Partida Rol por web

Señorita Menez, no sé cómo consigue que una ropa tan desagradable le siente tan bien. ¿Podría alcanzarme el cuaderno que está mirando Pickwell y devolverle este? Por favor,  es que todavía tengo este terrible dolor de cabeza.  Mientras habla se toca la herida de la cabeza. 

Mmmm, interesante según este escrito en el campamento de los alemanes se debería encontrar el resto del manuscrito de Poe, o eso o lo tiene la señorita Lexington a cambio de su ayuda.

Mientras dice esto estudia el resto de las marcas y el esfuerzo por realizar la traducción de los puntos de Williams.

Menez abrió los ojos como platos al escuchar hablar del resto del manuscrito de Poe. Eso sí que era interesante.

- Déjeme ver eso.- Le espetó a Sutton recuperando de nuevo los carpesanos.- No me pregunten cómo lo sé- Dijo en un tono de periodista que no revelaría jamás sus fuentes.- pero Lexinton ofreció su avión a los alemanes a cambio de algo.Su avión no podía alcanzar la altura necesaria para superar la cordillera y ella les cedió unas plazas en el suyo. No sé que era hasta ahora, pero me imagino que sería a cambio de ese texto desaparecido. Si es tan importante quizá debamos hacernos con él. Estoy harta de secretismos.

Maldita sea, esta expedicion tiene mas secretos que las anforas de la atlantida!! Aqui aparecen novedades como quien no quiere la cosa, y cada una peor o mas desconcertante.

Tim comenta en alto mientras trata de comprobar los daños en su mano. Se acerca al avion y mira en el botiquin del medico sui algo puede bajar la hinchazon o bloquear la posible hemorragia de la mano. Busca una venda y trata de entablillar sus dedos mas magullados.

Menez, si puede seguir ayudandome con esto, podre ser mas util y no molestar mas. Sus atenciones la verdad es que me estan ayudando en demasia, en este infierno polar. Creo que ademas de nuestro baile, una cena o un viaje tambien se lo puedo brindar, usted dira el destino.

Tras unos minutos atendiendo a sus heridas, escucha lo del libro y emocionado no puede evitar exclamar.

Si es cierto, ese libro vale su peso en oro, seria lo que nos falta para saber que diantres hay aqui de bverdad, si aun estan los antiguos en pleno en el planeta y si algo se cierne sobre nosotros que puede afectar a la estabilidad mundial. Es importante tener esa informacion, si esa arpia lo tiene, se lo sacaremos aunque sea a golpes.

En aquella Expedición Chester estaba descubriendo que el ser humano jamás dejaría de sorprenderle. Tenían el cadáver de un hombre allí al lado, al que una explosión había volado media cara y que después habían abatido a tiros, y nadie parecía darle mucha importancia.

En cambio, era escuchar un rumor acerca de la posible existencia de las páginas de un libro y entonces ¡todo el mundo se emocionaba y lo encontraban de lo más excitante! 

Pues él seguía más impresionado por el cadáver que por lo que pudiera haber escrito el señor Poe. Estuvo alerta a los comentarios de sus compañeros - y a la salud de Dominique - "hasta que Pooster dijo eso de seria lo que nos falta para saber que diantres hay aqui de verdad". Ah, para eso Chester tenía una respuesta.

Si queremos saber lo que hay aquí de verdad, lo único que tenemos que hacer es darnos un garbeo, señor Pooster; no nos hace falta leer lo que alguien haya escrito, que podria ser cierto o no; podemos comprobarlo con nuestros propios ojos en cuanto nos apetezca. Pero claro, ¿a quién le apetece? Ahora mismo, a mí no, eso desde luego. Y tampoco me parece que vayamos sobrados de voluntarios.

Dicho esto, Chester pareció recordar algo importante y salió del avión. Se dirigió hacia el cadáver del Traidor y empezó a buscar por sus bolsillos; quizás Dominique se había dejado algo importante, quién sabe...

...y con un poco de suerte encontraría lo que Realmente estaba buscando.

Cigarrillos.

Pues yo ire, si eso le parece bien, no temo a....ejem...oiga.....¿donde va hombre?..

Timothy observó como su comnpañero salia directo hacia el cadaver y penso que igual se trataba de algo importante.

Salio tras el , apostillando.

¿que? recuerda algo importante? tenia algun document....

Al ver como asia un par de cigarillos, se quedo quieto, con una mirada entre tristeza y asco,

Parecia que los placeres terrenales eran mas importnates que la supervivencia de la expedicion o el hecho de esta haciendo historia viva en cada minuto que pasaban aqui.

Sabia que no lo entenderia, el no ha visto lo que Tim ha visto, no entiende, es un necio a sus ojos.

Tras ello se calla y vuelve hacia la unica persona que le parece sensata y con los pies en la tierra, suu adorada Menez.

Ya esta de vuelta Pooster, bueno, acerqueme el botiquin del avion, esta a la derecha de la silla de la derecha en la cabina.

Le mirare la mano a ver que puedo hacer...vaya, la tiene bastante perjudicada. Espero no haberle hecho mucho daño, lo siento

Yo, por el momento, desde luego no iré a ningún lado - comentó Charlene, con tono de estar ya harta de todo - Revisaré esa documentación, por si puede darnos alguna pista. Mi alemán es bastante bueno y podría sacarse algo. Si me permiten... - añadió, tomando las anotaciones de manos de Sutton y de Pickwell.
 

Menez ojeaba a una velocidad pasmosa el texto recuperado pro Picwell. Los ojos se movían de un lado a otro dentro de las órbitas siguiendo la línea de cada párrafo. ninguna expresión de sorpresa apareció en su rostro cuando acabó de leerlo.

Chester tenía un paquete arrugado de cigarrillos, Menez y Charlene se pasaban hojas del texto que había señalado Sutton, Dominique hacía una cura primorosa a Pooster, con lazo y todo (la mano le seguía doliendo a rabiar, pero estaba muy bonito).

Los demás seguían con las tareas de organización y estiba. Había bastante material traído por Starkweaher, rocas y cosas por el estilo, que debían ser aseguradas para evitar daños. Moore permanecía ocioso mirando el cielo, como si esperara algo.

Había pasado cosa de una hora cuando, del lugar donde habían desaparecido Starkweater e hijo, se oyeron varios disparos y un grito lejano.

Moore pegó un brinco, aunque no parecía sorprendido.

¡Atentos al cielo! ¡Preparen el avión! Whitston, Menez, Field, Pickwell, Sutton, Pooster, Halperin, mirarán al cielo y seguirán con el avión lo que quiera que vean. Eliminen a todos los alienígenas si pueden. Saquen los rifles. ¡Muévanse! Los demás esperaremos aquí su regreso.

Los motores estaban calientes, los depósitos de combustible llenos. Chester estaba medio asfixiado tras fumarse medio cigarrillo con ansia.

¡Cof cof! ¡Mierda!

El grito de Moore hizo que Chester volviera a la realidad. Una vez Ménez había terminado con el manuscrito, Chester había sido el siguiente en pedírselo. Cuando Moore empezó a dar órdenes estaba tan concentrado en su cigarrillo y en los papeles de Poe que casi se le caen de las manos. Apenas había llegado a la mitad - tanto del pitillo como de los papeles - pero parecía que debería dejar ambas cosas para más adelante. 

Con una pena indescriptible descapulló el medio cigarrillo (no estaba la Antártida surtida de estancos como para ir desperdiciando tabaco así como así), volvió a guardar los papeles en la carpeta y se preparó para seguir las instrucciones de Moore. 

Viendo que el peligro les acechaba, cedió los papeles a Moore para que los metiera a buen recaudo, agarró uno de los fusiles que habían traído con ellos, se puso un puñado de munición en los bolsillos y subió al avión, preparado para darles su merecido a aquellos bichos voladores.

No os llevaréis a nadie más de esta expedición, malditos - cof - pajarracos.

Una vez repuesto del golpe y con relativa tranquilidad, Sutton cogió un rifle y una caja de munición y se situó en uno de los asientos al lado de la puerta, dispuesto a hacer pagar caro a cualquier "bicho" que se le pusiera a tiro. Mientras observó el cielo intentando descubrir qué era lo que había puesto tan nervioso a William. 

Los disparos sacaron de su ensimismamiento a Menez justo a tiempo para escuchar las palabras de Moore.

- Pero...- Empezaba a replicar, como no podía ser de otra manera. Sin embargo se reprimió y, con resignación, cargó otra bengala en la pistola de bengalas. Ella no era buena con los rifles y no se iba a poner ahora practicar tiro al plato.- Yo dispararé al cielo para que tengan luz. Entonces disparen sin piedad.

De una zona entre donde estaba la plaza y las montañas se elevaron dos formas lejanas. Parecían viajar por el aire una junto a otra y sostener entre las dos algo que se movía. Poco más se podía distinguir por el momento. De la trayectoria de los objetos (parecían tener forma ahusada) se deducía que iban a pasar más o menos cerca de la plaza.

Ahí están. Dios quiera que no se hayan llevado al muchacho.

Miró a la gente que entraba en el avión. Debería haber cuatro adultos, si el texto Dyer es correcto, pero si han encontrado un lugar seguro para reproducirse... debo recordarles que estos seres se reproducen por esporas. Imaginen la cantidad. La humanidad está en peligro. Rescaten a James y a Hirsch si pueden, pero diría que lo más importante es que se aseguren de que ningún carambolo queda con vida. La caverna donde estaban se cerró hace muchos millones de años: estos ejemplares no son los de las últimas épocas, decadentes. Son muy peligrosos.

Sin embargo, disparar a los seres voladores suponía la posibilidad de acertar a Starkweather. Pronto estarían a tiro. Miles, Larry y Ralph estaban dedicados a que los aviones estuvieran listos cuanto antes. Sykes no parecía dispuesto a arriesgarse a pegar un tiro a Starkweather, así que cedió su rifle mientras negaba levemente con la cabeza, apesadumbrado.