Partida Rol por web

Los Monjes de la Nada

8 - Malos Augurios

Cargando editor
29/10/2007, 01:41

Deliambert une mentalmente las piezas del rompecabezas y luego de reflexionar se resuelve a decir:

No deberiamos ir al choque directo con los monjes, debemos recordar todas las palabras del Heraldo, ahi esta la clave de nuestra victoria...

Y Henry hace un esfuerzo por recordarlas

El herando hizo enfasis en algo llamado la leyenda del pueblo perdido que estaria basada en hechos ocurridos hace mucho tiempo, nos encomendo recuperar ese conocimiento, porque lo que acontecio en ese entonces, cuando otras civilizaciones vivian en nuestro mundo, volvera a ocurrir si no lo detenemos.

“Las leyendas del pasado se pierden en el conocimiento de los hombres, pero permanecen escritas en las huellas de sus ruinas sin nombre. El legado muestra el camino…” dijo el Heraldo

Nos identifico quien era "el mal", menciono a la Señora de la Nada, el Vacío y el Caos… Azethith, desea volver a dominar estas tierras y para ello sus acolitos ya estan aqui, dispuestos a levantarla en base a sacrificios, la leyenda habla del sepulcro del avatar de la diosa, debemos alcanzarlo antes que ellos y para alcanzarlo tenemos que saber donde esta, creo que en eso estamos en desventaja.

Eso es todo lo que recuerdo, si identificas algo de ello nos serviria de mucha ayuda Onemar

Cargando editor
29/10/2007, 08:34
Illianna Sondrent

Asiento a las palabras de Melegat.

-Si, no sólo os permitimos acompañarnos, Ónemar, a vos y a Ayron... sino que agradecemos la ayuda que esto supone.

Les miro con agradecimiento, si lo que el Sacerdote soñó es una de las posibilidades que nos aguardan, tenerle junto a nosotros puede hacer que la evitemos, él nos alertará del peligro a medida que éste cambie su forma de amenazarnos... Y Ayron, el Caballero es sin duda decidido y valiente. Desconfiado, quizá, pero eso es algo que juega a favor de un grupo al que acechan tantos males. Y sus ojos tienen algo...

Aparto azorada la vista de él, que en éste momento me mira con intensidad.

Henry está hablando ahora, y explica lo que el heraldo nos contó.

Eso es todo lo que recuerdo, si identificas algo de ello nos serviria de mucha ayuda Onemar

-Hay otra cosa, que quizá vosotros sí sepáis. El primer Monje al que nos encontramos habló del sitio al que se dirigía. Dijo que iba al Valle de Ethih, en los Montes Perdidos. Pero nunca antes había oído de ese sitio, y eso a pesar de que vivimos muy cerca de allí, en la misma falda...

Cargando editor
29/10/2007, 23:22
Ayron Derkbal

Uno tras otro expresan su opinión al respecto de aceptar nuestra compañía en el viaje que se abre ante ellos y ante nosotros...unidos por la amenaza de un destino oscuro que parece prometer ahogarnos bajo un manto de sufrimiento y muerte....y sin embargo allí hay vida...allí hay luz...fuerza...belleza.

Las palabras de Henry hacen que desvíe momentáneamente mi atención de Illianna, observándole recitar las palabras que les dedicó el Heraldo - ¿Esas ruinas pueden ser las que viste en tu sueño? - le pregunto a Ónemar pese a saber que es así, que no puede ser una casualidad ni una metáfora que unas ruinas aparezcan tanto en una visión como en las palabras de un enviado divino.

La joven vuelve a tomar la palabra, aceptando también que les acompañemos....su rostro parece tener ahora más color que hace unos minutos, rivalizando sus mejillas con las lenguas de fuego que bailan en la chimenea cercana...sin embargo su tono es preocupado.

Nunca oí hablar del Valle de Ethih - respondo antes de desviar la mirada hacia mi amigo - pero si ese monje se dirigía hacia allí, es el lugar al que debemos encaminarnos.

¿Cuántos de esos monjes se encontrarán allí? - mi mente, acostumbrada a las tácticas militares, comienza a plantearse las posibilidades que tenemos si allí se han congregado los servidores de esa que llaman Señora de la Nada...pocas...muy pocas, pero pocas no quiere decir ninguna, tal vez un grupo reducido como el nuestro triunfe allá donde un ejército fracasaría...teníamos que intentarlo.

Cargando editor
05/11/2007, 18:18
Dammeryn

- En fin, sacerdote, que a todos nosotros nos puso nombre y destino, el chiquillo, y adelante con nuestro cometido. Haced caso al señor Deliambert, que su relato ha sido bien completo. Primeros pueblos perdidos y diosas del Vacío. Verdaderamente se me hace raro que los haya tan locos de querer adorar a una deidad que les prometa la Nada, pero qué sabré yo. Lo único que queda ya es coger ánimo y camino hacia las montañas, pues esa cosa se escurre como una lengua de fuego tras un enorme grito, y cuando la tierra misma se resquebraja...creo que estaremos de acuerdo en que no cabe otra que hacer caso.

El soldado se puso junto a Alexandra en la puerta, listo para moverse.

Cargando editor
06/11/2007, 12:01
Ónemar

-Al fin da la cara la Señora del Vacío, la Dama de la Nada... hay tanto que decir, tanto que hablar... hay que unir las señales, leer los signos.... - el sacerdote murmuraba para sí mismo en voz alta bastante nervioso hasta que se percató de que varios ojos estaban fijos en él -. Disculpadme. A veces me puede la impaciencia. Debeis saber que Azetith, la Diosa Oscura del Vacío y la Nada, ya intentó dominar estas tierras hace muchos años. Por aquel tiempo algo se lo impidió, pero poco sabemos de eso ahora. Fijáos en que todos los mapas que existen de Dabach dejan sin cartografiar la zona de los Montes Perdidos, en todos ellos hay una especie de mancha blanca, un vació. Se suele decir que ningún explorador se ha interesado en adentrarse en ellos, o que no tienen interés para que alguien pueda decidir estudiarlos, peor no es cierto. En esas tierras no hay... nada. Al menos nada conocido por el hombre. Incluso el propio nombre del valle que buscan, Ethit, parte del nombre de la Diosa. Se están preparando para la llamada...

Unas voces en el exterior del edifio interrumpieron las palabras del sacerdote. Gritos de aviso. Llamaban a DeValin.

Cargando editor
06/11/2007, 12:27
Director

El Capitán salió a la carrera de la habitación, dejando la puerta balanceándose tras de sí. Muchas cosas habían ocurrido ya esta noche para andarse con cuidados.

Fuera del edificio, las voces y los gritos aumentaban...

Cargando editor
06/11/2007, 17:27
Illianna Sondrent

Illianna mira hacia fuera, pero la puerta balanceándose que ha dejado tras de sí De Valin no le permite ver qué está ocurriendo. Hace una seña a Brúnil, y ambos salen detrás del Capitán...

Cargando editor
06/11/2007, 17:35
Dammeryn

Como un movimiento obvio, natural, que no podía ser de otra manera, Dammeryn acompasa sus pasos con los de DeValin, y lo acompaña con el mismo reflejo de los años pasados en guerra. Una lección aprendida a base de muerte y miedo.

A pesar de los problemas que se originen en los valles, tampoco son ajenos de los que ya suceden allí, a su lado, y ese anuncio de dolor ha llegado lejos la última noche, y ha dejado cumplida mancha en el corazón de todos aquellos que, inocentemente, creían que marchaban a unos esponsales para compartir la felicidad de una pareja para los que este día estaba llamado a ser el más feliz de sus vidas.

Cargando editor
06/11/2007, 20:42
Melegat Ansey

Aún sin terminar de comprender las palabras del sacerdote, Mélegat es sorprendido por las voces que vienen del exterior.

Agarrando fuertemente el martillo y apretando los dientes, el hombretón se abre paso entre los allí congregados con el fin de no ser el último en enterarse de lo que sucede.

Cargando editor
06/11/2007, 22:10
Ayron Derkbal

Las voces procedentes del exterior provocan que mis músculos se tensen cuando ya habían comenzado a relajarse.
En un movimiento aprendido desde hace tiempo hago intención de seguir al capitán, pero me detengo durante un instante, colocando mi mano sobre el hombro de Ónemar.

Quédate aquí - le indico con un hablar rápido, al tiempo que mi mirada se desvía una y otra vez hacia la puerta por la que ya han salido la mayoría - quizás sea peligroso.

Sin añadir ni una palabra más me precipito al exterior.

Cargando editor
08/11/2007, 09:47
Director

DeValin atravesaba los pasillos y salones del mesón a toda velocidad, seguido de cerca por Dammeryn, Mélegat y los demás compañeros. La lluvia seguía cayendo con insistencia y su repicar sobre las ventanas y el tejado creaba un murmullo de fondo que les acompañaba en su carrera, atravesando las penunbras de este día gris. De las cocinas llegaban ya los aromas del pan recién hecho, más de un estómago emitió una protesta airada.

Cerca ya de alcanzar la escalinata de salida del edificio, el Capitán DeValin se cruzó con uno de sus hombres que subía a saltos la misma. El soldado se detuvo bruscamente y saludó a su superior.

-Señor... un correo real procedente de Conira... ¡es importante!

Cargando editor
08/11/2007, 10:25
Illianna Sondrent

De Valin está seguido por un cortejo que intenta mantener su paso acelerado, y cuando se detiene de golpe para recibir uno de sus soldados con un despacho, Illianna casi se tropieza de bruces con el grupo que tiene delante. A su espalda Ayron tiene que frenar también para no arrastrarla.

-Señor... un correo real procedente de Conira... ¡es importante!

Vaya... noticias. Ahora a esperar a ver de qué cariz... aunque, después de lo que está ocurriendo, es de esperar que no sea nada bueno...

Se queda a la espectativa, mirando al recién llegado.

Cargando editor
08/11/2007, 11:07
Melegat Ansey

El hombretón frena en seco cuando Devalin se cruza con su soldado, creando una aglomeración en el pasillo.

Al oír la procedencia del mensajero, no puede evitar sentir curiosidad y expresarla.

-Conira...eso está a poca distancia de nuestros hogares y del Mesón...¿qué habrá sucedido?

Con precaución para no parecer un entrometido, el hombretón sigue los pasos del Capitán con el fin de enterarse de algo más...

Notas de juego

Ya está modificado :)

Cargando editor
08/11/2007, 14:04
Melton DeValin

-¡Adelante! Llévame hasta él - DeValin salió tras el soldado por la puerta del mesón a paso rápido.

Cargando editor
08/11/2007, 14:14
Director

En el exterior un grupo de curiosos se había amontonado alrededor de un jinete. Acababa de descender de su montura, o mejor dicho, según el aspecto del hombre más bien se diría que acababa de caer de la misma.

Tenía la cara y las ropas llenas de polvo y barro. Su expresión mostraba una fatiga más que evidente, miraba hacia el suelo intentando recobrar el aliento mientras varios soldados abrían un espacio a su alrededor retirando a los allí reunidos para dejar pasar al Capitán.

Una vez delante del recién llegado, lo lastimoso de su aspecto se hacía patente. Tenía varios cortes y heridas superficiales por todo el cuerpo, aunque ya habían dejado de sangrar. Su brazo derecho se mantenía inmóvil junto a su estómago y con el izquierdo sostenía un trozo de su propia capa de viaje, con el que intentaba detener una hemorragia que tenía en la frente.

Su montura no presentaba mejor aspecto, cubierta por completo asímisma de barro. Emitía quejidos lastimeros de fatiga, por sus hollares se escapaba el aire en una respiración acelerada, los flancos estaban cubiertos de sudor y tenía una fea herida en el pecho que teñía de escarlata su hermosos pelo blanco.

Cargando editor
08/11/2007, 17:30
Dammeryn

- Ya has hecho lo que tenías que hacer, hombre. Deja ahora que atiendan tus heridas. No ganamos nada porque caigas aquí desangrado.

Dammeryn se refirió al mensajero con el ya automático gesto del respeto que merecen los valientes.

- No te preocupes. Sabrás de nosotros si fuera menester.

Inmediatamente dedicó su atención al capitán. No miró la carta ni su contenido, por supuesto, pero sí atendió el gesto y la reacción de DeValin. Por el aspecto del mensajero, ya podía imaginarse mucho del contenido de la misiva. A poca distancia de allí, Conira bien podría haber sufrido también el grito de la tierra. Como era su costumbre, permaneció junto al mando a la espera de sus órdenes.

Cargando editor
08/11/2007, 21:56
Ayron Derkbal

Abriéndome camino entre los curiosos, tras esquivar apenas a Illianna en mis prisas por descubrir lo que ocurría, llegué justo a tiempo de ver cómo Dammeryn le dirigía unas palabras, impregnadas de profundo respeto....y después hacía caso omiso del hombre.

Con cierta mirada de reproche, paso a su lado y me agacho junto al hombre herido, con la mirada puesta en uno de los soldados - Haceros cargo de su caballo, necesita descansar, pero por encima de todo, dadle agua.

Sin esperar a comprobar si mis palabras eran atendidas o no, paso mi brazo por la espalda del correo real, colocando la mano bajo la axila intentando ayudarle a levantarse.

Apóyate en mi - le indico con tono algo preocupado - ahora recibirás los cuidados necesarios para tu recuperación.

Alzo la mirada, recorriendo cada uno de los rostros que allí se congregan - Este hombre necesita ayuda....cuidados médicos y un lugar donde pueda reposar durante un tiempo, hasta que se reponga de sus heridas.

Cargando editor
08/11/2007, 22:54
Illianna Sondrent

Hago una seña a Brúnil, para que él se quede con De Valin y averigüe qué ha ocurrido en Conira, tan cerca de nuestro hogar, como Melegat ha comentado. Pero mi sitio está junto al correo herido.

Me arrodillo junto a él, y le hablo dulcemente.

-Si, no te preocupes. Apóyate en él, te llevaremos dentro, y te curaremos...

Dirijo entonces los ojos a Ayron, y asiento. Le ayudo a levantar al soldado, y entre los dos nos lo llevamos dentro.

-Vete a ver qué hay de nuevo, yo me quedo con él, la gente del mesón me ayudará. Gracias, pero tráeme luego a mi hermano, por favor, quiero yo también saber qué ocurre...

Cargando editor
09/11/2007, 09:15
Correo Real de Conira

-Esperad un momento, por favor. Agradezco vuestra ayuda pero en estos instantes mi prioridad es hablar con el Capitán, debo informarle personalmente, ya habrá tiempo para descansar - el hombre detiene su caminar, pero permanece apoyado sobre los brazos de Ayron e Illianna, a quienes dirige una sincera mirada de agradecimiento -. Mis heridas no son tan graves, la sangre es muy escandalosa. Caí del caballo cuando la tierra tembló y me golpeé la cabeza, pero la peor parte se la llevó el pobre animal. Es un ejemplar formidable, cuidad bien de él.

Cargando editor
09/11/2007, 09:24
Brúnil Sondrent

-De eso me encargo yo, queda tranquilo - Brúnil se acercó hasta el vencido animal, que parecía tan sólo permanecer en pie gracias a la ferrea presa que Willer hacía sobre las riendas -. Ven aquí, amigo. Mírate como estás, todo sucio y vapuleado. Eres un buen caballo, fuerte y orgulloso, vamos a ocuparnos de tí ahora.

Brúnil pasó su brazo por debajo del cuello del corcel y lo dirigió a paso lento y seguro hacia los establos, mientras seguía susurrándole palabras de aliento.

-Necesito toallas limpias, a ser posible que estén calientes, y un cubo de agua - comentó a uno de los sirvientes mientras pasaba a su lado -. ¡Y tráeme útiles de sutura! Hay que cerrar esa herida.