Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

12 - Calma Estremecedora

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08/01/2009, 17:32
Magistrado Méliant

Tras un corto recorrido por el pueblo llegaron hasta la modesta pero robusta casa del Magistrado Méliant. Éste les guió hasta adentro, encendió el fuego en el hogar y dispuso cuencos y vasos para todos ellos.

El lugar estaba decorado con un estilo casi monacal, apenas un camastro, una mesa y un par de muebles. Méliant vivía sólo desde la muerte de su esposa. Se notaba en la casa la ausencia de una mano femenina.

La comida no fue gran cosa, pero si duda era lo mejor que habían probado desde que abandonaron el Mesón Fronterizo, hacía ya una eternidad. El vino, suave pero reconfortante, hizo tanto bien a sus cuerpos como la propia comida.

El anciano no habló hasta que todos hubieron comenzado a saciar su apetito, respetando su deseo no formulado. Esperó incluso a la llegada de Dammeryn y al retorno de Deron.

-Éste ha sido un día extraño. Demsiado extraño. Últimamente todos lo han sido. Y nos movemos en la oscuridad, como niños asustados. No sabemos quien es el enemigo, de donde procede la amenaza. No tenemos idea de como actuar, pues desconocemos a quien nos enfrentamos. No se si alguno de los presentes tiene una idea clara de lo que ocurre, pero de ser así le agradecería que lo compartiera con los demás. Cualquier cosa que sepáis puede ser importante. - no dijo más, se limitó a interrogar con la mirada a cada uno de los presentes.

Notas de juego

De momento no marquéis a Kody Blake en vuestros mensajes hasta nueva orden.

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08/01/2009, 20:41
Dammeryn
Sólo para el director

Notas de juego

Comentaba que yo iba a casa de mis familiares y luego me reunía con el magistrado. ¿Me he reunido ya con ellos? Si quieres obviamos ese roleo con un resumen sencillo para no molestar a los demás jugadores. Tú dirás.

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08/01/2009, 22:15
Ayron Derkbal

Llevaba la comida hasta mi boca con gesto cansado, y no porque no hubiese recuperado las fuerzas tras el combate, sino porque un extraño abatimiento había recaído sobre mis hombros desde el mismo instante en que había llegado la calma tras la tormenta.
Era un guerrero, acostumbrado a participar en todo tipo de combates y escaramuzas, pero no a lo que me había visto obligado a enfrentar aquel día.
Con un suspiró alcé la mirada para observar a todos aquellos que compartían la mesa junto a mí.

Quizá no sea el más indicado para hablar en este momento - comencé, pues sentía la urgencia de explicar cómo me sentía por dentro - pero me parece que es necesario, al menos para mí, que exprese aquí mis cuitas.

Dirigí la mirada hacia mi derecha, donde se encontraba sentado Ónemar, el cual había permanecido en el mutismo tras todo lo sucedido, con intención de decirle algo, pero finalmente desistí y continué dirigiendome a todos - Partí junto a Ónemar, aquí presente, para descubrir cuánto había de cierto en los rumores que procedían de esta zona. Él tenía sus propias razones, las cuales yo no compartía......hasta hoy.
Me habló de un gran mal que había despertado, pero siempre pensé que todo se debía a algún subterfugio político.....pero ese demonio, que he visto con mis propios ojos, y unos enemigos que no mueren cuando se les abate.....no, eso no era ningún engaño.

Ya lo había dicho. El incrédulo Ayron por fin había admitido que aquello en lo que nunca había creído, podía existir.

Quizá Ónemar pueda explicaros algo mejor lo que sucede, pues él ha tenido sueños premonitorios acerca de lo que está por suceder - finalicé, volviendo a observar a mi amigo.

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09/01/2009, 19:06
Illianna Sondrent

-Así es... escuchemos los sueños y las premoniciones del Sacerdote, en sus visiones hay muchas claves de lo que ocurre, según parece. Y de lo que puede ocurrir. Pero dejad que os cuente mi impresión también...

Cierra los ojos unos segundos, para ordenar sus pensamientos. Se recuesta en la silla, con gesto cansado, y al mismo tiempo confiado, la comida y la calma la han reconfortado, y la muchacha empieza a ser la Illianna que algunos de ellos conocen de hace tiempo, incluso de niña. Las facciones suaves se muestran ahora tintas de un tono rosado que la hacen parecer infantil, y como si pudiera vivir al margen del terror y la malignidad que acababan de presenciar. No era así, desde luego, y cuando volvió a abrir los usualmente vivaces ojos, una sombra los empañaba.

-El mal que asola el Mundo conocido ha despertado desde la ponzoña de una diosa inmunda, y con ella han despertado esos Monjes, esos seres descarnados que se nutren de su fuerza malévola, y que no se detendrán hasta que consigan que regrese. Con el peso de una carga difícil de llevar, les mira uno a uno, pasando de pupilas a pupilas su mirada inquieta. -Os recuerdo las palabras del Heraldo, las que pronunció ante algunos de nosotros, para que comprendiéramos lo que se avecinaba, y decidiéramos si íbamos a combatir. El Niño de Oro lo describió, como antes lo había cantado el trovador en el Mesón, habló de la antigua profecía... nos dijo que la orden había sido dada. La señora de la Nada, del Caos y el Vacío, Azethith la llamó, deseaba que el Ávatar regrese y que para ello había enviado a sus seguidores. la Diosa Oscura desea volver a ejercer su yugo sobre estas tierras. Pero no todos sus sirvientes llevan hábito. Los Monjes tan sólo son una manifestación de su ser, una de ellas, pero no la única...

Se pasó una mano blanca y algo trémula por el cabello, que caía ensortijado y despeinado, y siguió.

-Muchos han muerto por causa de esos seres... pero debemos evitar que ese sepulcro del que hablaba la profecía sea abierto... a pesar de ello...

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25/01/2009, 22:03
Director

Ónemar, el sacerdote, permaneció en silencio unos segundos, dudando si tomar o no el testigo que le tendía su amigo el caballero Derkbald. Cuando finalmente se dispuso a hablar se levantó y se apoyó contra la pared, cerca del calor del hogar.

No llegó a pronunciar palabra alguna, sin embargo, pues unos golpes en la puerta hicieron que todas las cabezas se giraran en aquella dirección. Un soldado apareció al instante por ella.

-Señor, un hombre se acerca a la empalizada. Viene a pie y sólo. - el soldado lanzó al aire su informe, pues no tenía muy claro a quien debía dirigirse.

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27/01/2009, 00:08
Deron Nisha

Demasiado para unos apaleados hombros de soldado sencillo con una responsabilidad que nunca pidió. Dejando que esta vez fuesen otras bocas las que se explicaran, las que disertasen sobre el bien y el mal... las que rumiasen esa sarta de mentiras inconcebiobles que sus ojos le obligaban a creer y su mente se negaba a admitir, Deron se había entregado en cuerpo y alma a la repetitiva y relajante labor de cepillar a "Nocturna" y limpiar engrasar y pulir sus castigadas armas. Era buen acero; frío, templado y regular. Algo en lo que creer, algo en lo que confiar y algo que blandir sin la duda consumiendo el acto.

Cuando escuchó la alarma en las murallas, incorporarse fue algo prácticamente reflejo: un visitante desconocido; nuevamente algo que podía manejar, asimilar y enfrentar sin zozobra. Su mano aún empuñaba su espada, recién rebabada cuando salió al encuentro de lo que fuera que esperaba en el exterior. Su porte, nuevamente duro y autoritario, algo que sus hombres respetaban, lo vestía con la sólida distancia de un oficial nato. Cuando avanzó hacia la empalizada, no hubo comentarios sobre su preocupante regreso, ni cuestiones a su condición. Los conirios hicieron lo que estaban habituados a hacer: obedecerle; realmente sus pensamientos tampoco estaban preparados para lo vivido, y obedecer siempre resultaba una liberación:

-Informe, Winston.- reclamó el bastardo en cuanto sus pasos lo llevaron hasta el primer vigía.

Su mirada se desvió un instante hacia la casona de Meliant, donde había reunido instantes antes al resto de defensores, a quienes Deron había decidido no unirse. Más valía dejar la cháchara a los "chácharos"; entre tanto, alguien se ocuparía del muro.

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27/01/2009, 09:21
Director

Notas de juego

Si, sin duda lo mejor es un roleo sencillo para establecer el reencuentro con tu familia. Creo interesante que Dammeryn esté en casa del Magistrado para cuando se comiencen a levantar todas las cartas, es por eso por lo que posteé que comían mientras te esperaban.

Vamos a llevar en un par de privados la escena del reencuentro.

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27/01/2009, 09:18
Ayron Derkbal

La interrupción se produjo en el peor momento, o quizá fuese lo mejor que podía ocurrir, pues la respuesta que surgiría de los labios de Ónemar no me iba a ayudar a templar el espíritu.
Aún no podía aceptar, de forma racional, todo lo que estaba sucediendo.....por desgracia tampoco podía negarlo. Hacerlo sería renegar de los propios sentidos y sin ellos no era absolutamente nadie. Sería como si me arrebataran la espada....¿qué era un guerrero sin su arma? Tan sólo un hombre más.

Volví el rostro hacia el recién llegado, dispuesto a pedirle más explicaciones acerca de su mensaje. Estaba acostumbrado a hacerlo con mis hombres, pero no podía olvidar que aquel no era mi lugar y que tal tarea correspondía al magistrado que era nuestro anfitrión.
Era una simple muestra de respeto ante su posición, lo cual no evitó que me pusiera en pie de forma inmediata con intención de dirigirme al exterior para ir a comprobarlo por mí mismo.

No cabía duda de que, fuese quien fuese el viajero que se aproximaba, no había elegido el mejor momento para hacer acto de aparición.
La gente aún se encontraba nerviosa, con razón, y era sencillo que unos dedos temerosos dejaran escapar el silbido de una flecha ante lo que se podía considerar como una amenaza.

Ajusté la espada a la cintura y me preparé para salir al exterior.

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27/01/2009, 10:00
Director

Según iba atravesando aquellas calles, que eran menos incluso que simples huecos de tierra entre las cabañas y casas del pueblo, los recuerdos le inundaron de forma incontrolable. Nada pudo hacer el soldado por evitarlo. Éstos se impusieron incluso a las heridas y al dolor.

Se vio a si mismo jugando de niño, junto a su hermano, en la parte trasera del jardín del Mengus, el carpintero. Recordó cuantas veces habían salido de allí a la carrera perseguidos por el propio artesano y su perro “mandíbulas”, completamente inofensivo por otra parte, cargados con un par de tablones que luego convertirían en espadas de madera. Recordó los días de lluvia, el barro de las calles, como hoy. Recordó a su padre, Terryn, siempre en su taller, siempre trabajando. No se permitía ni un momento de pausa, a su familia nada debía faltarles. ¿Cómo estarían hoy? ¿Qué tal les irían las cosas? ¿Les habría afectado el paso del tiempo mejor o peor que a él? Traía consigo algunas cicatrices nuevas, ellos no las tendrían sin duda, pero el pelo cada vez más blanco, las ojeras, la fatiga… signos del paso del tiempo.

Caminando entre recuerdos y ensoñaciones enfiló la esquina que le llevaría hasta su casa y al taller de su padre. La modesta edificación ocupaba una buena área al fondo de la misma, junto a la empalizada, en la zona trasera del pueblo, bien cercana al inicio de la colina. Desde el mismo instante en que dobló el recodo Dammeryn supo que le esperaban. Una gran conmoción tenía lugar allí delante de su casa. Aún a pesar de la lejanía pudo distinguir a su hermana Kyra que ya corría en su dirección.

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27/01/2009, 10:08
Magistrado Méliant

Un suspiro escapó de los labios del Magistrado. ¿Es que no iban a conocer unos minutos de calma esa noche?

-Llevanos hasta allí soldado - su voz era hosca, su gesto cansado, pero fue el primero en avanzar a paso rápido hacia el parapeto.

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27/01/2009, 10:09
Brúnil Sondrent

-Seamos prudentes. Ese hombre viene sólo, recordad los poderes de esos Monjes. Son capaces de hacerse pasar por cualquiera.

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28/01/2009, 15:52
Dammeryn
Sólo para el director

Dammeryn logró contener casi todas las lágrimas, y el temblor en sus fuertes rodillas, y la sensación de frío, como si su vida hubiera estado vacía de sentido y sólo se diera cuenta en ese momento.

El soldado abrió los poderosos brazos y sonrió. Ya no había escudos, ni cicatrices, nada de armas ni de dolor ni sangre. Estaba su pasado, su familia, la gente por la que todo valía la pena. Corrió hacia su hermana y, al alcanzarla, la enterró bajo su cuerpo en el mayor abrazo que recordaría nunca Conira, y el llanto se desparramó por sus heridas, y no fue capaz de decir nada, porque verdaderamente no se habían creado palabras para aquellos momentos.

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26/02/2009, 11:41
Director

Alcanzaron la empalizada a buen paso a pesar de que todos y cada uno de sus músculos gritaban pidiendo reposo. La lluvia había cesado momentaneamente y algunas estrellas se asomaban por entre las densas nubes.

Subieron la escalinata y se unieron al grupo de curiosos que observaban acercarse a aquel hombre solitario. Caminaba de forma extraña, como si cada paso le supusiera un esfuerzo titánico. Lentamente, penosamente. La distancia parecía no decrecer por momentos, como si aquel hombre se moviese de forma aleatoria por el claro. Estuvo a punto de caer en un par de ocasiones.

Cuando logró aproximarse un poco más a la aldea lograron identificar de quien se trataba. Era Kody Blake, un veterano soldado que había decido llevar una vida solitaria en los Montes Perdidos y vivía apartado en una cabaña. Bajaba a Conira una o dos veces al mes para abastecerse de aquello que no lograba cultivar o fabricar por sí mismo. Era silencioso y reservado, pero aquellos que habían llegado a conocerle lo describían como un hombre justo y honrado. Illianna y Brunil podían contarse entre los afortunados que en alguna ocasión habían mantenido una breve conversación con él.

El motivo de su peculiar forma de caminar se hizo evidente al distinguir su figura: su cuerpo estaba cubierto de sangre, su propia sangre. Mostraba varias heridas de cierta gravedad y parecía avanzar sumido en un estado febril. Apenas lograba ver donde se encontraba y no podía asegurarse si lograría alcanzar por sí mismo las puertas del pueblo.

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26/02/2009, 11:51
Melegat Ansey

-Ese hombre no logrará llegar hasta aquí por sí mismo. ¡Abridme esas puertas! Voy a salir a por él. - el vozarrón del minero se extendió como el trueno por los alrededores de Conira -. ¡Abrid esas puertas o por las piedras que las echaré abajo de una patada!

Sus gritos resonaron contra la empalizada mientras bajaba los escalones de tres en tres.

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26/02/2009, 16:25
Kody Blake

Sujetanto su herida, con un brazo colgando como si fuera plomo, los ojos pegados por el sudor, la lluvia, el barro y la sangre.

Se asombraba de la capacidad defensiba del pueblo, pero no queria pararse a pensar en eso ahora.
El problema es que seguramente los que estubieran haciando guardia no se fiarian de el, y no estaba seguro de si lo reconocerian. Su aspecto no era precisamente el que mejor presentacion le hacia tener.

Camino, o mas bien renqueo por todo el campo de batalla, dejando a un lado los cadaveres con monstruosas heridas, las cabezas cercenadas y las armaduras ajadas.
No le importaban los muertos, hacia mucho, mucho tiempo que los muertos le acompañaban cada noche al quedarse dormido. Estos solo eran otro grupo mas de idiotas luchando por, seguramente, sobrevivir.

Los tiempos no eran precisamente buenos, aunque estaba seguro de que nunca habia habido tiempos buenos.
La sangre manaba siempre, y nadie estaba lo suficientemente lejos para no mancharse las manos.
Incluso el, que oculto en las montañas habia intentado escapar de ella, ahora, por enesima vez la sangre habia vuelto a sus manos.

Sus pasos se detuvieron delante de la puerta del pueblo. La luz ondulante de una antorcha se le clavaba en el cuerpo. Se quedo inmovil, mas porque casi no podia moverse que para dejarse ver.
Pero ahi estaba, como un mal espiritu, como un fantasma mas muerto que vivo, en lo que durante horas, habia sido su destino, y habia marcado la meta a alcanzar.

No estaba seguro de poder quedarse en pie. Ahora que habia llegado ya no tenia que luchar mas, y el dolor de todo su cuerpo, ya por las herdias y por el cansancio hacia que mantener la cordura y la consciencia fuera una terrible batalla.

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01/03/2009, 22:07
Ayron Derkbal

El cuerpo reaccionó antes de que mi mente siquiera se decidiera a evaluar la situación de una forma coherente.
La sola visión del grandullón pelirrojo pasando por delante mío, como si de una fuerza de la naturaleza se tratase, provocó que el instinto decidiera actuar por cuenta propia y obligara a mis miembros a moverse con celeridad en pos suya.

El hombre, que se encontraba en el exterior de la muralla, parecía gravemente herido y además, si no me encontraba equivocado, era conocido por los lugareños a juzgar por la reacción de Melegat.....pero eso no quería decir nada, también lo habían sido algunos de los que atacaron la empalizada poco tiempo antes, lo que indicaba que el hombretón podía necesitar ayuda si salía al exterior. Y yo no podía quedarme quieto observando tras la seguridad que otorgaban las simples murallas.

Sin embargo, ninguna orden surgió de mis labios para apoyar las palabras de Melegat. Este ya había dicho lo suficiente y ahora era el turno de los hombres del pueblo de actuar, ya fuera para abrir las puertas como se les había indicado o mantenerlas cerradas hasta asegurarse de que no existía peligro en aquella figura que se tambaleaba por el campo que había alojado la sangrienta lucha.

Esperando el momento en que debiera actuar, de uno u otro modo, mi mano se dirigió hacia la empuñadura de la espada y no tardó en empuñarla, con la brillante punta, ahora manchada de carmesí, apuntando hacia el suelo y con su filo arrancando destellos de las cercanas antorchas que iluminaban débilmente el lugar.

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02/03/2009, 00:12
Illianna Sondrent

-¡Kody! ¡Es Kody, Kody Blake! ¿le ves, Brúnil...? ¡es él, sin duda!

La muchacha corrió junto al pelirrjo Melegat, aunque sus pasos no pudieron llevarla al mismo ritmo que los del gigante. Cuando llegó a las puertas, tanto éste como Ayron se acercaban a la oscilante figura que temblaba tanto por el efecto de la luz de la antorcha que crepitaba a su lado como por el de sus propios espasmos. La fiebre le daba tiritona, y apenas se tenía en pie, cubierto de sangre, los ojos vidriosos, sucio, abatido.

-¡Hay que ayudarle! ¡Va a desmayarse! Si tenía alguna prevención acerca de lo que ella misma había dicho minutos antes, desapareció. La ingenua Illianna, la siempre abnegada sanadora ya no dejó que el pensamiento evidente de que los Monjes podían adoptar la forma de quien quisieran llegara a asomarse a su conciencia. Si ese hombre no era Kody, sería desde luego un error entrarle en Conira, sería terrible que cruzara las puertas. Pero para Illianna, aún después de que la rosa de plata se hubiera tatuado en su cuello con dolor y sangre, un hombre que necesitaba ayuda seguía tañendo una cuerda profunda en su alma, y no prevalecía la razón sobre el corazón. No para Illianna.

 

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02/03/2009, 15:24
Dammeryn
Sólo para el director

Notas de juego

Sigo con mi situación particular, master. No añado más porque espero que respondas a mi post :)

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02/03/2009, 15:43
Director

Y aquel abrazo, cuya fuerza llegó a ser mayor que la del hierro, se prolongó durante tanto tiempo que Dammeryn apenas fue consciente del paso del mismo. Segundos, minutos, horas.. ¿qué más daba?. En un determinado momento sintió otros brazos además de los de su hermana que le rodeaban, hasta verse sumergido en una marea humana de llanto, risas, alegría... y rezos. Su madre era quien daba las gracias a los dioses. Su padre quien con más fuerza le estrechaba.

Finalmente, no sin un esfuerzo prolongado e insistente, consiguió que se apartaran de él y le dejasen respirar. Su tobillo gritó latigazos en su interior por el esfuerzo al que había sido sometido durante aquellas muestras de afecto, bendito dolor aquel.

Un rápido vistazo le permitió constatar que tanto sus padres como su hermana se encontraban aparentemente bien de salud. No estaban demacrados, el hambre no había hecho huella en ellos, parecían incluso saludables. Alguna arruga de más, una mayor extensión de blanco en los cabellos y otros síntomas del paso del tiempo que para nada procupaban al soldado. ¡Estaban vivos! ¡Y no sólo eso.. sanos! De hecho, algo llamó la atención en una inspección más detenida a su hermana...

... ¿Podría ser aquella tripita incipiente lo que estaba pensando?

Notas de juego

Aunque sigamos con la escena en solitario de forma anacrónica, Dammeryn también puede participar en la acción que está teniendo lugar en la empalizada. Esta parte la rolearemos como flash-back, la otra es la acción real.