Partida Rol por web

Más vale una buena espada que un mal destierro (II)

II. La Primavera

Cargando editor
13/11/2014, 17:32
Sancho de Landarria

Et que una vez habiendo adentrádose en Echauri y luego en el bosque, íbais caminando entre rocas, árboles, matorrales y madrigueras de insectos y mamíferos arbóreos y de la tierra. La cacería iba ahora tranquila, y el bosque había sido invadido de cazadores por doquier. A vuestra izquierda y derecha, delante y detrás, cazadores y pastores caminaban acompañados de de cuchillos, garrotas, arcos y algún que otro rastrillo (que a falta de pan buenas eran migas). Había un buen ambiente, no por ello sin la competitividad fruto de las recompensas finales. Empero que el Barón rápidamente cabalgó hasta estar a vuestra altura, y desde la tal, sobre la bestia os habló.

Bueno, bueno, bueno... -os dijo sonriendo-. Ha salido un buen día para cazar, mas me preguntaba si sus mercedes son de aqueste corte de cazadores. A Natxo, que lo conozco algo más, sé que se le da mejor desfacer agravios, y apuesto a vos también. ¿Se manejan bien, señores?

El caballero Manuel Pérez os miraba detrás del barón con la ceja levantada, escuchando indiscretamente la conversación.

Cargando editor
14/11/2014, 00:28
Ladia De Taramundi.

- ¿Qué ocurre, esposo mío? - dije, con voz susurrante, con el fin de no ser escuchada por nadie más que por el propio Euxeo, tras recibir los codazos de éste.

Cargando editor
15/11/2014, 11:36
Natxo de Otazu

- No mal del todo. claro que ni mucho menos puedo considerarme como un experto en montes ni en bosques. Con el arco no soy especialmente hábil la verdad. Sin embargo la ballesta se me da mejor, aunque sin ser experto. Lo mío son como vos habéis dicho, deshacer agravios mediante la palabra siempre que se pueda y si no con la espada . Apuesto a que don Manuel se maneja bastante mejor que nosotros. ¿No es así?
 

Cargando editor
16/11/2014, 19:23
Diego de Zúñiga

Incliné la cabeza reconociendo con el gesto el buen ojo del Barón, que parescía haberse percatado de las nuestras limitaciones en la empresa que acometíamos.

- He de admitirvos, mi señor, que non soy el más ducho el arco o la ballesta, pues la mía experiencia hase desarrollado en mayor parte en los campos de batalla, et es por aquesto que el arma en que soy ducho es en la espada, et también en el escudo. Mas seguro estoy de que igual matan bestias los filos de acero que fázenlo las saetas.*

Sonreime ante la idea, convencido de que la mía bravura supliría de sobra otras cuestiones menores.

Notas de juego

* Salvo por el hecho de que estas vuelan hacia su objetivo, pero bueno, Diego no es hombre de sutilezas xD.

Cargando editor
17/11/2014, 12:00
Malena Bestregui

Asentí a Euxeo, et con aquesto despedime.

- Mejor será que acuda cuanto antes, non es menester importunar a la señora.

Dirigime entonces sin demora hacia las suyas estancias.

Cargando editor
17/11/2014, 12:01
Malena Bestregui
Sólo para el director

Sentíame yo nerviosa et también un tanto excitada ante el inesperado llamamiento. ¿Sería aquesta la ocasión tan largamente ansiada? A buen seguro, Diego quedaría satisfecho a su vuelta triunfal de la cacería. Imaginábale ya recobrada la suya fortuna, et yo sentada a su lado, en su feudo, como señora et consorte.

Cargando editor
18/11/2014, 12:18
Director

Euxeo y Ladia asintieron, quedándose ellos en el patio de armas mientras la bella Malena subía a la torre del Barón.

Cargando editor
18/11/2014, 12:19
Euxeo (Actuando de PNJ)

Euxeo entonces, una vez fuera de la vista de Malena, tomó a la su esposa de la mano y la hizo atravesar con ella el patio, hasta meterse en la torre oeste, donde estaba su alcoba. Una vez dentro, Euxeo se cercioró que la puerta estaba cerrada y que no había nadie por los pasillos. Todo era muy extraño.

Querida... -le dijo a Ladia-. Hay algo que no vos he contado, y es menester hacerlo. Que non he querido decíroslo por ser chismoso ni crear problemas a nadie, pues sólo soy simple pastor et que aquí hay muchos hombres que bien manejan los aceros... Veréis -Euxeo estaba serio-. Hace unos meses* vi de casualidad a Malena en un compromiso muy peligroso. Ella y el caballero Manuel entaron en la alcoba de éste, y, y... -no pudo contener la vergüenza-, y anduve escuchando tras la puerta, pues si bien mis ojos no podían creer lo que veían, debían oirlo mis oídos. Que yo creo que don Diego ama a Malena, et que también veo que don Manuel es hombre religioso hasta el máximo... Es un círculo de pasiones muy fuerte... Et ahora... -Euxeo resopló-, et ahora mira cómo ha mandado llamar la señora Ontatxu a Malena... No me da buena espina... ¿La habrá mandado llamar por tal asunto?

Notas de juego

*Te recuerdo que lleváis cinco meses con el Barón, y Euxeo se refiere a la anterior escena, cuando áun era invierno.

Cargando editor
18/11/2014, 12:28
Ontatxu de Bureskunde

¡TOC, TOC, TOC!

Llamaste a la puerta, y una dama de compañía abrió la misma. Ésta agachó un poco su cabeza y se apartó dejándote entrar. Aquella alcoba era la alcoba personal de don Sancho y doña Ontatxu, y ella estaba allí. Se encontraba revisando unas finísimas telas junto a una cuna de madera bien labrada y otra de sus criadas. Ésta le daba el parecer afirmativo en todo lo que la de Bureskunde íbale diciendo. Al verte, la esposa hizo salir a todas sus damas y la puerta se abrió. Lucía un embarazo muy pronunciado.

Hola Malena, ¡mirad! ¡Acercáos! ¡Mirad que tela! -te dijo con un estupendo estado de ánimo, como si fuérais amigas desde siempre (y es que algunas veces te había mandado llama en estos cinco meses de estancia, pero nunca había sido como tan cercana a tí)-. Posee un bordado de oro, ¿veis? Servirá para recubrir la colcha del bebé para su cuna. ¿No es genial? -lo cierto es que aquella tela azul era estupenda y muy bella-. Me enteré que algunas de mis criadas me aconsejan decorar la cuna con esta tela, pero luego hablan de que es horrible, como si yo misma no tuviera gusto alguno. Si hablan mal de mí... ¿te lo puedes creer? -el tono era entre divertido y sarcástico-. Y tú que opinas, ¿te crees lo que dicen... por ahí sobre mi gusto? -te habla mientras mantenía en alto la tela, observándola y sopesándola-.
 

Cargando editor
18/11/2014, 12:38
Sancho de Landarria

Bueno, no vos preocupéis -os dijo el Barón con su campechana risa y su buen ánimo-. Aquí hay muchos iguales que vosotros, buenos guerreros, pero que se las dan también de buenos cazadores -don Sancho, como era lógico en sus dominios, no se abstenía de decir lo que pensaba, aunque fuera de su propio séquito que incluso en esos momento caminaba cerca de vosotros. Hasta su montura pareció reir ante su comentario con un relincho muy acertado-. Et que al menos vosotros dos, señores, lo mencionáis y reconocéis. Cualquiera de los aldeanos que ahí enfrente véis -a muchas varas de distancia aún quedaba aún cazador o pastor rastreando cerca de vuestro paso- cazaría el doble de piezas sin arma alguna que otros con buenas espadas, en fin... -dijo afirmando su risa de nuevo-. Hoy es un gran día. No vos acaparo más -efectivamente, os estaba retrasando en la cacería-, ¡id y divertíos!

Et que así hicísteis, alejándoos un poco y acelerando el paso del lado del Barón, pues éste comenzó como a ignoraros (no a propósito), al ponerse a hablar con don Manuel y otros vasallos que iban cerca suyo.

Notas de juego

Comenzamos a resolver la cacería:

-Tirad por Conocimiento Animal (para buscar y localizar rastros en los lugares adecuados).
-Si la superáis tirad por Rastrear para seguir el rastro y otra de Sigilo para no alertarlo en caso de encontrarlo.

Cargando editor
18/11/2014, 15:25
Natxo de Otazu

El caballero se esforzaba, pero definitivamente lo de encontrar rastros no era lo suyo. Acostumbrado como estaba a llevar rastreadores y perros en sus cacerías, ahora que le tocaba buscar los rastros a él mismo, no sabía ni por donde empezar. Lo intentó por dos veces pero en ambas no fue capaz de distinguir huellas o ramas y hojas quebradas.

No obstante, no se desesperó, sino que se encogió de hombros y soltó una carcajada -¡ vaya vaya! A ver si vos tenéis más suerte Diego.

- Tiradas (2)
Cargando editor
19/11/2014, 13:44
Malena Bestregui

Fize reverencia a doña Bureskunde como correspondía a la mía condición, extrañada de su deferencia hacia mi persona. Examiné las telas como ella pedía, sonriendo con delicadeza.

- Son hermosas, mi señora. - díjele - E no doy yo crédito a la palabra de unas chismosas que a buen seguro no tienen nada mejor que hacer que mal fablar de vos. - incliné la cabeza - Estoy segura de que vuestro gusto es excelente en todos los ámbitos, mi señora.

Y con tal frase redoblé la doblez, pues si aquella era adoradora de quién yo sospechaba, bien hallaría el con ella congraciarme.

Cargando editor
19/11/2014, 13:51
Diego de Zúñiga

Miraba yo con desagrado entre los árboles, non habiendo idea alguna de en qué forma había de hallar los animales a los que cazar. ¿Acaso esas estúpidas bestias esperaban que yo las encontraran? ¿Non había sido dicho que tales seres habían de hallarse en el mundo para que el hombre los cazara?

- Paresceme a mi que creen las bestias que habemos de ir a por ellas, en vez de encarar el filo de nuestras espadas.

Miré en derredor, buscando algún siervo con el que pagar el pato de aquel fracaso.

- Tiradas (2)
Cargando editor
20/11/2014, 12:05
Ontatxu de Bureskunde

La de Bureskunde se acercó a tu rostro, y casi pegó su nariz contra la tuya. Inspeccionó tu mirada tras darle la tu respuesta.

Por supuesto -dijo-. Entonces se separó, puso en alto la tela y la colocó sobre la cuna. Por supuesto que esta tela será perfecta para nuestro hijo. Luego se quedó de pie, de espadas a ti, et que te habló de espaldas.

Me contaron las doncellas que a veces íbais a visitar mi montura -te espetó-. Habrás comprobado cuán malas pulgas tienes... Pero yo lo adoro. Es rápido y fiel. Muy fiel. Quizá tanto o más que algunos hombres et que algunas mujeres. ¿Cuán fiel sois vos, querida? -te dijo ahora girándose-. ¿No habéisme de decir quién habla tales rumores sobre mí? Apuesto a que a mi señor esposo no le hace gracia que alguien hable mal de mí, ¿no crees? Hablad, querida: hablad.

Notas de juego

Si tardo con lo de la cacería espara cuadrar tiempos.

Cargando editor
20/11/2014, 19:41
Natxo de Otazu

- No se nos da nada bien esto de ir tras los rastros -dice con una ancha sonrisa. -de todas maneras yo estoy disfrutando de este maravilloso día y opino que ha sido buena idea lo de venir. Aunque os digo Diego que no perdáis de vista al Señor, todo es demasiado hermoso.

Cargando editor
21/11/2014, 13:11
Malena Bestregui

Mantuve la cabeza inclinada en gesto de sumisión, en tanto que escuchaba yo las suyas palabras.

- Segura estoy de que a vuestro señor esposo no gustaríale escuchar que mal fablan de su amada y bella mujer. - dije - Mas no puedo daros nombres, mi señora, no por desobediencia, sino por no conocerlos. Tampoco es mi intención mentirvos: sé que en la aldea* corren rumores... que vos acusan de la muerte de cierto caballero.

Incliné aún más la cabeza.
- Mi señora, si gustáis, puedo ser los vuestros ojos y oídos allí donde me encuentre, y faceros saber de cualquiera que ose fablar mal de vuestra noble persona.

Notas de juego

* ¿La aldea se llamaba Bureskunde? Me refiero a aquella en la que vivía la familia del caballero muerto

Cargando editor
21/11/2014, 13:14
Diego de Zúñiga

Molesto hallábame yo, por tan infructuosa jornada, et sólo esperaba que non aparesciera algún impertinente con pieza cobrada, pues tal ofensa sería excesiva.

- Malditas sean todas las bestias de este bosque. - repliqué al caballero - Guardaos, Natxo, que non perderé de vista al Barón, ni me alejaré demasiado de él.

Cargando editor
24/11/2014, 13:52
Ladia De Taramundi.

Acaricio, suavemente, la mejilla derecha de Euxeo, con el fin de calmar su aflicción, y digo:

- No os preocupéis de esa manera, esposo mío, por algo que no tiene tanta inportancia. Sois humano, y como tal, simplemente, os dejásteis llevar por vuestra curiosidad en aquel momento. Vayamos ahora a ver si vuestros temores sobre la situación de Malena poseen algo de verdad, o si la Señora simplemente la ha mandado llamar para chismorrear. - Al finalizar la frase, comienzo a andar en dirección a los aposentos de la esposa del Barón.

- Melana es una auténtica arpía a la que no le vendría mal que alguien le diese una buenna lección, pero no creo que ahora sea ese el momento. A nadie beneficiaría que se supiese lo que acaba de contarme Euxeo -

Cargando editor
25/11/2014, 13:08
Ontatxu de Bureskunde

Así lo harás querida -respondió la Señora con sobriedad pero contundentemente-, et ahora ven, y ayúdame a cortar aquestas telas... -te dijo como quitándole hierro al asunto de las habladurías-. Y es que como simple aldeana que antes de casarse con el Barón fué, doña Ontatxu sabía bordar, et le gustaba hacer prendas para su futuro hijo, que no tardaría mucho en ver el mundo. Et en estando en éstos menesteres, la mujer de Sancho mostróse atenta y buena amiga, y parecía otra persona. En realidad, disfrutaba de igual forma estando con sus criadas diarias que contigo. Tras un rato en el que agradeciste tener alguna conversación de mujer, te dispusiste a salir de la habitación. Doña Ontatxu quedóse en su aposento un rato más, agradeciendo tu ayuda.

Notas de juego

Robert de Vincio, caballero muerto de Echauri. Bureskunde era otra de las aldeas de la baronía, lugar de origen de doña Ontatxu.

Cargando editor
25/11/2014, 13:12
Euxeo (Actuando de PNJ)

¡Pero qué decis, esposa! -dijo preocupado Euxeo-, que no volviera yo a escuchar tras puerta o ventana alguna, que non quiero problemas para vos et para mí.

Sin embargo, tu determinación y curiosidad lo obligaron a acompañarte torre arriba. Mientras subíais por las escaleras de la misma, divisásteis a Malena, que bajaba.