Partida Rol por web

Luego Hildolfr hace una señal con la cabeza a Waglif, su amigo y compañero y el lobo comienza a acercarse a Viglaf, lo toma de sus ropas con los dientes y comienza a arrastrarlo hacia dentro de la tienda.

Cuando el lobo gris ha arrastrado al berseker a dentro del edificio, me vuelvo hacia el grupo: Entremos ahora nosotros y acabemos con esto de una vez. Escojamos un líder y démosle un nombre al Clan que perdure por todas las edades de los hombres.

Me alegre al ver ganar a Vigdis y lo felicite con una palmada en el hombro,entre en la tienda a buscar mi cuerno y salí bebiendo.

Me acerco a Viglaf y saco un saquito con hierbas olorosas para ir despertandolo

Bueno, si no hay ninguna bravuconada mas por hoy, ¿por donde ibamos? -. Digo en mi habitual tono ironico

Gracias a las sales de Spaki, Viglaf se despierte muy mareado por el golpe. Le duele la mandíbula y le cuesta hablar. Ni preguntemos si es capaz de levantarse...

Llevandose a un lado a Asgeir y apartandolo del resto de los vikingos, Alrik le dice algo que esperó largo tiempo para comunicarselo.

-Asgeir, apodado Spaki, nunca te dije porqué no te escogí como aprendiz. La razón es que tu reino no es el de los muertos. Sé que estás resentido, incluso que me odias. Pero perteneces al de los vivos. Tu sabiduría no proviene de los antepasados, ni de la comunión con la tierra. Tu sabiduría proviene de tu deseo de aprender, de sentir y de evolucionar en tu camino. Un chamán nunca varía su camino, porque fue trillado antes de que él naciese. Por ello tu carga es diferente. Mis ojos no alcanzan a ver la luz, pero sí ven el final de mi vida. Y después de ella, te tocará a tí aconsejar al jefe. No atisbo a ver quien será, pero sé sobre seguro que necesitará consejo. Esa es tu misión. Vestein es sabio, pero noe s capaz de ver el mundo con los ojos de un vivo. Vuelve a caer en los errores que nuestros ancestros tuvieron, y no quiero ver al Clan así. Por ello tu lugar es este. Te lo cedo.

Alrik se lleva la mano en el pecho y deja un objeto en la de Asgeir.

Totalmente sorprendido coge el objeto y lo observo

Gracias maestro .- digo balbuceando La verdad es que no me esperaba nada remotamente parecido, no niego que en mi haya habido odio hacia su persona, pero veo que ahora todo toma sentido, intentare aconsejar al clan lo mejor que pueda, lo juro por el Valhala .-Digo llevandome la mano al pecho  Y ahora maestro vayamos donde el concilio, creo que estamos cerca de vislumbrar el final...

En la mano, Asgeir sostiene un elaborado colgante de plata, que simula un colmillo de alguna bestia tallado de runas. Es el símbolo que, por excelencia llevan los consejeros del jefe. Ahora, Asgeir es el nuevo consejero.

Hildolfr se desploma sobre las pieles que se encuentran en el suelo, y queda sentado. Ya desde esa cómoda posición observa a todos.
-Esto ha demorado demasido para mi gusto, deberiamos terminarlo ya. No les parece? Todos ya saben que me propongo como Jefe y que el resto se proponga e iremos directo a lo que nos atañe-

Poniéndome de pie y llamando la atención de todos los presentes, hablo:

De los aquí reunidos sólo Hildorf, Erik, Vigdis y yo podemos ostentar al honor de ser Jefe de nuestro Clan. Lanzo una mirada hacia el resucitado Viglaf. Pero es algo que tenemos que acordar entre todos.

Yo no quiero ostentar el título...soy un hombre del mar, paso más tiempo sobre el agua que sobre la tierra. Trabajaré en cualquier tarea de reconstrucción como el mejor obrero y pasaré a cuchillo a cualquier oponente con la determinación de un berseker. Pero carezco de la voluntad y de la actitud de un gran líder. Sé como administrar un drakkar...pero no es lo mismo que el destino de un pueblo.

Acto seguido, me siento en unos de los bancos con pieles, pensativo.

-Para nada estoy de acuerdo contigo mi buen Oled... Puedo afirmar que serias un muy buen jefe, hombres de mar somos todos, así como de la guerra. Y si no deseas el titulo lo respeto. Pero siempre seras de vital importancia y eso todos lo sabemos, solo contigo puedo dormir tranquilo al navegar por el vasto mar. No existen grandes serpientes que puedan atrapar el navío del gran Oled Mjöksiglandi-

Asiento agradecido ante las buenas palabras de Hildorf, pero no llego a decir nada. Me quedo mirando a Erik y Vigdis, esperando su intervención.

 Erik se levanta, mirando a la concurrencia, con atención.

 - Por mi lado, de forma similar a ti, Oled, soy hombre poco dado al ordenar a hombres, conozco los secretos de las sendas y las montañas, y soy diestro en cazar hombres, por ese motivo en un principio no pretendía el título de líder del clan.- Hace una pausa.- Pero en este clan está mi familia, mis hijas, y no tengo la menor intención que fallezcan por culpa d eun lider beligerante e inconsciente. Si alguien que se ajuste a lo que creo que tendría que ser un líder, le cederé gustoso el título, sinó, lucharé por él.

-Pues yo no quiero ser líder. Ya he defendido mi supremacía en el campod e batalla y no deseo paa nada tener que aguantar todas los tediosos quehaceres de jefe. Sin embargo, dadme un enemigo, un hacha ye spacio para blandirla y estaré ahí. Acataré las decisiones del jefe, pero en la guerra, tan sólo del propio Odín aceptaré. He dicho.

Se cruza de brazos. Al ver que así no puede beber, se descruza y coge el cuerno, que apura a grandes tragos.

Orgulloso de ver como los hombres que hace un rato no podían hacer otra cosa mas que pelear, comienzan a hablar de forma tranquila, unos con los otros Hildolfr toma nuevamente su cuerno y espera a que la esclava lo llene.
-Esta vez no necesito explayarme demasiado... solo tengo para deciros Salud por vosotros Bræðr!!!!-