Partida Rol por web

El bicho evitó la puñalada de Kevin, pero no la de Brandon. La navaja entró en carne, por que la suya era blandica como la de una persona, y dió un respingo por ello. La bestia se revolvió con un gruñido to raro, y trató de atacar al Brandon, que retrocedió un poco evitando el zarpazo.

Se iba a cagar, por que lo iban a reventar a mochazos.

El sistema indicó que Cristo Maldonado era un preso del bloque C, ala derecha del patio. Justamente frente a la cual estaban aparcados los coches de policía, y donde se escuchaba la ensalada de tiros y pelotazos de goma. Se podía abrir la puerta del patio a ahí, pero no las puertas de dentro. Obviamente.

El primo se asomó con su AK.

-¿Ya sabemo donde hay que poné er huevo? -preguntó.

El Kevin que no sirve ni pa mear en un tiesto, no le había dao ni un puntillazo y claro, por supuesto tuvo que ser el macho del Brandon el que empezó el trabajo. Lo rajó bien rajao, a gusto. La bicha casi le mete un bocao, pero el Brandon era pequeño, escurridizo y fibroso. Una lagartija.

-¡Joputa! -exclamó al esquivarlo.

-Tú aparta que no ties ni idea, maricona -le dijo al Kevin, y se tiró palante a chap chap chap chap chap

Dí un par de palmadas ante el hallazgo. Cada vez más cerca de mi Cristo. Menudo meneo le iba a pegar. Ibamos a estar escoriaos tres semanas. Por lo menos. Como la noche de bodas, porque cumplimos como buenos gitanos, y hasta que no hubo boda no se mojó el churro.

- Premo...bloque C, ala derecha del patio...La puelta del patío se pué abríh dehde aquín. ¿Ehto como sase? - miro a ver, si es toquetear algún botón y ya. Le paso la botella de DYC. Pa el camino de vuelta. Porque íbamos a volver, eso era OBVIO.

La Choni descubría los misterios de la informática y manejar un ratón. No era difícil, aunque no salía a la primera. Desactivó la puerta y, de hecho, podía acceder a las cámaras del complejo. No a todas, pero si vió cosas interesantes. Vió que en el patio había muertos por ambos bandos, pero que la policía los estaba haciendo retroceder. Quedaban ocho agentes en pie de guerra, pero eran suficientes para ir encerrándoles tras limpiar los pasillos.

Habría que sorprenderlos por detrás. Se acercaron a la puerta y vieron sus coches. Vieron que estaban abiertos, y dentro tenían dos granadas de esas aturdidoras y unos cartuchos de escopeta que vendrían bien al abuelo.

Se pegó a la pared de fuera, dispuesto a abrir la puerta y entrar en el complejo. Pero antes se giró a mirarles a ambos.

-¿Alguna idea, o entramos a lo loco?

Jejeje pos clarón premo, ¡de to la vía! - Mi tono era un poco de guasa, como si intentara quitarle seriedad a sus palabras y me lo tomase como una coña más. Sin embargo, era la primera vez que alguien me mostraba su aprecio de manera sincera, pues ya lo habían hecho antes pero para cachondearse de mí, y yo lo sabía pero me la sudaba que me trataran como a un subnormal mientras me dejaran vivir en paz. Las palabras de José Manuel me hicieron sentir por primera vez en la vida, o al menos que yo recuerde, apreciado, y eso unido a que acababa de cargarme a ese puto bicho y así habernos salvado me hizo sentir como en una nube, como un puto héroe.

De igual manera también sabía que Perico tenía gran parte del mérito de habernos salvado de la cosa esa fea de cojones. Sabiendo que el fusil ya era inútil hasta que no consiguiésemos más munición, lo echo a la parte de atrás de la furgoneta y le doy al perro a modo de premio el trozo de longaniza que me quedaba y que debía estar por algún lado cerca de mis pies; total, el estómago se me había encogido tanto en los últimos minutos que no creo que me entraran ganas de comer en todo lo que queda del puñetero día.

Por unos momentos me relajo en el asiento, apoyando la cabeza en el reposacabezas y cerrando unos segundos los ojos, pero sabía que no era momento de bajar la guardia así que rápidamente me reincorporo para seguir atento por si veía algo extraño por el camino.

El Kevin se cabreó con lo que dijo el Brandon y le escupió un lapo pegajoso desde donde estaba, por joputa. Luego volvió a cargar con toda su mala hostia contra aquel bicho, como lo pillara lo rajaba enterico de arriba a abajo y lo despiezaba pa dárselo de comer al Brandon, por maricona.

Brandon seguía dale que te pego al bisho, intentando acabarlo de una estocada en la nuca y dejarlo muñeco de una vez.

chap chap chap

Y de pronto va el Kevin y le metió un lapazo de los buenos, de esos pegajosos que vienen con todo la pastosidad de haber estado comiendo helados y cosas dulces, veteado de nata y chocolate y denso como crema pastelera. Le impactó en to el pesho como un puto emblema y ahí se quedó agarrao que parecía una sanguijuela. El Brandon dejó de acuchillar para mirarse to indignao.

-¡Joputa! ¡Kevin que te meto un guantazo mielda! ¡La mieldal Keeevin! Que mierda que ereee ¡Que te meto con el mesheeero Kevin! aaaay endevé como ma pueeehto la mierdal Keeeevin -se encaró al hermano olvidándose del perro-bicho y levantando el puño pa darle al otro una paliza en condiciones.

En ese momento decidí que tenía que pedirle a mis sobris que me robaran un protati de estos. Un ordenador to guapo. Y puerta desbloqueada. Allí mismico también están los coches de la pasma y dentro hay premio. Al estar abiertos, pues se japiñan los cartuchos, que se los paso al papa y luego con las granadas se me enciende un poco la bombilla.

También me pongo contra la paré, al lao del premo.

- Amoh a véh chachéh...Yo creo c`ai c`atacáh de ehparda. ¿Ehto no eh pa aturdí? - indico las granadas - ¿Y si se lah tiramoh? ¿Eh o no eh? Si s`aturden toh, poh entramoh, pim pam, sacamoh ar Crihto y pa fuera ¿o que? - propuse, en como comando.

Me sentía como la Angelina Yolís en Ton Raider.

La criatura era dura de pelar, y los navajazos solo le hacían heridas de poca entidad.

De momento, ellos apuñalaban y ella no daba pie con bola. Pero Brandon se flipó demasiado, se metió demasiado hasta la cocina, y la criatura le saltó encima, pegándole un bocao en el cuello. Bocao que no le rompió la yugular de puto milagro, pero que le atravesó la tráquea y le hizo MUCHO daño.

Miro las granadas, cojo una y me dejo llevar por el impulso. No se que mierda hace esto exactamente, pero creo que no mata. Y si los aturden, podemos entrar mejor, coger a mi HOMBRE y salir pa casa. En las piliculas le quitan la anillaca esta y a tomar por culo. No parece muy dificil. Así pues,  procedo igual y la lanzo para el pasillo en cuestión.

- Se va cagáh la perra...Payoh mierda...- mascullo, y me preparo para lo que sea que haga el artilugio ese.
 

Perdió la atención de lo que estaba haciendo por el lapazo del Kevin y fue cuestión de décimas de segundo que la cosa chunga esa le saltara al cuello.

-¡Aaaarrrggghhhjjhhhooputaaagh! -gritó.

Los putos piños afilaos del mengue le agarraron la garganta como los pitbull del Pingüino cuando agarran presa en la corrala. Del canguelo cayó de culo llevándose la mano al cuello pa sacarse al bicho, mientras con la otra endiñó chirla en el gaznate. Esto era matá o diñala.

De nuevo en las Tres Mil. La guerra quedaba lejos, o eso parecía, por que la vida se desarrollaba con cierta normalidad, solo rota por el sonido lejano de disparos y explosiones. Algo parecido a lo que sucedía en Bagdad, en la famosa "Zona Verde". Pero allí no había un ejército defensor que hiciera seguro el perímetro, solo los gitanos y la casualidad. ¿O acaso no era casualidad? Quizá los extraterrestres creyeran que aquello ya estaba destruido, dado su estado precario, o creyeran que ellos no eran una amenaza.

Sea como fuere, aparcaron en la puerta del bloque 17, donde vivían en la segunda planta, una por debajo de donde estaba el patriarca. Pitaron y se asomaron un par de primos en ropa de estar por casa. Hacían falta manos para descargar y distribuir todo aquello, y al parecer el patriarca estaba fuera, con la Choni y su primo "El Boliche" para rescatar a Cristo, el marido de la prima Choni, de la cárcel en medio de todo aquel puto caos.

Se asomó el Chúder, uno de sus primos segundos, que hacía poco había tenido de su Mari un niño muy bonico llamado Mingo. Le acompañaba su mujer y la hermana de ésta, la Vane, que todos decían que era medio tontica por que era disléxica y tartamuda. Pero no era una persona con un coeficiente intelectual bajo. Además tenía un buen par de tetas y un culico muy bien puesto. 30 añicos, y soltera que estaba, precisamente por que los gitanos pensaban que era un poco tonta. Un tío le hizo el bombo y le pegó la patada a los 25, pero ella abortó en una clínica paya. "No voy a un hijo de un hijoputa", le dijo a su padre.

-Amos descargando ésto primo -dijo el Chúder- ¿Que sos habéis liao a tiros? Menuda herramienta tienes, primo. Mola munsho.

La prima se acercó a mirarle, un poco alarmada. Le veía la cara. Le conocía. Sabía que era un tío tranquilo y que no se metía en problemas. Así que si su primo Caye llevaba un arma, es que algo MUY GORDO estaba pasando.

-¿Tas... tas primo bien?, ¿Capasao?