Partida Rol por web

Creo que os estais equivocando, no soy ni una brujah, ni una toreador. Vais muy mal encaminado a descubrirlo sonrio ante las palabras y vuelvo a fruncir el ceño mirando hacia la mesa, luego vuelvo a mirarte Marizsa, un placer y en cuanto a mis maldiciones las digo en mi idioma materno para que nadie se sienta ofendido. los ojos parecen brillar y un rayo de fuego los cruza durante un segundo haciendo que parezca que vayan a arder En cuanto a lo de servir a ese prepotente que teneis de principe, no entra entre mis atribuciones, digamos que solo estoy aqui para encontrar algo. Una maldita daga e impedir que decidan resucitar lo que no se debe. Duro trabajo si solo dos personas nos ocupamos de ello. Creo que tambien tocastes la daga, tendre que ver el refugio en el que vives para colocar protecciones magicas como he echo en casa de Graziella y comienzo a jugar con un colgante que llevo al cuello por mi pueden matar a todos los tremere del mundo se lo merecen despues de lo de Saulot

-Es un placer Marizsa conocer a una ventrue. Quizás no me esperaba...-la miro de arriba a abajo sin dejar detalle-esas vestimentas y tanta efusividad, por eso mi error. Pido disculpas por no saber reconocer a un miembro de mi propio clan.-Inclino levemente la cabeza mientras media sonrisa asoma en mi rostro.

-En cuanto a la daga creo que te equivocas, no llegué a cogerla. Me negué a tocarla siquiera. No quise participar en el asesinato del Príncipe, por muy "prepotente" que creas que es.-recalco esta última frase con algo de sarcasmo.-Aunque si quieres puedes venir a mi casino, estaré encantado de recibirte.

¿Saulot? ¿quién es Saulot?-Creo que tienes mucha información que me interesa, que tal si pasas mañana por mi casa y hablamos de todo esto. Me gustaría ayudar con este tema, no quisiera que algo me pasara o a las personas que me importan y creo que estoy directamente involucrado. Al fin y al cabo tuve que enfrentarme a ellos para poder salvar la vida del príncipe y poder huir de ahí.-Una chica con carácter, creo que se llevará bien con Sveta, o se llevarán a muerte. Este último pensamiento hace que me ría por dentro, pero intento que mi cara no lo refleje manteniendo mi habitual inexpresividad.

¿El Palm? replico mirandote a los ojos con los mios azules y sonrio Graziella tiene proteccion extra, tiene un ritual en su casa para protegerla, tiene a Quentin pero si me hiciera caso y saliera de alli una noche, solo una para despejarse, me temo que posiblemente un dia tarde mas en despertarse como hace cosa de una semana. Cuando lo hizo se penso que solo habia pasado una noche. Hasta el principe penso que solo era hastio, ¿que sabra el del hastio? deslizo la mano hacia la cintura y de alli a la pared mientras sigo con la mirada lo que sucede en la mesa estudiado a todos los alli sentados. Algunos ventrue son elegidos por algo mas que por su capacidad de...pero...mejor eso mañana, te contare una historia y prometo no ir teñida, es mas llevare un vestido para que no te preocupes por mi aspecto y por las armas que porto. Nunca las usaria contra otro vampiro a menos que me sienta amenazada

-Sí, el Palm. Dejaré dicho a los porteros que estaré esperando tu visita para que te dejen pasar. Hablaré con Graziella, quizás la lleve a mi casa y la haga salir una noche, le vendrá bien. Es cierto que lleva un tiempo muy recluida con sus problemas y sus penas.-Me quedo un momento pensativo-En cuanto a tu pelo... me da igual, es más la ropa y por la imagen hacia mis clientes. Espero que me entiendas.-Miro sus caderas como si allí se encontraran sus armas (aunque seguro que sirven como otro tipo de armas también)-Sobre las armas no me preocupa, no se te ocurrirá siquiera el intentar algo contra mí.-Me giro y llamo la atención de Sveta y le doy la nota que había escrito hace tiempo y le indico que se la de a uno de los asistentes de la reunión.

-Hasta mañana señorita Marizsa. Un placer conocerla, ahora debo irme.-Le sujeto la mano y la beso con delicadeza para luego apartarme sin mirar atrás y salir de la sala esperando a que Sveta vuelva.

Cuando sales, Marizsa sonrie y asiente mientras Sveta se acerca y da la nota, que mira con un poco de excepticismo al final la abre y la lee, levantandose y excusandose. Tarda un par de minutos aun en salir pero al menos parece mas aliviada. Te guiña un ojo mordiendose la lengua picaramente cogiendose de tu brazo y besandote en la mejilla sonoramente

-Vaya, parece que la notita funcionó. Pues vámonos de aquí, que ya he escuchado bastante.-Se agarra de mi brazo y nos dirigimos al coche con Sveta tras nuestros pasos. Creo que no se ha divertido mucho precisamente, pero bueno, es lo que toca. Por un momento deseo ser yo quien muerde esa lengua y saborear la sangre que recorre su cuerpo, pero decido que es mejor de pensar y largarse de allí.

Montamos en el coche y nos dirigimos a su casa.-He conocido a alguien en la fiesta. A Marizsa, pero ya no me fío de nadie y tiene un extraño acento ruso o rumano. Dice ser una ventrue, pero su aspecto no es tal. También dice que a estado en tu casa y te ha protegido con no se qué magia. Tampoco le tiene respeto al príncipe y ha mencionado a un tal Saulot. Si no llevara el colgante de Ventrue y no pudiera asistir a una reunión de la camarilla pensaría que es un miembro activo del Sabbat.-Miro sus ojos-¿Tu sabes algo de todo eso? ¿la conoces?

Marizsa, si vino con John, el sheriff, le ayuda con su trabajo. Es rumana creo recordar y por sus maneras mas parece una brujah o una gangrel niego riendome y subiendome al coche si cuando supo lo de mis sueños, se empeño y realizo varios rituales en mi casa para protegerme, la verdad antes casi no dormia ahora mas o menos descanso, poco pero descanso apoyo la mano y miro al vacio Saulot, Saulot, no me suena el nombre, pero ya sabes que soy mala para algunos, tal vez Jackius sepa quien es o en algun libro. Marcus el primogenito Nosferatu tal vez pueda ayudarte, creo que tienen una gran biblioteca y que tienen a una mujer estudiando en ella ahora, creo que tambien es italiana, la acompaña un hombre que no dice nunca nada como Sveta

-Osea, que ambos son nuevos en la ciudad, con lo cual nadie sabe nada acerca de ellos. Hmmm-Me rasco la barbilla mientras el viento remueve ligeramente mis pelos.-¿Crees que debería fiarme de ella? Porque eso es lo que me preocupa, que parece cualquier cosa menos lo que dice ser. Mañana tengo una reunión con ella y no acabo de encontrarme cómodo con gente nueva, ya sabes lo que pasó hace unos meses y los sueños que estás teniendo, quizás tenga algo que ver.

-Veré si hablo con él o no al final. De momento voy a dejarte en casa para que descanses, ha sido una tortura de noche, sin duda.-Acaricio su cara con dos dedos y vuelvo a coger el volante.

Yo por el momento, no he tenido ningun problema con ella, ambos han sido de mucha ayuda tanto para Jackius como para mi. Yo creo que es de fiar, se preocupo mucho por mi y por Quentin cuando llego hasta nosotros. Dice que le recuerda a un monje que conocio hace mucho. niego mirandote de reojo y cierro los ojos al notar la caricia Gracias, por dejarme en casa, la verdad es que necesito descansar y si quieres puedes quedarte, sitio hay, un poco incomodo pero lo hay

-Me fiaré de tu opinión, puede que mi vida depende de ella.-Digo inconscientemente sabiendo que puede que haya añadido algún tipo de presión a su persona.-Creo que será mejor para los dos que no me quede. Además, aún tengo algunos asuntos pendientes antes de acostarme.

El coche llega hasta su casa y paro en la puerta dejándola marchar.-Que descanses.

Asiente al llegar y sale del coche caminando hacia la casa con paso suave mientras se suelta el pelo. Vuelves a arrancar el coche y te marchas camino al casino. Sveta sigue atras y mira por el retrovisor con cara rara parece que las muecas a Graziella han continuado todo el camino. Llegas al casino y dejas el coche en la puerta para que lo aparquen mientras caminas a tu despacho y preparas todo antes de irte a descansar.

Cuando despiertas, acaba de anochecer y escuchas musica en el despacho, alguien ha entrado, de espaldas hay una mujer rubia con un vestido muy vaporoso sobre tacones mirando un cuadro muy interesada.

Dejo a Graziella y me dirijo a mi refugio. Clientes que juegan, borrachos que son expulsados y guardias de seguridad por todas partes controlando que todo marche como es debido. Una noche más en el casino que acaba como empezó, sin incidentes. Subo con Sveta a mi dormitorio y le doy su ración de sangre diaria. Su cara refleja la tensión y el deseo al ver que me corto la muñeca para darle de beber. Le doy permiso para que se alimente y sujeta mi mano con avidez dando rienda suelta a su sed. Algún día su ímpetu acabará matándome, pero esta noche no. La aparto cuando veo que ha bebido suficiente y dejo que se marche a que haga lo que le de la gana. sus servicios por esta noche han terminado.

Paso el día tranquilo y cuando me despierto vuelve a ser de noche. Descansado y relajado me visto y aseo un poco, cuando todo está perfecto salgo y me dirijo al despacho. Para mi sorpresa una música suena en su interior. Me acerco y abro la puerta con la intención de reprender a quien haya osado trastear en mi despacho, pero una figura esbelta y rubia enfundada en un caro vestido se encuentra de espaldas a mí. Por un momento pienso que alguien me ha traído el desayuno, pero nunca está de más preguntar.

-Buenas noches.

Me giro sonriendo Buenas noches mis ojos azules centellean un segundo como si fueran dos estrellas del firmamento. Me miro el vestido un segundo y luego me llevo la mano al pelo lo prometido es deuda, dije que vendria con un vestido y sin teñirme y aqui estoy. Siento si te ha molestado que te esperara aqui, es que me aburria abajo

-Marizsa-digo inclinando la cabeza para saludar. Una mala costumbre que me enseñó mi mentor, la de mostrar respeto aunque por dentro no lo sientas, decía que así nunca nadie sabría lo que piensas, y que los demás no sepan lo que piensas es un arma tan poderosa como una espada. Cuanta razón tenía.

-No, no me molesta, pero me resulta extraño que no me avisen de que ha llegado visita. Tendré que hablar con mi personal.-Me dirijo al intercomunicador y lo hago chasquear. Al otro lado se escucha como responden a mi llamada.-Por favor, dígale a la señorita Svetlana que se dirija a mi despacho y guarde la puerta, no quiero que me interrumpan. Gracias.-Vuevlo a soltar el intercomunicador y me acerco a Marizsa señalándole un asiento frente al escritorio que domina el centro del despacho.-Por favor, siéntese y póngase cómoda, tiene mucho que contarme.-Sonrío y arqueo una ceja mientras me siento de lado sobre la mesa dejando un pie colgando y el otro apoyado en el suelo.

Digamos que soy muy sigilosa sonrio mientras me siento en una silla frente a ti con las piernas cruzadas mientras cae la falda del vestido mostrando parte del muslo torneado. Tuteame por favor, no son tan mayor. Asi podre llamarte por tu nombre me echo el pelo un poco hacia atras mostrando los pendientes, sencillos y de plata. Preguntame y te contestare a lo que pueda, si no va encontra de mi codigo etico

Observo a Marizsa sin perder detalle de cada movimiento, de cada centímetro de piel y de cada brillo que reluce en sus pendientes, incluso busco en su escote el colgante que llevaba el día anterior.-¿Código ético? suena como un asesino a sueldo.-Le guiño el ojo y continúo hablando.-¿Por qué no empezamos por conocerte un poco? No te ofendas, pero mi experiencia me dice que no debo fiarme de las impresiones, y sinceramente, hasta ahora mis ojos me dicen una cosa y mi cabeza otra. Aunque supongo que es fruto de tu actitud que choca algo con lo que tengo preconcebido.-Muestro una sonrisa y espero que me cuente algo de su vida y su trabajo.

No se tal vez quieras... sonrio mientras niego y me rio quedamente esa mirada ya la he visto antes en vampiro y mortales, pero solo uno se llevo mi corazon. Hasta ahora nadie ha podido hacermelo olvidad ahora ese collar esta ahi junto con un pequeño guardapelo bastante ajado. Dime que ves y te dire si es lo que realmente soy. Soy una mujer de accion y ningun hombre, vampiro o mortal me ha doblegado en mi vida

-Disculpa si mi mirada te ha hecho pensar que yo... solo buscaba el colgante que vi ayer. Me resultó curioso que llevaras ese colgante. No pretendía hacerte sentir violenta o pedirte matrimonio.-Digo con una carcajada ante sus negativas y sus explicaciones.-¿Es algún recuerdo? o te gusta ir pregonando el clan al que perteneces.

-¿Lo que veo?-La miro fijamente a los ojos para que no piense que la estoy desnudando con la mirada-Una muchacha muy hermosa, de piel lisa, suave y tersa, que seguro que lo utiliza para doblegar, como tu dices, a vampiros y humanos en su propio beneficio. Lo que realmente me preocupa, es hasta que punto eres sincera conmigo. No soporto a los mentirosos y menos que pretendan que voy a tragarme lo que me digan. Así que por favor, dime la verdad siempre y dime quién eres.

No me importa que me miren asi, pero digamos que a veces no me llega a gustar en cuanto a esto cojo el colgante y lo miro sonriendo me lo regalo alguien, ese vampiro del que te hable. Era Ventrue, pero ¿crees que yo soy Ventrue? lo suelto sobre mi pecho jugando con la cadena un poco No soy mentirosa, solo oculto lo que soy realmente. Muchos me querrian muerta por lo que realmente represento me quedo callada y sacudo la cabeza un poco llevandome la mano a la frente Mi nombre es Anna Valerius, hija de Velkan Valerius rey de lo gitanos

-Ya no me creo nada. Ni de lo que eres ni de lo que no eres, pero estoy seguro de que ocultas algo, y no solo a mí, sino a todos los demás. No sé si te ocultas por motivos loables o sin embargo tus intenciones son llamemoslas... interesadas. En cualquier caso, Marizsa o Anna, o como te llames, mi confianza en ti ha quedado bastante mermada.-Miro al vacío de la habitación como si viera las estrellas a través de aquellas cuatro paredes.

-Y bien, ¿hay alguna razón por la que debamos seguir hablando? o es mejor que nuestros caminos se separen aquí. Hacía tiempo que no conocía a una chica interesante, pero quizás me equivoqué contigo. Un poco de rebeldía me gusta, contrasta con mi actitud, sin embargo, ya te dije que evité que el príncipe fuera asesinado y no voy a hacer nada en contra de la mascarada.-Vuelvo a mirarla-Si quieres puedes empezar de cero y decirme toda la verdad o puedes irte ahora, te dejarán salir sin preguntar.