Partida Rol por web

-¡Te digo que no lo sé! -dice muy enfadado-, ignoro cuantas tropas iban a venir, ¿no ves que yo estaba en esta torre?, no vine con ningún ejército. Me uní a la tropa en cuanto se reclutó para custodiar la torre y en este tiempo iba recibiendo instrucciones e informando a mis superiores a través de agentes del exterior. Cuando ya estaba todo listo fue cuando se me informó de que estarían cerca esperando noticias mías.

Estaba claro que ese caos sólo podían producirlo unos humanos desesperados con la esperanza de que entre todo el barullo se podrían escabullir... o conseguir una situación favorecedora para ellos. Pero Talin hijo de Thralin no les iba a dar ese gusto, no, desde luego que no. Pegado a una de las paredes del establo, comenzó a avanzar lentamente, escudo levantado, hacia el origen del movimiento de los caballos.

Los caballos siguen saliendo de las caballerizas, cuando de pronto el oficial, espada en mano se dirige hacia Talin corriendo

Talin! a tu derecha! (o por donde sea que le venga el oficial, se entiende la intención, no?)

- Me encanta que tengas la desfachatez de indignarte después de que te hayan cogido por traición, creo que en algún momento te crees que nos importa tu comodidad... Puedes gritar lo que le dé la gana pero vas a estar aquí mucho tiempo, asúmelo y cuéntanos algo que nos interese oír: quién es tu superior, cuántos eráis en la tropa cuantos se desplazan por Campaña, para que querían esta torre, a quién tenías que comprar y porqué, con quién te encontrabas y donde... si estás aburrido de mirarnos entretennos y cuéntanos lo que queremos saber. Tenemos paciencia, esperaremos y cuando nuestra paciencia se acabe, bueno... ya lo descubrirás.

Tharkin está cerca tuyo y sólo veis al oficial, a Bergond no se le ve por ningún lado. Deducís que debe de estar escondido en alguna de las caballerizas. Dado que está herido sería lo más lógico.

-¡Que no lo sé!, que os pensáis, ¿que quiero que ese elfo me corte todos los dedos?, negocié con Bergond y dos de sus oficiales la compra de la torre, pero quien llevaba la voz cantante en las negociaciones era Bergond, supongo que se lo dijo a los otros dos para tener alguien de apoyo. Ignoro para que quieren mis superiores esta torre, supongo que para tener más terreno bajo su control, como debería ser -esto último lo dice con cierta arrogancia- y como ya os he dicho, ignoro de cuantos hombres disponían para tomar la torre, fui enviado solo y me limitaba a informar a mis superiores a través de algunos soldados con quienes me veía de tanto en tanto. Incluso procuraba que no viesen mi rostro para así garantizar mi anonimato. ¡No os puedo decir nada más que ya no sepáis!

Sin mediar palabra, Talin se encaró hacia la posición que le habían indicado, dispuesto a acabar con los traidores.

Intento entrar en los establos para intentar localizar a los otros

El oficial carga con Talin y le ataca. A pesar de su ímpetu y de que ha atacado por sorpresa, Talin logra esquivarle y sólo recibe un pequeño tajo.

-¡Pienso destriparos a todos!-dice el oficial preso de la furia

Talin recibió el tajo con una sobriedad envidiable. O tal vez la adrenalina del combate y el caos con los caballos le habían hecho que ni se percatase de él. Sólo sabía que debía maniobrar y encajar la bola de pinchos de su arma en el humano agresor. Luego, si le quedaba cabeza (al agresor) ya se vería...