Partida Rol por web

Los que ya no se demoran

Capítulo 6: Sueños oscuros

Cargando editor
19/10/2023, 19:57
Welf Ramaverde

Un troll es lento pero poderoso. No conozco a ningún guerrero de entre los Hombre del Bosque que pudiera enfrentarse cara a cara y salir victorioso... salvo que aprovechara la ventaja del propio Bosque y eso aquí, por desgracia, no es posible.

Dicen que pueden partir a un hombre en dos fácilmente, aplastar rocas y árboles sin esfuerzo, además de aguantar las flechas sin sentir dolor.

Son torpes y poco inteligentes. Se les puede llevar a caer en una trampa... pero aquí no podremos crear una trampa. No hay sol y tampoco creo que te vayan a dar espacio para correr dijo mirando a Haleth. ¿Te asustan mis palabras? Bien, eso te hará estar atento.

Pincha sus pies, corta detrás de sus rodillas y sobre todo no dejes de moverte. Si luchas en un círculo de esos apestosos orcos corre hasta estar cerca de ellos y provoca al troll, quizá cargue hacia ti y si logras esquivar su embestida pisoteará a algunos de esos seres que quizá quieran vengarse y acaben ayudándote. Si te paras estás acabado, mientras te muevas seguirás vivo.

Para Welf no había muchas esperanzas en volver a ver al muchacho con vida, pero todo lo que podía contarle es lo mismo que le contaron a él en su día cuando debían enfrentarse a las grandes criaturas del Bosque. Moverse y golpear y volver a moverse antes de recibir un golpe. Si seguían vivos es porque el tal Annatar así lo quería, acabar con ellos sería tan sencillo como abrir las puertas. Pero mientras vivieran podrían al menos luchar una vez más.

Cargando editor
20/10/2023, 08:33
Baldbrand

Una vez Annatar se fue, Baldbrand tomó la cabeza de Geb con cuidado. Gruñó como un oso enfadado y luego la depositó en una esquina de la prisión, intentando alejarla de la vista de todos.

Estaba cansado, herido, todavía algo confuso, pero sobre todo frustrado.

Mientras sus compañeros daban consejos a Haleth caminó de un lado a otro como una bestia encerrada. Eran bonitas palabras pero, de nuevo, veía un patrón en aquello. La araña volvía a tejer su tela para que cayeran en la trampa y una y otra vez lo hacían. No. Debían salir de allí.

-¿De qué va a servir que le digáis nada? ¿No lo entendéis? De nuevo la Sombra juega con nosotros. Intenta que depositemos esperanza en algo y luego nos lo roba. Debemos de detenerlo ya. Detener esta sangría absurda que lo único que hace es robarnos las fuerzas y mantenernos aqui atrapados, sin poder ayudar a la dama. Pongamos nuestras fuerzas y las energías que nos quedan en lo que importa. 

Cargando editor
20/10/2023, 11:51
Haleth

No me asustan —le respondió el joven a Welf alzando la barbilla. 

Haleth estaba lleno de confianza, apenas era un muchacho y se enfrentaría a un troll, pero si de confianza se hiciera el tamaño entonces las tornas cambiarían en favor del joven. Tomó buena nota de los consejos de unos y otros, especialmente los que Welf le brindó, pues eran más prácticos para lo que se le avecinaba. 

Pero Baldbrand pensaba que de nada servía todo aquello, que no debían gastar sus esfuerzos en buscar una solución al problema real que les atañía. El beórnida parecía pensar que nada de lo que había en aquella especie de sueño importaba, solo eran producto de una imaginación conjunta, algo producido por el Enemigo para brindarles esperanza y después arrebatársela. 

¿Creéis que debo llevar la iniciativa o esperar a los ataques del troll? —preguntó Haleth ajeno a las dudas que el beórnida pudiera haber sembrado.

Notas de juego

Si consideráis seguir gastando vuestro tiempo en ayudar a Haleth a preparar el combate, necesito que uno (y solo uno) de vosotros haga una tirada de Guerrear NO 16. 

Si por el contrario seguís el consejo de Baldbrand y preferís no intervenir, necesito una tirada de Sabiduría NO 16.

Cargando editor
23/10/2023, 07:54
Vanwa

Vanwa miró a Baldbrand con mucha intensidad. Había dicho algo muy sabio. De hecho llevaba días (¿o eran ya semanas?) hablando de la particular lucha de la Dama e intenatndo convencerlos de la verdadera naturaleza de todo aquello y, por mucho que le opinaran lo mismo, seguían obcecados en su intento de tomarse todo aquello demasiado literal.

Todo aquello era MUY real. Revivir lo ocurrido en épocas pasadas, durante la juventud del Enemigo... Oh! Aquello era demasiado tentador, aunque fuera desde la perspectiva de una lóbrega celda.

Aún y así, entendía el punto de vista de Baldbrand, y su obstinación era digna de elogio. Quería saber si Haleth sería un futuro héroe de alguna historia que no recordaba o si simplemente sería un joven anónimo muerto en las entrañas de Dol Guldur. Y también quería derrotar aquel embrujo. Qué gran dilema.

Se acercó hasta el beórnida y posando una mano en su hombro le sonrió, sentándose cerca de él, empatizando con sus pensamientos.

Cargando editor
23/10/2023, 11:58
Welf Ramaverde

Es tu vida joven Haleth y tuyas deben ser las decisiones.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro sabiduría porque creo que todos estamos esperando a que alguien tire... cruzando los dedos. (Vaya... ;(  )

Si es posible gastar Esperanza para superar la tirada lo hago.

Cargando editor
23/10/2023, 18:10
Qildor Qinorin

Qildor seguía rumiando lo que Baldbrand les había dicho de su sueño. ¿Podía ser un engaño de la Sombra? La única forma de averiguarlo era de manera empírica o, quizá morir definitivamente en aquella pesadilla, pero no tenían forma de saber si aquello sería verdaderamente efectivo o no. Era un salto de fe en toda regla.

Apenas prestó atención al asunto del troll. Había que ponerse en marcha y no dejarse distraer por los tejemanejes de la Sombra y, como había dicho el beórnida, no podían permitirse seguir depositando sus esperanzas en promesas vacías de liberación.

Baldbrand, ¿crees que podrías noquearme? No dudo de tu palabra, pero quiero comprobar con mis propios ojos lo que acabas de decirnos.

Cargando editor
24/10/2023, 02:16
Director

Convencidos de que ésta vez debían ignorar el cebo que aquel extraño y angustioso letargo les ponía enfrente, decidieron dejar que el muchacho Haleth se buscara las castañas por su cuenta mientras ellos probaban sus teorías sobre la esencia de aquel lugar. Welf dejó a su suerte a Haleth y los demás lo ignoraron completamente, sin maestro que le enseñara algunos pasos decidió entrenar por su propia cuenta lanzando estocadas al aire, imaginándose un troll que todavía no estaba frente a él. La única persona que le hizo algo de caso fue la elfa Rodwen, quien le daba ánimos y algunas recomendaciones sobre cómo sostener la espada y cómo colocarse. No mucho sabía ella sobre aquel arte, pero más era que nada. 

Baldbrand creía que la Sombra estaba jugando con ellos presentándoles a aquellas personas con las que convivían en aquel tormento y cuando gozaban de algo de esperanza se lo arrebataba súbitamente. Creía que era mejor no depositar sus esperanzas en ellos, dejarlos, ignorarlos incluso, y entonces la Sombra no tendría nada con que fastidiarles. Nada desesperaba quien no esperaba nada. 

Pero cuando Annatar llegó a buscar a Haleth aquella tarde, el ambiente era más opresivo y la oscuridad se volvió mayor. Algunos de ellos pudieron presentir que Annatar gozaba de un poder más fuerte que la última vez que lo habían visto. Señaló a Haleth y unos orcos fueron a tomarlo para llevarlo a enfrentar su destino, sin embargo, el muchacho dio un paso al frente y caminó voluntario hacia la salida. No hubo necesidad de que lo arrastraran por el suelo, para decepción de aquellas criaturas. Haleth caminó decidido a enfrentar al troll. 

Unas horas más tarde los orcos devolvieron a la celda su cuerpo. Un guiñapo inerte y amoratado cuya cara era un amasijo de carne informe. Machado y aplastado por el troll, Haleth había muerto inútilmente. Quizá hubiese tenido una oportunidad si le hubieran ayudado, quizá no, quizá solo fuera una treta más de aquel embrujo. Nunca lo sabrían. El ambiente en la celda se volvió más opresivo cuando Haleth cayó frente a ellos. El ambiente era más lúgubre, olía peor, el frío era mucho mayor y apenas sentían que hubiera esperanza. 

Pero la noche siempre es más oscura justo antes de amanecer. Cuando ya creían que no habría modo de salir de allí, Vanwa escuchó un sonidillo agudo y el ratón que había mandado en busca de una salida regresó a la celda. 

Notas de juego

Como el NO es 16 no llegas gastando esperanza. 

Cargando editor
24/10/2023, 02:39
Director

¡He encontrado la salida, Vanwa! —le dijo el ratón con gran alegría—. Es muy sencillo. Todo lo que tienes que hacer es despertarte.

Cargando editor
25/10/2023, 09:02
Miriel

- ¿Lo sentís? – les dijo Miriel sin estar segura de si sus compañeros eran capaces de percibir lo mismo que ella – Escogimos mal y el pobre muchacho de este tormento lo ha pagado. Aun sin ser real lo que si puedo percibir es que Annatar se ha fortalecido con nuestra indiferencia. – negó con la cabeza.

- Esta Sombra no se combate con furia ni guerra, pues no puede sangrar realmente, todo está en nuestra cabeza. Tampoco se combate con indiferencia dejando que lleve la voz cantante. – les aleccionó – Esperanza y trabajar por la opción correcta, aún sabiendo que nos arrebatará el fruto de nuestro trabajo, son las herramientas que debemos usar, pues en eso mismo consiste la esperanza. – terminó de reprenderles.

Cogió el cuerpo inerte de Halleth para depositarlo junto a donde había puesto Baldbrand la cabeza de Geb, su pequeño cementerio particular.

Ella misma quería haberse ofrecido en lugar del chico para combatir contra el troll, aunque el ofrecimiento de Ainar la había parado sabiendo de la habilidad guerrera del enano y su odio por los trolls. Luego las palabras y acciones de sus compañeros la habían sumido en un extraño letargo que había hecho que no fuera ella misma. Ahora Halleth, irreal o no, lo había pagado. Lo mínimo que se merecía era un descanso todo lo respetuoso que pudieran allí abajo.

Le extrañó el regreso del ratón, que sería una nueva estrategia de la Sombra para cansarlos o arrebatarles una nueva esperanza, pero debían intentar escapar con los habitantes de Haycombe. Eso era lo correcto. No por ellos, si no por las personas de Haycombe.

Cargando editor
25/10/2023, 11:16
Baldbrand

-Supongo que puedo noquearte... -comentó Baldbrand a Quildor- Ahora bien, no se si eso alimentará más a nuestro enemigo o la solución es que te noqueen ellos -comentó refiriéndose a los orcos. Igual lo que quería la Sombra es que se pegaran entre ellos... a saber.

Cuando les devolvieron el cuerpo de Haleth, no pudo evitar fruncir el ceño claramente enfadado, sobre todo al sentir que su indiferencia hacía más fuerte al tal Annatar.

Al escuchar a la Dama Miriel, Baldbrand no pudo evitar soltar un gruñido seguido de una especie de bramido. No era más que una forma de hacer fluir su frustración.

-¿Combatirle en su juego? Ya lo hemos probado y no parece que se nos de muy bien -comentó cansado de aquel juego. Casi deseaba estar en aquella colina rodeada de orcos. Por lo menos allí sabía qué hacer. Luchar o morir. Pero aquella endiablada pesadilla...

Al ver el ratón, Baldbrand resopló y luego elevó los hombros. Total, tampoco tenían nada que perder por intentarlo, pero se temía que aquello acabaría igual o peor que todas aquellas veces.

 

 

Notas de juego

Baldbrand acepta entre dientes a hacer caso a lo del ratón... a lo de golpear a Quildor no... le da mala espina.

 

Cargando editor
25/10/2023, 22:35
Ainar, hijo de Ai

Ainar gritó un rato, lanzándose contra las rejas. Había fallado en lo único que tal vez podría jaber ayudado. ¿Qué embrujo había sucedido? Él no creía en no ayudar a un valiente, y mucho menos contra un asqueroso troll. Pero cuando Welf fue tan frío con el muchacho, algo en el enano pareció contagiarse. Estaba furioso con Welf, con Vanwa, con Miriel, con Qildor... ¡con él mismo!

Y lloró. No por su situación, no por la oscuridad creciente, no por la muerte de Haleth que parecía inevitable... era por lo que había perdido: la Oportunidad de hacer una Diferencia, una vela en la oscuridad de la noche. Se sentía más sucio que simplemente por la mugre acumulada este tiempo. Era más sutil, y más potente.

-Es asqueroso lo que hemos hecho... no podemos permitirnos tal bajeza- dijo el enano una vez se enjugó las lágrimas que había intentado ocultar lo mejor posible, aunque los breves surcos entre la tierra de su rostro lo delataban -Eso es seguirle el juego a la Oscuridad. No hacer algo cuando está en nuestra mano.- su tono era severo y dolido.

Y se encargó de acomodar al muchacho de la mejor manera que pudo, como un héroe enano en su tumba bajo la montaña. Había sido valiente.

Notas de juego

Ni tiro para ver qué hubiera pasado ¬¬ Un broncón por no haber llegado a hacer mi tirada antes que Welf :( Disculpen mi tardanza, este fin de semana fue mi cumpleaños y esta semana inició con mucho trabajo acumulado.

Cargando editor
26/10/2023, 21:28
Vanwa

Vanwa estaba triste. El muchacho alegre y achispado estaba muerto. ¿Qué habría podido hacer él por el chico? Quizás enseñarle a reir. A no pensar en la venganza. Pero ahora aquel lugar... Era distinto. Más oscuro. Más fuerte. El elfo tenía miedo y fascinación al mismo tiempo. Miedo por la Sombra y fascinación por estar ante la verdadera esencia el Enemigo. ¿Qué cosas podría aprender de esa fuerza primigenia, vieja como el tiempo?

Pensativo estaba cuando apareció su estimado ratón con una respuesta enigmática como todo lo que ocurría allí.

- La respuesta está aquí.- Dijo, sosteniendo el ratón entre sus manos.- En nosotros. Como decía Baldbrand. Pero no en noquearnos. Eso nos lleva fuera de aquí, pero nos devuelve de nuevo, pues no hemos huído en realidad. La salida no está corriendo túnel arriba o túnel abajo. No está fuera de esta celda. Está dentro. Dentro de nosotros. Como ha dicho Miriel. Hemos de expulsar toda esta ilusión con nuestra voluntad. Nuestro deseo de que las muertes de Geb y Haleth no hayan sido en vano. Que su sacrificio nos de fuerzas para ayudar a la Dama a vencer al Mal que la acecha.- Dijo.

Notas de juego

¿Se podría intentar tirar algo para salir del embrujo con todo lo que sabemos? Ignorar todo lo que hay. Romper el hechizo.

Cargando editor
27/10/2023, 18:39
Qildor Qinorin

Qildor trató de no mirar el cuerpo maltrecho de Haleth. Apenas tenía fuerzas para repetirse a sí mismo que aquello era un sueño, pese a que se aferraba a ese hecho como si fuese el saliente de precipicio. El resto de sus compañeros tampoco reaccionó bien. Estaban agotados y las esperanzas empezaban a flaquear.

Ayudó a Ainar, acomodando como podían lo que quedaba de Haleth. Aunque solo sea un eco del pasado, una sombra en la pared, merece nuestro respeto. No podemos abandonar lo que somos o la Sombra habrá ganado.

Finalmente, Vanwa habló de una última salida. ¿Acaso era algo factible?

Si debemos expulsar a la Sombra mediante nuestra voluntad… Antes los orcos reaccionaron de forma muy agresiva cuando intenté cantar. Tal vez debamos hacerlo todos al unísono, demostrando que no nos han vencido y que todavía podemos vencer.

Cargando editor
27/10/2023, 21:19
Miriel

Miriel asintió a las palabras de Vanwa que eran las del ratón.

- Siendo este un embrujo de la sombra que vimos, bien pueden ser las palabras del ratón las palabras de la Dama. Quizás ella en su lucha con el espectro haya logrado algo de control sobre este embrujo o puede que haya gastado fuerzas y energías para hacernos llegar el mensaje. – razonó meditando en la ayuda que recibían por el ratón.

La idea de Quildor le pareció acertada.

- Sí, Quildor, cantemos. Cantemos por los caídos, por aquellos que nunca serán olvidados. Cantemos por la esperanza y la llegada del alba, pues la noche nunca es eterna y el sol siempre acaba expulsando a las tinieblas… - entonces sus ojos se abrieron de par en par – El alba. Esa criatura nos atacó por la noche, cuando ya dormíamos al raso. Al alba perderá su poder al carecer de tinieblas en las que escudarse.* Aguantemos compañeros. Seamos fuertes hasta el alba real, dure lo que dure en este embrujo extraño. – parecía convencida de su idea, por más que no dejara de ser otro clavo ardiendo al que aferrarse, pero era uno que podía dar esperanzas a sus compañeros.

- Cantemos. Cantemos hasta que derrumbemos estas paredes con la fuerza de nuestra determinación. – asintió a Quildor y miró a Vanwa, quien seguro no se perdería una oportunidad de cantar, y a Welf, tratando de infundirle ánimo y esperanza para que también se uniera. Si los cuatro cantaban seguro que Baldbrand y Ainar se acabarían uniendo a la canción aunque fuera a regañadientes.

Notas de juego

*Sacado de la chistera, pero, oye, ¿podría ser cierto? ¿Con el Saber de la Sombra de Miriel podría saber si su idea tiene alguna posibilidad de ser correcta?

Cargando editor
28/10/2023, 23:08
Director

Fue una suerte que el ratón que Vanwa había mandado en busca de una salida regresara en ese momento, justo cuando la Sombra había conseguido abrir una pequeña grieta que generaba división entre los miembros del grupo. Solo había sido una pequeña discusión provocada por la muerte del pequeño Haleth entre quienes creían que no habían actuado demasiado bien y quienes pensaban que no debían seguir aquel juego retorcido a la Sombra. 

Vanwa supuso que no debían salir de la celda, sino a través de su voluntad expulsar aquella pesadilla que los retenía para lograr salir del lugar y Qildor propuso que cantaran todos juntos, ya que cuando lo había hecho él solo los orcos se habían revuelto agresivos hacia ellos. Y Miriel recordó que el amanecer no debía estar lejos, y confiaba en que así todo aquel embrujo fuera espantado. Así alzaron sus voces primero los elfos, invitando a que Ainar, Baldbrand y Welf también se unieran. Cantaron una antigua canción que hablaba sobre la creación del Sol, cuando Morgoth y Ungoliant destruyeron los árboles y Valinor quedó sumida en la oscuridad junto al resto de Arda, y entonces Varda tomó el último fruto de Laurelin y creó el Sol y lo dispuso en una barca que construyó Aüle y que conducía una de las Valar más poderosas, Arien. Así llegó el primer amanecer también a la Tierra Media, pues los Valar no se habían olvidado de los elfos que quedaron atrás y nunca llegaron a Valinor. 

En ese momento, cuando alzaron la vista más allá de sus barrotes contemplaron que las oscuras mazmorras se iluminaban con los primeros dedos rosados de la aurora. La silueta de Irimë se adivinaba recortada por los rayos del alba, resistiendo en pie como había hecho durante toda la noche, enzarzada en un combate contra el maligno espíritu que les había abordado. Pero los rasgos congelados de su rostro se tiñeron de rosa con las primeras luces del sol naciente, mostrándoles lo agotada que estaba. La lucha no duraría mucho más. La imagen desapareció y las paredes rocosas de los subterráneos en los que se encontraban las celdas de Dol Guldur volvieron a llenarse de sombras. 

Y entonces la celda se llenó de pronto de una presencia espectral. Una luz verdosa y sobrenatural llenó la cámara y los compañeros vieron a un ser hecho de sombras que se cernía sobre ellos. El espíritu tenía una forma vagamente humanoide, como una sombra proyectada sobre la pared, pero su perfil se movía y se distorsionaba conforme avanzaba. El espíritu extendió unos dedos de oscuridad con los que aferró a la elfa Rodwen sosteniéndola por la garganta y sacudiéndola. Los rasgos de Rodwen empezaron a cambiar inexplicablemente, en un momento era Rodwen y en el siguiente era la dama Irimë. 

Cargando editor
28/10/2023, 23:41
Haleth

Ocurrió algo más. Algo que les provocó un turbador escalofrío a todos los presentes. Haleth se incorporó del rincón de la cámara donde Miriel y Ainar lo habían depositado con sumo cuidado, acomodado como un rey enano. El muchacho los miró con ojos vacíos e inertes que no eran suyos y en sus labios se dibujó una mueca que pretendía ser una sonrisa, los labios rojos y ensangrentados del muchacho comenzaron a moverse y una voz espectral resonó desde la mandíbula quebrada de su boca muerta. 

¿Sabéis lo que ha hecho la bruja noldo? No se atreve a enfrentarse conmigo a solas, por lo que os arrastró a este sueño para que la defendierais. Eso es lo que siempre han hecho los altos elfos, ¡utilizar a otros como peones! Desprecian a la raza de los hombres temiendo vuestro creciente poder. Odian a los enanos, y están celosos de vuestro oficio. Ni siquiera confian en los en su propia especie e ignoran a las razas elficas que consideran inferiores a ellos y los usan para sus propósitos. Recordad la matanza de Alqualondë, la sangre derramada entre hermanos. Yo soy más piadoso que ella. Abandonadla a su suerte. Renegad de ella aquí y ahora y podréis despertar. 

Cargando editor
30/10/2023, 11:23
Vanwa

El elfo cantó junto a sus compañeros. Cantar siempre había sido para él una forma elevada de expresarse- Algo que rra él y no era él al mismo tiempo. Y se sintió libre. Se sintió renacer cuando el sol tanto tiempo añorado volvió a hacerse visible, pero entonces, entonces apareció el último coletazo de la Sombra. Perturbador, pero a la vez esperanzador. Expresarse mediante Haleth, aunque escalofriante, era para el elfo una señal que todo aquello no era más que un teatrillo. Que el cuerpo del chico era una marioneta cuyos hilos movía el Enemigo.

Como siempre, el mensaje era un mensaje egoista y de odio.

- No, señor loqueseas. No y no. Y no una vez más. No importa si lo que dices es cierto o no. No me importa. Aquellos que no estamos atados a las tinieblas como tú no nos movemos por intereses mercantilistas. No me importan las motivaciones de cada uno. Eso está en la intimidad de cada ser y no soy nadie para juzgar lo que veo, así que como voy a juzgar lo que no veo. No estoy aquí para juzgar a nadie, pues cada uno es dueño de su destino. Quiero ayudar a la Dama pues es eso lo que deseo, y nada me importa lo que piensa u opina ella. La amistad es eso. Dar sin importar. No esperar nada a cambio. La generosidad es ofrecer por el placer de hacerlo. Quizás, si supieras lo que es eso, te librarías de todo este odio que te mantiene atado en esta condición tan miserable y te podrías reir a carcajadas con el tacto del sol de un nuevo día.- Dijo vanwa, seguro de sus palabras, notando que estaban a punto de vencer sobre la desesperanza.

Cargando editor
30/10/2023, 16:04
Baldbrand

El joven beórnida no cantaba demasiadas veces, tampoco es que su repertorio fuera realmente grande... pero cuando sus compañeros élficos se pusieron a cantar de aquella forma, se vio arrastrado a seguirles. Al principio de forma tímida, pero luego haciendo los coros con su poderoso vozarrón.

La reacción del enemigo no se hizo esperar. Conjurando aquel cuerpo sin vida y hablándoles en un intento de retorcer la verdad. ¿Podría ser que la Dama les hubiera enviado a aquella pesadilla? Podría ser pero todas aquellas palabras resultaban un intento desesperado por hacerles cambiar su voz que ahora era una sola.

Vanwa, a su manera, puso palabras a aquello que él también sentía. No. Había jurado defenderla y ella era claramente un ser de luz, como así lo había demostrado en la colina cuando estaban rodeados de orcos. De no haber sido por aquella luz, jamás habrían conseguido sobrevivir. 

Asintió poderosamente con la cabeza y señaló con el índice a aquel cadáver animado con su rostro ceñudo y fiero.

-Se acabó ser inmundo. No entiendo la mitad de lo que dices, pero la otra mitad es un intento desesperado por no perdernos en esta pesadilla ponzoñosa. Antes moriré que traicionar a la dama ¿me oyes? ¡Regresa a las sombras a las que perteneces! -amenazó por último con la fiereza que le caracterizaba.

Cargando editor
31/10/2023, 21:36
Miriel

¡La aurora! ¡Podían verla! Su corazonada había sido afortunada. La llegada del sol presagiaba el fin del tiempo que disponía la Sombra para doblegarles; su nuevo intento desesperado así lo demostraba.

La llegada de la sombra hizo que Miriel desenfundase el cuchillo orco que había logrado, más por un instinto de combatiente que por una reacción meditada. Al momento se recordó donde estaban y que allí, al menos de momento, de nada servirían las armas de la carne pues la lucha era en la mente y solo las armas de la voluntad los liberarían de su prisión.

- ¡Jamás! Honrada me siento de que la Dama nos haya elegido como sus guardianes y protectores. Si he de dar mi vida para defenderla de criaturas viles como tú, gustosa lo haré. Suéltala y tómame a mí en su lugar. – lo desafió dispuesta a enfrentarse en duelo de voluntades con aquella sombra, lo que fuera necesario para ganarle el tiempo suficiente a Irimë para que la luz del sol terminara por disipar a aquella criatura.

Cargando editor
01/11/2023, 11:47
Director

Ante la negativa rotunda del grupo, la mueca en el rostro de Haleth se contrajo y una sombra oscura y despiadada surgió de él alzándose amenazante sobre ellos. El cadáver del muchacho cayó al suelo nuevamente inerte y el maligno espíritu, comprendiendo que no podía doblegar la voluntad de aquellos aventureros decidió que debía eliminarlos. 

¡Compartid su destino entonces! —siseó el espíritu enojado.

La más completa oscuridad descendió sobre ellos, cubriendo la visión al amanecer, las luces de las antorchas de los orcos y cualquier luz que pudieran portar. La negrura hizo que desapareciera la celda, los barrotes, los cadáveres de Geb y Haleth, desapareció también el enfermo Aldor y el resto de las celdas y prisioneros, los orcos y todo el que estuviera en aquel sueño. Todo quedó sumido en la más profunda de las oscuridades. 

Notas de juego

Ahora es cuando llega el momento decisivo, más bien, la tirada decisiva. Con vuestras acciones habéis conseguido mantener la dificultad de las pruebas de Corrupción en 16 y no ha subido más. Salvasteis a Aldor, conseguisteis que Geb no os traicionara, pero dejasteis a Haleth a su suerte, por lo que la dificultad aumenta solo en 2. 

Por tanto, como rechazáis al enemigo y todos os mantenéis en el sueño podéis hacer una tirada con NO 18 y 6 dados de éxito. Solo la puede hacer uno de vosotros, da igual quien, puede ser el primero que llegue.