Partida Rol por web

Midnight Special

Samantha

Cargando editor
23/10/2019, 19:14
Samantha Riley

Bien, ya tengo todo lo que necesitaba de este tío por ahora.

Dejo que me lleve hasta el coche, pero en ese momento hago mi siguiente jugada.

Sé sutil.

Dejo que vea por el rabillo del ojo a una pareja paseando y mirando hacia aquí.

Está nervioso.

Dejo que escuche una sirena lejana. La policía.

Vienen. Más nervioso.

Dejo que unos pasos se acerquen desde el lado del coche que él no ve.

Quiere huir. No puede hacerlo conmigo en el puto maletero.

Niña, me tengo que ir – dice mientras me cierra el maletero en las narices.

Pero – protesto inocentemente.

Otro día te doy las piruletas – me corta mientras se dirige hacia la puerta del conductor.

¿Lo promete? – pregunto ilusionada.

– noto en su voz extrañeza por no ver a nadie, pero las sirenas siguen en su mente.

Arranca y sale de allí lo más rápido que puede sin llamar la atención.

Volverá. Es lo que tienen las adicciones. Es como una losa sobre tu espalda que te aplasta. No puedes evitar volver a caer en lo mismo.

Me dirijo hacia mis hermanos y les entrego un caramelo a cada uno. Anne me mira extrañada, pues no tengo para mí.

Ya me comí el mío por el camino – respondo con una sonrisa que no augura nada bueno.

¿Seguro? – pregunta con más dudas.

Deberías confiar más en mí – le respondo.

Robin.

Cargando editor
26/10/2019, 11:37
Narrador

Cuando el hombre se aleja en su vehículo, Samantha puede detectar en su mente que maldice. "¡Joder, joder, jodeeer... Hostia!"  Maldice y grita dando golpes a su volante. Se culpa a sí mismo por ser tan patán y tener que dejar el lugar en el que iba a comenzar a "expandir su negocio" por intentar atrapar a una niña. Sin embargo, no se rendirá. Volverá, y Sam lo sabe. Tal vez, la próxima vez lleve más dinero encima, tal vez cuando vuelva ya haya hecho un pacto con los Fields, los cuales operan al sur de Lucea y Johnson Town

Lo primero que le viene a Dushane a la cabeza, es ir al lugar en el que se ha instalado en Lucea. Cuando Dushane piensa en él, Sam observa el lugar fugazmente en la mente del hombre y parece que le suena haberlo visto en los alrededores de un supermercado al que ha ido varias veces con su madre: Cheries Supermarket, en West Ave. Información ciertamente valiosa. 


 Anne sonríe de forma cálida a la pequeña Sam y acaricia su pelo. -Gracias, pequeñaja. Si, tienes razón. Pero no te acostumbres a que te lo diga tan a menudo. -Le saca la lengua. 

-Ahhh... -Suspira. Se encuentra sentada en el banco mirando a sus hemanas. -No sé si echaré de menos Lucea cuando nos vayamos, ¿sabes?, creo que ya me estoy haciendo a la idea. Me apetece mucho ver el mundo. Y sé cocinar y limpiar, podría trabajar en cualquier sitio. -Mira a Sam. -¿Cómo es esa mujer, es simpática? ¿Podría... hablar con ella yo también? ¿Dónde iríamos?

Notas de juego

Nada más importante que reseñar. A partir de aquí, todo tuyo. Puedes relatar tu vuelta a casa y lo que haces frente al PC. Puedes decidir que pasen los días que consideres (incluida la llamada a la Triple Nine Society) siempre y cuando no sea más de un mes. Puedes hacer algo con Dushane o lo que creas más conveniente.

Cargando editor
11/11/2019, 10:24
Samantha Riley
Sólo para el director

Esta no ha entendido a dónde vamos…

En nuestro futuro donde ella ve una fregona yo veo pistolas y cosas mucho peores. Puede que al principio podamos sobrevivir solo manteniendo un perfil bajo y aprovechando a las personas que no tengan problema en dar trabajo a un menor, pero con el tiempo tendremos que entrar en lugares mucho más oscuros.

Mucho más.

La miro durante un segundo antes de responder a sus preguntas.

Es eficiente – le respondo – Y se preocupa por nosotros si es lo que estás preguntando. Ahora mismo no me preocupo demasiado por si le gusta reírse o si tiene buen o mal carácter. El día de mañana, si tenemos que sobrevivir, quiero a mi lado a alguien que pueda ayudarme a sobrevivir, por muy antipática que sea.

La respuesta le sorprende. Siempre he sido sincera con ella, pero nunca había sido tan brutalmente pragmática. Además, toma nota de mis palabras. Si quiere seguirme va a tener que endurecerse y aprender a seguirme el ritmo. No quiere ser una carga. No quiere que sufra por ella.

Sigue el proceso de forja.

Y respecto a hablar con ella. Tengo la impresión de que no. Bastante complicado es comunicarse como para añadir más tiempo a la comunicación. Y no tengo idea de a donde iremos, pero tengo mis posibilidades. No me puedo permitir tener un solo plan de contingencia. Ahora mismo contemplo unos diez países distintos y unas veinte localizaciones por cada país.

Y ya tengo idea de quien me va a dar un pasaporte.

Mi respuesta la impresiona mucho. No esperaba tanto nivel de preparación a estas alturas.

Y lo que te espera…

Sin embargo, acepta todo lo que le digo del mismo modo que sé que en el futuro podré pedirle cualquier cosa y la hará.

Espero no tener que hacerlo.

 

Tras un rato más en el parque, dejando que las cosas se calmen hasta el punto en el que creo que será seguro volver a casa, sugiero a mi hermana que es hora de volver. Concuerda, sobre todo porque ya estamos llegando al límite de lo admisible antes de que mi padre empiece a volcar su furia sobre otros.

Que seguramente me toque a mí, como siempre.

Nos damos prisa en volver a casa y la encontramos con la misma tensión que cuando nos fuimos, aunque ahora parece que todo se ha calmado un poco más. Incluso podemos ver a nuestro hermano comiendo un poco de helado. Posiblemente entregado por nuestra madre para que se calme un poco también.

Hasta homosexual tiene privilegios… Joder con las clases.

Me tienta hacer que se atragante o que le dé un poco de frío, pero creo que bastante ha tenido hoy por mi culpa y no quiero abusar de mi suerte.

Por hoy te perdono.

La cena ya está preparándose y nuestra madre nos pide que ayudemos a poner la mesa y prepararlo todo.

¿Anne, pones tú las cosas y yo me encargo de que estos se pongan la ropa para la cena?

Mi hermana me mira y casi al instante deduce que algo estoy tramando, así que asiente y se pone a hacer las cosas.

Buena chica. Sígueme el juego y tendremos una vida larga y próspera.

Me llevo a mis hermanos a sus habitaciones, aprovechando la ida para encender el ordenador, y les hago que se cambien. No es muy difícil, una que las niñas están más que acostumbradas a la obediencia y tienen muy claro que esta no es la noche para andarse con tonterías. David ha sido quien ha recibido, pero nada impide a mi padre descargar el cabreo que pueda tener con otros.

Menuda cena nos espera.

De vuelta a la cocina apenas si tengo tiempo de revisar los mensajes, un vistazo rápido a la pantalla me dice todo lo que necesito saber.

TNS. Italia. Preparar encuentro. Hacer de señuelo falso. Bastante sencillo.

Durante la cena voy preparando todo el plan en mi cabeza. El que nadie hable, todos estén mirando a sus platos, y prácticamente me ignoren ayuda bastante. Casi ceno sola si por la conversación se refiere. No me atrevo a hacer ningún truco mientras estoy en la mesa por si se me encienden los ojos, pero estoy deseando trabajar la mente de mi padre para ver cómo logro que las cosas se calmen con David. Aunque haya sido un problema estos años no quiero dejar al pobre niño en una casa ultra cristiana y de técnicas educativas clásicas con todos pensando que es homosexual.

Si tuviera un móvil podría empezar a preparar algunas partes del plan, pero supongo que tendré que ser multitarea y hacerlo todo esta noche.

Pasados unos veinte minutos una voz rompe el silencio.

Anne, Samantha – nos reclama nuestra madre, provocando que todos levante la cara del plato sorprendidos de que se atreva a hablar antes de que nuestro padre se calme –. Por favor, recoged la mesa y encargaos de que vuestros hermanos se cambien y se acuesten. Ya es un poco tarde.

No me cuesta adivinar que va a intentar que nuestro padre se calme hablando con él.

Buena suerte.

Nadie se atreve a desobedecer y de todos modos estamos deseando salir de ahí, con lo que la mesa se desaloja casi al instante y no quedan platos en menos de treinta segundos. Esta noche casi parecemos un equipo de camareros profesional, dada nuestra eficiencia.

Lo que hace una buena motivación.

Anne ya me ve las intenciones y me indica que me vaya al cuarto, que se encarga ella de los críos. Agradezco el gesto y salgo disparada al ordenador.

Cuando me siento abro rápidamente unas diez ventanas distintas. Intentando ganar un poco de tiempo a base de exprimir el procesador.

En primer lugar, entro en la web de los gobiernos de Estados Unidos, Jamaica e Italia y pongo en funcionamiento tres procesos distintos. En el primer genero la petición extraviada de la copia de los pasaportes de mi hermana y mío en la Embajada de Estados Unidos en Kingston. Adjunto a la petición la información de que fue introducida en el sistema a mediados del mes pasado y que, del mismo modo, dos días después fue aceptada. También mando un mail a atención a los ciudadanos estadounidenses en Jamaica para interesarme por las razones del retraso en el envío de los pasaportes de mis hijas a mi dirección, sin indicar cual, pues en unas semanas tenemos que volver a Chicago para el cumpleaños de mi madre.

De ese modo cuando me respondan el mail ya tendré un apartado de correos en el que recibirlos y al ser una copia extraviada y aceptada el funcionario no se hará preguntas, perderá el culo tratando de que no le pillen con eso a medias.

Del mismo mod dejo constancia de la petición y entrega del pasaporte de mi alter ego en las fechas correctas para el viaje al extranjero, incluso preparo un código de pasaporte, que luego podré usar para que resulte más realista mi paso por las diferentes fronteras que cruzaré.

Por último, entro en el Consulado de Estados Unidos en Milán y dejo constancia de mi reconocimiento de estancia en el país hasta dentro de doce días mientras estudio un curso de intercambio con un instituto de Turín. Además, indico que se entregó una copia al orfanato de His House Children’s Home en Miami-Dade, para que mis tutores legales pudieran tener constancia de que todo está en regla.

Papeles. Es sorprendente lo que se puede hacer con papeles y mala ostia.

Vuelvo a la web del gobierno jamaicano y busco los certificados de adopción de mi hermana y yo y su certificado de nacimiento.

Supongo que el mío estará en un laboratorio secreto de Estados Unidos o algo así.

Cuando los encuentro apunto los códigos para cuando llegue el momento poder dar la orden de modificación de los nombres por deseo explícito de las interesadas por cambio de género. Apunto además los códigos de mis padres para poder identificarme como ellos en el momento de la petición.

Borrar todas las huellas posibles.

Abro la web de una aerolínea que pueda llevarme de Estados Unidos a Europa y adquiero un vuelo desde el Aeropuerto de Miami a Turín vía Madrid y París. Dejo constancia de mis vuelos la semana antes a mi petición en el consultado de Milán. Añado una noche de hotel y dos viajes en autobús y metro hasta una dirección en Metro Nizza, de modo que no sea tan evidente mi dirección final.

Si no sería sospechoso.

Vuelvo a la web de la República de Italia y busco el apartado del Ministerio de Educación. Allí hago constar el paso de mi pasaporte por la frontera y el cambio de algunos dólares por sus equivalentes en euros en la oficina de cambio de divisas del Aeropuerto, conectada directamente con la sucursal de Banco Europeo en Roma.

Soy un pobre huerfanito, tampoco puedo aparecer en Italia con un fajo de billetes de los grandes. Supongo que 230 dólares serán una cantidad razonable.

También dejo registro de mi ingreso en la fecha señalada en el Instituto Salesiano San Giovanni Evangelista, en la misma ciudad. Por supuesto con fotografía y mi dirección, aunque ligeramente errada para que parezca el típico error tipográfico que se comete en muchas ocasiones cuando se introducen cientos de direcciones seguidas en una mañana de trabajo.

En los fallos está la verdad, hermana.

También falsifico mi conexión a diferentes fuentes de Wi-Fi en esa zona, algo muy típico en los tiempos que corremos y, además, un hilo del que tirar si desean encontrarme y una forma de que ellos mismos dejen las huellas de sus libidinosas manos en la red.

Luego tengo que preparar una pequeña trampa para esto.

Por último, entro en los archivos de una página de envío de maletas para estudiantes y dejo hecha la entrega de las maletas en una dirección de Via Saluzzo 71, con todos los costes ya pagados y recibidas las maletas unos días después. De ese modo existirá un hilo anexo para encontrar mi dirección exacta, pero al mismo tiempo al ser un edificio de catorce plantas no será tan fácil encontrarlo.

Digo yo que no se pongan a llamar a las 196 puertas a ver si encuentran a un niño americano de intercambio.

Entro en el orfanato en el que hace una hora dejé constancia de mi procedencia para el gobierno de Estados Unidos y comienzo a sustentar mi tapadera con toda una serie de documentación que avala mi estancia en el lugar durante los veinticuatro meses previos a mi viaje y dicha salida hace 34 semanas con destino a Italia, además de mi vinculación legal con el lugar como mis responsables legales ante las autoridades.

Es un lugar con demasiada rotación como para tener constancia de todos los niños y no querrán admitir que no tienen ni idea de la identidad de un niño que los papeles indican claramente que es su responsabilidad y que hace más de dos años que vive ahí. Hasta sin saber quién soy dirán que hace tres semanas estaban jugando al parchís conmigo y otros dos niños después de cenar pollo con patatas.

Vuelvo al tema de la red Wi-Fi de Turín y coloco unas pequeñas trampas que me indiquen las direcciones IP de todos los que entren en esos puntos de acceso y después paso a generar un programa que filtre las direcciones en función de su frecuencia. Dado que voy a intentar llamarles en unos días tendrá tiempo de hacer una base de datos que reduzca las posibles conexiones aleatorias a una cantidad muy pequeña.

De ese modo si de pronto alguien nuevo entra será poco probable que sea un inquilino. Tengo que hacer un algoritmo reduccionista.

Paso a mi siguiente paso en el plan. Crear un modificador de voz y una forma de llamar desde Jamaica y parezca que el teléfono está en Turín.

Lo primero no es tan complicado, busco un discurso de un niño de alguna serie que contenga suficientes palabras como para servir de ejemplo y lo guardo. Le pongo un programa para convertirlo a MP3 y una vez en ese formato estándar hago que otro programa lo transcriba.

Para ese momento mi hermana ya ha llegado a la habitación tras duchar a dos de las niñas, cambiar a todos y acostarles.

Muchísimo trabajo – comenta mientras se tira en la cama.

Ahora vuelvo – respondo mientras salgo de la habitación camino al despacho de mi padre, ya que aún los oigo en la cocina.

Vuelvo con la transcripción impresa en la vieja impresora de mi padre.

¿Puedes comprobarme que esto sea correcto y señalarme las diferencias? – le pido a mi hermana al mismo tiempo que le entrego el papel y le pongo la grabación –. Por favor.

Lógicamente no entiende nada, pero hace lo que le pido por extraño que le resulte.

Luego te lo explico.

Mientras ella comprueba la grabación de casi diez minutos yo sigo programando en conversor para que transforme nuestras voces en la del niño. No me cuesta mucho, apenas son veinte líneas de código y muchas de las partes se repiten. Duplico algunas líneas a modo de refuerzo y genero varios bucles que harán que el programa sea más lento, pero al mismo tiempo más eficiente en su resultado final.

Además, así luego podré quitarle partes y hacer que vaya más rápido cuando haya aprendido lo básico.

Busco en internet algún servicio que pueda hacerme la función de poner mi teléfono en Italia y en seguida encuentro algo que pueda hacerme un primer apaño. Tendré que llamar por medio del ordenador, pero eso no será muy complicado y me ahorra el problema de encontrar un móvil que me sirva.

Ya está – se oye la voz de mi hermana –. Todo correcto.

Gracias – respondo mientras me giro y dejo el ordenador por ahora –. En un rato sigo. A ver, ya tengo casi todo preparado y en unas horas llamaré a mi contacto para empezar a mover piezas, pero hasta mañana solo queda dejar que el ordenador haga su parte. A ver te explico. Tenemos un contacto en Japón que puede ayudarnos, pero no puedo revelarle mi identidad real, con lo que voy a llamar con un modificador de voz. Como la mayor parte de los modificadores son una cutrez, yo voy a programar el mío y para ello necesito muestras de voz.

Le indico que se siente.

Ahora quiero que te sientes ahí y grabes ese texto – le pido –. No te preocupes por vocalizar perfectamente y cosas así, la gracia está en que hables normal.

Me tiro en la cama.

Cuando acabes avisa que sigo yo.

En un par de intentos consigue decir todo el texto sin equivocarse y me toca a mí, que logro hacerlo con fuerza de voluntad y tratando de apagar lo más posible mi defecto.

¿Y ahora?

Lo dejamos preparado para que cada vez que encendamos el ordenador use una parte del tiempo de procesamiento en aprender cómo modificar nuestras voces. En unos días podrá hacer que sonemos como ese niño sin demasiados problemas. Lo siguiente será hacer la llamada a Japón.

Tras esto pongo un mensaje a mi contacto y nos acostamos.

Cargando editor
11/11/2019, 11:03
Narrador

Han pasado seis días desde que Samantha preparó toda la tapadera para la TNS. Hoy es el día límite que le aconsejó Verónica para hacer la llamada, pero tan sólo Sam decidirá si la grabación está lista para llamar hoy. Hacerlo puede tener consecuencias, y no hacerlo también. Saber cuál de las dos elecciones será más perjudicial o si alguna de las dos trascenderá realmente, únicamente está al alcance de la causalidad. 

Es la víspera del fin de semana y, durante estos días, Sam ha notado los pensamientos de su "enamorado" vecino al otro lado de la pared. El muchacho le ha dejado un mensaje para verse de nuevo. Después de lo ocurrido la última vez, Samantha ha sido precavida con las visitas a su amigo. 

Esta mañana, toda la familia está fuera, de compras, excepto David y Samantha, que se encuentran en casa. Anne convenció a sus padres para dejar que la niña se ocupara de cuidar a David. Daniella accedió a duras penas, pero lo hizo. Anne apeló a la inteligencia superior y responsabilidad de la pequeña. 

En este momento, David está en la cocina jugando con sus juguetes. Sam puede oír los efectos especiales que su hermanastro hace con la boca mientras imagina peleas y aventuras.

Notas de juego

Ahí te dejo. Para que decidas. Este post puede ser lo largo que quieras, o también lo corto que quieras, xD.

Cargando editor
13/11/2019, 17:44
Samantha Riley
Sólo para el director

Creo que es demasiado pronto, pero he logrado trucar el sistema para que pueda modificar mi voz siempre que no hable más de treinta segundos consecutivos, con espacios de cinco segundos. Tengo el crono delante. No será complicado y hasta con esas mentes tan brillantes podré torear esto.

Podría hacerlo hasta dormida.

Tengo una cosa clara, esta vez no tengo trucos, es solo mi mente contra la mente de mi rival. Me siento como un espadachín que tiene que recurrir a su daga.

Espada y vizcaína.

Me paso un par de minutos pensando en lo que voy a plantear. Repasando los ramales uno a uno para tener claro todo o que puede pasar.

Pueden no cogerme el teléfono.

Ese ramal no me sirve para nada, con lo que lo desecho.

Pueden decirme que sí o que no.

Profundizo en esa idea, y que aquí es donde comienza el duelo.

Si me dicen inmediatamente que sí, tengo un problema, no puedo dejar que me cuelguen rápido. Posiblemente necesiten mis datos, pero eso puede llevar muy poco tiempo y como me citen para una entrevista posterior será poco tiempo en ese instante y además acortará el margen hasta que descubran la tapadera. Al menos deberé ganarle unos días.

Miro el punto en el que necesito información para salvar al italiano hoy.

Demasiado poco tiempo. Tengo que jugar una carta que les haga descubrirse. Puede que… pensemos primero en los demás ramales, seamos ordenados.

Vuelvo al ramal de alargar la llamada.

Puedo preguntarles por lo que ofrecen. Posiblemente sea la mejor adquisición que tengan en años y, además, si realmente me quieren les tengo en la otra parte del sedal. Habrá que asegurarse de que la caña está en mi extremo. Necesito algo que permita alargar la conversación al mismo tiempo que les fuerza a dar un paso fuera.

Eso me plantea una idea. Casi sonrío cuando la termino de desarrollar.

Siguiente ramal. Imaginemos que me dicen que no. Esta es la idea que planteaba Verónica, que no quieran. Este es el más fácil, pero también el más delicado. Tengo que forzarle a hablar al mismo tiempo que no llevo la situación a que su amabilidad sea sobrepasada por su enfado por mi impertinencia. No puedo hacer que me cuelguen.

Me pongo a desarrollar ideas.

Puedo tirar de orgullo directamente y decirle que posiblemente sea más listo con doce años que él con cincuenta y que si él tiene derecho a estar ahí yo también, tenga la edad que tenga. Eso le podría ofender, pero como todo ser humano lo más probable es que acepte el reto. Posiblemente lleve años, casi seguro que desde la infancia con el sentimiento de que es superior, no aceptará que nadie contradiga algo así y menos un niño. Salvo claro que entienda que tengo razón y decida optar por la segunda vía en la respuesta de lucha o huida y me cuelgue. Necesito algo más suave.

Doy un par de vueltas por la habitación. Sopeso opciones.

Tal vez tentándole. Soy una adquisición y, aunque sean más exclusivos que otras organizaciones, no son la única. Podría alagarles nada más empezar, incluso antes de que me rechacen y de ese modo incitarle a una posición de deuda psicológica. En ese caso tendríamos dos opciones.

Literalmente imagino una pizarra sobre la pared y el gráfico desarrollándose frente a mis ojos.

Que esa respuesta sea automática, directa y equilibrada y me responda del mismo modo con un halago razonablemente vacío o que de esta maniobra surja una autentica ventaja. Supongamos el primer caso. En ese punto mi maniobra solo hubiera servido para obtener palabras, pero en todo caso no tiene prácticamente ninguna desventaja.

Pongo un tic en esa opción.

Bueno no la tendrá salvo en el caso de que ese halago sea tomado como una admisión por mi parte de su poder sobre mí. Yo solo soy un niño huérfano y ellos una organización establecida.

Añado un asterisco. Luego seguiré con ese ramal.

Pasando a la opción de que pueda usar ese halago realmente me conceda la capacidad de obtener algo a cambio tengo que pensar el qué. La simple admisión no me sirve, ya que volveríamos al problema del tiempo. Bueno hagamos que esto conecte con el sí directo y pasemos a otras posibilidades. Podría intentar que me mandasen un mail con la información de sus próximas actividades para poder conocerlos y que me conozcan en un acto en el que ninguno se comprometa. Ese sería un modo de conseguir un mail por su parte, lo que me daría acceso a un hilo desde el que acceder a un servidor que podríamos localizar y con él intentar entrar. No sería especialmente complicado. Además, de ese modo podría darles yo uno que les permita llegar hasta mi tapadera y, dado que no deberían estar allí, revelar que están jugando sucio.

Lo apunto.

Volviendo a la admisión de poder por su parte, tendría que usar en ese caso una maniobra en la que le lleve a ejercer ese poder para tomarme como ventaja. Hacer que compren con ese dinero psicológico a una persona que necesitan. Posiblemente sea el momento de sacar la ventaja de la orfandad. Soy un niño huérfano pero brillante al que ayudan a sacar todo su potencial. Eso colaría.

Desarrollo mentalmente ese ramal con un diagrama de flujo. Algo simple pero flexible. No me lleva más que un par de minutos.

Ahora viene lo complicado. No cuela ni con halagos y tengo que empezar a jugar agresivamente. Veamos.

Empiezo a jugar con los argumentos en mi mente del mismo modo que un inspector haría con las evidencias de un caso. Busco patrones y trato de encontrar probabilidades, pero no tardo demasiado en llegar a la conclusión evidente. Si tengo que jugar contra un no entonces tendré que plantear las cosas al vuelo.

No puedo prepararme de un modo efectivo contra una negativa por su parte. Llegados a ese punto, tratar de sacar lo más posible sin descubrir el truco y plegar velas.

Aun tengo unos cinco minutos así que me siento en la cama a mirar por la ventana, imaginando todo lo que puedo llegar a hacer al mismo tiempo que escucho en el aire los sonidos de mi joven amigo en el patio de atrás, que por desgracia se encara al lado contrario al que muestra mi ventana.

Creo que no me quedan más opciones que llamar. Ya torearé esto en función de lo que vaya encontrando.

Me siento en la cama, mirando el ordenador que simulará mi móvil durante los siguientes minutos. Rastreo a mi hermano y me aseguro de que no está rondando. Para completar me aseguro de que tenga que ir al baño, eso me dará algunos minutos extra, no creo que la llamada dure demasiado.

Venga.

Respiro.

Tú puedes.

Respiro más profundamente.

Vas a hacerlo bien.

Paro un segundo, buscando ese lugar feliz, esa calma.

Solo te estás jugando la vida, no es para tanto.

Eso no me ayuda, pero sí me centra.

Venga, marca.

Pulso el botón. Suena.

Uno.

Suena.

Dos.

Se me hace raro que no cojan ya. Estos sitios suelen tener secretarias.

Tres.

No me he equivocado con la hora. Es por la tarde en Italia y las diez de la mañana en Boston.

Cuatro.

Lo cogen.

Sede de la Triple Nine Society ¿En qué puedo ayudarle? – saluda una voz más mecánica que electrónica.

Una simple secretaria, según parece. No te fíes.

Buenos días – saludo – Me llamo Carlos Alberto Jiménez. Llamaba para solicitar el ingreso en su organización.

Está bien ¿Me podría indicar algunos datos personales para tramitar su petición?

La escucho.

¿Edad?

Catorce.

¿Tienes catorce años? – pregunta extrañada.

Sí. Nací hace catorce años, cinco meses, doce días y si mi partida de nacimiento es correcta cinco horas y siete minutos.

Pero esta es una asociación de adultos. No aceptamos niños.

Pensaba que era una sociedad de genios. Si soy capaz de responder a las mismas preguntas que cualquier adulto ¿Me va a discriminar por mi edad?

No, pero… - comienza a responder.

No sabe qué responderme. Esta no entró ahí pasando ningún test.

Pues en ese caso por favor, procese mi petición. Si hace falta le demuestro cuando quiera mi inteligencia.

No, si te creo – continúa, aun sin recuperar la forma expresiva formal – ¿Podrías pasarte por nuestras oficinas para pasar los test pertinentes?

Por supuesto – respondo sin inmutarme, rezando para que el tiempo que tenemos entre la llamada y la cita sea suficiente – ¿Sería posible hacerlo el viernes que viene? El jueves vuelo de vuelta a Estados Unidos y podría acercarme a Boston desde mi escala en Nueva York.

Claro, claro – acepta fijándose de pronto que llamo desde Italia – A las seis de la tarde tenemos un hueco.

Perfecto. Le comunicaré al orfanato que tardaré un día más en llegar para que no se preocupen.

Un orfanato – por si fuera poco, lo anterior le digo que soy huérfano.

Esta mujer no hace más que repetir lo que digo.

Sí, en Miami. Es una larga historia. Pero resumida, no tengo padres conocidos. Un día aparecí frente a un hospital con una nota de “Dele un buen hogar”.

Vale… – algo en su voz tiembla.

¿Incredulidad o emoción por haber encontrado algo? No creo que esta chica sepa nada. En todo caso serán sus jefes.

En ese caso te vemos entonces – se despide.

¿No necesita más datos que mi nombre y mi edad?

Eh… Sí… digo… no… Cierto – intenta recomponerse antes de empezar a hacerme las preguntas de rigor. Nada complicado para mí. Pura burocracia.

Cuando cuelgo le doy a reproducir y repaso la conversación.

Podría haberlo hecho mejor. Pero seguro que cuela.

Sin más me dirijo al patio, a la segunda parte de mi perverso plan.

¿Me estaré enamorando de él? Nah, tonterías.

Notas de juego

He preferido cederte a mi enamorado. Así podemos jugar un poco. :)

Cargando editor
18/11/2019, 19:47
Narrador

Cuando Sam sale al patio, en el de al lado se encuentra Damion. La niña sabe que hasta que no se haga ver, el niño seguirá a lo suyo, pues no la oye. 

Cuando eso ocurra, Damion la recibirá un poco ruborizado, con una sonrisa de oreja a oreja y un resplandor blanco en su mente. Su corazón palpita a mil por hora cuando la ve, o eso imagina Samantha por los pensamientos que lee. 

"Hola, ¿cómo estás?". -Saluda, haciendo gestos entusiasmados. -Me alegro mucho de verte, te echaba de menos, me encantó tu beso y quiero más. -Piensa mientras relaja sus brazos dejando de gesticular. Cuando la niña responde, vuelve a alzar los brazos y mira de reojo la casa de Samantha durante un segundo. "¿Qué haces, estás ocupada? ¿Te apetece ir conmigo al skatepark?" -Quiero ver tu cuerpo y tu pelo en movimiento saltando y haciendo trucos, me encantan las niñas que patinan. "Si vienes conmigo, mi madre me dejará". -Baja los brazos de nuevo, esperando una respuesta. 

Cargando editor
22/11/2019, 20:53
Samantha Riley
Sólo para el director

No puedo - respondo un poco contrariada por tener que negarme -. Mi madre me ha dejado con mi hermano pequeño y tengo que cuidarle. Podría dejarle jugar durante horas y no se enteraría, pero no me parece responsable. Pero me encantaría.

Lo pienso un segundo. Me apetece besarle pero no tengo muy claro cómo hacerlo sin que se note que le leo la mente.

¿Te molestó lo que pasó la última vez? - pregunto intentando parecer dubitativa, aunque incluso sin leer la mente es fácil deducirlo.

Si le hubiese molestado no me invitaría ahora.

Notas de juego

No estoy yo para escribir... XD

Iré mejorando.

Cargando editor
25/11/2019, 20:39
Damion

Damion está triste. Le apena no poder ir al skatepark con su amiga, tal vez su única amiga. Sin embargo, cualquier momento junto a ella es digno de celebración y lo atesora en su memoria y en su corazón como algo muy valioso. Algo que le saca de la rutina condicionada por su enfermedad, que le hace sentirse un niño totalmente normal ante el mundo. Y, además, le ha besado. No puede haber nada mejor. Fantasea con ella, con viajar por el mundo, con ir a las estrellas. Imagina muchas situaciones distintas vividas con ella, algunas fantasiosas, otras más realistas. También imagina protagonizar con Samantha las aventuras que lee en sus cómics.

"Una pena que no podamos ir. Otro día". -Gesticula y sonríe decepcionado. Cuando ella le pregunta por la última vez, se sonroja y responde:

"¿Te refieres a..." -Deja de gesticular. "¿al... beso?" -Continúa. "¡No, no! No me molestó, me... gustó mucho". -Su mente emana una intensa luz blanca. Sonríe, traga saliva, suelta el skate y se acerca a Samantha poco a poco. Invade su espacio personal, cierra los ojos y, no con mucha habilidad, hace que sus labios tomen contacto con los de Sam. Los mueve, explora con la curiosidad de alquien que descubre algo nuevo y placentero. Una explosión blanca irradia su mente. 

Cargando editor
26/11/2019, 20:58
Samantha Riley
Sólo para el director

Me abrazo a él, consciente de que en muy poco tiempo tendré que abandonarle. No soy estúpida y conozco perfectamente que incluso con las mejores triquiñuelas tarde o temprano el rastro les llevará a esta ciudad. Lógicamente no a mi casa, pues no hay forma de localizar con tal precisión una señal tan difusa, pero sí a esta localidad y en ese momento yo ya tendré que haber desaparecido.

Puede que si me lo llevo conmigo...

Una parte de mí se convence de que es una buena idea o de que al menos no es una estupidez. Quiero llevármelo conmigo y sospecho que me seguiría. No sería una carga a pesar de ser sordo.

No seas idiota.

Me aferro a él, no físicamente pero sí mentalmente. No es que le quiera, pero siento la fuerza de lo que siente por mí.

No lo hagas.

Algo me dice que lo voy a hacer.

Notas de juego

Tensión... XD

Por cierto ya tengo un plan de varios pasos para desaparecer sin dejar rastro y sin que puedan interrogar a mis padres y hermanos. :)

Cargando editor
27/11/2019, 18:53
Damion

Damion nota ese abrazo cálido y largo, y la conexión tan especial que acaba de sucederle, aunque no tiene ni idea de que la ha provocado su nueva amiga. Lo siente como algo único y se pregunta si eso es el amor. 

Además, basándose en corta experiencia, hay algo que le dice que ese abrazo es demasiado largo. Demasiado cálido. Le recuerda al abrazo que da alguien cuando le sucede algo y busca apoyo, protección o consuelo. Es lo primero que piensa, así que para cerciorarse, se separa de ella una distancia prudencial cuando Sam termina su abrazo, para observar sus ojos. Su rostro. El corazón le va a mil por hora y no hay nada más en el mundo en ese momento. 

"Sonríe. Quiero verte sonreír". -Le indica. Cuando su madre está preocupada por algo, intenta sonreír, y Damion conocer perfectamente esa sonrisa que esconde algo triste detrás. Al terminar de gesticular, él sonríe. 

Notas de juego

¡Estoy deseando ver ese plan! :D

Cargando editor
03/12/2019, 21:13
Samantha Riley
Sólo para el director

Puedo notar cómo ha detectado que no estoy emocionalmente estable.

Me pilló.

No puedo dejar que me descubra, no solo porque es un cabo suelto sino porque posiblemente quiera acompañarme si nota mis intenciones.

Pero solo tiene doce años. No creo que sea tan listo.

Aprovecho ese segundo que me da para absorber parte de su propia emoción y llevarla a mi interior.

Sonríe.

Sonrío y cuela. No es perfecto pero cuela.

Puede que mañana pueda escaparme - sugiero -. Tengo informado de todo.

Desaparezco antes de que proteste. No tengo en este momento las emociones como para resistir un análisis profundo.

Tengo que evitar estas cosas.

Cargando editor
09/12/2019, 10:42
Damion

Desde que Damion conoce a Samantha, para él está empezando a ser habitual el que le dejen sin poder responder. Es sencillo hacerle eso; basta con darle la espalda y alejarse. Por muchos gestos que haga el niño, no servirán de nada. 

Cuando Sam se aleja, oye detrás de ella una especie de gemido apagado. La voz forzada de Damion. No llega a ser un grito, pues su mudez impide que su voz sea demasiado alta, pero es audible. Al mismo tiempo, a la niña le llegan las emociones y pensamientos de Damion: el blanco intenso se transforma en tonos rosáceos de tristeza que se alternan con rojos de furia y frustración. Es sorprendente la exactitud con la que percibe los sentimientos la mente de Sam. Podría llevar a cabo un psicoanálisis instantáneo, en tiempo real, y de varias personas al mismo tiempo. 

Damion la sigue durante un momento, pero Samantha está decidida a desaparecer del lugar y el muchacho no puede hacer nada. Además, tampoco es su estilo forzar a una persona a hacer algo que no quiere, así que lo deja estar, por muy frustrado que se sienta. -¿Cómo que escaparse? ¿Se va de casa y de su familia? Sabía que me acabaría abandonando, pero no pensé que fuera tan pronto. -Piensa.

Cargando editor
09/12/2019, 11:02
Narrador

Una vez de vuelta en su casa, Sam nota que todo sigue como lo dejó. La diferencia es que los pensamientos de sus padres y hermanas comienzan a entrar en su espectro de detección. También sus voces. David sigue en la cocina jugando. El muchacho mira a Samantha cuando ésta entra en la cocina desde el patio trasero, le hace una mueca de burla y sigue a lo suyo. 

La puerta se abre. Es Lucien, que da paso a Daniella, cargada de bolsas, y a las niñas. En la mente del hombre hay frustración y hastío. En momentos como éste piensa que sería mejor no tener una familia tan grande o vivir sólo. Fantasea con la idea de rehacer su vida con la madre de Sarah, la feligresa con la que tuvo el desliz. Rememora el momento en el que "culminaron" la última vez, así como los pechos de ella. Imagina vivir en su casa y el qué dirá la comunidad ¿Y dejar de ser pastor y mudarse de Lucea? ¿La feligresa querría hacer algo así? 

 -Papáaa, ¿puedes ayudarme con ésto? Pesa mucho. -Marie interrumpe los pensamientos de Lucien. El hombre los borra de inmediato y se agacha para ayudar a transportar una caja con botellas de leche a su pequeña. 

Mientras tanto, Daniella da instrucciones a Anne y a Eve para que guarden lo que ella transporta, mientras la mujer se dedica a la pequeña Sarah. 

 -¡¿A que no me ganas?! -Dice Eve a Anne y sale corriendo en dirección a la cocina, cargada con algunas cosas. 

 -¡Ya verás, mocosa! Ja, ja, ja -Anne corre tras ella hasta que las dos irrumpen en la cocina.

Hasta ahora Samantha había estado muy tranquila. Todo ha vuelto a la normalidad. 

Cargando editor
09/12/2019, 17:04
Samantha Riley
Sólo para el director

Cuando me levanto por la mañana me encuentro con que me espera una sorpresa en el ordenador. La pantalla muestra un mensaje de mi contacto reflejando que mi truco ha salido demasiado bien. He provocado una avalancha.

Joder.

Me giro y salto sobre la cama de mi hermana.

Ve preparando la maleta. Mañana desaparecemos de aquí.

Si quiero poder hacerlo tendré que forzar algunas cosas, lo que me obligará a tomar riesgos.

Que nadie entre en cinco minutos.

​​​​​​Me siento en la cama y me pongo a trabajar. Busco la mente de mi madre y proyecto mis tentáculos sobre ella para provocar el pensamiento en ella de que necesita acudir al supermercado por el que para el camello. No me cuesta a estas alturas. He acabado por hacer su mente más proclive a la sugestión.

El siguiente paso es igualmente simple. Busco a mi vecino y le fuerzo a recordarme. Estrujo su mente para que gaste toda la rabia, dejando que quede solo el cariño original. No quiero que me recuerde teniendo por último recuerdo la rabia. Le haría sentirse peor. No termino, pero tengo tiempo.

El resto después de hacer la compra.

 

Notas de juego

Si no te importa salto a mañana, que yo no puedo reaccionar a esto hasta que me digan la que se ha armado. XD

Cargando editor
12/12/2019, 15:32
Narrador

Anne mira atónita cómo a Samantha se le iluminan los ojos de una forma muy tenue. La luz de sus ojos fluctúa, aunque no llega a iluminar nada, simplemente brilla con poca intensidad. Samantha se encuentra como en trance, ida, y Anne no entiende nada, simplemente la mira. 

Después de un minuto, reacciona y se levanta de la cama para empezar a preparar su maleta. Lo hace sin rechistar, el tema del viaje ya estaba zanjado.

Fuera, en algún lugar de la casa se oye la voz de Daniella:

 -Vaya por Dios, se me ha olvidado comprar el akee. No sé por qué, pero recuerdo un supermercado pequeño donde lo tienen. Iré allí, y de paso a ver si la verdura está más barata. 

 -¿Otra vez vas a comprar? Fuimos ayer. Iba a ir a la parroquia, pero si quieres te llevo y luego voy un rato antes de comer. -Se ofrece Lucien, el cual está más suave desde las intervenciones mentales de Sam. Daniella le responde que no con la cabeza y lo acompaña con un "no hace falta, cariño, así doy un paseo". 

-¡Anne, Samantha, voy a comprar! ¡Si llego tarde, preparad el pollo! -Grita la mujer. Se va hacia la puerta y se marcha. 

 -¡Vaalee! -Responde Anne. -Qué raro, ¿otra vez a comprar? -Susurra mientras ojea el armario para seleccionar ropa. 

Por otro lado, la mente de Damion aparece en el espectro de detección de la pequeña, pero va y viene, como si estuviera andando en la frontera de la mente de la niña. Samantha se ve en la obligación de sugerirle que quede quieto un momento para meter emociones en la cabeza del niño. Introducir emociones o eliminar las presentes de una forma tan literal y brusca, es algo que nunca había hecho Sam, pero lo intenta con total naturalidad. 

Al principio le cuesta, notando cierta barrera que debe atravesar a fuerza de aguantar la respiración y forzar su poder, concentrarse y agudizar la mente. Es una barrera esférica que parece recubrir un aura interna llena de colores fluctuantes. El proceso requiere de la pequeña más energía de lo normal, lo cual le provoca cierto mareo. Ella no lo sabe, pero sus ojos comienzan a aumentar la potencia lumínica y la habitación comienza a inundarse de una claridad blanca azulada. La puerta está cerrada, pero la luz se cuela bajo ella saliendo al exterior. Si hubiera alguien en el pasillo, pensaría que Sam o Anne han abierto la ventana de par en par apartando las cortinas al máximo. 

Durante el proceso esa barrera mental, casi física y en forma esférica, se va desgastando hasta hacerse cada vez más fina. Los oídos de la pequeña reciben un pitido persistente, ya casi lo tiene. Cuando la barrera se rasga como si fuera una tela, un flash como el de una cámara de fotos irrumpe en su mente y nota en sus fosas nasales un aroma a oxígeno puro. El más puro que haya olido nunca. En el momento en el que el flash desaparece, la intensidad de la luz salida de sus ojos va disminuyendo paulatinamente hasta casi desaparecer, aunque no del todo, y la mente del pequeño Damion se encuentra abierta como en una especie de primer nivel, como si hubiera horadado la primera capa. Aún faltaría romper la barrera de lo que parece ser el núcleo. 

Samantha introduce los sentimientos y emociones que pretende, aunque de forma algo rudimentaria y que le lleva más tiempo del deseado. Cuando termina, Damion se siente feliz. No sabe por qué, pero está más tranquilo y no cabreado con su amiga. No la culpa de nada y solo espera volver a verla pronto. Sabe que es una persona única y que, probablemente, jamás volverá a conocer a alguien igual. Sin embargo, Samantha tiene que tumbarse en la cama. Se siente agotada. El pitido en sus oídos no ha cesado y el mareo y la jaqueca acompañada de palpitaciones en las sienes invaden su cabeza. 

 

Notas de juego

Si, me parece perfecto que avances y adaptes a tu narración :)

Cargando editor
12/12/2019, 17:48
Samantha Riley

Empiezo a pensar que miiiiiis poderes se me estaaaaáaaan yeeeeeeendo de las manos.

Noto la cabeza embriagada pero hago un esfuerzo para alcanzar en el último segundo la mente de mi madre y colocar un faro en ella que pueda buscar al camello. Puede que funcione o puede que no, pero hay que intentarlo. De surtir su efecto en una hora o dos debería notar mi mente conectada a la del camello y con ello poder usar mis poderes en la distancia. Al menos en teoría.

Esto va a agotarme aún más.

Me levanto y miro un segundo a mi hermana.

Puede que no sea mañana.

Sin más me termino de derrumbar, con la habitación dando vueltas y mi corazón latiendo demasiado lento.

Estoy bien - añado levantando lánguidamente una mano y mostrando un pulgar arriba, que por mi posición es más bien horizontal.

Notas de juego

He intentado darle un poco de comicidad a la escena con la pobre niña medioborracha por el esfuerzo.

Me he explicado un poco mal en la anterior escena, ya que pretendía que la madre fuera al super conmigo. Así que he tenido que improvisar como he podido. XD

Cargando editor
13/12/2019, 16:41
Narrador

Los síntomas iniciales estaban empezando a remitir, pero la pequeña vuelve a forzar su mente y las palpitaciones en sus sienes regresan, ésta vez acompañadas de dolor. Sam cree que su cabecita va a estallar. Daniella sale por la puerta y continúa por la calle. La niña ha colocado en la mente de su madre adoptiva una especie de alerta subconsciente para que la mujer preste atención a Dushane si lo ve por la zona del supermercado y, de alguna forma, ese rastro energético implantado en la cabeza de Daniella pueda pasar al cerebro del camello. Algo muy improbable, pero Sam deja ahí la semilla en un intento desesperado. 

Al poco tiempo de que Daniella doble la esquina de la calle hacia la derecha, Samantha pierde la conexión con la mente de la mujer. 

 -¿Seguro que estás bien? Pareces un despojo. A saber lo que estarás tramando. Antes parecía que estábamos en la calle, de tanta luz que había. He echado en falta mis gafas de sol y todo. Menos mal que nadie se ha dado cuenta. -Dice Anne desde su posición al lado del armario abierto. Mueve la cabeza de lado a lado, como con resignación, y suspira. Se gira de nuevo para continuar con su tarea. -No hacer preguntas. Naada de preguntar ¿Para qué preguntar? Para nada... -Susurra para sí misma, pero es perfectamente audible. 

Cargando editor
13/12/2019, 17:13
Samantha Riley

Pasan otros diez minutos antes de que logre que la habitación se esté quieta, tiempo en el que tengo que esperar que nadie entre.

Afortunadamente nadie suele entrar.


Con la llegada de la tarde y viendo que mi madre no ha activado el truco me veo obligada a implementar el resto del plan en la mente de Marie. No es lo que más desearía pero no me queda otro remedio.

Antes de comenzar con ella, tengo que entrar en Internet y preparar la segunda parte de mi plan una vez esté "muerta".

Comienzo por entrar en la página web de un hotel y buscar alguna habitación que esté sin alquilar en Santiago de Cuba. Dejo constancia de que ha sido alquilada por la semana que necesito y que los inquilinos no desean ser molestados durante ese tiempo. Identifico a una madre y sus dos hijas. Además, dado que es un hotel para empresarios, como el caso de mi madre, tengo la posibilidad de pedir que se me entregue correo allí, lo que haré.

Paso después a pedir que me envíen los pasaportes a mi dirección, en este caso en la casa que acabo de alquilar. Indico que se me envíen en las fechas que corresponde con mi estancia allí.

También alquilo un crucero para una madre y sus dos hijas desde Mahogany hasta Cabo Cruz y un autobús hasta Santiago de Cuba.

Desde ahí seguiré trabajando.

Por último trabajo en la mente de Marie. Induzco en ella unos recuerdos que reprimo con varias capas. Antes de irme prepararé el desencadenante. Será nuestra "testigo" del secuestro.

Espero que esto salga mejor.

Notas de juego

No estoy satisfecho del post, pero se me ha borrado entero una vez y estoy algo pocho. Así que me conformo. :S

Cargando editor
20/12/2019, 13:34
Daniella Riley

Esa misma tarde, mientras Samantha prepara sus planes y su estrategia, Daniella irrumpe en la habitación de la niña y de su hermana. 

-Anne... -Comienza diciendo al abrir la puerta. Su intención era mandarle algo como tender la ropa o ayudarle con Sarah, pero se detiene en seco, mirando la maleta de su hija adoptiva. Agrava el gesto y mira a ambas niñas con cara de preocupación. Da dos pasos para adentrarse en la habitación y cierra la puerta. Se cruza de brazos, parece cabreada. -Anne, ¿se puede saber qué significa esa maleta? Dime que estás arreglando la habitación. 

Sam nota en la mente de su madre que no sabe qué pensar. No sabe realmente si Anne piensa marcharse de casa, irse a una escapada improvisada, o está arreglando su armario, pero en el fondo, siempre ha albergado el miedo de que alguna de sus hijas adoptivas quisiera marcharse de casa. Ella sabe que ese lugar puede no es un entorno muy agradable para ellas, aunque se esfuerce en que lo sea, a través de su amor y dedicación. 

Si la niña escudriña en los pensamientos de la mujer, notará la alarma sensorial que colocó allí. Se ha activado. No puede saber si la transferencia surtió efecto o si, simplemente, Dushane está tan lejos que no puede alcanzar a detectarlo, pero el hecho de que se haya activado la "alarma" da a entender que la mujer ha visto al traficante y que, probablemente, ha grabado en su memoria el encuentro.

Por otro lado, Anne se queda muda un segundo ante la pregunta de su madre y mira a su hermana con cara de póker. 

Notas de juego

Si decides buscar en la mente de tu madre, no te costará mucho ver cómo Dushane salió de la casa que hay junto a supermercado, entró en su coche y se marchó calle abajo, en dirección a la zona donde vives, a la zona de Lucea más cercana a la costa. Como Daniella se le quedó mirando al cruzarse con él, éste le devolvió la mirada con cara de circunstancia. Daniella apartó la mirada y después volvió a mirar cómo se alejaba y se metía en el coche. Pudo ver una pistola sujeta por el cinturón de su pantalón a la altura de los riñones. 

Sorry por tardar. Días complicados de compromisos y compras. 

Cargando editor
26/12/2019, 20:10
Samantha Riley
Sólo para el director

Vamos mamá - respondo rolando los ojos - ¿Tú te crees que si tuviéramos intención de irnos de casa tendríamos la maleta en mitad de la habitación?

​​​​​​Nos mira con cara no del todo convencida, pero está claro que el argumento al menos le ha hecho mella.

¿Y por qué piensas que...? - comienza a replicar ella antes de que la interrumpa.

Porque tienes la misma cara que cuando papá llega a casa y la comida está sin hacer - agrego sin darle mayor importancia -​​​​​. Entre enfadada y preocupada.

Mira no del todo convencida.

Te prometo que mañana por la mañana la maleta seguirá en la habitación.

Eso termina de convencerla. Se va segura de que su hija mayor no se irá de casa.

¿Me explicas tu plan? - pregunta mi hermana suspicaz.

Claro. Matarte. - aclaro con la sonrisa del gato que acaba de comerse al canario.