Segundo Paso: Razas
Razas sobrenaturales
Cuando hablamos de raza no nos referimos a su etnia (oriental, caucásico o negro), sino a una verdadera especie sobrenatural con características distintas a la nuestra. Sin embargo, al contrario que en muchos otros sistemas de rol, el mundo de Ánima es esencialmente humano, donde las razas sobrenaturales han quedado extintas o han desaparecido, por lo que las partidas deberían basarse en grupos compuestos únicamente por miembros de esta raza. Sin embargo, si el DJ lo desea, podría permitir a los jugadores seleccionar alguna de estas razas sobrenaturales.
Los atributos sobrenaturales que poseen algunas de las razas no humanas u otras ventajas, les otorgan un modificador a su nivel. Estos "niveles adicionales" no proporcionan al personaje las ventajas usuales, sino que únicamente se contabilizan para saber la cantidad de experiencia que se necesita para subir de nivel. Es decir, aunque aumenten niveles por el mero hecho de pertenecer a una raza sobrenatural, no suben sus puntos de vida, presencia, bonos innatos o puntos de desarrollo, pero sí cuentan a efectos de experiencia. A la hora de expresar estos modificadores hablaremos siempre en términos como 8+1, donde el primer número es el verdadero nivel del ser y el segundo su modificador.
Por ejemplo. Un personaje recién creado con un modificador de nivel +2 (nivel 1+2), necesitaría 150 puntos de experiencia para subir hasta el nivel (2+2), en lugar de los 100 puntos de experiencia que necesitaría un personaje para subir a nivel 2.
Nephilim
Por alguna causa desconocida, las almas de las fallecidas razas sobrenaturales no han podido llegar al más allá y quedaron ancladas a nuestro mundo aguardando el momento para regresar. Sin embargo, sus razas estaban extintas y no nacieron niños en los que poder volver a la vida. Sin un lugar a donde ir, esos espíritus empezaron a reencarnarse en cuerpos humanos, en niños que deberían haber nacido muertos y carentes de alma. Así surgieron mestizos, individuos con almas no humanas dotados de capacidades sobrenaturales. La misma Biblia los llamó Nephilim, los hijos de los hombres y los Ángeles Caídos, que poblaron la tierra ignorantes de su propia condición.