Partida Rol por web

Más allá de las frías y brumosas montañas

Escena 2: Sobre la montaña y bajo la montaña

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18/08/2022, 21:58
Narrador

Mirando hacia adelante, veis que el camino serpentea por las laderas de las montañas, que aún son más altas al este. Pequeños valles se abren ante vosotros al rodear una cumbre, siendo estas vistas magníficas. Poca gente puede describir estos bellos paisajes, dado que muy poca gente campa por estos lares hoy en día...

Notas de juego

Estáis ascendiendo por las laderas de las Montañas Nubladas, así que la velocidad se reduce a la mitad: 30 km al día. Estáis cerca del Cruce 4 (C4). Ahora no se puede ir a cazar ni a buscar hierbas, vais por senderos muy estrechos y peligrosos.

El guía, que haga la tirada de 2d6 para ver si hay encuentros.

Habéis obtenido bastante información de los gnomos. No todos los encuentros pueden ser malos, jejejeje.

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19/08/2022, 09:25
Rilwen

Tras la historia de los amables hermanos, ganas no le faltaban a Rilwen de entrar es esa arboleda, si es que daban con ella. Aunque el fututo es algo incierto, y el saberlo podría ser una dura carga que le amargase el presente. En fin, no es fácil que aparezca a nuestro paso, pensó, o si quien sabe, el camino lo dirá.

Continuaron la marcha, tras despedirse efusivamente de quienes tan bien les habían tratado, sintiendo remordimientos por el recelo que en un principio le dieron. Un recordatorio de que aun quedaba buena gente en el mundo, y que podrían encontrarse en los lugares más inesperados.

La marcha por aquellos estrechos senderos, era peligrosa, pero al mismo tiempo les ofrecía un paisaje de gran belleza, y salvaje, eran pocas las personas que se aventuraban en aquellos días por esos caminos. También se hacía dura, por las estrecheces de algunos pasos y por la constante pendiente. Pero el día fue pasando de forma amena, agradecidos del buen tiempo que tenían. 

- Tiradas (1)
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20/08/2022, 18:30
Gláin

Sentía cierta pena por abandonar a sus amables anfitriones. Si no hubiera sido por ellos a esas horas estarían malheridos o, mucho peor, muertos. Pero gracias a ellos, y al brillante cielo azul, el humor de Gláin había mejorado en comparación con los días anteriores.

Sin embargo aún les quedaba un largo camino. Largo y difícil ya que la ascensión se iba complicando por la estrechez de los caminos. En más de una ocasion Gláin prefirió bajarse del poni para que el pobre animal no tuviera problemas con tanto peso; si tropezaba con una piedra o pisaba de mala manera de nada le serviría y habría que deshacerse de él, algo que el enano no deseaba ya que empezaba a acostumbrarse a ir en su montura y le había cogido cariño.

Aunque a veces le costaba respirar y que los lugares tan altos no eran sus preferidos, Gláin tuvo que reconocer que los paisajes eran dignos de ver. La claridad del dia le daba una luz muy especial a tanta belleza y alegraba el corazón del enano. Se sentía nuevo y preparado para lo que el futuro les fuera a deparar; sin embargo, no dejaba de darle vueltas a toda la historia que los gnomos les habían contado, en especial al robledal y el oráculo que lo habitaba. Por el bien de todos, el enano esperaba no encontrarse con él.

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21/08/2022, 00:44
Lily Pulgarverde

Aunque me he despedido de los amables gnomos con una sonrisa aún me siento mal por haber dudado de ellos con tanta convicción. Incluso pasé horas empuñando el cuchillo con unas intenciones que me sorprende pensar de mí misma. ¿Qué ha sido de la inocente Lily que pasaba las horas pintando en Bree? A penas me reconozco, y eso despierta en mi un temor extraño que no me deja disfrutar de los paisajes de la ruta del viaje como hubiese sido lo habitual en mí. Los contempló en silencio, con una mirada melancólica en algunos momentos. Me pregunto si mi padre también siguió esta ruta en su viaje hacia... su destino. Quizá esté sea también mi viaje hacia mi destino. Pero para mí fortuna viajo con buenos amigos, sin duda la fortuna me sonríe. Aún así no puedo evitar suspirar con melancolía mientras oteo el paisaje pensando en las historias de ese Robledal... Quizá se nos aparezca como contaron los gnomos que puede ocurrir. Si eso ocurre, si el Robledal aparece, quizá mis migoa cambien de opinión y se decidan a entrar. La magia que parece costodiar podría sernos muy útil para nuestros objetivos....

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21/08/2022, 17:29
Gallind

Una vez más en el camino. Al menos esta vez con un espléndido sol. El encuentro con los gnomos seguía siendo raro y benevolente a partes iguales, pero en el fondo eso a Gallind no lo molestaba. Su instinto natural para ver en los demás malas intenciones lo alejaron de cualquier sospecha, sin embargo a algunos de sus compañeros les veía cara de preocupación. Pensó en levantarles el ánimo, pero si esa hermosa vista no lo había hecho ya sería mejor que guardárase silencio. 

El resto del trayecto lo entretuvo especulando sobre aquel lugar. ¿Sería verdad? Y más importante aún ¿Se toparían con él? Todas preguntas de difícil resolución. Solo quedaba avanzar y ganar la alta montaña, el destino tenía aún misterios para el grupo y solo el paso del tiempo los revelaría. 

Ya por último, echó un vistazo a los paisajes. Miró al hermoso cielo, hacia los valles, hacia el sendero detrás del grupo también y hacia las cimas de las montañas al este. Simas, altas, inmensas. Se preguntaba si serían capaces de cruzarlas. Por supuesto que con los mapas y concejos obtenidos en Rivendell sería posible. De lo contrario estarían perdidos y varados, deambulando por todos estos estrechos caminos. 

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21/08/2022, 21:54
Narrador

El día se hizo largo, dadas las dificultades para seguir por el sendero. La altura y el poco oxígeno hacían que algunas os marearais cada poco tiempo, teniendo que hacer varios altos en el camino. Aunque el clima os acompañaba de momento, no pudisteis avanzar todo lo que os hubiera gustado. Según vuestros cálculos, al final del día deberíais llegar al cruce de caminos, donde deberíais elegir nueva ruta. Según el mapa, el Paso Alto estaba más al norte, ascendiendo más y más hacia las montañas. Las horas pasaron sin ningún contratiempo, pero el cruce no aparecía tras cada recodo que cruzabais. Solo estaba de nuevo el sendero, serpenteando las cumbres. Pocos árboles veíais por los alrededores, así como animales salvajes. En el cielo azul, algunas nubes van apareciendo, guiadas por un frío viento que sopla desde el noreste.

Llegado casi el anochecer, veis como las montañas se van estrechando y ganando en altura, hasta perderse entre unas algodonosas y grisáceas nubes que amenazan con tormenta. Un aire gélido y plomizo se os adhiere, astillando y perfundiendo vuestros huesos, siendo el preludio de la espesez de una arboleda que comienza a cercaros. El sendero se adentra en aquel paraje, perdiéndose en las sombras del interior. Avanzáis con cuidado, dado que aquí pueden ocultarse peligros que no veríais hasta que fuera demasiado tarde para actuar.

Intrincadas ramas cubiertas de polvo, restos de cortezas y musgo se entremezclan, su naturaleza es compacta y a la vez indiferenciada, la forma en la que se entrelazan unas copas con otras hace que el conjunto conforme una peculiar techumbre que deja atrás la visión de las nubes, y que es similar al de una telaraña llena de polvo estelar, pues la luz que se filtra hace que las copas parezcan en ocasiones ligeramente irisadas y facetadas.

El graznido de un cuervo se extiende al otro lado de las copas, sobre las escarpadas montañas; su sombra se puede intuir si alzáis la vista en dirección al sonido que ha provocado. Las imponentes formaciones rocosas le devuelven el eco; sin embargo, el sonido que escucháis no es el de un animal, si no el del primer llanto de un niño al venir a este mundo. El ave vuelve a emitir un segundo graznido, pero esta vez la respuesta procede desde el interior del bosque. El eco os trae de vuelta el sonido de un alma cuando abandona el cuerpo. Tras esto, se abre paso el silencio, y el cuervo os sobrepasa hasta que su leve sombra deja de ser perceptible sobre la tupida vegetación.

El entorno en el que os internáis cada vez más posee indicios de no haber sido transitado desde tiempos inmemoriales. Si alguien quisiese recorrer vuestros pasos en su interior no encontraría señal alguna de vuestra presencia, pues el suelo que pisáis al cabo de un tiempo engulle las huellas revirtiendo a su estado original, de tal manera que es imposible deducir si algún viajero ha transitado antes por este lugar. Además, caéis en la cuenta de que a cierta altura habéis dejado de escuchar sonido alguno más allá de vuestros propios pasos; este lugar también los absorbe y amortigua, incluso no habiendo un rastro. Si algún otro viajero elevase su voz desde las profundidades, no le podríais escuchar. Algo os hace seguir adentrándoos más y más, como si estuvierais en un sueño despiertos.

Los troncos de los árboles que ahora os rodean han sido marcados con lo que parecen restos de vísceras, sangre reseca y ennegrecida, y un extraño fluido purulento, entre dorado y verduzco, adherido a unas marcas realizadas sobre las cortezas. Estas marcas y manchas se extienden siguiendo un patrón repetitivo, evidenciando que se ha gestado un sacrificio para alimentar a una entidad mayor. La forma en que están dispuestas las marcas sobre este área es muy burda, no responde a ningún lenguaje conocido, si no a algo mucho más visceral y atávico.

Las hojas de los árboles en esta zona tampoco se agitan, el viento y los palpitantes rayos que atravesaban las nubes sombrías cuando os introdujisteis se han desvanecido, inspirando una sensación vacua en el interior del lugar. Sin embargo, una lóbrega luz cuya fuente os es imposible dilucidar se suspende en derredor permitiéndoos seguir vislumbrando el interior. Los escasos pájaros que veis temen posarse en las ramas de estos árboles sacralizados, lo mismo que cualquier bestia que pudiera rondar el lugar, teme ocultarse entre los recovecos que se abren en algunas de sus cortezas, visiblemente carcomidas. No son su hogar, ni su guarida, ni anidan en este lugar.

En cierto momento del trayecto observáis que hay una serie de piedras de al menos un metro de alto. Están retorcidas, agonizan desfiguradas y arrugadas en posiciones imposibles, no atienden a la forma que tendría un canto rodado, ni a ninguna de las piedras que os podríais haber encontrado en los alrededores. Todas ellas están dispuestas conformando un círculo de varios metros de diámetro. El mismo moho y palidez que cubre los árboles medio podridos de este área se extiende también a las rocas, causando cierto estupor. En el centro del círculo pétreo el resplandor ha claudicado a la oscuridad, y parece no adentrarse más allá; no obstante, conseguís percibir la silueta de una pequeña figura encorvada en su centro, de no más de un par de palmos de alto. Ésta empieza a contorsionarse con un crujir de huesos y de músculos tensados hasta adquirir la altura de un niño, el cual abre la boca y expulsa un graznido hacia el cielo, provocando una respuesta en el entorno: las hojas, antes quedas, se agitan y reverencian con violencia, el tupido velo vegetal de polvo, hojas y musgo que ejercía de espesa techumbre nublando el cielo restalla como un manto estelar y comienza a ondear sobre vuestras cabezas.

Tras esto, escucháis el sonido que se produce al aspirar el aire con movimientos cortos y reiterativos. El niño está arrugando su nariz para olfatearos desde la oscuridad, como si con ello quisiera percibir vuestros contornos para reconoceros. De nuevo se abre el silencio, la oscuridad del círculo pétreo se deshace bajo las estelas que surgen y se mueven al ondear la techumbre vegetal, permitiéndoos observar con mayor detenimiento su figura. El niño está lleno de harapos y restos de rastrojos, su piel parece tener la cualidad de un reflejo, sobre las áreas que se ven al descubierto entre sus raídos ropajes se pueden intuir todas las formas integradas y borrosas, son manchurrones difusos. Sus párpados se mueven ejerciendo el movimiento vago e inconsciente de un pestañeo. Al hacerlo os dais cuenta de que sus cuencas están vacías.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Montañas Nubladas (2951 TE). Está anocheciendo y el tiempo está volviendo a cambiar. El viento del noreste viene frío.

Gallind recibe 1 PX por postear y tiene un total de 1723 PX.

Gláin gana 1 PX por postear y tiene un total de 1455 PX.

Lily gana 1 PX por postear y tiene un total de 1513 PX.

Rilwen gana 1 PX por postear y tiene un total de 1763 PX.

Tatharina gana 0 PX por no postear y tiene un total de 1357 PX.

Tolman gana 0 PX por no postear y tiene un total de 1481 PX.

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21/08/2022, 22:31
Ser del robledal sin nombre

-"¿Habéis venido a jugar?" Os pregunta ladeando la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja.

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22/08/2022, 07:01
Gallind

Tras atravesar una arbolera en mitad del camino y contemplar como sus huellas son borradas a cada paso Gallind se queda estupefacto ante la criatura. Todo el lugar le parece artificial. Más aún sabiendo que estaban en mitad de una montaña. Se queda callado, esperando la reacción de sus compañeros mientras piensa en que respuesta pueden darle a la sinuosa criatura. 

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22/08/2022, 11:01
Lily Pulgarverde

Está claro que es una especie de trampa. A pesar de lo siniestro del paraje y lo horroroso de todo cuanto nos rodea me aferro al calor de mi propio corazón. Este lugar es un desafío que no se supera a golpe de espada o por la fuerza de un brazo. Siento que puede ser justo el tipo de amenaza en que mis amigos pueden necesitar que les ayude y deje de ser sólo una carga en este largo viaje. A pesar de que me esfuerzo en no sentir temor mi lengua parece pastosa y noto amargo el cielo de la boca cuando respondo con voz titubeante a la figura del niño de ojos vacíos. Trago saliva antes de hablar.

- ¿jugar? siempre estoy dispuesta para un juego, pero... ¿no deberías explicarnos las reglas de tu juego para que sea justo y divertido?- me doy cuenta que he alzado la voz para responder y aún así me tiembla ligeramente. Cierro los puños con fuerza sin acercarme más al círculo de piedras para darme ánimo. - Dinos pues, ¿ qué hay en juego en este lugar que habitas?

Presiento que me va a ser necesaria toda la sensatez y astucia que sea capaz de reunir, así que respiro hondo para ganar confianza y analizar la respuesta del espíritu que se nos ha aparecido. No dudo que desea nuestro mal, pero parece que no puede simplemente hacernos daño, así que habrá que seguirle el juego hasta ver qué peligro hay.

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22/08/2022, 11:47
Rilwen

El día, a pesar del buen tiempo, fue más duro de lo que pensaba, siempre ascendiendo, caminos estrechos, frío y una creciente falta de aire. Todo ello hizo que las horas pasasen, sin hacer grandes avances. Hasta que de pronto, tras pasar por muchos altos lugares en los que apenas se divisaban árboles, debido a la rigidez del clima en las montañas, llegaron hasta una espesa arboleda. A Rilwen le encantaban los árboles, en los bosques se sentía como en casa, pero aquella arboleda era muy extraña, diferente a todo lo que había visto.

Le llamaron poderosamente la atención, los extraños rituales que habían tenido lugar en algunos de aquellos árboles, así como aquel círculo de piedras, en cuyo centro surgió ante sus ojos aquella extraña criatura. ¿Jugar? ¿Qué era aquello? Pensó con cuidado, antes de hablar. Lily se la adelantó, formulando importantes cuestiones, pero había algunas otras cosas que a ella le gustaría saber.

-¿Podrías decirnos quien eres? ¿Y qué es este lugar? Veo que es un lugar muy antiguo en el que se han desarrollado extraños ritos.- No entendía que podía pretender de ellos, pero le daba la sensación de que estaban frente a un enorme peligro y que deberían ir con mucho cuidado, para tratar de evitar salir muy mal parados.- Y si puedes explícanos ese juego, ya que tan solo somos viajeros, que de pronto nos hemos encontrado con este lugar.-

 

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22/08/2022, 12:31
Tatharina

Según avanzo por la inesperada arboleda, una sensación opresiva invade mi espíritu. La atmosfera está viciada y todo está demasiado tranquilo, casi parece más una tumba que un bosque. Al tiempo me doy cuenta de que nuestros pasos se desdibujan en la distancia y que cuesta entender aquello que dicen mis compañeros a poco que se alejan de mí. Ahora sí que estoy preocupada. Agarro mi bastón con fuerza mientras con la otra mano tiro del poni que avanza a regañadientes.

Cuando llegamos a lo que parece el corazón de esta pesadilla, una escultura monolítica a quien sabe que deidad, un niño monstruoso aparece para recibirnos. Aparentemente nuestra presencia le divierte. En ese momento recuerdo las palabras de los gnomos. ¿Y si este es el oráculo del que hablaban? ¿Significará eso que si ganamos el juego podría revelarme más sobre mi familia? Creo recordar que Draimmer aseguraba que ya se habían dado casos. Expectante, miro a los rostros de mis compañeros, pero para cuando me quiero dar cuenta, mujeres más valientes que yo ya han alzado la voz. Espero las instrucciones del oráculo y rezo por no salir mal parada de todo esto.

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24/08/2022, 16:42
Gláin

La falta de aire que había estado sintiendo a medida que ascendían por el camino no fue nada comparable con el espectáculo que se apareció ante ellos. Aquella arboleda dejaba mudo y sin respiración a Gláin; al igual que lo dejaba estupefacto y atemorizado. A medida que se adentraba bajo el polvoriento manto de hojas, el enano sentía el peso del mundo y de las eras sobre él.

Apenas se atrevía a respirar, temiendo alterar el silencio de aquel lugar, abrumado por los restos de sacrificios que encontraron y por los incontables siglos que recorrían desde las raíces a las ramas más altas de los árboles.

Miraba a todas partes con desconfianza y frunció el ceño ante el círculo de inconcebibles formas y el ser, casi un infante, que los esperaba. Llanto de un recién nacido y último aliento de un moribundo… Esos eran los sonidos que había escuchado mientras se adentraban en el bosque.

Los relatos que había escuchado a los gnomos sobre el oráculo del robledal acudieron de golpe a la mente de Gláin. Convencido de que se habían encontrado con aquel que él no deseaba encontrar, el enano permaneció mudo ante la pregunta que el ser les formuló. Y más se arrugó su ceño ante la respuesta de Lily.

No quería estar allí, delante de un ser que podía traer el más espantoso de los sufrimientos pues intentar conocer el futuro de una vida era una auténtica insensatez. Si por Gláin fuera, azuzaría a su montura para escapar de la sombra de aquellos árboles cuanto más lejos mejor.

Pero no podía moverse, extrañamente curioso por la respuesta que aquel sonriente ser pudiera dar.

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24/08/2022, 22:25
Ser del robledal sin nombre

-"Los niños del destino que vienen a jugar se enredan en los hilos del lenguaje, así es como estrangulan su inocencia. No aman el sonido de la luz en la hora estéril, no atienden al color del tiempo en una ruina olvidada, no perciben el tacto vertebrador de un desenlace. Los niños del destino que vienen a jugar no comprenden, las preguntas les han dejado ciegos." Os responde apoyando sus pequeños dedos índices sobre sus ojeras tirando ligeramente hacia abajo, en un gesto travieso para enfatizar unas cuencas ausentes de orbes.

El pequeño guarda silencio un instante y acto seguido expulsa una risa cristalina que reverbera y se extiende hasta vuestros oídos. Al rozarlos, todo alrededor se nubla despertando en vosotros un recuerdo sepultado en vuestra memoria hasta entonces vedado: Un rostro maternal y unos brazos que os acogen. La primera persona que visteis al venir a este mundo entre llantos. El recuerdo dura un instante y se difumina dejando impregnada una sensación de seguridad, abrigo y calidez. Las copas de los árboles se agitan como un arrullo, recordando una lejana y dulce canción de cuna.

El niño repite la melodía desde el círculo pétreo y acto seguido se deshace en miles de haces dorados, como un pan crujiente de mil soles, conformando una bandada de aves áureas que emprende el vuelo hacia las copas.

-"La jaula se ha vuelto pájaro y ha echado a volar. La última inocencia estalló. Ahora es nunca, o jamás, o simplemente fue..." escucháis susurrar con un tono infantil.

Tras dar seis vueltas completas alrededor del círculo rozando las copas, la bandada se fusiona en el mismo centro. Las formas se reintegran entre graznidos y el mismo crujir de huesos que escucháisteis a vuestra llegada, dando lugar a un escuálido anciano de piel cetrina, barba luenga, harapos y rastrojos, piel sobre huesos y las inconfundibles cuencas vacías. Es la última edad del niño que habéis visto hace unos instantes, apenas le quedan fuerzas para sostenerse en pié, respira con dificultad, su boca está seca y pastosa, pareciera que su alma se resiste a lo inevitable.

-"Tantas ánimas han aullado a la muerte y sonreído detrás del viento a mis delirios. Tantas han desnudado sus manos, aquí, donde la muerte enseña a vivir a los muertos."

Las rocas que le rodean comienzan a exhudar un líquido dorado por toda su superficie. Cuando el anciano inhala, se hinchan ligeramente, cuando el anciano exhala el aire, se contraen con la misma gravedad, acompasándo su frágil respiración. Este se gira y con pasos tambaleantes y extremadamente lentos, como un amanecer, toca cada una de ellas impregnándose la diestra con el líquido secretado. Al hacerlo las rocas tiemblan y se deshacen conformando dunas de arena.

-"La piedra funesta ha de caer, rompiendo el velo que separa la vida de la muerte. Es la hora del vacío no vacío, es el instante de poner cerrojo a los labios, de contemplar cada uno de vuestros nombres, cada una de vuestras vidas suspendidas en la nada."

En un instante su respiración se corta y eleva su mirada hueca hacia el cielo, las copas le responden y se entrelazan conformando un velo, observáis todo el firmamento sobre vuestras cabezas, girando como un vórtice extasiado. El anciano introduce sus dedos en las cuencas, llenándolas con el dorado líquido. Presiona y suelta un alarido que hace temblar todo el área, las estrellas caen como una lluvia. Jamás habéis escuchado pena más honda, como si llevase sobre sus hombros todo el peso de cada ser viviente del pasado, el presente y el futuro. Sus manos descienden y quedan flácidas a los lados de su escuálido cuerpo, las copas se han oscurecido, ya no reflejan ningún brillo, su boca abierta y sus cuencas vacías apuntan hacia el cielo. A pesar de no tener ojos, os fijáis en que es capaz de llorar. Una secreción silente, translucida y brillante forma sendos regueros sobre su rostro.

-"He consumado mi vida en un instante. El principio ha dado a luz el final, todo es una continua metamorfosis, todo es un eterno retorno, todo cambia para que todo siga igual, el interés interesado, las preguntas de hito en hito, las gesticulaciones que remedan a lo irreconciliable, los pares de opuestos. Todo continuará igual, y aún así los brazos de la vida insisten, insisten en abrazar el mundo en todas sus formas, en continuar la danza de las estaciones, porque aún no les enseñaron que ya es demasiado tarde. ¡Arrojad los féretros de la sangre derramada!".

El anciano desciende su mirada vacua y extiende la palma de su mano derecha hacia vosotros de la cual brota un reguero de sangre. Las gotas caen con la misma cadencia que los granos de arena en un reloj. Al extender su palma izquierda, veis en su interior la apertura de una flor rojiza, se abre, se extiende esplendorosa y comienza a marchitarse.

-"Las flores morirán en mis manos, porque la danza salvaje de la alegría les destruirá el corazón. Recuerdo las negras mañanas de sol, cuando era niño, es decir, ayer, es decir, hace siglos. La jaula se ha vuelto pájaro y ha devorado mis esperanzas".

En ese instante tenéis una revelación: Este ser os está hablando de su orígen. Ha sido condenado, exiliado de su lugar de pertenencia en el firmamento. Ha representado delante de vosotros su propia caída. Su condena se circunscribe al propio destino de los seres que habitan la tierra. Una servidumbre perpetuada hasta que el tiempo deje de ser tiempo, hasta pronunciarse el último sonido, aquel que emita la última de las almas al abandonar su cuerpo. Solo entonces regresará a su lugar de partida.

-"Cuando llegue el ocaso reventaré como un manto estelar, cuando se cierre el ciclo, me habré reintegrado dentro de él y mi función habrá tocado a su fin. Venid, hijos del destino, venid y tomad lo que os corresponde. Cruzaréis este umbral cuando se haya sometido al menos la mitad". Os indica.

Notas de juego

El oráculo os conmina a tomar una visión. Mínimo tres de vosotros deberéis someteros a su rito para poder salir del robledal sin nombre. Quienes aceptéis, dejad vuestras monturas y atravesad el círculo conformado por las arenas del tiempo.


Robledal sin nombre (2951 TE). Clima y hora indeterminados.

Gallind recibe 1 PX por postear y tiene un total de 1724 PX.

Gláin gana 1 PX por postear y tiene un total de 1456 PX.

Lily gana 1 PX por postear y tiene un total de 1514 PX.

Rilwen gana 1 PX por postear y tiene un total de 1764 PX.

Tatharina gana 1 PX por postear y tiene un total de 1358 PX.

Tolman gana 0 PX por no postear y tiene un total de 1481 PX.

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25/08/2022, 12:25
Lily Pulgarverde

Siento una enorme pena y tristeza por este ser al que no logro entender. Pero en mi pecho siento una opresión en el corazón tal que apenas  consigo no romper a llorar al presentir su hondo sufrimiento. Aún estoy boquiabierta cuando desciendo de mi montura deslizando mi peso a un lado y dejándome caer. Me limpio los ojos húmedos porque nublan mi visión unas incipientes lágrimas que no sé de dónde han salido. Contemplo mis pies desnudos sobre el suelo de este lugar extraño y los siento ligeramente entumecidos cuando camino despacio hacia el interior del círculo de rocas. Tengo la sensación de avanzar muy despacio sintiendo el aire rozando mi piel y moviendo mi cabello. Cabizbaja, ocultando una lágrima perdida que cae por mi sonrojada mejilla, cruzo la línea imaginaria que dibujan las piedras en círculo alrededor de esta extraña criatura. Contengo el aliento y me preparo esperando el siguiente prodigio que estoy segura va a ocurrir...

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25/08/2022, 12:46
Rilwen

No comprendió todo lo que presencio, muchos detalles se le escapaban, pero si lo principal de la historia. Una criatura de otro mundo había ido a parar al suyo, y anhelaba a los suyos. No había venido con la intención de tener visiones de su futuro, peligrosa cosa que podría complicarle la vida. Pero en el ambiente que se creo y en aquella sensación de angustia y pérdida, se decidió a someterse al ritual, tenían que hacerlo varios, y no veía porque ella no se iba a ofrecer para algo que les permitiría continuar su viaje.

El futuro y las visiones de este son algo con lo que no quería jugar, pero era necesario participar en aquel ritual. Reunió fuerzas, sereno su mente y con pasos gráciles se interno en el círculo, aproximándose a aquella extraña y triste criatura procedente de otro mundo.

Guardo silencio, mientras esperaba dentro del círculo, cerca de Lily que no había pedido tiempo en entrar, necesitaban que al menos otro de sus amigos entrasen para el ritual. 

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28/08/2022, 17:47
Gallind

Comprendía también que el grupo debía someterse a interrogación. - ¿Es este el juego del que ha hablado? - Miró a su alrededor. Primero al enano, parecía meditabundo. Luego a Tolman, ausente desde que entraran en el extraño bosque. Por último a la agradable Tatharina, silenciosa como siempre. Suspiró. - No quiero saber. - Dijo y abandonó la montura. Caminó recto, serio, callado. - Si he de descubrir algo será por mi suerte y por el destino, sin recurrir a los mensajes que anticipados quieran dárseme. - Observó con ahínco la valentía de las dos muchachas que ya habían ingresado al círculo. -  Sin embargo, si alguien más ha de participar, ese seré yo. - Continúo su silenciosa marcha hasta cruzar la invisible franja entre el grupo y el ritual. Sometiéndose al criterio de las arenas, de las eras y el destino. 

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28/08/2022, 18:08
Gláin

Gláin se sentía desconcertado ante aquel ser. Fue la mezcla de emociones y sensaciones que experimentó a medida que el niño, el anciano, el ser en medio de las rocas hablaba lo que más turbó al enano. En sus viajes había visto muchas cosas pero nada comparado con lo que estaba presenciando en aquel vetusto bosque.

No entendía muy bien lo que el ser hablaba; para él eran palabras demasiado enigmáticas como para tener algún sentido. Pero sí se dejó llevar por la sensación de calma y seguridad al principio y por la inmensa tristeza después. Aún así, Gláin era incapaz de sentirse cómodo en aquel lugar. Era un enano y todo lo que tuviera que ver con magia o misterios insondables eran demasiado para él.

Vio con pasmo como Lily primero y después Rilwen aceptaban el reto que el ser les proponía. Aquello era muy peligroso y Gláin dudaba que tuviera un final feliz. Quería advertirles, que no se dejaran arrastrar por sus anhelos, por sus ilusiones, pero fue incapaz de que las palabras salieran de su garganta. Tampoco se movió del sitio, ni descabalgó de su montura, simplemente se mantuvo expectante ante lo que fuera a ocurrir, preguntándose si él debería dar aquel paso también. Quizás no hacerlo por él mismo sino como protección hacia sus dos compañeras.

Pero antes tan siquiera de tomar una decisión, Gallind se adelantó para unirse a las dos muchachas. Un fuego creció en el interior del enano; el orgullo lo hizo moverse por fin y, desmontando del animal, también se adentró con paso seguro en el círculo de piedras. Ah, no... No voy a permitir que se diga de mí que soy un cobarde.

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28/08/2022, 22:18
Ser del robledal sin nombre

Cuando Gláin se interna en el círculo, el ser alza sus palmas en vuestra dirección. Al hacerlo las arenas del tiempo comienzan a danzar conformando una cúpula que os envuelve y os aisla, cubriendo todo en derredor. Esta fina arena, que otrora conformaba las rocas tiene un cáriz centelleante. Cualquiera que osase atravesarla, salir o entrar estando en movimiento, acabaría sesgado por la fina y filosa materia de esta arena, cuya dureza es aún mayor que la del mismo mithril.

El anciano cubre el vacío de sus cuencas dejando caer grávidos sus arrugados párpados. Inspira y espira con la lentitud con que un río horadaría la tierra para abrirse paso. La arena cupular se encoge y extiende acompasando este sibilino hálito. La respiración se corta, y es en ese ínterin cuando escucháis de los labios del anciano una serie de vocablos expulsados con firmeza, secos y crujientes, a veces metálicos, punzantes o cristalinos, otras lánguidos y suaves, los pronuncia con diferente cadencia, gravedad y agudeza. Pertenecen a un idioma anterior al establecimeinto de las eras. La cúpula de las arenas del tiempo responde reproduciendo el idioma del crepitar de un fuego que se extiende, el crujir de un árbol doblegándose ante la insistencia del viento, el rumor de una tierra presionada bajo el yugo de unos pies y de unas aguas cuyo cauce de orígen se pierde en el silencio.

Los párpados que acortinan la vacua mirada de este ser se hinchan ligeramente durante este proceder. El anciano presiona con sus manos, con un gesto contraído de dolor. Un líquido tornasolado y denso se desliza sobre sus palmas, impregnándolas. Acto seguido se aproxima hacia cada uno de vosotros y realiza una serie de marcas sobre las palmas de vuestras manos y sobre vuestra frente. Percibís que al hacerlo, a pesar de tocaros con las yemas de los dedos, os ha generado unos cortes superficiales, cuyos límites rezuman un ligero y apenas perceptible fluido purulento. El líquido se ha abierto paso hacia vuestro interior. Estas marcas y las pequeñas pústulas os son familiares, son las mismas que mostraban los árboles del robledal.

Una quemazón y un zumbido persistentes comienzan a invadiros y a extenderse de forma insidiosa desde los lugares marcados. Miles de haces facetados y punzantes como agujas se desplazan desestructurando vuestro interior. Percuten sin descanso, notáis cómo se extienden, martilleando como lo haría la misma sangre impulsada por vuestro corazón alrededor de cada recoveco de vuestra anatomía. La intensidad es tal que incluso consigue ensordecer el movimento de las arenas del tiempo y nublaros la vista por momentos, os parece que os estáis deshaciendo, como lo hicieron las rocas que conformaban el círculo cuando el anciano las tocó. Comenzáis a sudar como ellas, un sudor que impregna toda vuestra superficie, acompañándose de una acuciante sed.

La intensidad del dolor llega a ser tan insostenible a medida que se expande, que abrís la boca para proferir un alarido anestesiante, sin embargo, lo que sale de ella no es vuestra propia voz, si no algo que habéis escuchado en boca de este ser hasta de tres formas distintas. El anciano toma la palabra, escucháis su voz abriéndose paso entre vuestras voces, sus palabras se gestan directamente en vuestras mentes:

-"Hay tres voces que no se pierden en el mundo, pero que tampoco se elevan en el firmamento: la voz de un hombre cuando su alma se va de este mundo; el llanto de un ser en el momento de su alumbramiento, y por último, el sonido de un ave cuando emprende el vuelo. Estas voces se desparraman y van por el aire de una punta hacia la otra. Esas voces se ocultan dentro de los recovecos de las paredes y de la tierra. Cuando un ser eleva su voz, despierta aquellas voces, y una voz despierta a otra voz. Este es un secreto que permanece oculto".

El sonido de estas voces se apaga junto con el dolor. Vuestro cuerpo está laxo, relajado y vuestra respiración, así como la cadencia inconmovible de vuestros corazones, es la misma que la del ser que se encuentra frente a vosotros. Las fronteras se están desdibujando, os habeis perdido, no sabéis quiénes sois, no os reconocéis.

Tras acabar, el anciano se coloca cerca de los límites de la titilante cúpula, junta sus palmas ceremoniosamente y las separa. A medida que lo hace, comprobáis cómo un vórtice negro se abre y amplifica en el centro del círculo rebosando agua cristalina, que refleja todo lo que tiene en derredor. La sed que sentís se vuelve aún más acuciante, notáis la lengua densa y pastosa y el interior de vuestra boca completamente caliza.

-"¡Suena y resuena la música de las esferas!. El canto de los astros y las constelaciones, el que conoce el origen más allá de los tiempos y vuelve de astros oscuros y apacibles, es el mismo que tomó el vientre de tu madre y lo tornó bajo tu forma. Es el mismo que ahora se escapa de tus manos y hace crujir a la hierba, a los árboles y a los matorrales, el mismo canto que ondula el arroyo y escribe con las aves el rumbo de los vuelos de la existencia. Vibrará la música del arroyo de la estrella para abrir el velo que nos ciega. En tí vive muriendo y naciendo cada día; de tus pies a tu vientre, a tu corazón, a tu mente; desde la impenetrable noche que te hiere los huesos hasta la claridad del fiel guardián de la victoria. Tiempo en el tiempo eres. Árbol de constante raíz en el poniente y frutos sobre el alba fraternal e infinita, frutos cercenados que se vuelven en contra. ¡Todo adviene de la fuente que se alza sobre los muertos para no volver jamás! Hasta el silencio es ella, estática y profunda, hasta la sangre es ella, hasta el mar es ella, hasta la misma muerte es ella".- exclama con una voz vehemente en aquel lenguaje ignoto con el que respondía la cúpula arenosa antes de marcaros, y que ahora sois capaces de comprender como si fuese vuestro, como una extensión más de cada uno de los árboles ritualizados que conforman robledal. El vigor con que las pronuncia no atiende a su ancianidad.

-"¿Cómo adentrarse en el secreto de todos los secretos?, bañarse en sus aguas...Los espejos son las puertas a través de las cuales la muerte viene y va. Si observas tu ser en un espejo, se ve a la muerte trabajando, como se observa a las abejas en una colmena, las aguas turbias se vuelven transparentes, sólo entonces se puede ver con claridad. Saciad vuestra sed, predestinados"-os pide inclinando sus manos hacia el vórtice acuoso.

Notas de juego

Haced una tirada de Destino (2d6 simple, sin nivel de dificultad) tras ingerir el agua del vórtice.

En este turno, al encontraros en un trance inducido, con indicar la acción y la tirada sería suficiente, pero si deseáis añadir alguna impresión más sobre el proceso, adelante.


Robledal sin nombre (2951 TE). Clima y hora indeterminados.

Gallind recibe 1 PX por postear y tiene un total de 1725 PX.

Gláin gana 1 PX por postear y tiene un total de 1457 PX.

Lily gana 1 PX por postear y tiene un total de 1515 PX.

Rilwen gana 1 PX por postear y tiene un total de 1765 PX.

Cargando editor
28/08/2022, 22:26
Narrador

Las dudas, la desconfianza o tal vez la incertidumbre con respecto a los riesgos asociados que supone el rito os paralizan al punto de quedaros en la retaguardia.

Cuando en una última pulsión os decidís a dar un paso al frente, más por el temor a lo que pudiera sucederle a vuestros compañeros que por el hecho de mirar cara a cara al propio destino, no llegáis a acceder, al descender de vuestras monturas observáis cómo el anciano alza las palmas en dirección a quienes han accedido a someterse voluntariamente al rito. Justo antes de que las arenas del tiempo comiencen a moverse en torno a ellos para desaparecer de vuestra vista, el anciano os sonríe de forma sibilina por última vez. En ese instante se adueña de vosotros un profundo y dulce sopor del que no podéis escapar.

Silencio y oscuridad.

Notas de juego

Haced una tirada de Inconsciencia (2d6 simple, sin nivel de dificultad). En este turno, con la tirada sería más que suficiente dado que se os induce un estado de sueño profundo, pero si deseáis añadir alguna impresión más, adelante.


Robledal sin nombre (2951 TE). Clima y hora indeterminados.

Tatharina gana 0 PX por no postear y tiene un total de 1358 PX.

Tolman gana 0 PX por no postear y tiene un total de 1481 PX.

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29/08/2022, 12:29
Rilwen

Tras entrar en el círculo, vio como primero Gallind, y mas tarde Glain se les unieron. Tras eso, todo cambio, la arena, el extraño ser. El dolor, intenso y completo, parecía como si la muerte estuviese disolviendo su cuerpo. Poco pudo entender o razonar, aquellos cambios ocupaban todo su ser y nada era posible excepto el sufrimiento. Una sed atroz se apodero de aquello que quedaba de ella, y como pudo se dirigió a tratar de calmarla. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Un 6, me he quedado en medio. Ni muy bajo ni muy alto.