadas.

Desciendo hasta cobrar forma entre mis pequeños. No tengo muchas garantías de que esté a salvo de sus ataques y voy a estar ocupado realizando un milagro de grandes dimensiones, así que tomo precauciones.

Creo en el centro de la colonia, cerca de donde me había personificado en la anterior ocasión un pedestal de tierra. Una columna ancha como para soportar mi peso y de suficiente altura para mantenerme a salvo de los posibles ataques más básicos. Para ello concentro mi dominio del terreno y este se eleva poco a poco hasta formar el pedestal descrito.

Sólo entonces, cobro forma física en lo alto del pedestal.

Insectoides, Othar ha regresado. Hoy comienzan a cumplirse los designios que vuestro Dios ya os ha explicado. A partir de esta fecha, si no tenéis cuidado excavando podéis llegar a topar con la superficie. Esta superficie estará aún desnuda de vegetación un tiempo, pero no exenta de luz. ¡Huid de la luz! ¡Aprovechad la noche o quedaros en el subsuelo! Recordad las recomendaciones de vuestro Dios y os mantendréis a salvo.

La comunicación telepática, como ha sido habitual hasta el momento, conecta la mente de Othar con la de todos los insectoides sin importar sus creencias.

Sin mediar más palabra, concentro mis energías y consumo la niebla acumulada para crear la que será una compleja terraformación.

En la superficie creo con delicadeza y concentración un valle entre montañas atravesado por un pequeño arroyo superficial demasiado pequeño como para ser habitado o un terreno útil. Su aspecto es poco más que un vestigio de agua corriente en el valle recién creado. La luz incide sobre el nuevo territorio iluminando el cesped bajo que le cubre a parches. No hay vegetación útil en esta fase de creación, pero sí que se forman las bases necesarias para que esta vegetación se asiente a futuro: Tierra, agua y luz. Es todo lo que necesita este valle entre montañas por el momento.

La creación probablemente llevará largo tiempo y me deje bastante exhausto, así que al terminar, haré desaparecer mi pedestal de roca y volveré a la niebla.

Sabedor de que tienes cierto grado de libertad a la hora de moldear el mundo que rodea a tu creación, lo alteras libremente. Creas la tan odiada luz en tu entorno. Como un ocaso baña, en una emisión permanente que surge de todas partes y ninguna, el valle que has creado.

Se alza en el mundo exterior dos montes sin que tus hormigas sientan cambio alguno.

Mi acción ha agotado mi reserva de Niebla y me impide crear la tan ansiada vegetación.

Para mis insectoides me he hecho presente sin efecto alguno y me he ido, pero mis palabras permanecerán en sus cabezas el tiempo suficiente, espero, para que pueda regresar a crear un manto de vegetación que las proteja de la luz.

Ahora retiro mi pedestal y me voy a la niebla a recuperar mi poder

De nuevo creo mi pedestal de roca en el centro de la colonia y me materializo en él.

Comienzo comunicación telepáticacon mi pueblo.

Insectoides, la luz ha comenzado a incidir vuestra tierra y quiero escuchar vuesros ruegos y conocer vuestros avances. Habladme, hijos míos. Othar el inmortal amo de la tierra os escucha.

La comunicación telepática, aunque es inmediata y no entiende de distancias, es compleja con los insectoides. Dado que careciendo de lenguaje, la comunicación se basa en imágenes de aquello que observan. Los pensamientos complejos necesitan de palabras o al menos emociones, y parece que éstas últimas se han generado de forma espontánea dentro de la colonia. 

La Reina, se encuentra satisfecha en su posición. Las guerreras se sienten perdidas, ya que no tienen ningún peligro real al que hacer frente. Las obreras, trabajan sin cesar expandiendo su territorio subterráneo. Pero aquellas que mostraron interés en tu propia naturaleza divina, tienen preocupaciones.

Les preocupa tener sólo una reina y cuestionan su liderazgo. Se ven a sí mismas como mejores opciones a la hora de dirigir, ya que son las que lo hacen de manera real.

Observo con interés las preocupaciones de mi pueblo. De todas las que veo, la que más me preocupa es la de las guerreras, ya que el equilibrio entre regir la colonia y asegurar su supervivencia entre eruditos y reina será algo que deban alcanzar por si mismos.

Veo que necesitáis amenazas, así que poblaré vuestro mundo de otras especies animales. No percibo malestar por la llegada de la luz, así que no pondré remedios a problemas que aún no habéis encontrado. Regresaré con nuevas especies para vosotros. Especies predadoras y especies peligrosas pero domesticables y provechosas.

Dejo aquí este pedestal de roca donde me presentaré a vosotros. Id pensando que inquietudes queréis que os resuelva a mi vuelta

Retornas de la Niebla y alzas tu platea de piedra en el lugar habitual. A tus pies encuentras las enormes cabezas de las pensadoras de la tribu. Al conectarte a la red telepática, percibes que los avances que habían hecho para conocer tu idioma han desaparecido, y que están expandiendo la madriguera sin ninguna dirección.

Sin embargo, la sed de sangre de tus guerreras está calmada y la Reina se alza en su posición llena de orgullo. No sientes disgusto por lo ocurrido, es más, percibes que la oscuridad que anida en tu interior se siente satisfecha.

Saludos, insectoides. Percibo de vosotras que las guerreras ya no se siente ociosas. ¿Cómo han calmado su angustia por su inactividad?

También percibo que vuestros avances con la comunicación han cesado. Informadme de lo que ha ocurrido desde mi última visita.

Te llegan imágenes de las hormigas intelectuales acercándose a la reina. Sin embargo con un impulso de violencia e indignación ella azuza a las guerreras contra las otras, matándolas sin piedad y con ello, el escaso conocimiento que tenía la colonia se pierde.

Sin embargo la reina se siente satisfecha, su poder es absoluto. 

Es como las has creado, sin capacidad individual y con un líder absoluto. Tal vez la dictadura no sea el mejor modelo de sociedad para desarrollar una cultura.

Veo lo que ha ocurrido y no me preocupa demasiado. Pronto habrá nuevas intelectuales y enfocarán sus capacidades de un modo más elaborado. Aun así, puede ser necesario aumentar la inteligencia general de todas las clases, para no perder tantos conocimientos de golpe.

En cuanto a las dictaduras. Todas las especies comienzan progresando durante sus primeras decenas de milenios mediante imposición. No esperaba menos que un intento fallido de revocar la dictadura, al ser un intento tan prontío. Eso requerirá mucho aprendizaje por parte de todos.

Quizás debería aumentar la tasa de natalidad de la reina no obstante, para acelerar los ciclos... lo pensaré

Insectoides, me habéis transmitido vuestra necesidad de enfocar los esfuerzos de la colonia en algo productivo, y aquí vemos las consecuencias de la falra de visión como especie. Esto llegará a su fin hoy. Reina insectoide, te recomiendo que congregues a tus guerreros aquí y ahora. Una nueva amenaza y un nuevo desafío se materializará hoy en este mundo. Dejaréis de estar solos. Yo Othar he oído vuestro ruego para evitar que os matéis entre vosotros, y he accedido a vuestras súplicas. Tendréis un predador, pero si actuáis juntas podréis vencer su amenaza. Vamos, reina. Trae a las guerreras aquí pues un ejemplar de esta especie peligrosa se materializará hoy en la colonia.

Me preparo pará hacer un muro de roca que proteja a la reina del arácnido que crearé y me preparo para diseñar la nueva especie creando uno de sus ejemplares en la colonia, además de los ejemplares que crearé en su mundo: Un arácnido peligroso sera creado en breve.

Pero ahora espero la reunión de las guerreras.